Madrid, 2-2-09 

TODO ES ALGO 

Sutiles disfraces del decir.
La suavidad del pétalo no se siente en la mano tosca
ni el oído citadino aprecia el sonido del silencio
¡Corres!, ¿corres, tras de algo?,
como si pudieras eludir el momento.

Sutil y concreto, montaje indiviso.
Que al estilo romano, se cabalga en el tiempo.
Corre si gustas, detente en cualquier momento.
Susurra, grita ¡exclama!
al fin de cuentas, será el silencio.

Simiente acuñada en barro,
rostro que moldea el viento.
Detente si quieres o corre... ¡Anda! 
Todo es en algo a tú merced,
en el océano del tiempo.

RICARDO D. GUIMARAYNZ
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 16 h. (Tigre) Buenos Aires
Coordinadora: Lucía Serrano 


Madrid, 3-2-09 

LA PLAYA 

Chasquidos sordos del mar
en la arena húmeda,
sol tajante de luz
sobre los níveos crestones
de las olas,
brisa soplando sin pausa,
cachorros lanudos chapoteando en el borde,
horizonte azul que se pierde en el azul,
trazas del hombre sobre la arena.
Profundidades que se mezclan
cuerpos y almas buscándose,
placeres sensuales defendiendo su supremacía.
Desdeñosas bellezas anónimas que pasan,
banderas que vibran con el viento,
pájaros de juventud eterna desfilando
sobre la pasarela de bordes indefinidos,
dejando tras de sí rastros tenues,
como amores de verano que tal vez
no puedan sobrepasar el otoño.
Nos sentimos protegidos por envolturas frágiles
como pétalos, mas percibimos que pronto,
nos dejarán desnudos,
con la deseada paz siempre lejana,
devenida en ansiedades insomnes. 

EDGARDO D’ALVIA
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 16 h. (Tigre) Buenos Aires
Coordinadora: Lucía Serrano 


Madrid, 4-2-09 

CACOFONÍA DEL AMOR 

Patinan mis ojos, ya no estás. 

Ha soplado el cuchillo de la despedida.
Sufren los bolis, las sillas,
el movimiento invertebrado de la cama;
ya se clavó lo definitivo. 

La esperanza lloró últimas páginas
aguardando las ruedas de su corazón
para girar secuencias en tu bandera. 

Verte feliz, tomar cucharas de deseo
y amarrarme a la clemencia,
frágil sustancia donde el miedo terminó. 

Entre tu piel y mi letra,
inseminé un retazo de voz,
una hierba que nunca fue clorofila
ni mujer despedazada de su vientre. 

Él y ella, amor y muerte,
bailan el disfraz acurrucando la bestia,
cuando es preciso que nos hable la noche
por si el misterio perdiese su rumbo. 

El anclaje de la mirada bajó sin rostro,
y su agua golpeó ineficaz lo cotidiano.
Gorriones, frenesí, ya no hay final.  

Cacofonía del amor donde las caídas
balancean el horizonte, hablan a solas,
piedra contra piedra, sin eco ni brújula. 

CLÉMENCE LOONIS
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 17,00 h. Madrid
Coordinadora: Carmen Salamanca Gallego 


Madrid, 5-2-09 

EN EL TERCER MUNDO 

Niños desnudos corren, escapan del azote rabioso y paterno
desamparados en un destino donde nada es más real que su hambre,
alucinógeno insomnio con tiros y miedos. 

Pobreza que no deja lugar a la fantasía
en la que no se pueden romper sueños,
cuando no hay sueños. 

Pegados al olor delirante no alcanza el apetito, no llega el frío,
encerrados en cuevas de oxígeno artificial
que sustentan el bienestar económico de nuestras arcas pontificias,
elegantes diseños,
cómodos cojines para nuestras posaderas. 

¿Sabremos entablar conversaciones
cuando balas endiabladas rocen momentos
de cuchicheos prohibidos y agudos,
cuando encajen sus dientes en tobillos
de figuras dormidas y medio muertas
en las solitarias noches de aquel dormitorio hecho parque,
perdido en la atención del mundo? 

Respira pulmón desangrado donde se ahogan en ti deshechos
   de cuerpos, desnudos, vacíos de palabras. 

Habla niño habla,
que algún verso devolverá a la vida tu pálido y seco sexo
y las cosquillas te invadirán en el recorrido de tu pequeño cuerpo,
vistiendo con brotes de rosas el aliento a goma enfrascada. 

A este llamado tercer mundo que escondes
entre tu túnica de seda blanca
se le pudren las ropas que vetan sus pudores
en el margen de pueblos de hasta de ideas añejos. 

Compra este sorbo de elixir y escapa a la tiranía,
no sentirás ningún golpe en la siniestra soledad de tu llanto,
y yo podré abrazarte a pesar de que tengas ese puñal en la mano. 

SUSANA LORENTE GÓMEZ
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller de los lunes a las 21 h. Madrid
Coordinadora: Alejandra Menassa de Lucia


Madrid, 6-2-09 

VESTIDO DE PALABRAS 

Vestido de palabras naces,
creces de carne despellejada nula
meces tu cuerpo sereno de latidos muertos
y mueres forzando los soles de las vivas lunas. 

Atenazas tenues lorzas en los campos
bellas razones para gozar un vivir mudo.
Leves razones para morir sangrando noches
ventanas abiertas de estertor forcluso. 

Sin aliento, entre mantas que acunen tus sueños,
en el frío invierno de largos veranos
saciando las vistas que arcantes vomitan
ciudades de mundos de final incierto. 

Allí donde el poeta forjaba lamentos,
allí donde mece las ubres la luna
donde los hombres queman sus vicios humanos
donde los dioses desmiembran cadáver de humo. 

Las palabras visten torturas y salmos,
visten los placeres de una vida insana
perfeccionan cuerpos contagiados de asco
y avivachan calmas de roce desnuda. 

Suenan las llagas de sedientas manos
brillan las pupilas de yemas de dedos
que rozan las pieles de carnes de espanto
que flotan y huelen a venganzas puras. 

Sangrarás si vuelves sin pensar en ello,
las luces en vela de pueblos del mundo
vigilan las penas, las lágrimas muertas
por hijos que nacen a un morir seguro. 

Ojo por ojo, santo por santo,
lucha sin potrillos que transformen tu alma
no dejes que venzan sin dientes desgarradas
horas que no pierden nunca su destreza. 

Al tiempo maldito que sacude llantos,
lágrimas amargas, podridas, desnudas. 

VIRGINIA VALDOMINOS
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller de los lunes a las 21 h. Madrid
Coordinadora: Alejandra Menassa de Lucia


Madrid, 9-2-09 

UNA HISTORIA DE AMOR EN EL VERANO 

Mientras tú despides con tu belleza indígena
y tu insolente juventud los años ya vividos,
y amanecen soles nocturnos en tu pecho,
yo me iré desnudando lentamente;
y te contaré una historia de amor en el verano. 

Él trazaba en su espalda imaginarias madrugadas,
le soñaba lunares en los pechos redondos,
la miraba desnudándola, lejana e imposible como la luna nueva. 

Ella sorteaba su mirada, sin apenas sentirla,
respirado el aire de su tribal encanto,
lo imaginaba en los brazos de otro amor y se alejaba. 

Un día rompieron la barrera del silencio,
traspasaron el muro de las indecisiones,
comenzaron una conversación,
hechos mortales entre las dunas del lenguaje. 

Él la besó primero, pero nunca sabremos quién fue artífice
de ese encontrarse de manos y de labios,
y ella quedó enredada en ese beso,
caderas explotando en las finas hebras de la noche.

Hubo después tropiezos, caídas y un levantarse a tientas
para volver al ruedo de la vida.
Ella signó con amor el dulce lecho,
él siguió deshojando imposibles margaritas de su sexo.

Había una violencia en su pasión,
un querer extinguirse en cada movimiento,
una fuerza de fiera acorralada por su propio deseo.
Intenta huir, pero ama cada barrote de su celda. 

Dieron algunos pasos por sendas inextricables,
las sábanas de versos acunaron nocturnas incursiones,
guardaron el secreto de su amor como un diamante virgen,
lo envolvieron en pétalos de orquídeas, en madreselvas amarillas,
lo metieron en una urna frágil, de puro vidrio, para que nadie lo rompiera… 

Y sin promesas al uso, sin mentiras donde el amor es eterno naufragio,
sin falsas ternezas de colegial emancipado,
creció el deseo hasta tocar los límites de un imposible goce,
creció el amor hasta rayar la línea ambivalente de su bestia. 

Vidas acompasadas, de breves momentos compartidos entre letras,
de amarse hasta extinguir todas las estrategias,
de agotarse en el verso para nacer mañana en el siguiente.

Dolor de haber gozado hasta el extremo mismo de lo humano.
Huellas de tu piel en mi memoria, huellas digitales
de algún poema que escribimos cada noche en el papiro de la luna. 

Y toda tu potencia varonil en medio de este verso,
tu semen bañando mi cintura inconclusa,
tus besos: fiel anatomía de mi espalda,
tus poderosas manos, fortalecidas entre encordados y maderas nobles:
eterna geografía de mi piel. 

Hoy habrá maremotos en las lindes de mi sexo,
extensos cataclismos de amor en la mirada,
te haré vibrar al ritmo de una música nuestra,
al ritmo de mi herida, de mi ausencia. 

Los refulgentes soles nocturnos de tu pecho,
pondrán una luz inextinguible
en mis pupilas de hembra enamorada. 

ALEJANDRA MENASSA DE LUCIA
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 18h. Madrid
Coordinador: Miguel Oscar Menassa


Madrid, 10-2-09 

COMPARSA DEL DESTINO 

Eliminada la opción principal,
sobrevolar indelebles carabinas de cristal,
átomos de incandescencia furibunda
contra el sempiterno deber de la ilusión.

Atormentados eslabones de la escucha,
sincopadas renuncias enganchadas al viento
atraen cúmulos de infancia proferida
entre abismos de doble renuncia.

Restablecer funciones, me digo,
reanudar la marcha entre cartones desvaídos
y rectilíneas proporciones, sin calibrar
espejismos tierra adentro, sin coartar
espectros imaginados por demás.

Descarrilar, sí, devorar
el asimétrico latido de tu piel,
íntimo escalofrío de viaje sin retorno.

Desvencijada y febril, rechazo
presagios de última redención
en envolvente comparsa del destino.

Carmen Salamanca Gallego
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 18h. Madrid
Coordinador: Miguel Oscar Menassa


Madrid, 11-2-09 

CINCO POEMAS 

Si las historias contasen la verdad
tus ojos fuesen llamas y el amor,
barco en río navegable y sin tormentas. 

La vida comenzaría cada día diferente
y los adioses no serían sino pañuelos al viento
recorriendo la distancia entre mi mano y el dolor. 

Cada cual tendría lo suyo y algo de los otros
y cada otro sería diferente a sí mismo y al mismo tiempo
llevaría consigo una marca permeable de tiempo consumido. 

Habría hombres envasados y libros colgados de las orejas
de algún elefante que se bañara de noche en la catedral de Notre Dame. 

Seríamos todos felices, es decir, un habitante y sus alrededores portarían
la luz de la indiferencia y el resto arderíamos en el infierno de sus pasiones. 

Menos mal que las letras son negras y de todos los colores
que es posible hacerlas desaparecer entre los muertos
y que resuciten con un poco de limón a la luz de una vela. 

Menos mal que existen las palabras que pronunciamos
cuando el silencio amenaza tumbas abiertas,
y que tu voz acaricia mis manos cuando escribo tu nombre. 

Escribe cinco poemas en navidad, uno por cada cumpleaños,
dos en las onomatopeyas especiales
y cuando la vida se vuelque en una copa de champán.

CRUZ GONZÁLEZ CARDEÑOSA
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 1
7h. Madrid
Coordinadora: Carmen Salamanca Gallego


Madrid, 12-2-09 

JUSTIFICACIÓN INNECESARIA 

En la cumbre ambidiestra de una palabra escrita al revés,
justo al lado derecho del padre,
sentada en el borde de la cornisa del tiempo,
descansada de casi todo y a la espera de nada,
he descubierto, allí, donde el desierto pierde su tacto arenoso,
después de arremeter contra su furia sedienta de paz:
una explosiva y fugaz canción. 

Es como del viento
que enturbia el eco de las profundidades
es de la caricia
el recorrido incesante por el perfil de tu silueta. 

Dibujada por las dunas, allá, en el horizonte,
suenan sus notas fusas
que anteponen la virtud al escalofrío;
pasión idílica, calor de un manto seco. 

Como si el aliento de su sonido se posase en mi cuello,
se alborotan los cabellos de salvajes yeguas,
que relinchan su melodía con movimientos pélvicos
acompañamiento de tambores contra el zumbido de la luna. 

Oasis de alucinada clandestinidad,
tocas para mí, siempre que tus manos,
arpegian el pentagrama de seis cuerdas
que, conspicuo, divide mi cuerpo en dos.  

Hoy naceré como fugaz canción,
para que tu boca estalle la piel,
y nunca más, tengamos que huir
al desierto para amarnos.  

MAGDALENA SALAMANCA GALLEGO
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 17h. Madrid
Coordinadora: Carmen Salamanca Gallego


Madrid, 13-2-09 

EL LADO IZQUIERDO
QUE ME ACOMPAÑA
 

Cuando se acerca el pecho a las caricias del presente
-diestro en el maquinal mentir-
descruzo las piernas y el codo descubre los vicios
del lado izquierdo que, sobrecargado, me acompaña. 

Confundía corazón con el tamaño de antaño,
en los albores de la sonrisa, cuando
los billetes pintaban el futuro de verde y violeta,
colores del oeste en el disfraz de los sueños. 

Permitan un doble espacio en cada inspiración
y verán en el espejo dibujado el vaho de las palabras. 

Dirán que soy un privilegiado:
al amor puse el trabajo necesario de la despedida
al trabajo, el tiempo suficiente que la mercancía precisa
al tiempo, los pactos que deseante me hacen mirar lejos
y en la frente puse los rasgos de pensar sobre el papel. 

Dirán que soy un hombre de mi época:
un contemporáneo con libros y cuadros, música y cine.
En anaqueles de noble madera conservo
el confort bien administrado por las dudas. 

Dirán: en su tierra es ley que antes de hablar
un médico ubique la primera rúbrica,
condición de recién nacido cuando apenas puedes ver.
Dirán: en la tierra otro médico firmará la deuda y condena
que fielmente habrá cumplido, y nunca podrá leer. 

CARLOS FERNÁNDEZ DEL GANSO
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 18h. Madrid
Coordinador: Miguel Oscar Menassa 


Madrid, 16-2-09 

UNA PRUEBA DE AMOR 

No bastaron la alegría y el canto que reinaba en mis palabras
una prueba pedías de mi amor,
y al momento me sentí arrojada de vos,
expulsada al borde de la tierra
mirando un desnudo espacio sin atmósfera,
sin gravedad, una incipiente conciencia de la nada,
sin brillos estelares, sin colores, sólo el espacio
con la atracción de volver mi cabeza en cada giro frente a
esos desprendimientos de imperfectas circunstancias
que llenaron mi cabeza de mariposas ansiosas que chocaban las alas.
¿Será el dolor el precio?,
¿la prueba consagrada?,
y bajabas el martillo con un golpe de gracia cada vez
para ser mi ejecutor amado.
Yo perdía mi perfume entre las objeciones de una moral
que me impedía pensar con la astucia necesaria para convencerte.
¿Y qué prueba?
si era lo mismo yo o vos, cualquiera,
cualquiera de los dos, el otro
el que se queda en el lugar, el que no desaparece,
el misterioso que nos contempla cada vez
cuando los cuerpos se transforman
en extensiones con naturaleza de pradera,
en el frescor de pastos
dispuestos a recibir el rocío de cada madrugada
sin desafiar al elefante blanco con los hechos,
sin pruebas que rendir,
sólo señales, giros, notas, alguna canción desesperada,
algún rum –rum, algún te quiero tanto.
Pero pruebas no hay,
sólo el remo hundiéndose en el agua
marcando una fuerza de existir,
espejos reflejando nuestro cielo,
la ofrenda continua de nuestros ojos
encontrándose de pronto
en el brillo de algunas horas compartidas. 

NORMA MENASSA
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 18h. Madrid
Coordinador: Miguel Oscar Menassa 


Madrid, 17-2-09 

¿Y SI NO SOMOS DE PALABRA
DE QUÉ SOMOS?
 

Intento acordarme del beso
pero huye de mí
descolorido
mudo. 

Del beso
sólo me queda
las palabras
del beso. 

Del sol de ayer
la palabra que lo nombra. 

De tus ojos
de tu mano toda poderosa sobre mi piel
esas pocas palabras. 

De mí
dentro de tres veces mi edad
sólo estas palabras escritas
ese temblor
escrito en Madrid
esta noche de casi otoño
donde duermen todos mis vecinos
donde lucho una vez más contra el sueño
para escribir unas palabras más
que digan que no viví como un perro
coleando delante del amo
que no fui sólo una boca
unos oídos casi tapados
un sexo triste o apasionado.
No fui sólo ganas de matar o de llorar
de tomar al otro en mis brazos para siempre.
Ni siquiera una trabajadora de sol a sol
y algunas horas más.
Una hija no tan buena
una madre no tan mala.
Una amante obnubilada por el amor
una inteligencia intermitente. 

De noche
la vida me pertenece
se desliza en sencillas palabras
levanta la cabeza
escucha
y se entrega
                        antes de morir
 

                                                      a la palabra. 

Claire Deloupy
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 18h. Madrid
Coordinador: Miguel Oscar Menassa


Madrid, 18-2-09 

AL CUMPLIR 47 AÑOS: POESÍA 

La dilatada subversión que te socava,
sintagma fulgurante,
rompe en pedazos tu trágica cordura,
el duro cordel que a los muertos te ataba.
Palmo a palmo,
el arduo salitre de su aliento marino
va ganando pasos a tu sombra.
Años llevabas esperando este momento.
El viento sopló atroz sobre tu pecho.
Las amplias cadencias de su voz,
el canto borrascoso de los poetas,
su profunda salud inescrutable,
te miraban de lejos.
Y, sin embargo, cuántas veces
estuviste a punto de morir.
Cuántas veces fuiste por el infierno reclamado.
Tu vida estaba en manos de un cadáver enterrado
y llamabas amor a su abrazo de huesos anudados.
Después, un golpe,
una palabra dicha a contraluz del viento,
la frente atravesada de lado a lado.
Un silencio de muerte se apropió de tus palabras
y andaban ellas huérfanas,
buscando un rescoldo que las pronunciara,
unos labios que en sus labios se posaran.
Vino entonces su voz a tu garganta.
Se ensancharon tus venas con su invisible savia,
con sus prodigios de ardiente efervescencia noctámbula.
Fuiste entonces un múltiplo de su número ignorado,
una fórmula descifrada a los grandes misterios
del amor y las palabras.
Te hiciste un hombre,
conquistaste lo heredado. 

RUY HENRÍQUEZ
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 17h. Madrid
Coordinadora: Carmen Salamanca Gallego


Madrid, 19-2-09 

COMO NOSOTROS DOS 

Caerá para tu sed la lluvia de cien mares,
y como estruendosas cataratas del terror,
marcarán tus oídos, opacidades
del sonido del viento.
Y serás huella para los caminantes,
y tiempo destinado a esparcir por
los aires los secretos,
y luz marcada por el ritmo cruel
de las palabras,
y serás también, pájaro de grandes alas,
para volar al centro de la tierra,
y volver hacia mí, enternecido,
un mediodía a plena luz del sol,
insatisfecho,
y ahí hubimos de pactar
que no iríamos a morir,
que el tenue sonido de las primaveras,
sería todo música mientras caminamos,
y me desafiaste a no estar quieta.
Como una estrella errante de pálidos saberes,
quise que nadie pueda tratarme de valiente,
quise ser las montañas, sorda y muda,
y el duro perfil de la piedra
fue el nuevo entusiasmo
que aguardaban de lejos,
los que ya no tienen lágrimas,
como nosotros dos. 

LUCIA SERRANO
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 18h. Madrid
Coordinador: Miguel Oscar Menassa 


Madrid, 20-2-09 

INSISTIENDO 

Quítale el mar a la sal,
rompe de la lluvia su nervio mojado,
quema de los acantilados su vértigo. 

Olvida de la arena el tiempo,
esconde la primera mirada después del amor,
vuelve para contar que aún no te has ido. 

Arráncale al rojo su color,
dame cien mil preguntas que conteste con medio número,
quítale el mar a la sal. 

HERNÁN KOZAK CINO
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 17 h. Madrid
Coordinadora: Carmen Salamanca Gallego


Madrid, 23-2-09 

ALMENDRO DENTRO 

Aritméticas fracasadas como blasones apócrifos
que el otoño pone ante mis ojos:
la infancia,
ardid de una quimera incierta.

Igual que la semilla nacida
a destiempo en la sonrisa
de cálidas pieles amargas
me adelanté al nacimiento
como se adelanta la flor
al candil de la primavera.

Nació también, mi eterno compañero
tal vez de una mano o algún sueño.
Nació en el pueblo del pozo abajo
donde se retorna al abrigo del “nomeolvides”
que el perfume del almendro propaga
y a los senderos de la dicha en la infancia. 

En la infancia,
perseguía mariposas somnolientas
y prefería
esconderse tras la espalda de los lirios
arrancar las alas del pájaro mojado
en las livianas noches donde el Duero
murmuraba palabras quietas develándole
un aroma a naranjos y a chiquillas en las sombras. 

En las sombras del almendro,
allá por donde la jara
olvidó ser hierro de lanza,
caminaba su cuerpo de niño.
Sus pasos eran de agua cristalina.
¿Habrá cruzado el río o
una calle tan larga como los sueños
que de la primavera atrapan la amargura del almendro?
¿Seguirá soñando el niño los caminos en uno sólo? 

Sólo un árbol en el centro de la plaza
extendiéndose entre el sol y sus ojos,
abrazaba la tierna carne del niño poeta. 

Se encontraron en la tierra
crecen el uno del otro en la distancia
de una mirada furtiva o de una sombra. 

Solo canta al árbol quieto del Almendro. 

No canta al campo que crece en su mirada
ni la natura le interesa tanto como para admirarla
su intención es amar del almendro silente los vacíos. 

Cae la vida
por un finísimo hilo
derramado en la uña
de anteayer.
Era tan dura la corteza de su fruto
tan lejana la primera flor.
Ahora ese niño existe
en la distancia precisa,
donde las revoluciones
se producen,
en este hombre que habla. 

¡Yo que soy viejo y he vivido…!
me pregunto, compañero,
¿Por qué en la caída de tus hojas y tu fruto
mi cuerpo torcido
y el tronco del almendro cuando lo miro
son parecidos al arbolito de Philip?
¿Por qué aterido en tu corteza
caemos en el encuentro con las plagas
y ni las hijas ni las hojas nos crecen
en está lepra eterna que nos va gastando? 

Las pausas, los árboles
y las rocas suenan a muerte,
esta estúpida sonrisa me acompaña,
estos muebles, esta piedra.
Este almendro viejo…
se queda mudo, mas se queda. 

¡Yo que soy viejo y he vivido …!
me pregunto, compañero,
¿Por qué estoy llorando
si he sido tan feliz?
Y he cantado a tus ramas y a tus hojas
y he descrito los olores de tu flor y de tu fruto
y he llorado los mares de tierra
que cubren la isla blanca los febreros
y cada una de las blancasrosas flores de tu sexo
me han producido una soledad tan extrema
como de siglos ácidos de almendra en la boca.

¡Qué nunca hubiera pensado
ser el abono de tu última cosecha!
Tus brazos de gigante son bruma
dueños del letargo en el aliento,
a la sombra del almendro,
del hermano,
obedezco las leyes naturales. 

MANUEL MENASSA DE LUCIA
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Martes 14,30 h.
Madrid
Coordinadora: Alejandra Menassa de Lucia


Madrid, 24-2-09 

LA VIDA ES UN RESBALAR
HACIA LA MUERTE
 

Nosotros, los que no hicimos la guerra
ni fuimos exiliados en algún refugio
ni padecimos de sed en las inundaciones
ni de hambre entre detritus humanos. 

Nosotros, los que no nacimos enceguecidos
por la luz de la razón más razonable,
por los besos de amor más incineradores,
por las mañanas del pasado más olvidadas. 

Nosotros, no conocemos la nostalgia
de un futuro incierto y un presente ausente. 

Nosotros, no esperamos no nacer,
no esperamos para comenzar a ser otros. 

Nosotros, los que naceremos tal vez
los que no naceremos ninguna otra vez. 

Nosotros, los que no moriremos
antes de nacer entre carne de letra. 

AMELIA DÍEZ CUESTA
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 18h. Madrid
Coordinador: Miguel Oscar Menassa 


Madrid, 25-2-09 

EL SALTO MÁS ALTO 

Dar de comer el propio corazón,
tendido, rojo,
sobre las manos del sur,
ése, era el oficio del poeta. 

Salir y recorrer las calles,
cual si fuera trashumante
niño fisgón de caramelo.
Hoy, no vengas a buscarme,
llueve,
y cuando llueve las calles relucen de plata
y te puedes perder en un abismo
de alcantarilla,
si por accidente resbalas,
por la senda de los sueños. 

Hoy, el niño poeta
saca su lápiz de marca alemana,
y hace garabatos en gris,
sobre la alfombra. 

No hay madre.
Sólo el cantar de las gotas
sobre el tejado de su casa en Balvanera,
y la selva virgen,
que lo separa del ayer,
en maravillosa geometría. 

Dejarlo salir,
hay que soltarlo
de sus penosas ataduras. 

Esos días,
cuando el alma pega un brinco,
y se deja parir por las mañanas,
el niño poeta dispone
albergar en sus pulmones,
luz. 

Como canto de ave nocturna.
Como el silbar de las ballenas en agosto.
Como el alud, cuando anuncia la montaña.
Así, viene el poema. 

Déjalo salir
como un salto. 

Y que el tiempo
no tenga medida
entre los charcos,
y los astros digiten, a lo lejos,
amores encontrados. 

Ése es el salto
más alto. 

Un hombre
entregado a su escritura. 

ALEJANDRA MADORMO
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Viernes 11,30 h. Buenos Aires
Coordinadora: Norma Menassa


Madrid, 26-2-09 

LA GRAN NEVADA 

La gran nevada en Madrid
ilumina cirios de aldea.
Hechizo desconocido
en rincones de Castilla.
 

Tiempos
en torbellinos de aventuras
que, en alado declive,
rondan el fasto de células,
recuerdan días
blancos de mi infancia. 

Ahora, veo un país
de grandes pisadas,
paciencia infinita
de lágrimas a risas,
atravesado
por emigrantes,
arrastrando
utensilios de pasión y cólera. 

Lejano bramido,
sangre viva
en trajes de lentejuelas marinas,
para amantes
de pasado incomprensible.
Seres efímeros
y, sin embargo,
eternos. 

Jaime Icho Kozak
E
scuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 13,30 h. Madrid
Coordinadora: Carmen Salamanca Gallego 


Madrid, 27-2-09 

EL PRIMER ABEL 

Obrando por el hombre, en nuestras pausas,
matando, tú, a lo largo de tu muerte
y a lo ancho de un abrazo salubérrimo,
vi que cuando comías después, tenías gusto,
vi que en tus sustantivos creció yerba
césar vallejo 

Crece la hierba en el lugar
del primer crimen humano.
La vida, inversamente,
ha nacido sobrante de flaquezas.
Declinando la semejanza del hombre
cambia el amargo adiós y la pólvora
por mundo y carne.
Le asesta en el talón
un crimen de estocada desdoblada
en el alma vacante del diablo
que ríe en cada uno de nosotros
y eso, que todavía no hemos nacido. 

La conciencia cavila un epitafio
sin embargo, sólo encuentra
un alma vacía y una cólera quebrada.
Y eso que todavía, no hemos nacido... 

MÓNICA LÓPEZ BORDÓN
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Domingos 17 h. Alcalá de Henares
Coordinador: Carlos Fernández del Ganso 


Selección de Poemas Inéditos

 

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