Una copa amarga no es el final del festín.
Tus blancas manos arrastrando los
hilos del destino
arañazos al viento.
Entre la muchedumbre
sola ante tu muerte
no estás librada de ti misma.
La sangre corre por dentro o por
fuera
palpita o yace en la mano.
Los ecos del lejano viento de la
estepa
rumorea otros tiempos que no verás.
Nada es garantía del próximo día.
Claire Deloupy
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 19h. Madrid
Coordinador:
Miguel Oscar Menassa
Ya no está si no lo nombras
y tal vez el espacio de la belleza
haya sido convertido en un erial
pero tan bello como nunca.
Vacíos contornos de tu nombre
cúspides estrechas las del roquedal
llana paciencia
la de haberte encontrado
y nombrarte,
tener el terrible valor de nombrarte, poesía.
EVA MÉNDEZ HERRANZ
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados a las 17 h. Madrid
Coordinadora: Carmen
Salamanca Gallego
Escondido y silencioso intenta
pasar como un aroma que no se siente.
¡Oh caramelo!
Así es el deseo.
Marca los labios de hombre que nunca fueron.
No hay razones.
Hambrientos son los olores del deseo.
Grita el suicida como un miserable del destierro.
Quiero pan.
Pero no seas idiota hombre, que ya te dieron, pide otra cosa, tengo hambre,
olvidé las ilusiones del comienzo por seguir viviendo.
Los pasos que voy dando son
ciegos, me llamó ese perfume que no recuerdo.
Infinito nudo pegajoso, cubierto de miel.
Abejas reinas y macho incierto.
Atacad todo aroma que no tenga el perfume del deseo.
Y el deseo sólo tiene el aroma de lo muerto.
Es inasible el sitio, inencontrable el hueco, no tiene pistas
y la acústica olvida qué buscabas al comienzo.
LUCIA SERRANO
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Domingos 11h. Madrid
Coordinador:
Miguel Oscar Menassa
Desde el
escaparate del vivir
sobre cuatro peldaños de felicidad
se fabrica el cuerpo.
Ejercitando
la escena:
gramolas en esquinas
automóviles de época
polvo y soledad
se aferran a la primavera.
Una nota,
eco del vivir
mantiene el tiempo
maestro de mis manos,
en la constancia del salto.
CLÉMENCE LOONIS
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 17h. Madrid
Coordinadora: Carmen
Salamanca Gallego
Un blus suena,
es noche en Madrid
no hay noches en blanco
en el país de donde vengo
no me invaden fríos polares
ni desérticos calores,
el día seguía teniendo 24 horas
para mí no es suficiente motivo,
me dejaba llevar,
seducido por noches intempestas
y amigos y mujeres bailamos
una danza indígena
bajo la clara noche
de un mes de otoño.
Es octubre en el mundo,
noches en claro
nos esperan.
Son las 3 de la mañana
es también de día
y una hora más,
y yo los amo.
JORGE FABIÁN MENASSA DE LUCIA
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 17,30 h. Madrid
Coordinadora: Alejandra Menassa de
Lucia
Dejo de vivir el presente
para reparar el pasado
bajo una promesa de felicidad
y el tiempo me estrangula
por una calle de sombras.
El rencor gime tras el barro
que se amontona en el futuro.
Rasgo insonoro el de mi voz,
pálpito atrapado entre palabras.
Rasgo la tierra que me cobija
y nazco impertérritamente opaca
sin huecos que muevan alas
de amianto y azucenas.
Azucenas de nácar dibujadas
en el rostro del mañana,
recuerdo de un funeral
que sólo será camino
para mi beldad.
Oasis terrenal el de mi cuerpo
sonoro y memorial.
Inmerso en las cadenas
que hicieron otros humanos
y propenso a sujetarse
con tal de no caer.
AMELIA DÍEZ CUESTA
Escuela de Poesía Grupo
Cero
Taller Sábados 19h. Madrid
Coordinador:
Miguel Oscar Menassa
11 M “MENTIROSO EL QUE NO SALTE”
canto de la manifestación solidaria
Y el mundo saltó
-entero, casi-
por los aires.
Mundo envenenado
ya no de gases tóxicos
oxígeno destruido entre los árboles,
mares corruptos.
Y entre los hombres
lo más letal:
el océano de palabras
malintencionadas
podridas de hambre y de petróleo.
Hubo demasiados muertos
demasiados heridos
demasiados personajes solidarios
agotados.
Demasiado racismo en cada mente.
II
¿Sabes? Es que un poeta nunca regala dedicatorias
sibilina extravagancia
traviesa la razón
hiende el aire con alaridos acres
tiempo de religiones sin dios ni hombres.
Hoy sostengo tu futuro derrumbe.
-Él le dijo a ella que no podría revelar sus secretos
antes de saber escribirlos.
Ella le dijo: cuando los escriba ya no serán mis secretos.
Y la voz seductora susurró en su oído: Exactamente-.
Proximidad de un espacio inasible por nacer.
Metal que se hunde en las entrañas de la tierra.
Y ella responde con sus flores más rojas,
con sus lágrimas en todos los verdes
lanzando al aire sus sollozos de petróleo.
También trozos de carne calcinada
en medio del aire primaveral,
y el desvarío.
Carreras desenfrenadas
manos que se tapan la boca o los ojos.
Son unos que quieren morir –dicen-.
Morir en el vértigo orgásmico
en pleno viaje al jardín de Alá.
III
Todos íbamos en el tren maldito.
SALTAR.
Luego, entre millones pudimos afirmar:
NO ESTÁ LLOVIENDO,
MADRID ESTÁ LLORANDO.
SALTAR, SALTAR, SALTAR.
Aún empapados
de nuestro propio llanto
ese que llora la ciudad.
SALTAR.
MARÍA CHÉVEZ
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Domingos 11 h. Madrid
Coordinador: Miguel Oscar Menassa
Salvar en las palabras
lo perdido de la rosa
correr todos los riesgos
MARIO TREJO
La rosa deshojaba
su diluvio de cometas,
el azul pintaba palabras
junto al río de tu pelo,
y yo,
a un costado de la ruta,
amaba esa belleza sutil
que se escurre y manifiesta,
en los bordes temblorosos de la vida.
El encuentro
asomaba por entre los cuerpos,
pegados al atardecer de un sauce olvidado,
los niños miraban las espaldas
de los ángeles volar,
y todo era mágico, menos tu voz.
Ausente por momentos,
recuerdos poblaban mis pupilas.
Rostros sobre cartulina
perdidos en el mar.
Así la historia iba tejiendo
punto a punto las verdades.
La mentira,
alojada en el cajón de la derecha,
tomaba a cuenta las palabras
vertidas como gotas
por el púrpura del vino,
y ya nadie sabia cuál realidad era la propia,
y cuál, la inventada por la escena.
La vida sacudía
con sus ráfagas de sal, mis heridas.
Éramos, a veces,
enamorados de la vida.
Otras,
puros autómatas,
sin sabores en la piel,
sin soles, ni horizonte.
Habitantes de la misma pesadilla,
a oscuras del deseo,
éramos, esos días,
pordioseros del amor.
ALEJANDRA MADORMO
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Viernes 11,30 h. Buenos Aires
Coordinadora: Norma Menassa
La magia sonora iluminaba los
días,
la voz del maestro
era un recuerdo del futuro.
Trapecistas de hambre,
por el temor a quedarnos enanos,
nos disfrazábamos de idiotas
y conversos,
en leyendas urbanas.
Amantes del soliloquio silencioso
y la masturbación ecuménica,
fuimos salvados
por albatros que indicaban
la dirección del viento
y las playas de blanca arena.
Jaime Icho Kozak
escuela
de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 13,30 h. Madrid
Coordinadora: Carmen Salamanca
Gallego
ARREPENTIDA DE MIRAR LA TIERRA
Arrepentida de mirar la tierra
lleno un vaso de cristal
con las gotas de lluvia
caídas al alba.
Amaneceres sublimes
siembran de luz
para siempre
los rastrojos del polvo,
huecos de camino,
piedras contadas
en la sed oblicua
de nuestras cartas.
Pasos libres
en las alas
del tiempo encadenado
a tus cabellos salvajes.
Arrepentida de mirar la tierra
dispongo las manos al trabajo.
Hemos sembrado
estas semillas,
crecimos
de la mano del amor.*
MÓNICA LÓPEZ BORDÓN
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Domingos 17 h. Alcalá de Henares
Coordinador: Carlos Fernández del
Ganso
“Sus ojos leen la eternidad”
Vicente Huidobro
Detenida,
presa en los laberintos de la sangre
encuentro almas estáticas
cabellos de malicia
muerte y tristeza.
Silencio,
mientras las gotas de un cuerpo
se diluyen en el atardecer confuso.
Aire, pies de angustia
pesados e inválidos
jugando en zigzag
en los coágulos del aliento sin hombre.
Buscarte
entre los muslos de los cielos
entre estelas del alba
encontrarte,
en ausencia de sexo
en todos los rincones de la muerte
ahí, despacio
siempre entre besos.
Debido a la
inquietud de las flores en los búcaros
quiero abolir la recurrencia
despertarme al mismo tiempo que los insectos
odiando en el azufre de las nubes
esta vida, un remolino de plumas
imposible de tocar en suspensión
alga, o corcho o medusa.
Queda una
eternidad de ojos rojizos
mientras la ceniza de las paredes cae despacio
las cenizas de los versos que no leeré.
Hay que
remendar esto deprisa
pasar a ser fiebre, centros de huracán,
me digo, no teclees las letras tan rápido
no tengas prisa en llegar al final.
Escucha, no
le impidas hablar
con tus termómetros, tus cucharadas de jarabe,
tu oxígeno, tus voces que ahogan las suyas,
pasea por las delicias de la natación
entre cristales líquidos o nubes de altura.
La meta que
ahora se dibuja estirando las palabras
tiene un nombre y un tacto de escritura.
ROSA GARCÍA
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 15,15 h. Madrid
Coordinadora: Carmen Salamanca
Gallego
A Daniel por la nueva era
Llegó con el equipaje
desmembrado,
algunas palabras se posan en su costado.
El profundo miedo a desenterrar cobijos inútiles
temblaba en el resorte de sus huesos.
Comenzó en los estallidos
humanos,
en las tormentas de dos voces sobre el mar.
En los entresijos que revuelven las entrañas
cuando el llanto choca y entierra las palabras.
Sin saber cómo entender el amor
se fundó de nuevo entre mil hojas,
entre balbuceos arañando la garganta
ahogándose en el abismo de los ecos.
Despertó dentro del laberinto, en
otro siglo,
acosado de inútiles voces de desvarío.
No entendió el batir de alas que le rodeaba,
se confesó pagano de todos los dioses.
Comenzó su tiempo de infinita
ternura
entre los limos que parían sus manos.
En la proximidad de la vida que se renueva,
en las caricias que rescató del incendio.
CARMEN ORTIGOSA MARTÍN
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Domingos 17 h. Alcalá de Henares
Coordinador: Carlos Fernández del
Ganso
Y esos días,
cosidos a la vida,
como sombras que respiran,
que se alimentan de los cuerpos inertes
cada noche.
Que se
amarran a tu cuerpo,
que ven por tus ojos,
que hablan por tu boca,
que sueñan en tus sueños.
Son esos
días cosidos a la vida
donde puedes sentir sobre tu pecho
el peso de la muerte.
Son esos
días de sombras
que uno siente,
que una derrota no deja de ser
más
que fuegos de artificio.
Deambulé mi tristeza,
extenuada
me quedé quieta.
Escuchaba el eco de la memoria.
Impetuoso
se convirtió en música
y en jolgorio.
Un torbellino se apoderó de las palabras
y con ellas hice trizas mi infortunio.
Se amaron.
Hubo un tiempo,
remoto o lejano
en que, sin duda,
se amaron.
Nunca se sabe.
Nunca se sabe bien
cómo se rompe la hebra,
cómo se enreda la madeja
del ovillo del cariño,
del afecto, de la ternura,
cómo se parte en dos
el hilo fino del amor.
Hay quien habla de un golpe seco,
de un chasquido
o de un surco inapelable
que abre un abismo
en el fondo de las almas.
Se amaron.
¡Cómo se amaron!
No se lo contaron
ni tampoco
fue un sueño,
lo vivieron,
lo sintieron,
lo notaron sin quererlo,
como un engranaje cósmico
que funcionaba
con una precisión de reloj suizo,
el tic-tac de los besos,
el tic-tac de los abrazos,
el tic-tac de la piel contra la piel,
hueso con hueso,
dos corazones latiendo al unísono
en las frías noches del invierno
con el viento ululante
golpeando los cristales.
No les quepa duda,
se amaron,
lo dicen sus obras
y los frutos de los hijos
que les brotaron.
Se amaron.
Y hubo un día,
en que el olvido,
ese páramo tenebroso
al que están condenados
los que ya no son por nadie nombrados,
esos que son los muertos más muertos
entre los muertos.
Hubo un día,
decía,
en que se produjo
el golpe seco
o quizá fue un chasquido,
algo así como el restallar sonoro de un látigo,
como un relámpago que parte en dos
el cielo cotidiano.
Y desde entonces no pueden
recordar que se amaron.
Se paró el reloj
que funcionaba solo,
y se lo engrasa
y se desmonta,
se lo estudia
y se lo alienta
y no funciona, no funciona, no funciona.
Todo está desacompasado,
ya no hay piel,
ni besos ni abrazos,
choca hueso contra hueco
haciendo saltar esquirlas de resentimiento
que salpican
y se clavan,
enturbian las miradas,
esos puñales, las miradas...
Ya no hay tic-tac,
hay ruido sobre ruido,
ruido, ruido, ruido.
No se acuerdan, no,
siquiera sólo para salvar un recuerdo
que sería hermoso conservar
que
tic-tac,
tic-tac,
tic-tac,
se amaron.
Átomos invisibles
respiro sin tiempo
planto mi pecho
toco tu cuerpo
se mutila mi alma
y no me detengo.
La creación es del futuro.
Pero el pasado me sigue,
en las manos
en los ojos de los ojos
en las vitrinas amarillas
ebrias miradas
de mí a mí...
Me visto de plumas
elevo las piernas al aire
y
sueño al amanecer.
Libre
de esta página en blanco,
como pena de amor
que ha perdido su camino.
................................
Besos
abrazados entre brazos.
Aire,
viento
una estaciòn que
cambia.
Todo dá vueltas en el arena del tiempo.
Salto
pies voladores
sangrante luz,
grietas del alma.
Tengo un corazón
una luna que besa lo imposible
un ritmo de miel
que endulza
aquella que fui.
CARMEN PRESOTTO
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller de Porto Alegre
Coordinadora: Marcela Villavella
No te pronunciaré más,
el filo de mis labios
silenciará tu nombre,
correrás por los días
ajena a las palabras
tu voz será un viento
rozando árboles,
rostros en invierno.
Estallarás en una piedra
saliendo de mi ser
y volverás piedra
a menos que te ame.
Callaré tus testigos:
los días lunes,
los amores
dejados a la sombra.
No te pronunciaré
sino para distraerte
con algún verso
y prometo no nombrarte
a menos que te ame.
¿Qué me importan tu nombre
o el color de tus zapatos?
¿Qué me importan tu edad
o tus medallas?
¿Qué me importa la consistencia
de tus alas?
Si son sólo una excusa para amar.
ALEJANDRA MENASSA DE LUCIA
Escuela de Poesía Grupo
Cero
Taller Sábados 19h. Madrid
Coordinador:
Miguel Oscar Menassa
Antes de acometer cordura,
quise obtener
el beneplácito de tu voz.
Había cumplido con mi deber:
ejecutar al infame.
Diosas y panteras de la costumbre
alternaban viperinas muestras de entusiasmo
con rictus petrificados de dolor.
Desprecié las razones del olvido,
química sentimental del abandono
entremezclado con mis pasos.
Esperando tamaña simetría
redundante,
exacerbado el ímpetu demoledor
de cada espina conseguida,
tuve que adormecer la máscara
con promesas de eternidad
y renunciar a la costumbre
de envasar la vida
en burbujas de paciencia.
Después, hubo que reconstruir el
templo,
sagrado lugar de los conjuros inaudibles
enterrado en el centro del corazón,
calibrar pertenencias en activo
y el balance, virtual, de las respuestas.
Ante las ruinas, atrapada
en el rictus cenagoso de la memoria,
efímeras sensaciones obstruyen mis sentidos.
Fue necesario esparcir entre los nuestros
incipientes susurros de esperanza,
magníficas elucubraciones de ser
pasto reiterado de la pasión.
Desencajada la razón,
falsas diademas recubren mis ojos.
Ciego deambular por las junturas del alma
abriendo libertades intestinas,
consignas impregnadas en la piel.
Lagunas infiltradas entre los
músculos,
lábiles estructuras del equilibrio,
muñones de voz en la sonrisa,
úlceras de la visión extrema
perforadas por el ansia de imaginar
cúspides entrelazadas al siniestro vuelo
de una muerte cotidiana,
descarnadas coyunturas donde el alma
arrastra su harapienta soledad.
Carne abierta al vértigo del
amor,
rasgado en diagonal
por hábitos del disimulo exterior
arraigados en el vientre de la bestia
que grita, desesperada, entre las sombras.
Ángeles de la perdición,
os desafío a perdurar
en mi mirada.
Carmen SalAmanca Gallego
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 19h. Madrid
Coordinador: Miguel Oscar Menassa
DESCUBRO NUESTROS CUERPOS
SOBRE EL PAPEL
Descubro nuestros cuerpos sobre el papel,
una suave sonrisa agilizando el aire
que cruza oblicuo en tu mirada.
Una pared de alma errante
blanca y sonrosada, a veces,
cuando el amor ejecuta su danza.
Dónde la mano que se desliza bajo el hielo,
esa mano tenue, la que discurre entre hojarasca,
mano ermitaña, acuosa y milenaria, mano enjaezada.
Secuencia de secuencias, entre los olmos, paisaje
de pantalla,
tu voz de garganta de agua, esa que vive en ti, la que secunda
tus historias. Rumbo imprevisto. Inusual cantera de Damasco.
Escorzo por si el ave nocturna cae en sueño
profundo,
por si las mariposas huyen desprevenidas de su vuelo.
CRUZ GONZÁLEZ CARDEÑOSA
Escuela de
Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 17h. Madrid
Coordinadora:
Carmen Salamanca Gallego
Estamos en la superficie
el capitán ha puesto el timón
en manos de algunos de nosotros
las olas rozan en altura
el dinámico sabor de los pájaros,
alguien puso frente al barco
un alud de pasiones
desprendiéndose con rabia
de la vertiente más oculta de la noche.
Los niños cantan furiosamente
mientras, bajo el mar,
lloran las rocas su desgaste continuo.
La oscuridad se abre
al paso de los remos:
¡A toda máquina!
gritan los habitantes de la bodega.
Cada vez más cerca
las olas ríen y saltan hacia nosotros,
los niños ya no cantan
la noche ha perdido su color
el capitánduerme en cubierta.
La luz del día descubre en el
cielo
la sonrisa de la vida
el suspiro de la salvación.
MAGDALENA SALAMANCA GALLEGO
Escuela de Poesía Grupo
Cero
Taller Sábados 17h. Madrid
Coordinadora: Carmen
Salamanca Gallego