A LOS CELOS
¡Oh niebla del estado más sereno,
Furia infernal, serpiente mal nacida!
¡Oh ponzoñosa víbora escondida
De verde prado en oloroso seno!
¡Oh entre el néctar de Amor mortal veneno,
Que en vaso de cristal quitas la vida!
¡Oh espada sobre mí de un pelo asida,
De la amorosa espuela duro freno!
¡Oh celo, del favor verdugo eterno!,
Vuélvete al lugar triste donde estabas,
O al reino (si allá cabes) del espanto;
Mas no cabrás allá, que pues ha tanto
Que comes de ti mesmo y no te acabas,
Mayor debes de ser que el mismo infierno.
LUIS DE GÓNGORA
España-1561
LA GUERRA Y YO
Caminos, kilómetros de tiempo,
nada puede apartarme de la guerra,
de sus muertos escondidos en mi infancia.
Y la vida nada sabe de este hoyo,
abierto aquí, en mi corazón.
Beben tierra los ríos como antes,
las estrellas se persiguen en el mar,
el monte se hace altar para la nieve
y el sol deja que la sombra juegue contra el árbol.
Todavía los niños juegan a la guerra
y la flor es asombro y soledad.
Es tarde y quiero dormir,
pero la noche está llena de muertos.
Iza el miedo sus alas nocturnas.
¿Acaso es la guerra?
Quiero ser manos, muchas manos,
para matar la obscuridad.
Un rocío de luz entra en mi mañana.
Los árboles se embriagan de aurora,
los hombres cruzan el pasto húmedo de la noche,
madrugan los caminos, bosteza la calle.
Una mujer quiere barrer el nuevo día
con su vieja escoba,
y en la orilla de un colegio dos niños luchan
mientras los otros ríen.
Ya nadie habla de la guerra.
¿Qué hago con los muertos?
CARMEN CASTELLOTE
España-1932
OH CEREZOS QUE SON DEMASIADO BLANCOS
PARA MI CORAZÓN
Oh cerezos que son demasiado blancos para mi corazón,
y todo el suelo blanquean con su muerte,
y todas sus ramas van a sumergirse al río,
y cada gota cae de mi corazón.
Si hay justicia en el ángel de los ojos que brillan,
va a decir “¡Espera!” y me va a alcanzar una rama de cerezo.
El ángel barbudo, justo y firme como una cabra
levanta una cabeza rumiante y mastica en la nieve con lentitud.
¿Hace falta, cabra, que te quedes acá?
¿Hace falta que te quedes acá, quieta?
¿Siempre vas a estar parada acá,
a prueba de fe, a prueba de inocencia?
DORIS LESSING
Irán-1919
TOTAL AMOR
Por años, disfrutar del error
y de su enmienda,
haber podido hablar, caminar libre,
no existir mutilada,
no entrar o sí en iglesias,
leer, oír la música querida,
ser en la noche un ser como en el día.
No ser casada en un negocio,
medida en cabras,
sufrir gobierno de parientes
o legal lapidación.
No desfilar ya nunca
y no admitir palabras
que pongan en la sangre
limaduras de hierro.
Descubrir por ti misma
otro ser no previsto
en el puente de la mirada.
Ser humano y mujer, ni más ni menos.
IDA VITALE
Uruguay-1923
AYER Y HOY
Humilde como el voto del creyente,
Bendito como el ángel de mi guarda,
Tímido, solitario, romancesco,
Fe y esperanza.
Como tú, virginal y sin mancilla,
Como yo, visionario y entusiasta,
Era el amor que te ofrecí; inocente,
como mi alma.
Ignoto, como ráfaga perdida,
Ardiente, como lágrima callada,
Torcido, desolado, borrascoso,
Amor de paria.
Triste, como el destello de la luna,
Solo, como la luna solitaria,
Es el recuerdo de ese amor maldito,
Como mi alma.
ALMAFUERTE
Argentina-1854
De "Poesías"
¡MEDITAD!
Los pudientes, los preclaros, los dichosos,
los que dan el diapasón de los deberes,
no son hombres -aunque sean-, son mujeres
que gobiernan el jornal de sus esposos!...
Y esos tristes artesanos dolorosos
que repugnan de sudor en los talleres,
vergonzantes, restringidos, como seres
condenados al corral de los leprosos,
son los hombres, los patriarcas, cuyos besos
fecundando los pasivos materiales,
depositan en las arcas de los Cresos,
aluviones refulgentes de caudales!...
¿Qué sería, qué será de tus progresos
cuando pierdan toda fe tus sementales?
ALMAFUERTE
Argentina-1854
De "Poesías"
AL CANTO
Despierta, como quieras, pero despierta en mí,
desde el frío, desde las adormiladas profundidades.
No sueño con que pronuncies una palabra pero
dame algún indicio de que aún estás vivo.
No estoy pidiendo la permanencia ni el instante.
Acaso no un verso, sólo un suspiro, un grito.
Acaso sólo un lamento o un susurro.
Acaso el sordo sonar de tus cadenas.
OLGA BERGGOLTS
Rusia-1910
HASTA EL DÍA EN QUE VUELVA
Hasta el día en que vuelva, de
esta piedra
nacerá mi talón definitivo,
con su juego de crímenes, su yedra,
su obstinación dramática, su olivo.
Hasta el día en que vuelva, prosiguiendo,
con franca rectitud de cojo amargo,
de pozo en pozo, mi periplo, entiendo
que el hombre ha de ser bueno, sin embargo.
Hasta el día en que vuelva y hasta que ande
el animal que soy, entre sus jueces,
nuestro bravo meñique será grande,
digno, infinito dedo entre los dedos.
CÉSAR VALLEJO
Perú-1892
De "Poemas humanos"
UNA EXPERIENCIA
I
Extraño fue vivir,
penetrar en la noche, amanecer,
el amor, el olvido.
Realicé actos insólitos,
pasarme la mano por la boca, tocarme una oreja,
dormí en lugares clandestinos,
¡Oh Dios mío! encendí fuego, atravesé
la densa espera de los matrimonios
cargada de plegarias
por lo que fluye, por lo que se aleja.
Circulé en medio de mujeres pintadas,
me despedí, oí gemir y hablar de muerte
y cantar en la sangre, en su vuelo
sin justicia, sin perdón, sin piedad.
¿Cuántas puertas se abrieron? ¿Qué tierra se ofreció?
Besé cuerpos tibios y poderosos, llenos de hechizos,
ornados con pulseras y collares,
con medias transparentes,
con una súplica amenazadora, con una sentencia,
con un perfume peligroso en la nuca.
Estuve al sol, con mi extraña condición,
en ciertas músicas, en aposentos.
Ignoro a qué poderes he servido,
no sé si mi vida fue de flor o de miedo.
Un mundo donde se está solo, se implora
en la infinita oscuridad de las cosas,
entre la gente de mirada impávida,
entre recuerdos de tortura.
ENRIQUE MOLINA
Argentina-1910
De "Los últimos soles"
UNA EXPERIENCIA
II
He estado en lugares que invadió la langosta,
en los que había caballos, perros, vacas,
en fin, seres y cosas
en poder de una bruja polvorienta.
Tras un mudo homenaje
he despedido a un muerto
con exaltada furia
por la luz insondable de las venas.
He sido idólatra, he bebido, he soñado.
Manejé un abrelatas, vi aparecer
en el envase
viscosos tentáculos, un haz de calamares,
con un terror supersticioso
por esas formas del delirio.
Pelé una naranja, con un corto cuchillo,
un sol frutal
del que manaba un líquido dorado, que se escurría
por los largos bucles
de la Venus naciendo de las aguas, de Botticelli.
Estuve oculto
bajo los besos, bajo los adioses,
en la sal amarilla de la vida doméstica.
Sentí manos acariciantes
resbalar por mi cuerpo
o blancas piernas me enlazaron
en la piedad de su poder desierto.
Estuve ante los límites infranqueables
de la mujer,
en todas las discordias del corazón.
No sé dónde he estado.
ENRIQUE MOLINA
Argentina-1910
De "Los últimos soles"
FÁBULA
Cuando miro hacia atrás me parece recordar el canto.
Aunque siempre estaba en silencio aquel salón largo y tibio.
Impenetrables, creíamos, esos muros
oscurecidos de escudos antiguos. La luz
brillaba sobre la cabeza de una chica o sobre sus piernas
jóvenes despatarradas. Y las voces bajas
subían en el silencio a perderse como en el agua.
Incluso, al estar todo tibio y quieto como una mano,
si uno de nosotros corría las cortinas
una lluvia bordada soplaba afuera con descuido.
A veces se colaba un viento que hacía bambolear las llamas
y proyectaba sombras agazapadas en las paredes,
o aullaba un lobo afuera en la noche vasta
y al sentir que se nos helaba la carne nos acercábamos.
Pero la danza continuaba por un rato
—así me parece ahora:
formas lentas que se movían serenas a través
de charcos de luz como una red dorada sobre el piso.
Así debe haber seguido, para siempre, como un sueño.
Pero entre un año y otro —¿cambió el viento?
¿La lluvia al final pudrió las paredes?
¿Vinieron los hocicos de los lobos a empujar los rayos caídos?
Hace tanto.
Sin embargo a veces me acuerdo del salón cortinado
y escucho las voces lejanas y jóvenes, que cantan.
DORIS LESSING
Irán-1919
LA HERMOSA NOCHE
Abandonar debo el chozo
donde vive mi adorada,
y con paso sigiloso
vago por la selva árida;
brilla la luna en la fronda,
alienta una brisa blanda,
y el abedul, columpiándose,
a ella eleva su fragancia.
¡Cómo me place el frescor
de la bella noche estiva!
¡Qué bien se siente aquí
lo que nos llena de dicha!
¡Trabajo cuesta decirlo!…
Y sin embargo, daría
yo mil noches como esta
por una junto a mi amiga.
JOHANN WOLFGANG VON GOETHE
Alemania-1749
NOCTURNO
Engarzado en la noche el lago
de tu alma,
diríase una tela de cristal y de calma
tramada por las grandes arañas del desvelo.
Nata de agua lustral en vaso
de alabastros;
espejo de pureza que abrillantas los astros
y reflejas la cima de la Vida en un cielo…
Yo soy el cisne errante de los sangrientos rastros,
voy manchando los lagos y remontando el vuelo.
DELMIRA AGUSTINI
Uruguay, 1886
CARA COPIADA
Es la cara de un niño
transparente, azulosa,
Como si entre los músculos y la piel de la cara
Una napa de leche lentamente rodara.
En ella solamente la boca es una rosa.
Y detrás de ese cutis de lavada azucena
Otra cara se esconde, fuertemente esculpida;
Es aquella del hombre que le ha dado la vida
Y se mueve en sus rasgos y los gestos le ordena:
Mira con inocencia y es dura su mirada.
Su sonrisa es tranquila y en el fondo es taimada:
Hay huellas en la fresca ternura de su pulpa.
Ya en la boca se pinta la blandura redonda
Que dan los besos largos y en su nariz la honda
Codicia de la especie. ¡Y carece de culpa!
ALFONSINA STORNI
Poeta argentina nacida en [Suiza-1892]
De “Ocre”
VIEJO CIEGO, LLORABAS
Viejo ciego, llorabas cuando
tu vida era
buena, cuando tenías en tus ojos el sol:
pero si ya el silencio llegó, ¿qué es lo que esperas,
qué es lo que esperas, ciego, qué esperas del dolor?
En tu rincón semejas un niño que naciera
sin pies para la tierra, sin ojos para el mar,
y como las bestias entre la noche ciega
sin día y sin crepúsculo- se cansan de esperar.
Porque si tú conoces el camino que lleva
en dos o tres minutos hacia la vida nueva,
viejo ciego ¿qué esperas, qué puedes esperar?
Y si por la amargura más bruta del destino,
animal viejo y ciego, no sabes el camino,
ya que tengo dos ojos te lo puedo enseñar.
PABLO NERUDA
Chile-1904
LA HERMOSA NOCHE
INVÍTAME A PASAR LA NOCHE EN TU BOCA
Invítame a pasar la noche en tu boca
Háblame de la juventud de los ríos
Aprieta mi lengua contra tu ojo de cristal
Ofréceme tu pierna como ama de cría
Y después durmamos, hermano de mi hermano,
Pues nuestros besos mueren más aprisa que la noche.
JOYCE MANSOUR
Reino Unido-1928
De “Desgarradura”
EUFORIA
Aquí gaviota vela,
aquí conmigo,
luz en canto
recién amanecido;
dame verde tu aliento
rama trino,
soñolencia
limón
bostezo hiedra;
embiste mar,
embiste mis pupilas
y en ritmo azul
adéntrate en mis venas,
ola tras ola
y siempre
lejanía,
apetencia, voraz
de despedida,
pero también de rubia resolana,
de sol adolescente y marinero,
de modorra desnuda,
aquí, en la playa.
—de espalda femenina
y asoleada—,
sexual azul remanso,
vuelo espuma,
horizonte, horizonte,
y humareda
—algosa cabellera
en el recuerdo—
junto al fervor devoto de los pinos,
azul, ellos también,
ya casi cielo,
y de cuanto es sustancia
y es entrega,
milagro permanente,
brisa, piedra,
cadencia de rompiente
en la escollera...
y en mí —¡ya para siempre!—
hasta la médula.
OLIVERIO GIRONDO
Argentina-1891
De “En la masmédula”
DANZA IRREGULAR
En la punta de un látigo,
mi corazón,
danza una danza
en tirabuzón;
en la punta de un látigo,
mi corazón.
En la punta de un triángulo,
mi corazón,
rebota por el césped
como balón;
un pie y otro
lo manda
a mi corazón.
Vertiginosamente,
sobre la vara
del chino prestidigitador,
bola de oro y acero
gira que gira
mi corazón.
Flor helada y desnuda
mi corazón,
en las ramas de agua,
del surtidor,
sube y baja
a destiempo,
mi corazón.
Alrededor del mundo
hace cordón
de baba
de luna,
mi corazón.
Ya por hilo de odio,
ya por hilo de amor,
trompo a siete colores
zumba mi corazón.
Remolinea el látigo,
sigue el balón,
no descansa
la vara ni el surtidor,
otra vuelta da al mundo,
gruñe zumbón;
pero, forzad la danza
de mi corazón.
De uno en otro picando
su rebote es mayor:
¡atajadme!
que me alza
mi corazón.
ALFONSINA STORNI
Poeta argentina nacida en [Suiza-1892]
De “Mundo de siete pozos”