Madrid, 11-01-21

FIRMEZA

Se hundió inútilmente
la red de tus palabras
en el cauce sereno y limpio
de mi alma.

Ha salido vacío...
Nada tembló en la zona ardiente
que incrédulo acechabas.

Ni el cristal se ha quebrado
al sentir tu mirada
como hubieras querido.
La dulce luz de plata
que brilla silenciosa
en la copa cerrada
tan frágil y tan pura
que es el cáliz del alma,
no vaciló siquiera.
Eternamente blanca
esperó que el minuto
de tu anhelo pasará.

Ha salido vacía
la red de tus palabras
sin lograr conmover
el cáliz de mi alma.

WILLIAM BUTLER YEATS
Irlanda-1865

Traducción de Gerardo Gambolini


Madrid, 12-01-21

SOPORTANDO EL PASO
DE LAS GRANDES ESTRELLAS

Soportando el paso de las grandes estrellas,
cara a los montes
sube el amor sus ojos
deshechos en fresca lluvia,
soñando en un diluvio
que anticipadamente sabe
no ha de caer jamás
porque los actos del amor
nunca fueron iguales.

RAFAEL ALBERTI
España-1902

De “Canciones del Alto Valle del Aniene


Madrid, 13-01-21

LA GIGANTA

En el tiempo que la Naturaleza en su inspiración poderosa
concebía diariamente niños monstruosos,
me habría gustado vivir cerca de una joven giganta,
como a los pies de una reina un gato voluptuoso.

Me habría gustado ver su cuerpo florecer con su alma
y crecer libremente en sus terribles juegos;
adivinar si su corazón incuba una sombría llama
en las húmedas nieblas que nadan en sus ojos;

recorrer despacio sus magníficas formas;
escalar sobre las vertientes de sus rodillas gigantes,
y algunas veces en verano, cuando los soles malsanos,

cansado, la fatiga se extiende a través de la campiña,
dormir descuidadamente a la sombra de sus senos,
como una aldea tranquila al pie de una montaña.

CHARLES BAUDELAIRE
Francia-1821
De “Spleen e ideal


Madrid, 14-01-21

VERDECE VID, PENSAMIENTO

Verdece vid, pensamiento.
Sube, espíritu morado,
llama moscatel, rodado
por los barriles del viento.
Sé fósforo del laurel.

          Corona incandescente.
          Sangre nunca apagada.
          Soy de un pueblo de héroes, cuya piel
          es toda frente
          iluminada.

¡Quién sacara del pozo
agua de lluvia sin sabor a muerto,
ya que los castañares
tienen tristezas militares
y aquel campo otro nombre: el de desierto!

Amo el geranio.
          Flor de hierro, roja;
          hierro siempre encendido,
          dura hoja.
          Pero es humana flor, no flor de ejido.

Voy hacia ti, ciprés desprevenido.
Sin réplica, nogal, abre tus brazos.
   Zarza cruel, lagarto sigiloso.

Yedra de dientes sin reposo.
   Arañazos.
   Vida ruin, rastrera.

Mi pensamiento es más hermoso:
es flor y alta enredadera.

RAFAEL ALBERTI
España-1902

De “Entre el clavel y la espada"


Madrid, 15-01-21

LA MÁSCARA
estatua alegórica al estilo del renacimiento


A Ernesto Christophe, escultor

Contemplemos este tesoro de gracias florentinas;
en la ondulación de este cuerpo musculoso
la elegancia y la fuerza abundan, hermanas divinas.
Esta mujer, fragmento realmente milagroso,
divinamente robusto, adorablemente fino,
está hecho para alardear sobre lechos suntuosos,
y distraer los ocios de un pontífice o de un príncipe.

-También veo su sonreír fino y voluptuoso
donde la fatuidad pasea sus éxtasis;
esta larga mirada socarrona, lánguida y burlona,
este rostro gracioso, todo encuadrado de gasa,
donde cada rasgo nos dice con un aire triunfante:
"¡La voluptuosidad me llama y el Amor me corona!"

A este ser dotado de tanta majestad
¡mira qué encanto excitante la gentileza da!
acerquémonos, y rodeemos su belleza.

¡Oh, blasfemia del aire! ¡Oh, sorpresa fatal!

La mujer del cuerpo divino, prometiendo la dicha,
¡por lo alto termina en monstruo bicéfalo!

-¡Pero no! Esto es una máscara, un decorado sobornador,
este rostro aclarado de un exquisito gesto,
y, ved, he aquí, crispado atrozmente,
la verdadera cabeza, y la sincera cara
trastocada al abrigo de la cara que engaña.

¡Pobre gran belleza! El magnífico río
de tus llantos afluido en mi corazón solícito;
tu mentira me embriaga, y mi alma se abreva
en las olas que el dolor hace surgir de tus ojos.

-Pero, ¿por qué llora? Ella, belleza perfecta
que pondría a sus pies el género humano vencido,
¿qué mal misterioso roe su flanco de atleta?

-Ella llora, insensato, porque ha vivido
¡Y porque vive! Pero esto que ella deplora
sobre todo, esto que la hace estremecer hasta las rodillas,
es que mañana, ¡ay! será preciso vivir todavía
¡mañana, pasado mañana y siempre! ¡como nosotros!

CHARLES BAUDELAIRE
Francia-1821
De “Spleen e ideal


Madrid, 18-01-21

NADA ERA TAN TERRIBLE
Y TAN MARAVILLOSO

Nada era tan terrible y tan maravilloso. 
Morir en tus brazos los días de fiesta.
Entre finos alcoholes y sedas estridentes 
todo ardor, se desprendía de tus labios.

Al crepitar salvaje de fuegos interiores,
pequeñas bestias encadenadas al amor,
tigres de una llanura incuestionable
nos hundíamos, ciegos, en la danza.

No eran movimientos lo que producíamos.
Eran catástrofes, cataclismos inesperados y abiertos,
violentos sacudimientos para iniciar las ceremonias.

Fiesta se llamaba a ese ir y venir de la locura,
al desgarrarse alcohólico de las sedas.
Un poema, escrito en libertad, era la fiesta.

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940

De “Poemas y cartas a mi amante
loca joven poeta psicoanalista


Madrid, 19-01-21

CANTO DE OCTUBRE

En el tiempo en que tú
no estabas aún en este mundo,
la tierra siempre estaba llorando,
la humanidad no se había hecho hombre,
la noche milenaria, salvaje era.

Lágrimas, sudor y sangre,
por medida y medida
trocadas contra arroz enmohecido,
cogido grano a grano. 

Luego que te has alzado
la tierra comienza a sonreír,
y la humanidad, luego de ese día,
canta el canto de Octubre. 

Los tristes ojos, semicerrados,
se abren como una aurora
ya vislumbra el porvenir,
y las manos se aferran de nuevo
a la roja bandera durante la larga noche..

TO HUU
Vietnam-1920


Madrid, 20-01-21

EL BARRIO

Volver al barrio siempre es una huida
casi como enfrentarse a dos espejos
uno que ve de cerca / otro de lejos
en la torpe memoria repetida

la infancia / la que fue / sigue perdida
no eran así los patios / son reflejos /
esos niños que juegan ya son viejos
y van con más cautela por la vida

el barrio tiene encanto y lluvia mansa
rieles para un tranvía que descansa
y no irrumpe en la noche ni madruga

si uno busca trocitos de pasado
tal vez se halle a sí mismo ensimismado /
volver al barrio siempre es una fuga

MARIO BENEDETTI
Uruguay-1920


Madrid, 21-01-21

PAUSA

¿Qué agria rosa de luz
me trastorna la vida!
Huyeron los pudores
de nuestra madrugada
y la plena virtud
de lo ya rebosado
distiende bruscamente
la red justa del alma.

Replegada la fuerza
y ceñido el antojo
abriré las esclusas...
¡Qué fatiga de rama
esclavizada al fruto!

¡Cómo rompe el deseo
un instante de calma!

ERNESTINA DE CHAMPOURCIN
España-1905
De "La voz en el viento"


Madrid, 22-01-21

JUEGOS PROHIBIDOS

El mundo es un giro de viento;
abre las puertas detenidas;
yo abro las puertas,
yo soy el mundo.

Hablo a las baldosas
con la lentitud ingenua
de la renovación,
yo me renuevo.

Salto las ventanas viejas
de un barrio pobre
y amo a las muchachas
aun despiertas.

Les dejo el corazón
y luego parto.

Conmigo queda el aliento
que más tarde doy
por las calles de aquí,
por donde caminamos todos
todos los días.

Al llegar a las esquinas frías
me detengo,
miro el cielo:
no es imposible.

Y vuelo entonces sobre esta sonrisa atlética
para cubrir
algunas faltas de amor.

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940

De “Pequeña historia"


Madrid, 25-01-21

LA CERTIDUMBRE DE EXISTIR

Si
lo he visto todo
todo lo que no existe destruir lo que existe
la espera arrasa la tierra como un nuevo diluvio
el día sangra
unos ojos azules recogen el viento para mirar
y olas enloquecidas llegan hasta la orilla del país silencioso
donde los hombres sin memoria
se afanan por perderlo todo

 En una calle de apretado silencio transcurre el asombro
todo retrocede hasta un limite inalcanzable para el deseo
pero tú y yo existimos 

tu cuerpo y el mío se adelantan y aproximan
y aunque nunca se toquen aunque un inmenso vacío los
separe
tú y yo existimos

ALDO PELLEGRINI
Argentina-1903


Madrid, 26-01-21

CUANDO LA MAR ESTÉ BAJO TU ALMOHADA

Cuando la mar esté bajo tu almohada
¡Alegría de turbas infantiles!
¡Triunfo de los egregios, varoniles
pámpanos que estremece la alborada!

Frutos dará la náyade dorada
que llamea en los ínclitos candiles
y en sus perlas de amor claros abriles
hervirán al compás de tu mirada.

¡Qué ventura te aguarda en el impacto
si alcanzar logras la divina orquesta!
Tu frente surtirá con el contacto

de la escondida nuez templada y presta
que a trompa airada vibrará en el acto.
¡La vida es gracia y el reír no cuesta!

ROSA CHACEL
España-1898
De "A la orilla de un pozo"


Madrid, 27-01-21

EPÍSTOLA

Un dios extraño acecha, con horrible garganta:
Ladrad, ladrad conmigo porque está oscuro en torno.
Las manos se perderán por la cañada negra
donde ¡inútil! llevar vuestra nariz por guía!

Un dios vendrá, increíble como un feto del miedo,
que no tendrá los muslos luminosos de Apolo
ni el costado aterido que transió la lanzada,
que no nos mandará su mensaje en centellas
ni contará en los diez dedos su ley escrita.

Yo os llamo porque sólo vuestra voz extrahumana
debe aullar. ¡Escarbad la tierra sobre el VERBO!
Solamente a vosotros es dada la elegía
que merece el insomnio cuando es la noche oscura,
cuando María pasa, llorando, en las tinieblas...

ROSA CHACEL
España-1898
De "Versos Prohibidos"


Madrid, 28-01-21

LO QUE EL HOMBRE HACE

Cualquier cosa hecha por el hombre y hecha vívidamente
vive a causa de la vida depositada en ella.
En un metro de muselina de la India está la vida hindú.
Y una indígena navajo, tejiendo en su manta
la forma de un sueño,
tiene que dejar una pequeña brecha en ésta
para que su alma salga, y pueda luego
retornar a quien la hizo.

Pero en el singular diseño, deja sus huellas
como una serpiente las deja sobre la arena.

DAVID HERBERT LAWRENCE
Reino Unido-1885


Madrid, 29-01-21

TORO SENTADO EL VISIONARIO -I-

Aquí,
        toro sentado,
                           amante del silencio.
Miro el sol,
                 es el atardecer, 
                                       y sé, 
que todo es efímero.
                              Vendrán eras atómicas, 
y arrancarán de cuajo nuestro reino,
del centro de la tierra.
                                  El sol caerá,
como un fruto podrido,
 como un pájaro herido,
                                    en pleno vuelo.
Detrás de las colinas
                               veo para el hombre,
 sangre y basura,
                         un silbido helado y nocturno.
Aquí,
        sentado,
                    amante,
                               toro del silencio,
veo para el hombre,
                              detrás de las colinas.
                                                             La muerte.

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940

De “Canto a nosotros mismos
también somos América"



 

Selección de Poemas Editados
 

 

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