Madrid, 03-02-20

VISITA A SALOMON YANOVER
EN SU OTRA VIDA

I

Entre altas tumbas,
entre altos mármoles de silencio y de ceniza,
entre piedras y rosas y edades detenidas,
entre retazos de eternidad
y sombras de lamentos,
mientras otros lloran
y antiguas muertes gimen: tú sonríes.
Tu juventud vela tus huesos
y más allá la adolescencia
arde perennemente en su otra vida.
Todo arde donde estás
porque es la muerte
depositaria de tu vida ahora.
Tu muerte puerto de alegría y flores,
barca encallada en bien,
vela que inventa vientos
mientras salpica el tiempo:
lágrimas, rocío, papel.

HÉCTOR YÁNOVER

Argentina-1929

De “Elegía y gloria


Madrid, 04-02-20

¡Y SI DESPUÉS DE TANTAS PALABRAS...!

¡Y si después de tántas palabras,
no sobrevive la palabra!
¡Si después de las alas de los pájaros,
no sobrevive el pájaro parado!
¡Más valdría, en verdad,
que se lo coman todo y acabemos!

¡Haber nacido para vivir de nuestra muerte!
¡Levantarse del cielo hasta la tierra
por sus propios desasres
y espiar el momento de apagar con su sombra su tiniebla!
¡Más valdría, francamente,
que se lo coman todo y qué más da!...

¡Y si después de tánta historia, sucumbimos,
no ya de eternidad,
sino de esas cosas sencillas, como estar
en la casa o ponerse a cavilar!
¡Y si luego encontramos,
de buenas a primeras, que vivimos,
a juzgar por la altura de los astros,
por el peine y las manchas del pañuelo!
¡Más valdría, en verdad,
que se lo coman todo, desde luego!

Se dirá que tenemos
en uno de los ojos mucha pena
y también en el otro, mucha pena
y en los dos, cuando miran, mucha pena...
Entonces... ¡Claro!... Entonces... ¡ni palabra!

CÉSAR VALLEJO
Perú-1892
De “Poemas humanos”


Madrid, 05-02-20

EL FULGOR
XXXIII

Ya te acercas otoño con caballos heridos,
con ríos que rebasan el caudal de sus aguas,
con sumergidos párpados y vientres sumergidos,
con jardines que bajan descalzos hasta el mar.

Ya llegas con tambores enormes de tiniebla,
con largos lienzos húmedos y manos olvidadas,
con hilos que deshacen en aire la mañana,
con lentas galerías y espejos empañados,
con ecos que aún ocultan lo que ha de ser voz.

Y de sí desatado el cuerpo envuelto en oros
desciende oscuro al fondo oscuro de tu luz

JOSÉ ÁNGEL VALENTE
España-1929
De "El fulgor"


Madrid, 06-02-20

LAS TINIEBLAS

Detrás
Del cielo
Tremendamente
Calmo
Se agazapan
Las furias
Del viento.

El sol
Calienta
Las nubes
Duermen
El mar
Diseña
Corderos

Y unicornios
Las moscas
Procrean
Centenares
De larvas.

Los hombres
Se abandonan
Y creen
En la luz
Que los duerme.

ARIEL CANZANI
Argentina-1928
De “El payaso del incendio


Madrid, 07-02-20

ALTA NOCHE

De vértices quemados
de subsueño de cauces de preausencia de huracanados
   rostros que trasmigran
de complejos de niebla de gris sangres
de soterráneas ráfagas de ratas de trasfiebre invadida
con su animal doliente cabellera de libido
su satélite angora
y sus ramos de sombras y su aliento que entrecorre las
   algas del pulso de lo inmóvil
desde otra arena oscura y otro ahora en los huesos
mientras las piedras comen su moho de anestesia y los
   dedos se apagan y arrojan su ceniza
desde otra orilla prófuga y otras costas refluye a otro
   silencio
a otras huecas arterias
a otra grisura
refluye
y se desqueja

OLIVERIO GIRONDO
Argentina-1891
De “En la masmédula”


Madrid, 10-02-20

YO FUI A DARLE LAS GRACIAS

Yo fui a darle las gracias,
pero ella dormía.
De abovedadas piedras era el lecho;
sobre los pies y la cabeza flores
tenía, que arrojaron los caminantes cuando

para darle las gracias acudieron;
pero ella dormía.
Cruzar el mar fue corto
al ir a verla, viva,
pero el volver fue larga travesía.

EMILY DICKINSON
Estados Unidos-1830
De "Poemas"


Madrid, 11-02-20

824b

El viento comenzó a mecer el pasto
con aterradoras tonadas bajas-
lanzó una amenaza a la tierra-
otra amenaza al cielo.

las hojas se desprendían de los árboles-
y volaban por todas partes
el polvo se ahuecó en forma de manos
y rechazó el camino.

Los vagones se apresuraron en las rutas
el trueno se apuró lentamente-
el relámpago mostró un pico amarillo-
y una lívida garra.

Los pájaros hicieron barricadas con nidos-
el ganado acudía a sus corrales-
cayó una gota gigante de lluvia
y luego como si las manos del torrente
que sostenían las barras del diluvio se abrieran
inundaron y rompieron el cielo,
y se detuvieron en la casa de mi padre-
sólo descuartizó un árbol-

EMILY DICKINSON
Estados Unidos-1830
De "Poemas"


Madrid, 12-02-20

DESPERTAR

Dormimos. Soñé la Tierra
del Sur, soñé el Valle entero,
el pastal, la viña crespa,
y la gloria de los huertos.
¿Qué soñaste tú, mi niño
con cara tan placentera?

Vamos a buscar chañares
hasta que los encontremos,
y los guillaves prendidos
a unos quiscos del infierno.
El que más coge convida
a otros dos que no cogieron.
Yo no me espino las manos
de niebla que me nacieron.
Hambre no tengo, ni sed
y sin virtud doy o cedo.
¿A qué agradecerme así
fruto que tomo y entrego?

GABRIELA MISTRAL
Chile-1889
De “Poema de Chile”


Madrid, 13-02-20

UN PACTO

Haré un pacto contigo, Walt Whitman:
te he detestado durante mucho tiempo.
Vengo a ti como un niño que ha crecido
y tuvo un padre testarudo;
ya soy lo bastante mayor para hacer amigos.
Tú fuiste quien cortó la madera nueva,
ahora es momento de tallarla.
Tenemos una raíz y una savia:
haya comercio entre nosotros.

EZRA POUND
Estados Unidos-1885
De “Lustra”


Madrid, 14-02-20

EL HOMBRE
I

Le han buscado por todas las calles,
por todas las casas,
jadeando su odio.
Pero no le encuentran en las casas.
No está.

 

Ni en las calles muchedumbrosas.

Ni en los cines encubridores.

Ni en las salas de fiestas.

No está, no.

Y le siguen buscando.

No van a los montes ni a las selvas,
no le buscan en las fuentes de los ríos;
ignoran los arroyos, las praderas...
Por allí no le buscan, no.

Y le siguen buscando.

 

En las plazas con tecleo de aire pútrido,

en los Ministerios desolantes,

en los comedores de cocina falsa,

en las alcantarillas rehabilitadas...

Y no está, no.

Le seguirán buscando.

Detienen a aquél, algún cualquiera
de cualquier parte. No es él, no.
Y lo encierran.
A ver si acaba confesando que él es él.
Siguen con otros y otros...
No. Tampoco.

 

Un rostro, una estatura, unos pies

y unas huellas digitales.

Más rostros, más pies y manos;

caras y caras, fichas, protocolos.

 

No van a las Bibliotecas,
ni a los Museos, ni a los Conciertos.

No le buscan allí, no van; no.
Tampoco; acaso, podrían encontrarle.
¿Por qué, ahora...?

 

Y está en todas partes.

Caliente, erguido, seguro.

No huye ni se esconde, clama

por que le encuentren y reconozcan

y

-perdonadle el error, perdonádselo-

acudan a él para seguirle

o para intentar precederle, es lo mismo,

yéndose hacia...

Pero, no.
No van a encontrarle nunca.
Así, no.
Porque no es el camino.

CARMEN CONDE
España-1907
De "El tiempo es un río lentísimo de fuego"


Madrid, 17-02-20

MEMORIA FIJA

 

3

Hasta, por fin, la montaña.
En una piedra crecían
ramas prendidas a pájaros
que cantaron suavemente
y con ellos me sumí

          en una paz que latía
          con empujones de fiebre
          abrasándome las manos.

 

Rumor que se deslizaba,

arroyo sin ningún agua...

 

Abajo -no había abajo-

una población de nidos

con crías: nunca desiertos.

 

          Ninguna voz ni latido:

          solísima soledad.

          Cerré los ojos y el monte

          me apretó con jaras.

         ¿A quién esperaba allí,

          quieta y muda en la montaña,

          si nadie podría venir...?

CARMEN CONDE
España-1907
De "La noche oscura del cuerpo"


 

Madrid, 18-02-20

TORMENTA

Oigo la deslumbrante artillería
de los truenos contra la aldea.

La hora violeta
de repente se ha puesto lívida
(según los diccionarios el color del relámpago).

La tarde
se irá de aquí en un instante
con el sol que se marcha al otro lado del mundo.
Caerá la noche de seda
en la tierra toda hecha de lluvia.

El eco de los truenos se perderá en las montañas.

JOSÉ EMILIO PACHECO
México-1939
De "La arena errante"


Madrid, 19-02-20

ESPARZA

Hallo que ningún poder
ni libertad en mí tengo,
pues ni estoy ni voy ni vengo
donde quiere mi querer:

que si estoy, vos me tenéis;
si voy, vos me lleváis;
si vengo, vos me traéis;
así que no me dejáis,
señora, ni me queréis.

JORGE MANRIQUE
España-1440
De "Poesía amorosa"


Madrid, 20-02-20

LA MUJER Y YO

42

Cuando las diferencias son radicales,
eso quiere decir
que somos diferentes desde la raíz.
Nuestras diferencias formales son,
en realidad, diferencias estructurales.
(Cuando ella le hablaba así a otra mujer
yo temblaba, o la quería matar o la amaba
y las dos cosas eran terribles para mí).
No es, querida, que no me guste
el tono del color de tu vestido
es que yo, jamás, me pondría una cosa así.

No te pondrías nunca una cosa así
pero bien que lo follaste a Pepe.
¿Y eso qué tiene que ver?
Nada, pero ahí se muestra tu confusión,
vestidos baratos no, pero hombres baratos sí.
Yo no te dije que tu vestido era barato,
te dije que era de muy mal gusto.
Yo tengo mal gusto, yo tengo mal gusto
pero bien que te lo follaste a Pepe.
Pero eso ¿qué tiene que ver con tus vestidos?
Nada, sólo que Pepe es mi marido,
y como vio que la otra un poco se sonrojaba
agregó, ¿te parezco muy moderna, no?
No, ¿tú moderna ? No, Pepe hijo de puta.
¿Estás celosa? Si la mujer de Pepe soy yo.
Tú tendrás los papeles en regla
pero yo lo amo y mi amor por él
no hay papel que me lo pueda quitar,
aunque lo mates yo lo seguiré amando,
para mí y para todas mis amigas,
Pepe será tu marido pero es mi hombre.

Y tú ¿qué le dijiste? pregunté, creo que ansioso.

Nada, no le dije nada, pensé
que a mí me había pasado lo mismo
con otro hombre y su mujer.
Nada, no dije nada, la dejé soñando
y me fui a casa a dormir con Pepe.

¿Y a él, tampoco le dijiste nada?

¿Decirle a Pepe? Nada, pero a la noche,
haciendo el amor, sentí que ella
estaba con nosotros y yo, gocé más
pero no dije nada y a Pepe tampoco.

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “La mujer y yo”


Madrid, 21-02-20

NO DEJES QUE MI AMOR

SEA LLAMADO IDOLATRÍA

No dejes que mi amor sea llamado idolatría,
ni se muestre a mi amor como un ídolo,
porque son todos iguales mis versos y mis elogios
para uno solo, hacia uno solo, siempre así, nuevamente así.

Bueno es hoy mi amor, mañana bueno,
siempre constante en estupenda excelencia,
por lo tanto mi verso, limitado a la constancia,
expresando una sola cosa renuncia a la variedad.

 

"Hermoso, amable y fiel" es todo mi argumento;
"hermoso, amable y fiel", variando sólo las palabras;
y en este cambio está mi invención gastada:

tres temas en uno, que le ofrecen un admirable campo.
"Hermoso, amable y fiel" a menudo vivieron solos,
pero los tres, hasta ahora, nunca se habían reunido en uno.

WILLIAM SHAKESPEARE
Inglaterra-1564
De "Sonetos"


Madrid, 24-02-20

ALLÁ LEJOS, ¿PARA QUÉ?

Ni mi carne fue triste ni tampoco leí todos los libros.
Sé que es triste la carne que interroga tan sólo por ausencia
porque toda respuesta de otro cuerpo la sume en el error
   y el desencuentro
y la devuelve oscura, vacía, desolada, a su playa desierta.
Pero cuando dos cuerpos elegidos para el amor se buscan
   y se encuentran,
cada cuerpo es entonces una respuesta exacta para cada
   pregunta del deseo
y la carne vertiginosa asciende por el revés de la caída
y es delirio e fuego y alabanza, un aluvión de soles,
hasta precipitarse en el suspenso donde se vuelan juntas
   las dos almas
y hay un solo aleteo enamorado contra las puertas de la
   eternidad.
 No, ninguna tristeza, sino la bendición de un prodigioso
   encuentro
que nos lleva más lejos que todas las victorias sobre los
   límites del mundo.
Y tampoco leí todos los libros,
pero abrí muchos libros como puertas que daban a
   circulares laberintos de puertas.
¿No cambia cada página el eco de otras páginas y lo envía
   más lejos
y es el mismo y es otro cuando vuelve?
Eso es lo que hace el mar con cada ola, el viento con el
   olvido y los recuerdos.
¡Asombrosa tarea la de este desmesurado, ilegible
   universo!
Nunca sentí el hastío del jardín atrapado en su estación
   sombría,
ni el del ciego papel que me4 interroga en vano.
No pasó por mi casa la costumbre con su alevosa ráfaga
   congelando los años
ni me arrojó a la cara su enrarecido aliento de animal
   enjaulado.
Solamente el milagro, amargo, deslumbrante o
   tormentoso,
-no la hierba oxidada-, creció bajo mis pies.
¿De quién huir? ¿y adónde? ¿y para qué?
Dondequiera que vaya soy yo misma pegada a mi aventura,
a mi ansioso destino tan ajeno a quedarme o a partir con mi
   bolsa de fábulas
y el impreciso mapa de lo desconocido.
Allá lejos estoy tan cerca de las revelaciones y las dichas
como aquí, como ahora,
donde no logro descifrar jamás el confuso alfabeto de este mundo.

OLGA OROZCO
Argentina-1920
De "Últimos poemas"
 


Madrid, 25-02-20

ESQUEMA PARA UN PAISAJE

En la planicie fértil hay un árbol
siempre secándose.
Un árbol antivida y misterioso,
frente al paisaje.

Ha llovido, ha llovido y ha llovido
quizá desde antes
de Vida y Muerte; pero el árbol sigue
siempre secándose.

Jamás fue verde; hospitalario nunca.
Nació secándose.
Creció con llamas en el tronco seco
y está quemándose.

Con las torpes raíces inclementes
ama a otros árboles
masculinos como él; a otros arbustos
siempre secándose.

Mirando a las encinas odio sufre
y se contrae,
y exhala hedor de clandestinos zumos
y exuda sangre.

Pintadlo así como lo digo: extraño,
siempre secándose
y antimundo y criptal, mas sin la huella
de sus catástrofes.

Ardió hacia el fondo, se pudrió en la médula,
pero su carne
parece limpia y su contacto puro.
¡Y está ulcerándose!

Añadidle tan sólo estas palabras
al lienzo exánime:
¡Árbol contranatura, ante el infierno
siempre secándose!

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De "La Cruz del Sur"


Madrid, 26-02-20

EL BOSQUE BORRACHO

Un árbol derribado será para ti
y dos también
e incluso el bosque entero
pues una fuente mana de mi rodilla
y se lleva mi hacha hacia otros continentes

 

Un árbol derribado será para ti
llueva o haga viento o caiga la nieve
llévalo en tu cuello
para que tu vida sea cálida como una brasa

Aunque mi hacha florezca en su bosque natal
o vague como un viejo náufrago
a capricho de los muertos de repente
un árbol derribado será para ti

BENJAMIN PÉRET
Francia-1899
De "El Gran Juego"


Madrid, 27-02-20

EL SURTIDOR

Soy cual el surtidor abandonado
que muerto sigue oyendo su rumor.
En sus labios de piedra se ha quedado
tal como en mis entrañas el fragor.

Y creo que el destino no ha venido
su tremenda palabra a desgajar,
que nada está segado ni perdido,
que si existiendo mis brazos te he de hallar.

Soy como el surtidor enmudecido.
Ya otro en el parque erige su canción;
pero como de sed ha enloquecido,
¡sueña que el canto está en su corazón!

Sueña que erige hacia el azul gorjeantes
rizos de espuma. ¡Y se apagó su voz!
Sueña que el agua colma de diamantes
vivos su pecho. ¡Y lo ha vaciado Dios!

GABRIELA MISTRAL
C
hile-1889
De “´Desolación”


Madrid, 28-02-20

ESQUEMA BIOGRÁFICO

Como se amansa a un tigre, a una pantera,
así domó la furia de la vida.
Con látigos la tuvo sometida,
lamiéndole los pies cual una fiera.

Para su galopar no hubo frontera.
Caballo al viento, reventó la brida.
Buitre voraz, huyó de su guarida
hacia una irresistible primavera.

Elevó la titánica hermosura
de una rosa de cuarzo y la figura
de una víbora azul, en sus desiertos.

Y una noche solar se oyó un chasquido:
el de todo su ser enfueguecido,
zampándose a la charca de los muertos.

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De “El defensor


 

Selección de Poemas Editados
 

 

index