Madrid, 20-01-20

SONETOS A ORFEO
XXI

La primavera regresó. El mundo
es como un niño que sabe poemas;
muchos, oh muchos... Recibe el fecundo
premio por estudiar en forma extrema.

Exigente fue el maestro. Las canas
en la barba del viejo nos placían.
Y lo verde, lo azul, cómo se llama
podemos preguntar: ¡él lo sabía!

Mundo, que eres libre, dichoso salta
con los niños. Atraparte queremos,
alegre mundo. El más feliz lo logra.

Lo que el maestro le enseñó, su obra,
y lo que en difíciles troncos vemos
esculpido: ¡él lo canta, él lo canta!

RAINER MARÍA RILKE
Nace en Praga-1875
(Capital checa que entonces pertenecía al Impero Austro-Húngaro)
De “Sonetos a Orfeo"


Madrid, 21-01-20

A FAVOR DE LA NOCHE

Deslizarse en tu sombra a favor de la noche.
Seguir tus pasos, tu sombra en la ventana.
Esa sombra en la ventana eres tú, no es otra, eres tú.
No abras esa ventana detrás de cuyas cortinas te mueves.
Cierra los ojos.
Quisiera cerrarlos con mis labios.
Mas la ventana se abre y el viento, el viento que mece
   extrañamente la llama y la bandera envuelve mi huida
   con su manto.
La ventana se abre: no eres tú.
Bien lo sabía.

ROBERT DESNOS
Francia-1900
De “A la misteriosa”


Madrid, 22-01-20

LOS ÁNGELES BÉLICOS

(norte, sur).

Viento contra viento.
Yo, torre sin mando, en medio.

remolinos de ciudades
bajan los desfiladeros.
ciudades del viento sur,
que me vieron.

Por las neveras, rodando,
pueblos.
Pueblos que yo desconozco,
ciudades del viento norte,
que no me vieron.

Gentío de mar y tierra,
nombres, preguntas, recuerdos,
frente a frente.
Balumbas de frío encono,
cuerpo a cuerpo.

Yo, torre sin mando, en medio,
lívida torre colgada
de almas muertas que me vieron,
que no me vieron.

Viento contra viento.

RAFAEL ALBERTI
España-1902
De "Sobre los ángeles”


Madrid, 23-01-20

YO ANDUVE TODA UNA NOCHE
CON LOS OJOS CERRADOS

Se moría la vía láctea por dormir una hora tan sólo
   sobre los trigos,
una hora siquiera para olvidar tanto camino
   derramado,
tanto último eco de almas anónimas de héroes
   recuperadas por el aire.
Ya sé salvarme a ciegas de esas torres que han
   de preguntar al alba por el origen de mi cuna.
Soy ése,
ese mismo que sigue la ruta aérea de su sangre sin
   querer abrir los ojos.
Nacen pájaros que corren el peligro de estrellarse
   contra los astros más próximos.

Mis pies han demostrado que si hay piedras en el
   cielo son casi inofensivas
allí donde las manos escogen para reposo la
   penumbra de las guitarras,
y los cabellos recuerdan todavía el llanto de los
   sauces cuando fallecen los ríos.
Mañana me oiréis afirmar que aún existen alturas
   donde los oídos perciben el rastro de una hoja
   muerta diez siglos antes y ese nombre velado que
   flota en el descenso de las voces desaparecidas.

Y a mí no me hace falta para nada comprobar la
   redondez de la Tierra.

RAFAEL ALBERTI
España-1902
De "Sermones y moradas”


Madrid, 24-01-20

JARDINES

Y la fidelidad que se deslíe
en los oscuros senos de la tarde
y el corazón de agua que naufraga
en el papel ceniza del estanque
y el llanto tenue y sus pequeños hilos
de niebla hilada por arañas frágiles
y el último peldaño
y el pie que en él en mano se convierte
y nos saluda cereal, nos lleva,
y vámonos, nos dice, aún y aún,
hacia los oros de la sombra antigua.

JOSÉ ÁNGEL VALENTE
España-1929
De "Al dios del lugar"


Madrid, 27-01-20

ELLA

¿No la conocéis? Entonces
imaginadla, soñadla.
¿Quién será capaz de hacer
el retrato de la amada?

Yo sólo podría hablaros
vagamente de su lánguida
figura, de su aureola
triste, profunda y romántica.

Os diría que sus trenzas
rizadas sobre la espalda
son tan negras que iluminan
en la noche. Que cuando anda,

no parece que se apoya,
flota, navega, resbala...
Os hablaría de un gesto
muy suyo..., de sus palabras,

a la vez desdén y mimo,
a un tiempo reproche y lágrimas,
distantes como en un éxtasis,
como en un beso cercanas...

Pero no: cerrad los ojos,
imaginadla, soñadla,
reflejada en el cambiante
espejo de vuestra alma.

GERARDO DIEGO
España-1896
De “El romancero de la novia”


Madrid, 28-01-20

NACIMIENTO DEL POETA

X

Pretendía caminar, tranquilamente, por la vida
y no fue posible.
Desde el rostro sangrante de la nada,
escribo este poema.

Dolorosamente recuerdo,
mis años juveniles,
donde decir, era alcanzar,
con la palabra, el cielo.

Decir,
para que nada quede de lo dicho,
también, es un destino.
Sangro y lo digo.
Me duele y lo digo.
Recuerdo a mi madre y al decirlo
entre sus brazos me recuerdo.

En libertad arriesgo todo lo que tengo,
para llegar a ser este temblor,
acacia dormida en hondo mar,
hoja tenue y sencilla, al viento,
en el otoño,
                 pequeño sol.

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “La patria del poeta”


Madrid, 29-01-20

SOBRE LAS CENIZAS DE NEAL

Delicados ojos que parpadeaban azules las Rocosas todo
   cenizas
pezones, Costillas que toqué c/ mi pulgar son cenizas
boca que mi lengua tocó una o dos veces toda cenizas
lóbulos de las orejas & párpados, juvenil punta del pene,
   caracoleado pubis
calidez del pecho, palma de hombre, muslo de escuela
   superior,
brazo con bíceps de baseball, ano atemperado a piel
   sedosa
                  todo cenizas, todo cenizas de nuevo.

Agosto 1968

ALLEN GINSBERG
Estados Unidos-1926
De "La caída de América


Madrid, 30-01-20

A LA NOCHE SE EMPIEZAN

A la noche se empiezan
a encender las preguntas.
Las hay distantes, quietas,
inmensas, como astros:
preguntan desde allí
siempre
lo mismo: cómo eres.
Otras, fugaces y menudas,
querrían saber cosas
leves de ti y exactas:
medidas
de tus zapatos, nombre
de la esquina del mundo
donde me esperarías.

Tú no las puedes ver,
pero tienes el sueño
cercado todo él
por interrogaciones
mías.
Y acaso alguna vez
tú, soñando, dirás
que sí, que no, respuestas
de azar y de milagro
a preguntas que ignoras,
que no ves, que no sabes.
Porque no sabes nada;
y cuando te despiertas,
ellas se esconden, ya
invisibles, se apagan.
Y seguirás viviendo
alegre, sin saber
que en media vida tuya
estás siempre cercada
de ansias, de afán, de anhelos,
sin cesar preguntándote
eso que tú no ves
ni puedes contestar.

PEDRO SALINAS
E
spaña-1891
De “La voz a ti debida”

 

 

Madrid, 31-01-20

JARDINES

Acércate a mi sexo,
enciende tus pezones,
invítame al amor,
dime palabras de fuego
y de nostalgias.

El invierno se acerca
y debemos vivirlo
como si fuera incendio.

ARIEL CANZANI
Argentina-1928
De “De mar en mar de tierra en tierra”


 

 

Selección de Poemas Editados
 

 

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