Madrid, 11-06-19

MELODÍA

Tacto, tibio silbo
que, adelgazado, escapa por lo espeso triunfante,
y aquí tú, melodía,
divina corza inmóvil del otoño en el Norte;
tú, temblor transparente de los tilos desnudos,
mi vida delicada.

Mientras cerca, una lenta fatiga va ensanchando
su olor a flores muertas
y -cabellera- caen, macilentos, los días
amarillos con gusto de papeles mascados,
¡oh tú, con gesto leve,
sencilla, soberana,
la apartas y me ofreces tu incólume sonrisa,
tu siempre primer día,
divina corza inmóvil, melodía!

GABRIEL CELAYA
España-1911
De "Movimientos elementales"


Madrid, 12-06-19

PALABRAS DE OCTUBRE

Al fin octubre, asordinado y lento.
Octubre, con su rosa diluida
y elemental, apenas sostenida
por las manos angélicas del viento.

Manos de octubre, que azoradas siento.
Octubre, ya tan cerca de mi vida,
que te puedo tocar en esta herida
que me abrió tu crepúsculo sediento.

Lo que haya en ti de mi amargura, cántalo.
Yo callaré las voces que tú callas.
Mías son tus espléndidas vislumbres.

Tuyo mi abismo. Escúchalo y levántalo,
desde la claridad de tus batallas,
a una infinita soledad de cumbres.

GERMÁN PÁRDO GARCÍA
Colombia-1902
De "Claro abismo"


Madrid, 13-06-19

UN CAMBIO EN LOS CLIMAS DEL CORAZÓN

Un cambio en los climas del corazón
vuelve seco lo húmedo, la bala de oro estalla
sobre la tumba helada.
Un clima en la comarca de las venas
cambia la noche en día; la sangre entre sus soles
ilumina al viviente gusano.

Un cambio en el ojo advierte a tiempo
la ceguera hasta el hueso; y el útero incorpora
una muerte mientras surge la vida.

Una sombra en el clima del ojo
es a medias su luz; el mar sondeado irrumpe
sobre una tierra sin arpones.
La semilla que del lomo hace una selva
divide en dos su fruto; y la mitad se escurre
lenta en un viento dormido.

Un clima en la carne y el hueso
es seca y húmeda; el viviente y el muerto
se mueven como espectros ante el ojo.

Un cambio en el clima del mundo
vuelve espectro al espectro; y cada niño dentro de su madre
se repliega en su doble de sombra.
Un cambio echa la luna dentro del sol,
tira de las ajadas cortinas de la piel;
y el corazón entrega a sus muertos.

DYLAN THOMAS
Reino Unido-1914
De “Poemas completos”


Madrid, 14-06-19

SONETOS CORPORALES
6

Cúbreme, amor, el cielo de la boca
con esa arrebatada espuma extrema,
que es jazmín del que sabe y del que quema,
brotado en punta de coral de roca.

Alóquemelo, amor, su sal, aloca
tu lancinante aguda flor suprema,
doblando su furor en la diadema
del mordiente clavel que la desboca.

¡Oh ceñido fluir, amor, oh bello
borbotar temperado de la nieve
por tan estrecha gruta en carne viva,

para mirar cómo tu fino cuello
se te resbala, amor, y se te llueve
de jazmines y estrellas de saliva!

RAFAEL ALBERTI
España-1902
De "Entre el clavel y la espada"


Madrid, 17-06-19

CARTAS PARA LAS FIESTAS DE FIN DE AÑO
VII

Sepan cristianos, la locura, es una cara de la moneda,
está en vuestras manos.
                                      Los milagros no existen.
Animarse al vaivén,
asesinar está prohibido pero la ley no alcanza.

Noches de pasión,
amantes contra amantes,
sólo la muerte nos une
                                     y sólo,
la muerte nos separa.
                                  ¡Viva la muerte!
Estallidos de los almendros,
sangre y lujuria por un amor sin fin,
por un amor aunque no pueda más.

Salvemos el encanto de las tardes de abril,
gritemos,
que las tardes de abril,
nada tienen que ver con el amor.

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De "Salto mortal"


Madrid, 18-06-19

TIERRAS EN EROSIÓN

Se diría que reino sobre estos territorios,
se diría que a veces los recorro desde la falsa costa hasta
   la zona del gran fuego central
como a tierra de nadie,
como a región baldía sometida a mi arbitrio por la ley
   del saqueo y el sol de la costumbre.
Se diría que son las heredades para mi epifanía.
Se diría que oponen sus murallas en marcha contra los
   invasores,
que abren sus acueductos para multiplicar mi nombre
   y mi lugar,

que organizan las grandes plantaciones como colonias
   del Edén perdido
que erigen uno a uno estos vivos menhires para oficiar
   mi salvación.
¡Sagrada ceremonia la que urdimos en tierra mis tejidos
   y yo!
Y sin embargo acechan como tembladerales palpitantes
esta noche de pájaro en clausura donde caigo sin fin,
remolino hacia adentro,
girando con el cielo cerrado que me habita y no logro
   alcanzar.
Y de pronto, sin más, sin ir más lejos,
soy como una fisura en esta incompresible geología,
como burbuja a ciegas por estos laberintos que no sé
   adónde dan.
Me arrastran a mansalva de una punta a la otra
estas negras gargantas que me devoran sin cesar.
Me sofocan con fibras de humedad,
me trituran entre fauces de hueso como a una mariposa,
me destilan en sordas tuberías y en ávidas esponjas que
   respiran como los lentos monstruos de la profundidad,
me empapan en sentinas,
me ligan con tendones y con nervios hasta la desunión,
me ponen a secar en la negrura de este sol interior,
me abandonan como resaca muerta a la furia de todas
   las corrientes
hasta la gran caída y el vértigo final,
siempre inminente,
siempre a punto de trizarme de golpe contra el acantilado
   de la insufrible luz.
¡Qué lugar para crecer y para amar!
¡Tantos derrumbes, tantas fundaciones, tantas
   metamorfosis insensatas!
¡Tantas embalsamadas batallas que se animan en un foso
   del alma!
¿Tanta carnicería de leyenda levantada en mi honor?

OLGA OROZCO
Argentina-1920
De "Museo salvaje"


Madrid, 19-06-19

EL NIDO

Mi cama fue un roble
Y en sus ramas cantaban los pájaros.
Mi cama fue un roble
Y mordió la tormenta sus gajos.

Deslizo mis manos
Por sus claros maderos pulidos,
Y pienso que acaso todo el mismo tronco
Donde estuvo aferrado algún nido.

Mi cama fue un roble.
Yo duermo en un árbol.
En un árbol amigo del agua,
Del sol y la brisa, del cielo y del musgo,
De lagartos de ojuelos dorados
Y de orugas de un verde esmeralda.

Yo duermo en un árbol.
¡Oh, amado, en un árbol dormimos!
Acaso por eso me parece el lecho,
Esta noche, blando y hondo cual un nido.

Y en ti me acurruco como una avecilla
Que busca el reparo de su compañero.
¡Que rezongue el viento, que gruña la lluvia!
Contigo, en el nido, no sé lo que es miedo.

JUANA DE IBARBOUROU
Uruguay-1895
De “Oro y tormenta”


Madrid, 20-06-19

ERROR DE MAGIA

¿Sería aquel beso
ya clavándose
sin que supieras darle cuerda
para que saliese a bailar con el domingo?

¿Sería aquel beso
que no quiso mirar el mediodía
y tú, alarmado,
le echaste muchas cosas a ver si lo arrastrabas:
una corriente de merluzas,
el humo del tabaco,
la saliva?

Un beso, nada más que un beso,
sólo un beso,
el simple juego de los labios,
que huyó una noche como perdido
de otra alma
y sin saberlo fue tu penitencia.

Todo por un malabarismo sin fortuna,
por un error de magia,
por un ángel hirviendo en la redoma
que al fin se volvió malo
y te tapó la boca.

¿Así que te moriste, mi amor, de pura hambre,
ahogado por un beso
que nunca supo que tenía alas?

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1922
De "Error de magia"


Madrid, 21-06-19

RETRATO

Bajo la frente marchita,
sobre la fría mirada,
la palabra estaba escrita:

triste, profunda, velada,
vieja cisterna de un mundo,
de grave losa sellada.

En el silencio rotundo,
sólo a veces se cernía
su gesto meditabundo:

una burbuja en la fría
hez de los siglos, al fondo,
pausadamente se abría,

flotaba un punto en el hondo
mirar... Se desvanecía.

DÁMASO ALONSO
España-1898
De "Oscura noticia"


Madrid, 24-06-19

MI YO

Hay en mí la conciencia de que yo pertenezco
Al Caos, y soy sólo una forma material,

Y mi yo, y mi todo, es algo tan eterno
Como el vertiginoso cambio universal.

Soy como algo del Cosmos. En mi alma se expande
Una fuerza que acaso es de electricidad,
Y vive en otros mundos tan llenos de infinito
Que me siento en la tierra llena de soledad.

Cuando en un día tibio percibo la caricia
De la vida, hay un algo que pasa por mí
Tan intenso y extraño, que deseo morirme
para seguir viviendo como nunca viví...

¡Vida! ¡Toda la vida!... Es el grito que siento
Subir de mis entrañas hasta la inmensidad...
¡Cada célula mía quisiera ser un astro,
Un mar, todo el misterio de la fecundidad!

Mi cuerpo, que el mi alma, suele sentirse guzla,
Una guzla de plata con cuerdas de cristal
Naturaleza templa la cuerda y es por eso
Que me siento encarnada en todo lo ancestral.

ALFONSINA STORNI
Argentina [de origen suizo]-1892
De "La inquietud del rosal"


Madrid, 25-06-19

EL AGUARIBAY FLORECIDO

Muchachas de ojos de flores y de labios de flores.
En la sombra exhalada -¿de qué su dulce hálito?-
los vestidos ligeros, muy ligeros, con pintas.

Arde de abejas el aguaribay, arde.

Ríen los ojos, los labios, hacia las islas azules
a través de la cortina
de los racimos
pálidos.

Ríen los ojos, los labios. ¿Veis las muchachas
o es la tenue sombra ebria
y bordoneada
que se alucina de muselinas claras
y de otras flores vivas -extrañas flores vivas-
riendo, riendo, riendo hacia las islas?

Muchachas de ojos de flores y de labios de flores.

Arde de abejas el aguaribay, arde.

JUAN L. ORTIZ
Argentina-1896
De "La mano infinita"


Madrid, 26-06-19

LA TIERRA

Multiplican la tierra los espejos
los escombros del hambre y la mentira;
terribles estandartes y manejos
tan misericordioso que no mira.

Con grandes ademanes los más viejos
ejercicio de carne que conspira:
unos muy cerca de otros los conejos
se acostumbran hacia abajo y no se admira.

Cualquiera que se ensalza más disgustos:
plegada en nuestro pecho una escalera
van perdiendo sus trajes los más justos.

Cuando pisan el alma como asfalto:
la inundación no llega a mi ribera
molestan la ventura del más alto!

CONCEPCIÓN SILVA BELINZÓN
Uruguay-1903
De "Al oído del hombre"


Madrid, 27-06-19

LA VIDA, NO INTENTES COMPRENDERLA

La vida, no intentes comprenderla
que, desde hoy, para ti sea como una fiesta.
Los días, acéptalos
como un niño recibe del viento,
mientras camina, una cascada de flores.

En ningún momento pensaría en recoger
y guardar esta cascada.
Las desprenderá suavemente de sus cabellos,
donde se encontraban presas,
y a través de sus años jóvenes y dichosos
él tiende de nuevo sus manos a nuevas flores.

 

RAINER MARIA RILKE
Praga-1875
(Capital Checa que entonces pertenecía al Imperio Austro-Húngaro)
De “Cantos del alba”


Madrid, 28-06-19

COMO EL GUARDA EN LOS VIÑEDOS

Como el guarda en los viñedos
tiene su cabaña para velar,
yo soy, Señor, cabaña entre tus manos,
noche de tu noche.

Viñedos, pastor y prado,
campo que no olvida ninguna primavera,
higuera que aun en un suelo de mármol
das cien frutos:

Poco te importan los cuidados del guarda,
Un perfume exhala tu ramaje ampuloso.
Sin temor, silenciosa, tu savia se eleva
y llega hasta mí, desde lo más profundo.

RAINER MARIA RILKE
Praga-1875
(Capital Checa que entonces pertenecía al Imperio Austro-Húngaro)
De “Libro de horas”


 

Selección de Poemas Editados
 

 

index