Madrid,
08-01-19
SOY UN SER
AISLADO, SUSPENDIDO...
Soy un ser aislado, suspendido entre signos de
puntuación.
Un sereno juglar de la belleza oculta, de los bienes perdidos.
Alma me dicen y mi congoja estalla hasta los límites del mar.
Amor me dicen y se desgarra mi tierra en terremotos, caídas.
Soy un ser enamorado del pedazo de pan que me llevo a la boca.
Un solitario ser, amante del crujido del pan entre mis dientes.
Paz me dijeron y estalló frente a mí, la guerra, la vergüenza.
Paz, gritaban, mientras le cortaban las manos al cantor, al viento.
Soy mi Tristán, la Isolda, el ser vivo del otro, vieja soledad.
Esa vieja costumbre de saber recorrerme sin violencia, sin Dios.
Un punto en el centro del corazón, una coma colgando de los labios.
¡Libertad! me gritaron, ¡trabajo, me gritaron, y libertad!
y fue divertido ver cómo se ataban hasta inmovilizarse.
Nadie podía detenerme, lo borré todo, lo rompí.
MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “La patria del poeta”
Madrid, 09-01-19
UN RELÁMPAGO,
APENAS
Frente al espejo, yo, la inevitable:
nada que agradecer en los últimos años,
nada, ni siquiera la paz con las señales de los
renunciamientos,
con su color inmóvil.
Esta piel no registra tampoco el esplendor del paso
de los ángeles,
sino sólo aridez, o apenas la escritura desolada del
tiempo.
Esta boca no canta.
Ancha boca sellada por el último beso, por el último
adiós,
es una larga estría en un mármol de invierno.
Pero ninguna marca delata los abismos
-ah intolerables vértigos, pesadillas como un túnel
sin fin-
bajo el sedoso engaño de la frente que apenas si
dibuja unas alas en vuelo.
¿Y qué pretenden ver estos ojos que indagan la
distancia
hasta donde comienza la región de las brumas,
ciudades congeladas, catedrales de sal y el oro viejo
del sol decapitado?
Estos ojos que vienen de muy lejos saben ver más allá,
hasta donde se quiebran las últimas astillas del reflejo.
Entonces apareces, envuelto por el vaho de la más
lejanísima frontera,
y te buscas en mí que casi ya no estoy, o apenas si
soy yo,
entera todavía,
y los dos resurgimos como desde un Jordán guardado
en la memoria.
Los mismos otra vez, otra vez en cualquier lugar del
mundo,
a pesar de la noche acumulada en todos los rincones,
los sollozos y el viento.
Pero no; ya no estamos. Fue un temblor, un relámpago,
un suspiro,
el tiempo del milagro y la caída.
Se destempló el azogue, se agitaron las aguas y te
arrastró el oleaje
más allá de la última frontera, hasta detrás del vidrio.
Imposible pasar.
Aquí, frente al espejo, yo, la inevitable:
una imagen en sombras y toda la soledad multiplicada.
OLGA OROZCO
Argentina-1920
De “Últimos poemas”
Madrid, 10-01-19
LOS PÁJAROS
ANIDAN
Los pájaros anidan en mis brazos,
en mis hombros, detrás de mis rodillas,
entre los senos tengo codornices,
los pájaros se creen que soy un árbol.
Una fuente se creen que soy los cisnes,
bajan y beben todos cuando hablo.
Las ovejas me pisan cuando pasan
y comen en mis dedos los gorriones,
se creen que yo soy tierra las hormigas
y los hombres se creen que no soy nada.
GLORIA FUERTES
España-1917
De “Antología”
Madrid, 11-01-19
TODO LO VISTO Y
VIVIDO
todo lo visto y vivido
cabe en muy pocas palabras:
en la luz de una mañana
en un trompo saltarín
en una tarde de sol
en una silla vacía
en cada piedra y la casa
todo lo visto y vivido
fulgura
se va ocultando
tras las hojas
y entre el viento
al borde de la bahía
todo lo visto y vivido
cabe en la sal
y en la mano
de quien saluda
y me lleva
al caracol y la araña
a la verdad de este día
a mi sendero y mudanza
EDGAR BAYLEY
Argentina-1919
De “Nuevos poemas”
Madrid, 14-01-19
VERSOS CRECEN...
Versos crecen, como estrellas y como rosas,
como belleza que a la familia sorprende.
Y para estos laureles y esta gloria
tan sólo una pregunta: ¿de dónde me vienen?
Estamos durmiendo... y, aquí, por entre losas de piedra
un huésped del cielo, un trébol de cuatro hojas.
¡Oh mundo, escucha! El cantor -en sueño- descubrió
la ley de la estrella y la fórmula de la flor.
WISLAWA SZYMBORSKA
Polonia-1923
De “Poemas escogidos”
Madrid, 15-01-19
SILENCIO
Mariano, 27 de junio de 1916
Conozco una ciudad
que cada día se llena de sol
y todo es raptado en ese momento
Me fui una tarde
En el corazón perduraba el chirrido
de las cigarras
Desde el barco
pintado de blanco
vi
desaparecer mi ciudad
dejando
un instante
un abrazo de luces en el aire turbio
suspendidas
GIUSEPPE UNGARETTI
Egipto-1888
De “El puerto sepultado”
Madrid, 16-01-19
LINDORO DEL
DESIERTO
Cima Cuatro, 22 de diciembre de 1915
Vaivén de alas humeantes
corta el silencio de los ojos
Con el viento se desgrana el coral
de una sed de besos
Me estremezco al alba
Se me trasiega la vida
en un arabesco de nostalgias
Ahora reflejo los puntos del mundo
que fueron mis compañeros
y husmeo la orientación
Hasta la muerte a merced del viaje
Tenemos las pausas de sueño
El sol aplaca el llanto
Me cubro con un tibio manto
de lindo oro
Desde esta terraza de desolación
me asomo en brazos
del buen tiempo
GIUSEPPE UNGARETTI
Egipto-1888
De “El puerto sepultado”
Madrid, 17-01-19
LO QUE DICE LA BOCA DE SOMBRA
(Fragmento)
Sólo nos acercamos con los párpados bajos
A esas inmensidades del fondo.
¡Ven, si puedes!
Escruta en ese pozo vertiginoso y triste,
De la creación cuenta los tenebrosos nudos.
Mira, mide:
debajo del hombre que contempla,
Que puede ser cloaca y que puede ser templo,
Ser en quien el instinto en razón se resuelve,
el animal se inclina a la tierra; debajo
del bruto está la planta, inerte, sin sus párpados
Y sin gritos; debajo de la planta la piedra;
Todavía más abajo, yace el caos sin nombre.
En tal sombra avancemos. Se tú mi acompañante.
VÍCTOR HUGO
Francia-1802
De "Lo que dice la boca de sombra
y otros poemas"
Madrid, 18-01-19
EL ECO
Ruja la fiera en el espeso bosque,
ya suene el cuerno, ya retumbe el trueno,
cante la joven tras de los alcores,
para cada sonido
al punto engendras tú el correspondiente
en el aire vacío.
Percibes el estruendo de los truenos,
la voz del oleaje y la tormenta,
los gritos de pastores aldeanos
y das respuesta.
Pero para ti mismo no hayas eco.
¡Así eres tú, poeta!
ALEXANDR PUSHKIN
Rusia-1799
De “Antología lírica”
Madrid, 21-01-19
AGUARDAR A QUE
LA NOCHE
Aguardar a que la noche, siempre reconocible
Por su gran altitud donde el viento no llega
Mas sí el dolor de los hombres,
Venga a encender sus íntimos fuegos temblorosos
Y deposite silenciosa sus barcas de pesca,
Sus linternas de a bordo que el cielo ha mecido,
Sus redes estelares por nuestra alma extendida,
Esperar que nos tome para sus confidencias
Gracias a mil reflejos y a secretas mociones
Y que ella nos atraiga a sus manos de pieles,
A nosotros los niños que el día ha maltratado
Con su luz excesiva,
La noche nos acoge, porosa y penetrante,
Más segura que una cama bajo el techo familiar,
Ella es el abrigo susurrante que nos da compañía,
Es el tálamo donde posar la cabeza que ya
Comienza a gravitar,
A llenarse de estrellas, a encontrar su camino.
JULES SUPERVIELLE
Poeta francés nacido en Montevideo-1884
De "Vivir y quehacer del poeta"
Madrid,
22-01-19
EN EL BOSQUE SIN
HORAS
En el bosque sin horas
Un gran árbol derriban.
Un vacío vertical
Tiembla en forma de fuste
Cerca del tronco tendido.
Buscad, pájaros, buscad
El lugar de vuestros nidos
En ese algo recuerdo
Mientras aún susurra.
JULES SUPERVIELLE
Poeta francés nacido en Montevideo-1884
De "Vivir y quehacer del poeta"
Madrid, 23-01-19
N.Y.
¡Mi ciudad, mi amada, mi cándida!
¡Ah, esbelta,
escucha! Escúchame e infundiré en ti un alma.
¡Delicadamente al caramillo, atiéndeme!
Ahora sí sé que estoy loco,
pues aquí hay un millón de personas a las que irrita el tráfico;
ésta no es ninguna doncella.
Ni yo sabría tañer un caramillo si lo tuviera.
Mi ciudad, mi amada,
eres una doncella sin pechos.
Eres esbelta como un caramillo de plata.
¡¡Escúchame, atiéndeme!
E infundiré en ti un alma,
y vivirás por siempre.
EZRA POUND
Estados Unidos-1885
"Ripostes"
Madrid, 24-01-19
30 de enero, por la
tarde, Madrid 1977
Vuelvo porque volver es mi
función.
Sé que nadie necesita de nuestro amor
y sin embargo
el tiempo de la ceguera está con nosotros.
Hay un lugar del hombre donde la carne vuelve a ser soberana.
Partiré tu cuerpo en dos,
única manera.
Aboliré el silencio entre nosotros,
tus gritos, goce y dolor, hablarán del encuentro.
Te poseeré
como se poseen los gestos habituales.
Te haré vivir al lado mío hasta el final,
el entretenimiento,
será definitivo.
Tus perfumes
y nuestros líquidos orgánicos en descomposición
-el olor de la vida-
estarán con nosotros.
¡Oh! bienaventurada, beso tu boca entre la niebla,
y miro por la ventana una ciudad,
totalmente muerta, encadenada a sus cloacas.
MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “Escritos del amor”
Madrid,
25-01-19
CREACIÓN
Las hojas de los árboles cayendo
suavemente
los pájaros buscando su nido a la oración,
murmurios de las aguas que ruedan lentamente
indican la grandeza de toda la creación.
El sol rasgando el velo de nubes nacaradas
echando sobre el mundo su luz esplendorosa,
el agua con rugidos cayendo en las cascadas
son signos evidente de una creación grandiosa
Las flores exhalando perfumes por doquiera,
el campo tamizado de pasto y de verdura,
los árboles creciendo del río en la ribera,
son himnos que levanta la mágica natura.
ALFONSINA STORNI
Argentina nacida en Suiza-1892
De "Poesías inéditas"
Madrid, 28-01-19
TRILCE
LXII
Alfombra
Cuando vayas al cuarto que tú sabes,
entra en él, pero entorna con tiento la mampara
que tánto se entreabre,
casa bien los cerrojos, para que ya no puedan
volverse otras espaldas.
Corteza
Y cuando salgas, di que no tardarás
a llamar al canal que nos separa:
fuertemente cogido de un canto de tu suerte,
te soy inseparable,
y me arrastras de borde de tu alma.
Almohada
Y sólo cuando hayamos muerto ¡quién sabe!
Oh nó. ¡Quién sabe!
entonces nos habremos separado.
Mas si, al cambiar el paso, me tocase a mí
la desconocida bandera, te he esperar allá,
en la confluencia del soplo y el hueso,
como antaño,
como antaño en la esquina de los novios
ponientes de la tierra.
Y desde allí te seguiré a lo largo
de otros mundos, y siquiera podrán
servirte mis nós musgosos y arrecidos,
para que en ellos poses las rodillas
en las siete caídas de esa cuesta infinita,
y así te duelan menos.
CÉSAR VALLEJO
Perú-1892
De "Trilce"
Madrid, 29-01-19
NERVAZÓN DE
ANGUSTIA
Dulce hebrea, desclava mi
tránsito de arcilla;
desclava mi tensión nerviosa y mi dolor...
Desclava, amada eterna, mi largo afán y los
dos clavos de mis alas y el clavo de mi amor!
Regreso del desierto donde he caído mucho;
retira la cicuta y obséquiame tus vinos;
espanta con un llanto de amor a mis sicarios,
cuyos gestos son férreas cegueras de Longinos!
Desclávame mis clavos ¡oh nueva madre mía!
¡Sinfonía de olivos, escancia tu llorar!
Y has de esperar, sentada junto a mi carne muerta,
cuál cede la amenaza, y la alondra se va!
Pasas... vuelves... Tus lutos trenzan mi gran cilicio
con gotas de curare, filos de humanidad,
la dignidad roquera que hay en tu castidad,
y el judithesco azogue de tu miel interior.
Son las ocho de una mañana en crema brujo...
Hay frío... Un perro pasa royendo el hueso de otro
perro que fue... Y empieza a llorar en mis nervios
un fósforo que en cápsulas de silencio apagué!
Y en mi alma hereje canta su dulce fiesta asiática
un dionisíaco hastío de café...!
CÉSAR VALLEJO
Perú-1892
De "Los heraldos negros"
Madrid,
30-01-19
¿CARA O CRUZ?
Filósofos,
para alumbrarnos, nosotros los poetas
quemamos hace tiempo
el azúcar de las viejas canciones con un poco de ron.
Y aún andamos colgados de la sombra.
Oíd,
gritan desde la torre sin vanos de la frente:
¿Quién soy yo?
¿He escapado de un sueño
o navego hacia un sueño?
¿Huí de la casa del Rey
o busco la casa del Rey?
¿Soy el príncipe esperado
o el príncipe muerto?
¿Se enrolla
o se desenrolla el film?
Este túnel
¿me trae o me lleva?
¿Me aguardan los gusanos
o los ángeles?
¿Oísteis?
Es la nueva canción,
y la vieja canción...
¡nuestra pobre canción!
¿Quién soy yo?
Mi vida está en el aire dando vueltas.
¡Miradla, filósofos, como una moneda que decide!
¿Cara o cruz?
¡Cruz!
Perdí... Filósofos, perdí.
Yo no soy nadie.
Un hombre con un grito de estopa en la garganta
y una gota de asfalto en la retina.
Yo no soy nadie.
Y no obstante, estas manos, mis antenas de hormiga,
han ayudado a clavar la lanza en el costado del mundo
y detrás de la lupa de la luna hay un ojo que me ve como
a un microbio royendo el corazón de la Tierra.
Tengo ya cien mil años y hasta ahora no he encontrado
otro mástil de más fuste que el silencio y la sombra
donde colgar mi orgullo;
tengo ya cien mil años y mi nombre en el cielo se escribe
con lápiz.
El agua, por ejemplo, es más noble que yo.
Por eso las estrellas se duermen en el mar
y mi frente romántica es áspera y opaca.
Detrás de mi frente -filósofos, escuchad esto bien-,
detrás de mi frente hay un viejo dragón:
el sapo negro que saltó de la primera charca del mundo
y está aquí, aquí, aquí...
agazapado en mis sesos,
sin dejarme ver el Amor y la Justicia.
Yo no soy nadie, nadie.
Un hombre con un grito de estopa en la garganta
y una gota de asfalto en la retina... Yo no soy nadie,
filósofos...
Y éste es el solo parentesco que tengo con vosotros.
LEÓN FELIPE
España-1884
De "El poeta maldito"
Madrid, 31-01-19
IV
TRAMPAS
Trampas de redes y de lazos
son los cuentos
Con los que me ovillan a la tierra
y con los que me cercan en el tiempo;
o un estanque...
o un espejo
donde yo me repito
y me reflejo.
Romped,
romped todos los cuentos,
que no quiero verme
en el tiempo
ni en la tierra
ni en el agua sujeto.
LEÓN FELIPE
España-1884
De "Parábola y poesía"
Selección de Poemas
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