Madrid, 01-03-17

El POETA CANTA POR TODOS
II

Un único corazón que te lleva.
Abdica de tu propio dolor. Distiende tu propio corazón
   contraído.
Un único corazón te recorre, un único latido sube a tus ojos,
poderosamente invade tu cuerpo, levanta tu pecho, te hace
   agitar las manos cuando ahora avanzas.
Y si te yergues, si un instante levantas la voz,
yo sé bien lo que cantas.
Eso que desde todos los oscuros cuerpos casi infinitos se
   ha unido y relampagueado,
que a través de cuerpos y almas se liberta de pronto en
   tu grito,
es la voz de los que te llevan, la voz verdadera y alzada
donde tú puedes escucharte, donde tú, con asombro, te
   reconoces.
La voz que por tu garganta, desde todos los corazones
   esparcidos,
se alza limpiamente en el aire.

VICENTE ALEIXANDRE
España-1898
De “Historia del corazón” 


Madrid, 02-03-17

El POETA CANTA POR TODOS
III

Y para todos los oídos. Sí. Mírales cómo te oyen.
Se están escuchando a sí mismos. Están escuchando una
   única voz que los canta.
Masa misma del canto, se mueven como una onda.
Y tú sumido, casi disuelto, como un nudo de su ser te
   conoces.
Suena la voz que los lleva. Se acuesta como un camino.
Todas las plantas están pisándola.
Están pisándola hermosamente, están grabándola con su
   carne.
Y ella se despliega y ofrece, y toda la masa gravemente
   desfila.
Como una montaña sube. Es la senda de los que marchan.
Y asciende hasta el pico claro. Y el sol se abre sobre las
   frentes.
Y en la cumbre, con su grandeza, están todos ya cantando.
Y es tu voz la que les expresa. Tu voz colectiva y alzada.
Y un cielo de poderío, completamente existente,
hace ahora con majestad el eco entero del hombre.

VICENTE ALEIXANDRE
España-1898
De “Historia del corazón” 


Madrid, 03-03-17

YA SIN PESO

Para un Dios que ría como un niño,
Tantos gritos de pájaros,
Tanta danza en las ramas,

Un alma perdió ya todo su peso,
Los prados tienen una ternura tal,
Tal pudor en los ojos revive,

Las manos como hojas
Se encantan en el aire...

¿Quién teme ya, quién juzga?

GIUSEPPE UNGARETTI
Egipto-1888
De “Cien poemas escogidos”


Madrid, 06-03-17

CANTOS A BERENICE
X

Sí, tú, mi otra yo misma en la horma hechizada de otra piel
   ceñida al memorial del rito y la pereza.
No fetiche, donde crujen con alas de langosta los espíritus
   puestos a secar,
no talismán, como una estrella ajena engarzada en la proa
   de la propia tiniebla,
no amuleto, para aventar los negros semilleros del azar,
no gato en su función de animal gato;
sino tú, el tótem palpitante en la cadena rota de mi clan.
¡Ese vínculo como un intercambio de secretos en plena
   combustión!
¡Ese soplo recíproco infundiendo las señales del mal, las
   señales del bien,
en cada tiempo y a cualquier distancia!
¡Esas suertes ligadas bajo el lacre y los sellos de todos
   los destinos!
¿No guardabas acaso mi alma ensimismada como una
   tromba azul entre tus siete vidas?
¿No custodiaba yo tus siete vidas,

semejantes a un nocturno arco iris en mi espacio interior?
Y ese rumor y ese gorgoteo,
ese remoto chorro de burbujas soterradas
y ese ronco zumbido de abejorro en suspenso entre los
   laberintos de tu sangre,
¿no serían acaso mi mantra más oculto y tu indecible
   nombre
y la palabra perdida que al rehacerse rehace con plumas
   blancas la creación?

OLGA OROZCO
Argentina-1920
De  “Cantos a Berenice”


Madrid, 07-03-17

LA AVALANCHA

que corran allá abajo las aguas turbulentas
quiero arraigar aquí en esta tierra
y tañer mi campana
buscando el celeste el bermellón
la escalera de mano que lleva hasta el altillo
la lluvia próxima
la habitación vacía
y el arroyo de donde llega el rumor de la avalancha

que corra allá abajo la claridad de las plantas
y se agite la cortina en la última pared
y sobre los techos aniden el colibrí y el tordo

éste es el mundo
a esta hora en que cae la noche
y crece la avalancha y el fragor de la luna
cuando lámparas y azaleas se encuentran y se huyen

se cierran las ventanas
y llaman a los niños dispersos por el parque
ésta es la hora
para el bermellón y el celeste
para el tordo y el colibrí

EDGAR BAYLEY
Argentina-1919
De “Todo el viento del mundo


Madrid, 08-03-17

QUÉ LABIOS MIS LABIOS HAN BESADO

Qué labios han besado mis labios, y adónde y para qué,
he olvidado, y qué brazos han sostenido
mi cabeza hasta el amanecer; pero la lluvia
está llena esta noche de sombras que llaman y suspiran
contra el cristal y aguardan una respuesta.
Y allí en mi corazón se agita una pena callada
por jóvenes que no recuerdo y que ya no
se volverán a la medianoche hacia mí con un reclamo.

Así el árbol solitario permanece en el invierno
sin saber qué pájaros se han desvanecido, uno por uno,
pero sus ramas advierten sin embargo, más silencio que otrora:

no puedo decir qué amantes han llegado y se han ido;
sólo sé que el verano cantó en mí no hace mucho,
no hace mucho cantó y ahora ya no canta.

EDNA ST. VINCENT MILLAY
Estados Unidos-1892
De "Antología universal de la poesía"


Madrid, 09-03-17

IL Y A

Hay un navío que se llevó a mi bien amada
hay en el cielo seis globos cautivos y cuando viene la noche
   se diría que son gusanos de los que nacen estrellas
hay un submarino enemigo que detestaba a mi amor
hay mil pequeños pinos quebrados por las esquirlas de obús
   en torno mío
hay un infante que pasa enceguecido por los gases asfixiantes
hay que lo hemos desmenuzado todo en las tripas de Nietzche
   de Goethe y de Colonia
hay que languidezco por una carta que tarda
hay en mi cartera varias fotos de mi amor
hay los prisioneros que pasan con rostro inquieto
hay una batería cuyos sirvientes se agitan en torno a las piezas
hay el vague maestre que llega al trote por el camino del árbol
   aislado
hay se dice un espía que ronda por aquí invisible como el horizonte
   del que se ha revestido indignamente y con el cual se confunde
hay erguido como un lirio el busto de mi amor
hay un capitán que espera con ansiedad las comunicaciones del
   T.S.H. en el Atlántico
hay a medianoche soldados que sierran planchones para los ataúdes
hay mujeres que piden maíz a grandes gritos ante un Cristo
   ensangrentado en México
hay el Gulf Stream que es tan tibio y bienhechor
hay un cementerio pleno de cruces a 5 kilómetros
hay higos silvestres sobre estos cactos en Argelia
hay las largas manos suaves de mi amor
hay un tintero que yo había hecho de una espoleta de 15 centímetro
   que no dejaron disparar
hay mi montura expuesta a la lluvia
hay los ríos que no remontan su curso
hay el amor que me arrastra con dulzura
había un prisionero alemán que llevaba su ametralladora a la espalda
hay hombres en el mundo que jamás estuvieron en la guerra
hay hindúes que contemplan con asombro las campiñas occidentales
piensan con melancolía en aquellos que se preguntan si volverán
   a verles
porque se ha llevado muy lejos durante esta guerra el arte de la
   invisibilidad.

GUILLAUME APOLLINAIRE
Italia-1880
De “Antología universal de la poesía


Madrid, 10-03-17

FOLLAS NOVAS (Hojas Nuevas)

Mas ve, que mi corazón
una rosa es de cien hojas,
y es cada hoja una pena
que vive pegada a otra.

Quitas una, quitas dos,
penas me quedan de sobra,
hoy diez, mañana cuarenta
deshoja, que te deshoja...

¡El corazón me arrancaras
si las arrancaras todas!

***

Cuando pienso que te fuiste,
negra sombra que me asombras,
al pie de mis cabezales
vuelves, haciéndome mofa.

Cuando te imagino ida
en el mismo sol te asomas,
y eres estrella que brilla
y eres el viento que azota.

Si cantan, tú eres quien canta;
si lloran, tú eres quien llora,
y es el murmullo del río,
y es la noche, y es la aurora.

En todo estás y eres todo,
para mí y en mí tú moras,
ni me abandonarás nunca,
sombra que siempre me asombras.

Mayo, largo..., mayo largo
todo cubierto de rosas;
para unos telas de muerte,
para otros telas de bodas.

Mayo largo, mayo largo
fuiste corto para mí,
contigo vino mi dicha;
tornóse contigo a huir.

ROSALÍA DE CASTRO
España-1837
De "Follas Novas"


Madrid, 13-03-17

TRES ESTROFAS AL POLVO

Tu roce de ceniza va gastando las formas,
hermano de la noche y la marea.
Envuelves todo objeto en una muerte anónima
que es tan sólo un regreso a su origen de tierra.

Escalas sin ser visto muros y corredores.
Palidecen los trajes ahorcados
en sus perchas de sombra, y los relojes
cesan súbitamente de vivir a tu paso.

Clandestino emisario de las ruinas,
tu palabra es la última y la más elocuente.
Nada puede escapar a tu parda conquista,
aliado innumerable de la muerte.

JORGE CARRERA ANDRADE
Ecuador-1903
De “Antología universal de la poesía


Madrid, 14-03-17

NUNCA UN AMOR LLEGÓ TAN LEJOS

Nunca un amor llegó tan lejos,
nunca una ilusión fue tan propicia.

Una voz gutural me llama de las sombras:
jugar a que vivimos, amar la libertad.

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “Al sur de europa”


Madrid, 15-03-17

FARO EN LA NOCHE

Esfera negra el cielo
y disco negro el mar.

Abre en la costa, el faro,
su abanico solar.

¿A quién busca en la noche
que gira sin cesar?

Si en el pecho me busca
el corazón mortal,

mire la roca negra
donde clavado está.

Un cuervo pica siempre
pero no sangra ya.

ALFONSINA STORNI
Suiza-1892
De “Mundo de siete pozos”


Madrid, 16-03-17

TÚ VIENES CON NOSOTROS...

Tú vienes con nosotros,
pequeña maravilla,
pequeña maravilla de los cántaros.

Vienes, y con nosotros,
bajo el sol quieto de las miserias
-el triste sol que conduce a la muerte-
están tus ojos limpios,
tu corazón que canta,
tus labios entreabiertos.

RAÚL GUSTAVO AGUIRRE
Argentina-1927
De "Señales de vida"


Madrid, 17-03-17

ESTE MISTERIO DE...

Este misterio de
tu aquiescencia, la querida
dulzura cada vez
más lejos y más cierta
en su infinito retirarse
hacia la plenitud de una presencia:
sangre viva en mis manos
de un clavel inasible
en los abismos del otoño.

RAÚL GUSTAVO AGUIRRE
Argentina-1927
De "La estrella fugaz"


Madrid, 21-03-17

CANCIÓN BREVE A LA DESESPERANZA

Y cuando se extiende y aprieta, cuando llega a su extremo
me sacude.
Cultiva la palma en la tierra,
desbroza el huerto de mi alma,
encamina las nubes hacia ella,
y así empieza, en ella, a llover, y aparecen
verdes hojas de árboles,
y sé que la vida sigue siendo amiga,
y sé que, aunque pierda mi rumbo,
la luna sabrá encontrarme otra vez.

FADWA TUQÁN
Palestina-1917
De “Diván de poetisas árabes contemporáneas


Madrid, 22-03-17

CANCIÓN DEL AUTOR DRAMÁTICO
(Fragmento)

1
Soy un autor dramático. Muestro
lo que he visto. Y he visto mercados de hombres
donde se comercia con el hombre. Eso
es lo que yo, autor dramático, muestro.

Cómo se reúnen en habitaciones para hacer planes
a base de porras de goma o de dinero,
cómo están en la calle y esperan,
cómo unos a otros se preparan trampas
llenos de esperanza,
cómo se citan,
cómo se ahorcan mutuamente,
cómo se aman,
cómo defienden su presa,
cómo devoran...
Esto es lo que muestro.

Refiero las palabras que se dicen.
Lo que la madre le dice al hijo,
lo que el empresario le ordena al obrero,
lo que la mujer le responde al marido.
Palabras implorantes, de mando,
de súplica, de confusión,
de mentira, de ignorancia...
Todas las refiero.

Veo precipitarse nevadas,
terremotos que se aproximan.
Veo surgir montañas en medio del camino,
ríos que se desbordan.
Pero las nevadas llevan sombrero en la cabeza,
las montañas se han bajado de automóviles
y los ríos enfurecidos mandan escuadrones de policías.

BERTOLT BRECHT
Alemania-1898
De “Poemas y canciones [1926-1933]”

 


Madrid, 23-03-17

CANCIÓN DEL AUTOR DRAMÁTICO
(Fragmento)

2
Para poder mostrar lo que veo,
estudié las representaciones de otros pueblos y otras
   épocas.
He adaptado un par de obras, examinando
minuciosamente su técnica y asimilando de ellas
lo que a mí me servía.
Estudié las representaciones de los grandes señores feudales
entre los ingleses, con sus ricas figuras
a las que el mundo sirve para desplegar su grandeza.
Estudié a los españoles moralizantes,
a los indios, maestros en las bellas sensaciones,
y a los chinos, que representan a las familias
y los variados destinos en las ciudades.

BERTOLT BRECHT
Alemania-1898
De “Poemas y canciones [1926-1933]”


Madrid, 24-03-17

TORO EN EL MAR
15

El soldado soñaba, aquel soldado
de tierra adentro, oscuro: -Si ganamos,
la llevaré a que mire los naranjos,
a que toque la mar, que nunca ha visto,
y se le llene el corazón de barcos.

Pero vino la paz. Y era un olivo
de interminable sangre por el campo.

RAFAEL ALBERTI
España-1902
De “Entre el clavel y la espada


Madrid, 27-03-17

TAL VEZ CAMBIÉ DESDE ENTONCES

A mi patria llegué con otros ojos
que la guerra me puso
debajo de los míos.
Otros ojos quemados
en la hoguera,
salpicados
por llanto mío y sangre de los otros,
y comencé a mirar y a ver más bajo,
más al fondo inclemente
de las asociaciones. La verdad
que antes no despegaba de su cielo
como una estrella fue,
se convirtió en campana,
oí que me llamaba
y que se congregaban otros hombres
al llamado. De pronto
las banderas de América,
amarillas, azules, plateadas,
con sol, estrella y amaranto y oro
dejaron a mi vista
territorios desnudos,
pobres gentes de campos y caminos,
labriegos asustados, indios muertos,
a caballo, mirando ya sin ojos,
y luego el boquerón infernal de las minas
con el carbón, el cobre y el hombre devastados,
pero eso no era todo
en las repúblicas,
sino algo sin piedad, sin amasijo:
arriba un galopante, un frío soberbio
con todas sus medallas,
manchado en los martirios
o bien los caballeros en el Club
con vaivén discursivo entre las alas
de la vida dichosa
mientras el pobre ángel oscuro,
el pobre remendado,
de piedra en piedra andaba y anda aún
descalzo y con tan poco que comer
que nadie sabe cómo sobrevive.

PABLO NERUDA
Chile-1904
De "Memorial de isla negra"


Madrid, 28-03-17

PEPE Y LA MUERTE

I

Fue una esperanza vana
la ilusión de la muerte.
Ella no ama de mí
sino mi cuerpo.

Y al estar hecho
todo de versos
la muerte enamorada
partió sin mí.

Cuando vi
que la muerte se alejaba
tuve un temblor
de despedida.

Y llegué a sentir
que la señora muerte
nunca jamás
volvería a besarme.

Mas comprendí de pronto,
en un silencio,
que un día de gloria,
de dolor inevitable
de derrota o de triunfo
yo mismo iré a buscarla
y mirándola a los ojos
le podré decir:
El hombre
ha de morir un día
y yo, soy un hombre.

La muerte
miró para un costado
y comenzó a reír
mientras decía:

Tú no podrás morir
tú no eres un hombre
tú eres un poeta.
Y desapareció.

Nadie lloró
el día de mi muerte
porque, en verdad,
al morir como hombre,
eterno en su decir
infinito en su tiempo,
nació un poeta.

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “Canciones [2003-2004]”


Madrid, 29-03-17

DE LOS ÁLAMOS Y LOS SAUCES
1

Dejadme llorar a mares,
largamente como los sauces.

Largamente y sin consuelo.
Podéis doleros...
                              Pero dejadme.

Los álamos carolinos
podrán, si quieren, consolarme.

Vosotros... Como hace el viento...
Podéis doleros...
                              Pero dejadme.

RAFAEL ALBERTI
España-1902
De “Entre el clavel y la espada


Madrid, 30-03-17

DE LOS ÁLAMOS Y LOS SAUCES
2

No puede, como es pequeño,
con tanto árboles grandes.

Sólo con la yerbabuena,
la flor del aire.

Álamo, me pesas mucho;
me doblas los hombros, sauce.

Se sentó. Y aunque era río,
no vino el agua a ayudarle.

RAFAEL ALBERTI
España-1902
De “Entre el clavel y la espada

 


Madrid, 31-03-17

LOA DE LA DIALÉCTICA

Con paso firme se pasea hoy la injusticia.
Los opresores se disponen a dominar otros diez mil años más.
La violencia garantiza: "Todo seguirá igual."
No se oye otra voz que la de los dominadores,
y en el mercado grita la explotación: "Ahora es cuando empiezo."
Y entre los oprimidos, muchos dicen ahora:
"Jamás se logrará lo que queremos".

Quién aún esté vivo no diga "jamás".
Lo firme no es firme.
Todo no seguirá igual.
Cuando hayan hablado los que dominan,
hablarán los dominados.
¿Quién puede atreverse a decir "jamás?
¿De quién depende que siga la opresión? De nosotros.
¿De quién que se acabe? De nosotros también.
¡Que se levante aquel que está abatido!
¡Aquel que está perdido, que combata!
¿Quién podrá contener al que conoce su condición?
Pues los vencidos de hoy son los vencedores de mañana
y el jamás se convierte en hoy mismo.

BERTOLT BRECHT
Alemania-1898
De “Poemas y canciones [1926-1933]”


 

Selección de Poemas Editados
 

 

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