Madrid, 01-06-17

NIÑA

a Laura Elena

Nombras el árbol, niña.
Y el árbol crece, lento,
alto deslumbramiento,
hasta volvernos verde la mirada.

Nombras el cielo, niña.
Y las nubes pelean con el viento
y el espacio se vuelve
un transparente campo de batalla.

Nombras el agua, niña,
Y el agua brota, no sé dónde,
brilla en las hojas, habla entre las piedras
y en húmedos vapores nos convierte.

No dices nada, niña.
Y la ola amarilla,
la marea de sol,
en su cresta nos alza,
en los cuatro horizontes nos dispersa

y nos devuelve, intactos,
en el centro del día, a ser nosotros.

OCTAVIO PAZ
México-1914
De “Libertad bajo palabra


Madrid, 02-06-17

ENTRE LA PIEDRA Y LA FLOR
I

Amanecemos piedras.

Nada sino la luz. No hay nada
sino la luz contra la luz.

La tierra:
palma de una mano de piedra.

El agua callada
en su tumba calcárea.
El agua encarcelada,
húmeda lengua humilde
que no dice nada.

Alza la tierra un vaho.
Vuelan pájaros pardos, barro alado.
El horizonte:
unas cuantas nubes arrasadas.

Planicie enorme, sin arrugas.
El henequén, índice verde,
divide los espacios terrestres.
Cielo ya sin orillas.

OCTAVIO PAZ
México-1914
De “Libertad bajo palabra”


Madrid, 05-06-17

ESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ
XI

Miré al cadáver, su raudo orden visible
y el desorden lentísimo de su alma;
le vi sobrevivir; hubo en su boca
la edad entrecortada de dos bocas.
Le gritaron su número: pedazos.
Le gritaron su amor: ¡más le valiera!
Le gritaron su bala: ¡también muerta!
Y su orden digestivo sosteníase
y el desorden de su alma, atrás, en balde.
Le dejaron y oyeron, y es entonces
que el cadáver
casi vivió en secreto, en un instante;
mas le auscultaron mentalmente, ¡y fechas!
lloráronle al oído, ¡y también fechas!

CÉSAR VALLEJO
Perú-1892
De "España, aparta de mí este cáliz"


Madrid, 06-06-17

TÚ, YO MISMO...

Tú, yo mismo, seco como un viento derrotado
que no pudo sino muy brevemente sostener en sus brazos
   una hoja que arrancó de los árboles
¿cómo será posible que nada te conmueva
que no haya lluvia que te estruje ni sol que rinda tu fatiga?
Ser una transparencia sin objeto
sobre los lagos limpios de tus miradas
oh tempestad, diluvio de hace ya mucho tiempo.
Si desde entonces busco tu imagen que era solamente mía
si en mis manos estériles ahogué la última gota de tu
   sangre y mi lágrima
y si fue desde entonces indiferente el mundo e infinito
   el desierto
y cada nueva noche musgo para el recuerdo de tu abrazo
¿cómo en el nuevo día tendré sino tu aliento,
sino tus brazos impalpables entre los míos?
Lloro como una madre que ha reemplazado al hijo único
   muerto.
Lloro como la tierra que ha sentido dos veces germinar
   el fruto perfecto y mismo.
Lloro porque eres tú para mi duelo
y ya te pertenezco en el pasado.

SALVADOR NOVO
México-1904
De “Nuevo amor"


Madrid, 07-06-17

ESFINGES SUELEN SER

Una mano, dos manos. Nada más.
Todavía me duelen las manos que me faltan
ésas que se quedaron adheridas a la barca fantasma que me trajo
y sacuden la costa con golpes de tambor,
con puñados de arena contra el agua de migraciones y nostalgias.
Son manos transparentes que deslizan el mundo debajo de mis pies,
que vienen y se van.
Pero éstas que prolongan mi espesa anatomía
más allá de cualquier posible hoguera,
un poco más acá de cualquier imposible paraíso,
no son manos que sirvan para entreabrir las sombras,
para quitar los velos y volver a cerrar.
Yo no entiendo estas manos.
Sí, demasiado próximas,
demasiado distantes,
ajenas como mi propio vuelo acorralado adentro de otra piel,
como el insomnio de alguien que huye inalcanzable por mis dedos.
A veces las encuentro casi a punto de ocultarme de mí
o de apostar el resto en favor de otro cuerpo,
de otro falso plumaje que conspira con la noche y el sol.
Me inquietan estas manos que juegan al misterio y al azar.
Cambian mis alimentos por regueros de hormigas,
buscan una sortija en el desierto,
transforman la inocencia en un cuchillo,
perseveran absortas como valvas en la malicia y el error.
Cuando las miro pliegan y despliegan abanicos furtivos,
una visión errante que se pierde entre plumas, entre alas de saqueo,
mientras ellas se siguen, se persiguen,
crecen hasta cubrir la inmensidad o reducen a polvo el cuenco
   de mis días.
Son como dos esfinges que tejen mi condena con la mitad del crimen,
con la mitad de la misericordia.
¡Y esa expresión de peces atrapados,
de pájaros ansiosos,
de impasibles harpías con que asisten a su propio ritual!
Esta es la ceremonia del contagio y la peste hasta la idolatría.
Una caricia basta para multiplicar esas semillas negras que propagan
   la lepra,
esas fosforescencias que propagan la seda y el ardor,
esos hilos errantes que propagan el naufragio y la sed.
¡Y esa brasa incesante que deslizan de la una a la otra como un
   secreto al rojo,
como una llama que quema demasiado!
Me pregunto, me digo
qué trampa están urdiendo desde mi porvenir estas dos manos.
Y sin embargo son las mismas manos.
Nada más que dos manos extrañamente iguales a dos manos
   en su oficio de manos,
desde el principio hasta el final.

OLGA OROZCO
Argentina-1920
De "Museo salvaje"


Madrid, 08-06-17

JUEGOS PROHIBIDOS

El mundo es un giro de viento;
abre las puertas detenidas;
yo abro las puertas,
yo soy el mundo.

Hablo a las baldosas
con la lentitud ingenua
de la renovación,
yo me renuevo.

Salto las ventanas viejas
de un barrio pobre
y amo a las muchachas
aun despiertas.

Les dejo el corazón
y luego parto.

Conmigo queda el aliento
que más tarde doy
por las calles de aquí,
por donde caminamos todos
todos los días.

Al llegar a las esquinas frías
me detengo,
miro el cielo:
no es imposible.

Y vuelo entonces sobre esta sonrisa atlética
para cubrir
algunas faltas de amor.

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “Pequeña historia


Madrid, 09-06-17

JUGADORES

Jugamos nuestra vida
y bien se nos perdió.
era robusta y ancha
como montaña al sol.

Y se parece al bosque
raído, y al dragón
cortado, y al mar seco,
y a ruta sin veerdor.

La jugamos por nuestra
como sangre y sudor,
y era para la dicha
y la Resurección.

Otros jugaban dados,
otros colmado arcón;
nosotros los frenéticos,
jugamos lo mejor.

Fue más fuerte que vino
y que agua de turbión
ser en la mesa el dado
y ser el jugador.

Creímos en azares,
en el sí y en el no.
Jugábamos, jugando,
infierno y salvación.

No nos guarden la cara,
la marcha ni la voz;
ni nos hagan fantasma
ni nos vuelvan canción.

Ni nombre ni semblante
guarden del jugador.
¡Volveremos tan nuevos
como ciervo y alción!

Si otra vez asomamos,
si hay segunda ración,
traer, no traeremos
cuerpo de jugador.
.

 GABRIELA MISTRAL
C
hile-1889
De “Tala”


Madrid, 12-06-17

JARDÍN

Zanjones,
sierras ásperas,
médanos,
sitiados por jadeantes singladuras
y por las leguas de temporal y de arena

que desde el fondo del desierto se agolpan.
En un declive está el jardín.
Cada arbolito es una selva de hojas.
Lo asedian vanamente
los estériles cerros silenciosos
que apresuran la noche con su sombra
y el triste mar de inútiles verdores.
Todo el jardín es una luz apacible

que ilumina la tarde.
El jardincito es como un día de fiesta
en la pobreza de la tierra.

JORGE LUIS BORGES
Argentina-1899
De "Fervor de Buenos Aires"


Madrid, 13-06-17

GALOPANDO EN EL SUR

A caballo cuarenta leguas:
las cordilleras de Malleco,
el campo está recién lavado,
el aire es eléctrico y verde.
Regiones de rocas y trigo,
un ave súbita se quiebra,

el agua resbala y escribe
cifras perdidas en la tierra.

Llueve, llueve con lenta lluvia,
llueve con agujas eternas
y el caballo que galopaba
se fue disolviendo en la lluvia:
luego se reconstruyó
con las gotas sepultureras
y voy galopando en el viento
sobre el caballo de la lluvia.

Sobre el caballo de la lluvia
voy dejando atrás las regiones,
la gran soledad mojada,
las cordilleras de Malleco.

PABLO NERUDA
Chile-1904
De "Estravagario"


Madrid, 14-06-17

POEMA II

Tratar a la mujer de uno como si fuera un animal salvaje
Caminar al lado de la bella Olga
la que codician y aman en secreto
la que tiene en la cara el sol de la llanura
y en su sexo
un corazón ardiente y luminoso
                                            llama de amor.

Que sepa que sabemos que ella desea el universo
Carne sumisa al placer y a mi carne y donde todo sería
                                                        [insuficiente.

Violentemos su ceguera
abramos sus ojos a nuestro cuerpo
como cuando los días de las grandes pasiones en viejas
                                                                          [posadas
donde mujeres extranjeras hacían de nuestro cuerpo
la fuente de la juventud.

Digamos frente a ella las palabras de la incertidumbre.
Te amo y amo al mundo.
Deseo los colores.
Amo las plantas verdes de savia en el verano
y en las tardes de otoño, extraño con dolor,
el brasero de amor con que mi madre
calentó nuestro cuerpo.

Te amo y estoy enamorado de mis versos y amo de vos
precisamente
                 tu sexo femenino
                                         tu cara de mujer.

.

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De "Yo pecador"


Madrid, 15-06-17

MAÑANA EN LA VENTANA

Hay ruido de platos de desayuno en cocinas subterráneas
y a lo largo de los bordes pisoteados de la calle
percibo las almas húmedas de las criadas
que brotan sin esperanza tras las cancelas.

Las pardas oleadas de la niebla me arrojan
rostros torcidos desde el fondo de la calle,
y arrancan de una transeúnte de faldas embarradas
una sonrisa sin sentido que planea en el aire
y se desvanece a ras de los tejados.

THOMAS STEARNS ELIOT
Estados Unidos-1888
De “Prufrock y otras observaciones”


Madrid, 19-06-17

EL HELICÓPTERO

Ahí anda de nuevo el helicóptero dándole vueltas y vueltas a la casa,
horas y horas, no para nunca
el asedio, ahí anda
todavía entre las nubes el moscardón con esa orden
de lo alto gira que gira olfateándonos
hasta la muerte.

Lo indaga todo desde arriba, lo escruta todo hasta el polvo
   con sus antenas
minuciosas, apunta el nombre de cada uno, el instante
que entramos a la habitación, los pasos
en lo más oscuro del pensamiento, tira la red,
la recoge con los pescados aleteantes, nos paraliza.

Máquina carnicera cuyos élitros nos persiguen hasta después
que caemos, máquina sucia,
madre de los cuervos delatores, no hay abismo
comparable a esta patria hueca, a este asco
de cielo con este cóndor venenoso, a este asco de aire
apestado por el zumbido del miedo, a este asco
de vivir así en la trampa
de este tableteo de lata, entre lo turbio
del ruido y lo viscoso.

GONZALO ROJAS
Chile-1917
De “Oscuro”


Madrid, 20-06-17

ANTIGUAS LEYENDAS VERDADERAS

Nunca olvides el escondido corazón,
En él -dicen antiguas leyendas verdaderas-
De hombres y poetas- se modelan
Los temblores que la carne aprisiona.

Allí, disimulado, nace el amor
También el deseo de bondad
La alegría del sueño
Con los ojos abiertos
Pensando en la belleza de la flor
Y en la visión de cielos
Navegados por celestes espíritus
Que recuerdan palomas arrullándose.

También allí nace la náusea
Negro cuervo de hoy
Que el indefenso cerebro no domina.
Nacen también, hiedras de carne,
En incorpóreas manitas que destruyen,
El odio y la maldad y el picadero
Donde se asombran los rojos payasos
Los amarillos y azules payasos doloridos
Que jugando con dios levantan hongos
De hidrógeno y cobalto que retornan
Al suelo la bonanza de inhabitado espacio.

Nunca olvides el escondido corazón
-Aunque parezca muy simple recordarlo-
En él dicen antiguas leyendas verdaderas
Nace sin rumbo el pobre y simple amor humano.

ARIEL CANZANI
Argentina-1928
De “El orín y el silencio”


Madrid, 21-06-17

SI EL VIENTO ME LLAMARA

Si el viento me llamara partiría,
convertidos en hélices los brazos,
diademas deslumbrantes en las sienes
y en los ojos antorchas de carburo.
Hombre-motor, metálica luciérnaga
propulsada por tanques y turbinas.
Desde la torre de comando un ángel
con casco de metal y alas de fuego,
me daría las órdenes supremas.
¡Avión al vuelo, noche despejada
y augurios altos del celeste clima!
¡Puedes partir, alondra de aluminio,
ruiseñor-helicóptero silbante,
semidiós de incendiada cabellera!
Y subiría rápido a la nave,
trepidándome el pulso, raudo el vuelo,
y abajo los kilómetros terrestres
por mis llamas de azufre oscurecidos.
¡Qué hermosura de cuerpo transformándose
de pronto en resplandor irresistible!
¡Qué entusiasmo, qué furia, qué destreza!
¡Qué soplo desplazante en los pulmones!
¡Qué poder dominado por los músculos!
¡Qué fracaso del ángel de la angustia!
¡Qué triunfo cenital de la alegría!

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De "Labios nocturnos"


Madrid, 22-06-17

SON LAS OCHO, EL AMOR. COMO. TRABAJO

Son las ocho, el amor. Como. Trabajo.
(Esto es decir la furia con que vivo.)
Córtenme entero el naipe fugitivo,
la hélice de sed donde ya viajo.

Son las ocho, el amor. No tiene nombre
sino el rostro perdido de las nubes;
le pregunto, riendo: ¿qué, no subes?
Y se vuelve de espaldas como un hombre.

Son las ocho, el amor. No, me equivoco:
ni el amor ni las ocho; sólo un poco
de ilusión tan humilde que naufraga.

Vengan a consolarme, bestias, gente,
que quería ser luz resplandeciente
y he quemado el jamás con una llaga.

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1922
De “Sonetos”


Madrid, 23-06-17

TU DESEO ES UN CARDO SENSITIVO

Tu deseo es un cardo sensitivo,
una fragante espada que atraviesa
el momento total de mi tristeza
y me clava su ardor intempestivo.

Por tu deseo, vendaval cautivo,
viajo de la inquietud a la tibieza;
por tu deseo estorbo en la cabeza,
falto en mi corazón definitivo.

Por tu deseo, llamarada pura,
parezco entretenida de locura
y en rebeliones tercas me derribo.

Y con fiebres calladas, si te veo,
como una tempestad relampagueo
para enterarme de que en carne vivo...

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1922
De “Memoria de la fiebre


Madrid, 26-06-17

EL INSTANTE

Sentí que algo hacia el silencio
de la muerte descendía.
Algo profundo y tan mío
como lo es la sangre misma.
Tuve pavor de estar vivo
y de hallarme en agonía,
y en aquel instante inmenso,
de negación infinita,
al pecho llevé las manos
por saber lo que perdía.
Pero hallé mi fuerza intacta
y mi voluntad activa;
y ardiendo en sus soledades,
como entre llamas divinas,
mi corazón traspasado
por siete espadas de vida.

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De “Los júbilos ilesos”


Madrid, 27-06-17

CÁNTICO DEL SOLE

El pensar lo que América sería
si los clásicos tuvieran más difusión
                turba mi sueño,
el pensar lo que América,
el pensar lo que América,
el pensar lo que América sería
si los clásicos tuvieran más difusión
                turba mi sueño.
Nunc dimittis, ahora permite a tu siervo,
ahora permite a tu siervo
                marchar en paz.
El pensar lo que América,
el pensar lo que América,
el pensar lo que América sería
si los clásicos tuvieran más difusión...
                ¡Oh, vaya por Dios!
                Eso turba mi sueño.

EZRA POUND
Estados Unidos-1885
De “Lustra”


Madrid, 28-06-17

MÚSICA DEL VIENTO

Oigo, muchacha, el viento por el llano.
Solo de ti, contemplo su agonía
y la desesperada melodía
que le arranca al silencio del secano.

Oigo su llanto y se me va la mano
al corazón, sonando todavía.
¡Qué gran orquesta azul conduciría
el chopo capuchino y castellano!

Pero es el viento aquí quien pulsa y toca
y yo, solo de ti, quien oye y lleva
a la invisible orquesta su lamento.

Y, de repente, entonan en mi boca
las valvas de tu nombre un aria nueva.
Y al viento se le olvida ser el viento.

CARLOS MURCIANO
España-1931
De "Clave"


Madrid, 29-06-17

LOS ANILLOS FATIGADOS

 

Hay ganas de volver, de amar, de no ausentarse,
y hay ganas de morir, combatido por dos
aguas encontradas que jamás han de istmarse.

Hay ganas: de un gran beso que amortaje a la Vida,
que acaba en el áfrica de una agonía ardiente,
suicida!

Hay ganas de... no tener ganas, Señor;
a ti yo te señalo con el dedo deicida:
hay ganas de no haber tenido corazón.

La primavera vuelve, vuelve y se irá. Y Dios,

curvado en tiempo, se repite, y pasa, pasa
a cuestas con la espina dorsal del Universo.

Cuando las sienes tocan su lúgubre tambor...
cuando me duele el sueño grabado en un puñal,
¡hay ganas de quedarse plantado en este verso!

CÉSAR VALLEJO
Perú-1892
De “Los heraldos negros”


 

Selección de Poemas Editados
 

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