Madrid, 12-02-16

SOL DE INVIERNO

Es mediodía. Un parque.
Invierno. blancas sendas:
simétricos montículos
y ramos esqueléticos.

Bajo el invernadero,
naranjos en maceta,
y en su tonel, pintado
de verde, la palmera.

Un viejecillo dice,
para su capa vieja:
"¡El sol, esta hermosura
de sol!..." Los niños juegan.

El agua de la fuente
resbala, corre y sueña
lamiendo, casi muda,
la verdinosa piedra.

ANTONIO MACHADO
España-1875
De “Soledades”


Madrid, 15-02-16

GLOSA
1

Nuestras vidas son los ríos,
que van a dar a la mar,
que es el morir
. ¡Gran cantar!

Entre los poetas míos
tiene Manrique un altar.

Dulce goce de vivir:
mala ciencia del pasar,
ciego huir a la mar.

Tras el pavor del morir
está el placer de llegar.

¡Gran placer!
Mas ¿y el horror de volver?
¡Gran pesar!

ANTONIO MACHADO
España-1875
De “Soledades”


Madrid, 16-02-16

GLOSA
2

Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Dí: ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?

Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.

Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.

Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.

ANTONIO MACHADO
España-1875
De “Soledades”


Madrid, 17-02-16

¿MI CORAZÓN SE HA DORMIDO?

¿Mí corazón se ha dormido?
Colmenares de mis sueños,
¿ya no labráis? ¿Está seca
la noria del pensamiento,
los cangilones vacíos,
girando, de sombra llenos?

No; mi corazón no duerme.
Está despierto, despierto.
Ni duerme ni sueña; mira,
los claros ojos abiertos,
señas lejanas y escucha
a orillas del gran silencio.

ANTONIO MACHADO
España-1875
De “Soledades”


Madrid, 18-02-16

NOCHE DE VERANO

Es una hermosa noche de verano.
Tienen las altas casas
abiertos los balcones
del viejo pueblo a la anchurosa plaza.
En el amplio rectángulo desierto,
bancos de piedra, evónimos y acacias
simétricos dibujan
sus negras sombras en la arena blanca.
En el cenit, la luna y en la torre
la esfera del reloj iluminada.
Yo, en este viejo pueblo paseando
solo, como un fantasma.

ANTONIO MACHADO
España-1875
De “Soledades”


Madrid, 18-02-16

XXXVIII

¡Los suspiros son aire y van al aire!
¡Las lágrimas son agua y van al mar!
Dime, mujer: cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
España-1836
De “Rimas”


Madrid, 22-02-16

YA SIN TIEMPO

A Ottone Rosai

Para un Dios que ría como un niño,
Tantos gritos de pájaros,
Tanta danza en las ramas,

Un alma perdió ya todo su peso,
Los prados tienen una ternura tal,
Tal pudor en los ojos revive,

Las manos como hojas
Se encantan en el aire...

¿Quién teme ya, quién juzga?

GIUSEPPE UNGARETTI
Egipto, 1888
De "Sentimiento del tiempo"


Madrid, 23-02-16

LA FILLE DE MINOS ET DE PASIPHÄE

"Todo ángel es terrible."
Rilke, por supuesto
(Versión de José María Valverde)

Cabello de ángel
Ojo de ángel
Nariz de ángel
Pecho de ángel
Flanco de ángel
Abertura de ángel
oro de ángel
Flor de ángel
mano de ángel
Uña de ángel
Arañazo de ángel
Mordida de ángel
Cólera de ángel
Aullido de ángel
Lágrima de ángel
Caída de ángel
Desolación de ángel
oscuridad de ángel
Ausencia de ángel
Ángel de ángel
Adiós de ángel

 

ROBERTO FERNÁNDEZ RETAMAR
Cuba-1930
De “cosas del corazón y otros poemas”


Madrid, 24-02-16

ENTRE EL DOLOR Y EL PLACER...

Entre el dolor y el placer median tres criaturas,
de las cuales la una mira a un muro,
la segunda usa de ánimo triste
y la tercera avanza de puntillas;
pero, entre tú y yo,
sólo existen segundas criaturas.

apoyándose en mi frente, el día
conviene en que, de veras,
hay mucho de exacto en el espacio;
pero, si la dicha, que, al fin, tiene un tamaño,
principia ¡ay! por mi boca,
¿quién me preguntará por mi palabra?

Al sentido instantáneo de la eternidad
corresponde
este encuentro investido de hilo negro,
pero a tu despedida temporal,
tan sólo corresponde lo inmutable,
tu criatura, el alma, mi palabra.

SAR VALLEJO
Perú-1892
De “Poemas en prosa”


Madrid, 25-02-16

¡CUATRO CONCIENCIAS...

¡Cuatro conciencias
simultáneas enredándose en la mía!
¡Si vierais cómo ese movimiento
apenas cabe ahora en mi conciencia!
¡Es aplastante! Dentro de una bóveda
pueden muy bien
adosarse, ya internas o ya externas,
segundas bóvedas, mas nunca cuartas;
mejor dicho, sí,
mas siempre y, a lo sumo, cual segundas.
No puedo concebirlo; es aplastante
Vosotros mismos a quienes inicio en la noción
de estas cuatro conciencias simultáneas,
enredadas en una sola, apenas os tenéis
de pie ante mi cuadrúpedo intensivo.
¡Y yo que le entrevisto (Estoy seguro)!

 

CÉCAR VALLEJO
Perú-1892
De “Poemas en prosa”


Madrid, 26-02-16

ECCE HOMO

¡Sí! ¡Sé de dónde procedo!
Insaciable cual la llama
quemo, abraso y me consumo.
Luz se vuelve cuanto toco
y carbón cuanto abandono:
llama soy sin duda alguna.

FRIEDRICH NIETZSCHE
Alemania-1844
De "Poemas"


Madrid, 29-02-16

EL PRESAGIO

Estaba escrito en sombras.
Fue trazado con humo en medio de dos alas de colores,
casi una incrustación de riguroso luto cortando en dos
   el brillo de la fiesta.

Lo anunció muchas veces el quejido escarchado del cristal
   debajo de tus pies.

Lo dijeron oscuros personajes girando siempre a tientas,
porque nunca hay salida para nadie en los vertiginosos
   albergues de los sueños.
Lo propagó la hierba que fue un áspero, tenebroso plumaje
   una mañana.
Lo confirmaron día tras día las fisuras súbitas en los muros,
Los trazos de carbón sobre la piedra, las arañas traslúcidas,
   los vientos.
Y de repente se desbordó la noche,
rebasó en la medida del peligro las vitrinas cerradas, los lazos
   ajustados,
las manos que a duras penas contenían la presión tormentosa.
Un gran pájaro negro cayó sobre tu plato.
Es como la envoltura de algún fuego sombrío, taciturno,
   sofocado,
que vino desde lejos horadando al pasar la intacta protección
   de cada día.
Ahora observas humear esa cosecha escalofriante.
Llega desde las más remotas plantaciones de tu presentimiento
   y de tu miedo,
llega incesantemente exhalando el misterio.
Está sobre tu plato y no hay distancia alguna que te aparte,
ni escondite posible.

OLGA OROZCO
Argentina-1920
De “La noche a la deriva”


 

Selección de Poemas Editados
 

 

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