COPA CON ALAS
Una copa con
alas: quién la
ha visto
Antes que yo? Yo
ayer la vi.
Subía
Con lenta
majestad, como
quien vierte
Óleo sagrado: y
a sus bordes
dulces
Mis regalados
labios
apretaba:-
Ni una gota
siquiera, ni una
gota
Del bálsamo
perdí que hubo
en tu beso!
Tu cabeza de
negra cabellera
-Te acuerdas?-
con mi mano
requería,
Porque de mí tus
labios generosos
No se
apartaran.-Blanda
como el beso
Que a ti me
transfundia, era
la suave
Atmósfera en
redor: la vida
entera
Sentí que a mí
abrazándote,
abrazaba!
Perdí el mundo
de vista, y sus
ruidos
Y su envidiosa y
bárbara batalla!
Una copa en los
aires ascendía
Y yo, en brazos
no vistos
reclinado
Tras ella, asido
de sus dulces
bordes:
Por el espacio
azul me
remontaba!
Oh amor, oh
inmenso, oh
acabado artista:
En rueda o riel
funde el herrero
el hierro:
Una flor o mujer
o águila o ángel
En oro o plata
el joyador
cincela:
Tú sólo, sólo
tú, sabes el
modo
De reducir el
Universo a un
beso!
JOSÉ MARTÍ
Cuba-1853
De “Versos
libres”
AUSENCIA
Habré de
levantar la
vasta vida
que aún ahora es
tu espejo:
cada mañana
habré de
reconstruirla.
Desde que te
alejaste,
cuántos lugares
se han tornado
vanos
y sin sentido,
iguales
a luces en el
día.
Tardes que
fueron nicho de
tu imagen,
músicas en que
siempre me
aguardabas,
palabras de
aquel tiempo,
yo tendré que
quebrarlas con
mis manos.
¿En qué
hondonada
esconderé mi
alma
para que no vea
tu ausencia
que como un sol
terrible, sin
ocaso,
brilla
definitiva y
despiadada?
Tu ausencia me
rodea
como la cuerda a
la garganta,
el mar al que se
hunde.
JORGE LUIS
BORGES
Argentina-1899
De "Fervor de
Buenos Aires"
LA VIDA TE LO DA Y TE LO QUITA TODO
La vida te lo da
y te lo quita todo.
El mundo nos ve volando
pero es una ilusión.
Somos títeres en las
manos
de un viento cruel.
Desconocido viento
que nos lleva
más allá de nosotros.
¡Qué bravura!
¡Qué sencillez!
¡Qué alegría!
Amor mío, amor mío
vuelve tu cara hacia la
noche
que allí nadie podrá
descubrir nuestro amor.
Y algunos llegarán a
decir
que nunca pude
templar una guitarra.
Pobre de mí dirán
algunos
sin saber qué decir
cuando me vean volando
entre tus piernas
cruzadas
sobre el mundo.
Pobre de mí
amante ligero del abismo
desgarrador silencio del
poema
o bruma desatada o
soledad
y cuentos donde la bella
se desvanece antes de la
alegría.
MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De "Notas
Diálogos Redes sociales
Flamenco, Tango y Poesía"
MISTERIOS
Todos los misterios de
la infancia
se van como la niebla
del río.
Misterios eran Tonias y
Tanias
aún con los pies rojos
por el frío.
Misterios las estrellas
y animales,
y las setas bajo los
temblones.
Y las puertas chirriaban
misteriosamente,
como sólo chirrían las
puertas en la infancia.
Los enigmas del mundo
iban surgiendo
como las bolitas de la
boca
de un faquir encantador
que sabe su secreto.
Copos de nieve
encantados
sobre campos y bosques
caían.
Sonrisas encantadas
danzaban en los ojos de
las niñas.
Susurrábamos algo
misteriosamente
en la misteriosa pista
de hielo.
Y una mano tocaba a otra
mano,
temerosa, como el
misterio toca al
misterio.
Y, de repente, fuimos
mayores.
Con su frac desgastado,
el faquir
se marchó de tournée a
otra infancia,
a un lejano país.
Se olvidó de nosotros,
ya adultos.
Faquir: ¡qué mala
persona eres!
Tan sin misterio es, que
hoy nos molesta
al caernos encima la
nieve.
¿Dónde estáis,
encantadas bolitas?
Nuestra tristeza no
tiene misterio.
Ya no son un misterio
los otros,
ni nosotros lo somos
para ellos.
Cuando una mano, a
veces,
a otra mano toca
acariciando,
sólo toca una mano, no
un misterio.
¿Comprendéis? Solamente
una mano.
Dadnos un misterio muy
sencillo,
ese misterio que es
timidez y silencio,
un misterio delgado y
descalzo.
Aunque sólo sea uno,
¡dadnos un misterio!
EVGUENI EVTUCHENKO
Siberia-1933
De "Ternura"
DESPEDIDA
Ahora son los adioses
que por un golpe de
viento
se allegan o parten;
así son todas las
dichas.
Si Dios quiere vuelvo un
día
de nuevo la cara,
no regreso si los
rostros
que busco me faltan.
Así somos, como son
cimbreando las palmas:
apenas las junta el gozo
y ya se separan.
Gracias del pan, de la
sal
y de la pitahaya,
del lecho que olía a
mentas
y la noche "hablada".
La garganta más no dice
por acuchillada;
no ven la puerta los
ojos
cegados de lágrimas.
GABRIELA MISTRAL
Chile-1889
De “Lagar”
LXVI
Dobla el dos de Noviembre.
Estas sillas son buenas
acogidas.
La rama del
presentimiento
va, viene, sube, ondea
sudorosa,
fatigada en esta sala.
Dobla triste el dos de
Noviembre.
Difuntos, qué bajo
cortan vuestros dientes
abolidos, repasando
ciegos nervios,
sin recordar la dura
fibra
que cantores obreros
redondos remiendan
con cáñamo inacabable,
de innumerables nudos
latientes de
encrucijada.
Vosotros, difuntos, de
las nítidas rodillas
puras a fuerza de
entregaros,
cómo aserráis el otro
corazón
con vuestras blancas
coronas, ralas
de cordialidad. Sí.
Vosotros, difuntos.
Dobla triste el dos de
Noviembre.
Y la rama del
presentimiento
se la muerde un carro
que simplemente
rueda por la calle.
CÉSAR VALLEJO
Perú-1892
De “Trilce”
LXXVII
Graniza tanto, como para
que yo recuerde
y acreciente las perlas
que he recogido del
hocico mismo
de cada tempestad.
No se vaya a secar esta
lluvia.
A menos que me fuese
dado
caer ahora para ella, o
que me enterrasen
mojado en el agua
que surtiera de todos
los fuegos.
¿Hasta dónde me
alcanzará esta lluvia?
Temo me quede con algún
flanco seco;
temo que ella se vaya,
sin haberme probado
en las sequías de
increíbles cuerdas
vocales,
por las que,
para dar armonía,
hay siempre que subir
¡nunca bajar!
¿No subimos acaso para
abajo?
¡Canta, lluvia, en la
costa aún sin mar!
CÉSAR VALLEJO
Perú-1892
De “Trilce”
SE ME VA LA TINTA HACIENDO GUERRA
Es posible
secarse
y estar vivo en
una célula
terrible.
Parpadea,
camina, fulge,
amenaza la
música del día.
Siempre que
cruzas rige la
semilla,
va el mar con
todo un
parlamento mudo,
te estrellas
contra mármoles
en el minuto que
pare la ternura.
Ya no puedo
cantarte:
está mi gente
-pues soy del
que más sufre,
de los rebeldes
maniatados-
y se me va la
tinta haciendo
guerra.
CARILDA
OLIVER LABRA
Cuba-1922
De
"Desaparece el
polvo"
MORIR
El que no quiere
morir enloquece
aquel que se ve
muerto se
consuela
Qué irá a salir
de ti
qué bailarina
inmóvil
blanca muy
exactamente
Qué mendiga de
estío
de virtudes aún
verdes
de sonreír
torturado
Qué bella de
guantes púdicos
manos vírgenes
frente lisa
qué día qué
mirar qué sueño
Ciega a las
sombras
terrestres
morirás con los
ojos abiertos
PAUL ÉLUARD
Francia-1895
De “Le libre
ouvert, I”