Madrid, 03-11-14

LA VIDA ES SUEÑO
Escena X de la Jornada tercera (Fragmento)

Rosaura.

...Ea, pues, fuerte caudillo,
a los dos juntos importa
impedir y deshacer
estas concertadas bodas:
a mí, porque no se case
el que mi esposo se nombra,
y a ti, porque, estando juntos
sus dos estados, no pongan
con más poder y más fuerza
en duda nuestra victoria.
Mujer vengo a persuadirte
al remedio de mi honra,
y varón vengo a alentarte
a que cobres tu corona.
Mujer vengo a enternecerte
cuando a tus plantas me ponga
y varón vengo a servirte
cuando a tus gentes socorra.
Mujer vengo a que me valgas
en mi agravio y mi congoja,
y varón vengo a valerte
con mi acero y mi persona.
Y así piensa, que si hoy
como a mujer me enamoras
como varón te daré
la muerte en defensa honrosa
de mi honor, porque he de ser
en su conquista amorosa,
mujer para darte quejas,
varón para ganar honras.

PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA
España-1600
De "La vida es sueño"


Madrid, 04-11-14

LA VIDA ES SUEÑO
Escena X de la Jornada tercera (Fragmento)

...Segismundo.
Cielos, si es verdad que sueño,
suspendedme la memoria,
que no es posible que quepan
en un sueño tantas cosas.
¡Válgame Dios, quién supiera,
o saber salir de todas,
o no pensar en ninguna!

¿Quién vio penas tan dudosas?
Si soñé aquella grandeza
en que me vi, ¿cómo ahora
esta mujer me refiere
unas señas tan notorias?
Luego fue verdad, no sueño;
y si fue verdad, que es otra
confusión y no menor,
¿cómo mi vida le nombra
sueño? ¿Pues tan parecidas
a los sueños son las glorias,
que las verdaderas son
tenidas por mentirosas,
y las fingidas por ciertas?
¿Tan poco hay de unas a otras,
que hay cuestión sobre saber
si lo que se ve y se goza,
es mentira o es verdad?
¿Tan semejante es la copia
al original, que hay duda
en saber si es ella propia?
Pues si es así, y ha de verse
desvanecida entre sombras
la grandeza y el poder,
la majestad y la pompa,
sepamos aprovechar
este rato que nos toca,
pues sólo se goza en ella
lo que entre sueños se goza.
Rosaura está en mi poder,
su hermosura el alma adora,
gocemos, pues, la ocasión,
el amor las leyes rompa
del valor y confianza
con que a mis plantas se postra.
Esto es sueño, y pues lo es
soñemos dichas ahora
que después serán pesares.
Mas ¡con mis razones propias
vuelvo a convencerme a mí!
Si es sueño, si es vanagloria,
¿quién, por vanagloria humana,
pierde una divina gloria?
¿Qué pasado bien no es sueño?
¿Quién tuvo dichas heroicas
que entre sí no diga, cuando
las revuelve en su memoria:
sin duda que fue soñado
cuanto vi? Pues si esto toca
mi desengaño, si sé
que es el gusto llama hermosa,
que la convierte en cenizas
cualquiera viento que sopla,
acudamos a lo eterno,
que es la fama vividora
donde ni duermen las dichas,
ni las grandezas reposan.
Rosaura está sin honor;
más a un príncipe le toca
el dar honor, que quitarle.
¡Vive Dios! que de su honra
he de ser conquistador,
antes que de mi corona.
Huyamos de la ocasión,
que es muy fuerte.-Al arma toca,
que hoy he de dar la batalla,
antes que las negras sombras
sepulten los rayos de oro
entre verdinegras ondas.

PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA
España-1600
De "La vida es sueño"


Madrid, 05-11-14

LA VIDA ES SUEÑO
Escena X de la Jornada tercera (Final)

Rosaura.

¡Señor! ¿pues así te ausentas?
¿Pues ni una palabra sola
no te debe mi cuidado,
no merece mi congoja?
¿Cómo es posible, señor,
que ni me mires ni oigas?
¿Aún no me vuelves el rostro?

Segismundo.
Rosaura, al honor le importa,
por ser piadoso contigo,
ser cruel contigo ahora.
No te responde mi voz,
porque mi honor te responda:
no te hablo, porque quiero
que te hablen por mí mis obras,
ni te miro, porque es fuerza,
en pena tan rigurosa,
que no mire tu hermosura
quien a de mirar tu honra.
                                      Vanse.
Rosaura.
¿Qué enigmas, cielos, son éstas?
Después de tanto pesar,
¡aún me queda que dudar
con equívocas respuestas!

PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA
España-1600
De "La vida es sueño"


Madrid, 06-11-14

PAISAJE VI

Este es el día en que ascienden las nieblas del río
a la hermosa ciudad, en medio de prados y colinas,
y la difuminan como un recuerdo. Los vahos confunden
todo el verdor, pero todavía las mujeres de vivos colores
pasean por allí. Transitan sonrientes
por la blanca penumbra: todo puede suceder en la calle.
Puede suceder que el aire embriague.

                                                        La mañana
se habrá abierto de par en par a un dilatado silencio,
atenuando las voces. Incluso el pordiosero,
que no tiene ni ciudad ni casa, la habrá respirado,
como aspira, en ayunas, su vaso de aguardiente.
Merece la pena estar hambriento o haber sido traicionado
por la más dulce boca, con tal de salir a aquel cielo,
volviendo a encontrar, en el hálito, los más leves recuerdos.

Cada calle, cada sencilla esquina de una casa,
conserva en la niebla un antiguo temblor:
quien lo nota no puede abandonarse. No puede abandonar
su tranquila ebriedad, formada por cosas
de una vida repleta, descubiertas al sorprendernos
una casa o un árbol, una idea imprevista.
Incluso los grandes caballos, que habrán de pasar
al alba entre la niebla, hablarán de aquel entonces.

O acaso un muchacho que huyó de casa
regresa precisamente hoy que asciende la niebla
sobre el río y olvida su vida entera,
las miserias, el hambre y las lealtades traicionadas,
para detenerse en un rincón, bebiéndose la mañana.
Merece la pena el regreso, aun siendo alguien distinto.

CESARE PAVESE
Italia-1908
De "Trabajar cansa"


Madrid, 07-11-14

EXPIACIÓN

Yo soy Raskolnikov, tornando siempre
al oscuro sitial de su delito.
Mi crimen, ocultarme en socavones,
en la niebla de lívidos tugurios,
a traspasarme el corazón y el alma.

El puñal, este lápiz con que ahora,
provisto de una red y una escafandra,
desciendo a perforar en mi vigilia.
Taladré en lo profundo de las médulas
buscando en mi carnaza la Hermosura,
con el nocturno sol de los espectros
brillando en los vacíos de mi cama.

Me doy a la justicia de los astros
y al tribunal radiante de la vida.
Abandoné el cadáver de mi espíritu
en un lugar de lágrimas secretas,
y por las noches vengo a profanarle.

No puedo mendigar misericordia
de vosotros, mis jueces divinísimos,
ni de aquellos que ignoran que hay un águila
que los puede arrastrar a los infiernos,
pasando por el musgo de las tumbas.
Sentenciadme a una celda luminosa,
con Hamlet y el vencido Prometeo,
ya juzgados también por su amargura.

Mas quitad de mis labios la mordaza;
de mis ojos las brumas y las vendas
y el muro sideral de los oídos.
¡Que sea mi expiación seguir oyendo;
mirar la senectud de mis imágenes,
y lanzar en la sombra mi alarido!

Condenadme a la luz, al mar, al viento,
al sol que purifica los estragos,
porque yo soy Raskolnikov, un torpe
para ver en las llamas cenitales;
un tránsfuga que vuelve, obsesionado,
a contemplar su espíritu insepulto.

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De "El defensor"


Madrid, 11-11-14

MELANCOLÍA
 

A la hora en que a la tarde le aparecen ojeras,
Cuando aquieto mis pasos por las tristes riberas
Donde entre brumas lilas esfúmanse las naves,
Y afligen como adioses los vuelos de las aves
Que afrontan lejanías hondas como la muerte;
Cuando el sol moribundo sangres pálidas vierte
En la imperial fatiga de su grandeza inútil;
Cuando el amor es necio, cuando la gloria es fútil;
Cuando la misma pena, por el cansancio trunca,
Conoce el desconsuelo de no revivir nunca;
Cuando en el pecho amagan incurables dolencias;
Cuando en el alma hay naves que preceden ausencias:
Lo que en ambos fue dicha, reza en mí una plegaria.

Vístese de heliotropo la tarde solitaria;
Los pensativos sauces despídense del día
Con un desasosiego tal, que se creería
Hallar, bajo cada uno de los sauces aquellos,
Una huérfana pálida de lánguidos cabellos.

Algo tuyo que gime flota en el oleaje
Taciturno, y agrava la inquietud del paisaje.
Y estoy tan triste, tanto, que ni llorarte puedo,
Pues bajo esta nostalgia que se acurruca en miedo,
No sé por qué inconclusa sugestión de las brisas,
Sufro, y las mismas lágrimas se me vuelven sonrisa.

LEOPOLDO LUGONES
Argentina-1874

De "Los crepúsculos del jardín"


Madrid, 12-11-14

POCAS PALABRAS

suelto
sobre la gracia del peligro
un viento sorbe
poco a poco
mis pasos

cantan los días fatigados
alzan su luz
su dura infancia

tú te pones de pie
entre dos fuegos
con la cabeza al aire

pero no hay ya abandono
ni paz

una lluvia pequeña
deshace los recuerdos

algo te duele
algo te canta
también
a ti

agua

¿es que sólo estás hecha
de silencio?

RODOLFO ALONSO
Argentina-1934
De "70 poemas de 35 años"


Madrid, 13-11-14

FRANJA DE TIERRA

Estoy buscando lentamente una franja de tierra.
¡Lo único que necesito!
Es para mi final trabajo agrícola.
Agricultor yo fui, sembraba trigo.
Mas antes elegía el terreno adecuado,
el más rico
en reservas de carbono y potasa,
el más noble, el más limpio,
para que el arado penetrara
como el amor en el pecho de un hombre sencillo.

Así, después de tantas bregas y ultrajes,
de tanto haber vivido,
de haber sembrado inmensas extensiones
echándoles sudor por regadío,
estoy buscando una franja de tierra, una tan sólo.
¡Es el instante! Lo he sentido.
Cambian las formas insensiblemente.
Hay más solemnidad en la luz y en los ruidos.

Con vegetal sabiduría,
la busco en un valle pacífico.
Lo demás no importa: ni el sol ni la lluvia
ni el frío.

Es para un trabajo misterioso
que no puedo dejar inconcluido:
el de la conjunción de un hombre con su tierra.
¡Y estoy listo!

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De "Apolo Thermidor"


Madrid, 14-11-14

LA NADA

No sé si voy o vengo de la nada,
no sé si nada soy o estoy en ella.
No sé si nada es una muerta estrella
y su garganta soy, estrangulada.

¿La nada es una ausencia de haber sido
o latencia de ser presente un día?
¿Será la nada rota poesía
de un ser nonato o niño desnacido?

Pregunto por la nada y me responde
mi sombra que en la sombra ya se esconde
y su respuesta es una boca muda.

Pero sé que me habita y que me espera
y al fondo de la casa, prisionera,
una mujer sin cuerpo se desnuda.

LEOPOLDO DE LUIS
España-1918
De "Reformatorio de adultos"


Madrid, 17-11-14

PATRIA DE CADA DÍA

Cada uno en el rumor de sus talleres
a diario la patria se fabrica.
El carpintero la hace de madera
labrada y de virutas amarillas.
El albañil de yeso humilde y blanco
como la luz. El impresor de tinta
que en el sendero del papel se ordena
en menudas hormigas.
De pan y de sudor oscuro el grave
campesino. De fría
plata húmeda y relente
el pescador. El leñador de astillas
con forestal aroma cercenada.
De hondas plumas sombrías
el minero. De indómitas verdades
y hermosura, el artista.

Cada uno hace la patria
con lo que tiene a mano: la sumisa
herramienta, los vivos materiales
de su quehacer, un vaho de fatiga,
una ilusión de amor y, al fin, la rosa
de la esperanza, aún en la sonrisa.

LEOPOLDO DE LUIS
España-1918
De "Teatro real"


Madrid, 18-11-14

LA ABANDONADA

Aún no hace mucho tiempo,
cuando el mundo era un vidrio del color de la dicha, no un puñado
   de arena,
te mirabas en alguien igual que en un espejo que te embellecía.
Era como asomarte a las veloces aguas de las ilimitadas indulgencias
donde se corregían con un nuevo bautismo los errores,
se llenaban los huecos con una lluvia de oro, se bruñían las faltas,
y alcanzabas la espléndida radiación que adquieren hasta en la noche
  los milagros.
Imantabas las piedras con pisarlas.
Hubieras apagado con tu desnudez el plumaje de un ángel.
Y algo rompió el reflejo.
Se rebelaron desde adentro las imágenes.
¿Quién enturbió el azogue?, ¿quién deshizo el embrujo de la
   transparencia?
Ahora estás a solas frente a unos ojos de tribunal helado que trizan
   los cristales,
y es como si en un día la intemperie te hubiera desteñido
y el cuchillo del viento hecho jirones y la sombra del sol desheredado.
No puedes ocultar tu pelambre maltrecha, tu mirada de animal en
   derrota,
ni esas deformaciones que producen las luces violentas en las amantes
   repudiadas.
Estás ahí, de pie, sin indulto posible, bajo el azote de la fatalidad,
prisionera del mismo desenlace igual que una heroína en el carro del mito.
Otro cielo sin dioses, otro mundo al que nadie más vendrá
sumergen en las aguas implacables tu imperfección y tu vergüenza.

OLGA OROZCO
Argentina-1920
De "En el revés del cielo"


Madrid, 19-11-14

EL NEGRO CONTENTO

(Cristóbal de Panamá - Canal Zone)

Era un negro muy negro y flaco muy flaco.
Sus piernas largas terminaban en pies anchos como la hoja
   de una planta del país.
No tenía nada.
No tenía novia.
No tenía madre.
Ni madrina.
Ni goma de mascar.
No tenía nada.
Entonces ¿qué tenía?
¿Por qué reía, por qué cantaba?
¡Negro contento!
¡Qué negro contento!
¡Cómo tocaba con sus dedos finos, largos, veloces y negros
   ese negro contento!
¿Qué tocaba?
¿Un tambor?, no; ¿una guitarra?, no; ¿un banjo?, no.
No, no, no.
Bailaban sus dedos vertiginosamente en un pequeño cajón
   de lustrabotas. ¡Qué negro aquél!
Daba gusto oírlo, la tonada era alegre, movía los hombros,
movía la cabeza, movía los ojos, movía los pies.
No tenía nada.
Estaba contento.
¡Qué negro contento!

RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN
Argentina-1905
De “Canciones del Tercer Frente”


Madrid, 20-11-14

EL MILICIANO DESCONOCIDO
(frente de Madrid)

No me preguntéis su nombre.
Le tenéis ahí en el frente,
por las orillas del río:
toda la ciudad lo tiene.
Cada mañana se alza,
cuando la aurora lo envuelve
con un resplandor de vida
y otro resplandor de muerte.
Cada mañana se alza,
como un acero se yergue,
y donde pone sus ojos
una luz mortal esplende.
No me preguntéis su nombre,
que no habrá quien lo recuerde.
Cada día se levanta
con la aurora o el poniente,
salta, empuña, avanza, arrolla,
mata, pasa, vuela, vence;
donde se planta allí queda;
como la roca, no cede;
aplanta como montaña
y como la flecha, hiere.
Madrid entero lo adivina;
Madrid late por sus sienes;
sus pulsos vibran hirviendo
de hermosa sangre caliente,
y en su corazón rugiendo
cantan millones de seres.
No sé quién fue, quién ha sido:
¡toda la ciudad lo tiene!
¡Madrid, a su espalda, le alienta,
Madrid entero le sostiene!
¡Un cuerpo, un alma, una vida
como un gigante se yerguen
a las puertas del Madrid
del miliciano valiente!
¿Es alto, rubio, delgado?
¿Moreno, apretado, fuerte?
Es como todos. ¡Es todos!
¿Su nombre? Su nombre ruede
sobre el estrépito ronco,
ruede vivo entre la muerte;
ruede como una flor viva,
siempreviva para siempre.
Se llama Andrés o Francisco,
Se llama Pedro Gutiérrez,
Luis o Juan, Manuel, Ricardo,
José, Lorenzo, Vicente...
Pero no. ¡Se llama sólo
Pueblo Invicto para siempre!

VICENTE ALEIXANDRE
España-1898
De “Poemas varios, 2 (Testimonio)”


Madrid, 21-11-14

UN LOBO

Furtivo y gris en la penumbra última,
va dejando sus rastros en la margen
de este río sin nombre que ha saciado
la sed de su garganta y cuyas aguas
no repiten estrellas. Esta noche,
el lobo es una sombra que está sola
y que busca a la hembra y siente frío.
Es el último lobo de Inglaterra.
Odín y Thor lo saben. En su alta
casa de piedra un rey ha decidido
acabar con los lobos. Ya forjado
ha sido el fuerte hierro de tu muerte.
Lobo sajón, has engendrado en vano.
No basta ser cruel. Eres el último.
Mil años pasarán y un hombre viejo
te soñará en América. De nada
puede servirte ese futuro sueño.
Hoy te cercan los hombres que siguieron
por la selva los rastros que dejaste,
furtivo y gris en la penumbra última.

JORGE LUIS BORGES
Argentina-1899
De "Los conjurados"


Madrid, 24-11-14

FUNERAL POR CHE GUEVARA

Cómo es ancha y larga
Popular

¿Quién
mueve
las sombras
no verdes?

Tranquilas las hojas
que vuelven.

El viento
se enciende.

La luna
es más roja;
la noche
famosa
sin luz ya
se asoma.
¿Quién grita
o quién llora?

La tristeza

o música...
¿Quién calla
si lunas
o sombras
se esfuman?
La mirada
es última.

Los ojos son bellos.
La cara,
silencio.
Pero el pelo es
negro
o azul:
casi acero.

Los ojos
en ramas
relucen.
No llamas.
Pero el soplo
pasa.

Por todos,
dormido.
Por todos,
sin frío.
Ardiendo
ya íntimo.

¿Las manos
disparan?
¡Qué quietas,
calladas!

Dormido
resbala
por el agua
clara.
Rumbo a la mar
ancha.
¡Cómo es ancha y larga...!

VICENTE ALEIXANDRE
España-1898
De "Poemas varios, 2 [Testimonio]"


Madrid, 25-11-14

LOS AÑOS

¿Son los años su peso o son su historia?
Lo que más cuesta es irse
despacio, aún con amor, sonriendo. Y dicen: "Joven;
ah, cuán joven estás..." ¿Estar, no ser? La lengua es justa.
Pasan esas figuras sorprendentes. Porque el ojo -que está
   aún vivo- mira
y copia el oro del cabello, la carne rosa, el blanco del
   súbito marfil. La risa es clara
para todos, y también para él, que vive y óyela.
Pero los años echan
algo como una turbia claridad redonda,
y él marcha en el fanal odiado. Y si no es visible
o apenas lo es, porque desconocido pasa, y sigue envuelto.
No es posible romper el vidrio o el aire
redondos, ese cono perpetuo que algo alberga:
aún un ser que se mueve y pasa, ya invisible.
Mientras los otros, libres, cruzan, ciegan.

Porque cegar es emitir su vida en rayos frescos.
pero quien pasa a solas, protegido
por su edad, cruza sin ser sentido. El aire, inmóvil.
Él oye y siente, porque el muro extraño
roba a él la luz pero aire es sólo
para la luz que llega, y pasa el filo.
Pasada el alma, en pie, cruza aún quien vive.

VICENTE ALEIXANDRE
España-1898
De "Poemas de la consumación"


Madrid, 26-11-14

CUARTO CRECIENTE

La luna ha entrado en mí.
Cuarto creciente, cuarto menguante.
Plata y fulgor sobre mis huesos.
Las memorias de la infancia
cada vez más lejanas
y recordadas con creciente nostalgia.
Vino añejo en tonel de madera,
cuerpo de vino con aromas exquisitos.
La luna se filtra en los cabellos,
pero los huesos aún sueñan caballos desbocados
y la mente, cada vez más despierta,
rehusa la abstracción de una futura decrepitud.

¡Ah! ¡La vida y sus valles sonoros,
las praderas sin retorno,
los ríos mansos y los rápidos inclementes,
la visión, la voz de los volcanes
cantando en las tardes,
la dádiva del silencio
con que se fragua el poema!

Podrá ser corta la vida
mas, sabiendo vivirla,
dura lo necesario.

GIOCONDA BELLI

Nicaragua, 1948

De “Apogeo”
 


Madrid, 27-11-14

AMOR DE FRUTAS

Déjame rodar manzanas en tu sexo
néctares de mango,
carne de fresas:

Tu cuerpo son todas las frutas.

Te abrazo y corren las mandarinas.
Te beso y todas las uvas sueltan
el vino oculto de su corazón
sobre mi boca.

Mi lengua siente en tus brazos
el zumo dulce de las naranjas.
Y en tus piernas
el promegranate
esconde sus semillas incitantes.

Déjame que coseche los frutos de agua
que sudan en tus poros:

¡Mi hombre de limones y duraznos!
Dame a beber fuentes de melocotones y bananos,
racimos de cerezas.

Tu cuerpo es el paraíso perdido
Del que
          nunca jamás
          ningún Dios
          podrá expulsarme.

GIOCONDA BELLI

Nicaragua, 1948

De “Apogeo”


Madrid, 28-11-14

¿MAS CUÁNDO, CUÁNDO...?

¿Mas cuándo, cuándo, cuándo bastarán
la palabra, el lamento? ¿Es que acaso no ha habido
maestros que han urdido el lenguaje de los hombres?
¿Por qué entonces experimentos nuevos?

¿Acaso no redoblan, no redoblan
los libros al oído de los hombres, cual campana insistente?
Si entre un libro y el otro el cielo silencioso se aparece,
   gózalo...
O también un bancal de tierra en su simpleza por la tarde.

Más que los mares, más que las tormentas
han gritado los hombres.
Qué exceso de quietud habitará el espacio que queda entre
   los mundos
para que el grillo suene todavía
entre nosotros que gritamos siempre, siempre, siempre;
para que aún se vislumbren las estrellas calladas entre el éter
que hemos inundado con los gritos.

¡Oh pudieran hablarnos los lejanos, los viejos, los viejísimos
   padres...!
Y entonces escucháramos: por fin, por fin oyentes, los
   primeros
hombres que escuchan.

RAINER MARÍA RILKE
Nace en Praga-1875
(Capital checa que entonces pertenecía al Impero Austro-Húngaro)
De “Otra poesía póstuma y dispersa"


Poemas Editado
 


Selección de Poemas Editados

 

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