CUÁNTO SUEÑO PASÓ SIN DARNOS CUENTA
Cuánto sueño
pasó sin darnos cuenta,
qué bruma dijo el patio,
cómo sonreímos no queriendo;
sin embargo es bella la vida
cuando cruje entre nosotros.
Nunca robes la pluma al pavo real,
nunca maldigas un tiro de sombra.
La tierra parece perfecta
con sus lobregueces y lámparas.
Hoy regreso al punto de lanzamiento:
desapareció la cartilla escolar,
sigo aprendiendo otras hogueras.
No he pateado la lombriz.
Confundo indios y astronautas:
si pudiera descubrirles en la carne
como una sola partícula
tendríamos la solución del cuestionario.
En el fondo del mar
no se ahogan las ecuaciones;
hay en el hombre una levadura de dicha
que vuela si entreabre las manos.
Pero no podemos hacer una fila
de inocentes,
un cementerio que se levante
recuperando la palabra.
Todo es difícil
si la casa está limpia porque apaleamos al perro
y no porque la blanqueó el rayo.
Cuando no haya que matar
sembraremos un tiesto de geranios.
CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1922
De "Desaparece el polvo"
LA PENA VIENE
Asáltame en
la escalera
de noche
para confundirte con un gato enfermo,
con el equinoccio.
Será en el peldaño nueve.
Híncame lo imposible,
pero que nadie traiga una luz,
que nadie toque el timbre
porque nos borraremos como los señalados.
No te preguntaré qué haces debajo de la barba
ni dónde está el hospital.
La pena viene.
Voy a matar los carteros,
ellos tuvieron la culpa;
yo no,
yo sólo tengo un lápiz.
Vamos a encontrarnos en la escalera.
Detén mis ojos.
Hazme ese saludo de la azucena descarriada.
Aquí va a pasar algo.
Abrázame, abrázame:
tu eres mi último cadáver.
CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1922
De "Desaparece el polvo"
IBA DICIENDO
Si la pluma
matara,
si embotellasen las abejas,
si a la salida del cinematógrafo nos mordiéramos,
si tuviese razón el señorito...
pero la brisca le ha fallado,
sus lágrimas no sirven ni con soda;
debería tirarse del balcón.
Aúllo todo el tiempo
y se pronuncian los mismos verbos.
Un automóvil estropea la sombra de la luna.
Hablo
para que se pudra este dolor.
Trato, pero al beberme el desayuno
pierdo un ala.
¿La vida es andar a solas,
tener miedo,
ir de prisa entre langostas,
primos,
cálculos
y ciegos?
Pero... ¿No estamos juntos en el átomo?
Iba diciendo una palabra, creo.
Iba diciendo...
No sé qué pasa,
envejeció este libro
y a pesar de que iba, de que voy
la noche con ser noche no ha podido.
CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1922
De "Desaparece el polvo"
OTRA VERDAD
La
volubilidad
del viento anuncia
otra verdad. Escucho aún, y nunca,
ese silbo inaudito
en la penumbra.
Oh, calla:
escucha.
Pero el labio está quieto
y no modula
ese sonido misterioso que oigo
en el nivel del beso. Luzca,
luzca tu labio su tibieza o rayos
del sol que al labio mudo asustan,
como otra boca ciega.
Ah sed impura
de la luz, sed viva o muerta, en boca
última.
VICENTE ALEIXANDRE
España-1898
De "Poemas de la consumación"
LA TRINCHERA
Yo soy la
blanca trinchera con el cuerpo hueco y blanco
Y habito toda la devastada tierra
Ven conmigo muchacho ven a mi sexo que es todo mi
cuerpo
Ven conmigo penétrame para que sea dichosa de sangrienta
voluptuosidad
Yo curaré tus penas tus inquietudes tus deseos tu melancolía
con la canción fina y neta de las balas y la orquesta de la
artillería
Mira qué blanca soy más blanca que los cuerpos más blancos
Acuéstate en mi seno como sobre un vientre querido
Quiero darte un amor único sin sueño sin palabras
He amado a tantos muchachos
Los amo como los ama Morgana
En su castillo del que no se regresa
En la cima del monte Gibel
Que es el Etna del cual se alejan con prisa nuestros soldados
destinados en Serbia
Los he amado y están muertos y no amo sino a los vivos
Vamos ven a mi sexo más largo que la más larga serpiente
largo como todos los cuerpos de los muertos
puestos uno delante de otro
Ven escucha las metálicas canciones que canto pues soy
una boca blanca
Ven los que me aman están allí armados con fusiles cañones
bombas granadas y juegan silenciosamente
GUILLAUME APOLLINAIRE
Italia-1880
De “Poemas a Madeleine”
DEL MISMO REVÉS
MIENTRAS ME MATAS MUERES
Las cadenas
que nos atan,
nos atan a las mismas palabras.
La ceguera es continua, permanente,
una manera de decir, el hombre no existe.
Vahos
y alondras cantoras
y pedazos de rubicundas rosas
sobre la salobre ruina metabólica,
urdiendo en su piel un afilado nido de serpientes.
Manzanas y esta vez,
naranjas y azahares en flor
y plantas acuáticas, mi amor, mi pecado primero,
aquella idea fugaz contra mí mismo.
En mi pecho los frutos ácidos del otoño
y manzanas y rosas
y ásperos vinos para las gargantas desgarradas
para los gritos:
No quiero morir en el desierto,
ni en alta mar,
ni en las piedras donde el amor, desencajado, sucumbe.
No quiero morir por el amor,
ni por mi patria,
ni por mi amada brutal,
la poesía.
MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De "El amor existe y la libertad"
REMINISCENCIA
¿Será posible
que a través de las ventanillas
de todos los trenes,
y los ojos de buey de los barcos donde estuve
se me devuelva un soplo, el extraño, ansioso matiz
ya inasible
que coloreó mi vida de pasión y aventura...?
Una jubilosa desesperación
por la gloria y el terror de estar vivo,
aunque se vea
la gota de sangre que fluye de cada lugar y objeto
del mundo.
No importa, entonces, que la gente pase indiferente
y esa trágica máscara de carnaval que oculta todo.
ENRIQUE MOLINA
Argentina-1910
De "El adiós"
UNA SITUACIÓN
Aquí estás
ahora fuera del mundo.
Hacia ti se prolonga una desconcertante continuidad de
sucesos generalmente insensatos,
que corresponden a tu extraña condición humana:
te deslizas por puertas y calles, te pasas la mano por el
pelo,
hablas, bebes en recipientes de vidrio a los que llamas
vasos,
en fin, todo
lo concerniente a tu nacimiento, en este extraño
planeta destinado al éxtasis y al terror.
Miras como la mujer se desnuda y te ofrece el
esplendor de todas las gracias del oleaje,
después la memoria grabará su partida con los más
hondos hechizos de la tristeza,
lo líquido y lo sólido se llenan de adioses desde la
orilla,
y los materiales de la realidad se dispersan
y vuelven transformados en una inmensa llanura
donde aparece
una boca femenina que de nuevo te promete
juramentos incumplidos.
ENRIQUE MOLINA
Argentina-1910
De "El adiós"
COMO QUIERA...
Como quiera
que acabase de releer estas páginas en la
escritura extraña de la imprenta, vine en darme cuenta
de que estas habitaciones de las que aquí hablo son todas
habitaciones, Elsa, que juntos poseímos, como si jamás
hubiera habido más habitación que la tuya, y bien cierto
es que antes de ti no era yo sino el viajante de mi sueño
con paradas, mujeres efímeras, y de esos cuarenta años
pasados y sobrepasados toda ausencia de ti me resultaba
siempre la guerra, el campamento, el desierto, pero no
esos lugares anudados, llamados habitaciones o nidos
según la especie animal.
Me pareció, al cerrar el libro, que faltaba en él esta confesión
entre la soledad y la tumba, donde todo lo que me es follaje
no verdea sino para darte abrigo en el lugar en donde estamos,
y que te sea, pues, si es que alguien podía dudarlo, en su última
hora este poema de las habitaciones ante todos explícitamente
dedicado.
Porque todo pasa, pero no el tiempo de haber amado, de seguir
amando todavía hasta ese aliento último, ya pronto, esa postrer
palabra cercana y terrible.
LOUIS ARAGON
Francia-1897
De "Habitaciones"
LA RECOLECCIÓN
Fuimos al
jardín florido para la recolección
Querida ¿sabes cuántas flores de rosas de té
Rosas pálidas de amor que coronan tu cabeza
Se deshojan cada verano?
Sus tallos bajo el aire que sopla se inclinan
En la senda han caído unos pétalos de rosa
Oh querida recógelos pues nuestras flores de sueño
Se marchitarán mañana
Ponlas en un búcaro y cierra todas las puertas
Lánguidos y crueles soñando con difuntos días
Veremos la apasionada agonía de estas rosas
En su estertor de perfume
En el vasto jardín las flores han caído
Las mariposas del día huyeron hacia otras flores
Y desde ahora al triste jardín sólo vendrán
Las mariposas nocturnas
Mas nuestras flores mueren en la habitación profana
Nuestras rosas que alternándose su dolor deshojan
Querida llora un poco Cada flor que se marchita
Es un amor que muere
GUILLAUME APOLLINAIRE
Italia-1880
De “Hay”
A LOS SESENTA Y TRES
ME DIVORCIARÉ, POR FIN...
Al cumplir sesenta y tres
me divorciaré, por fin,
de mi padre y de mi madre
y de la Batalla de Argel.
Me divorciaré a los sesenta y tres
del amor burgués,
de Hegel y Gardel.
Y nadie se sorprenda
si a los sesenta y tres
comienzo una carrera,
la del cine, tal vez.
Y así viviré
hasta casi los cien,
destruyendo esos monstruos
que me enseñaron a ver.
A Carlitos, el mudo,
lo llevaré en la boca
para hacer el silencio
cuando corresponda.
De Vittorio de Sica
me quedo con la gracia
de cuando dice puta,
siempre piensa en su mamma.
Y a Gassman me lo como,
lo amo, lo devoro,
me lo dejo en las manos,
y en la impiedad del goce.
Y de alguna señora
he de tomar el gusto
por las fresas heladas
y el chocolate puro.
Vimos cómo caía
la lluvia el otro día,
y al amor sin barreras
lo haremos popular.
A Marilyn me da miedo
llevarla en el cuerpo
pero irá acompañada
de la bella Sofía,
de las tetas de Anita,
de la voz de Marlem.
Y nadie se sorprenda
si a los sesenta y tres
comienzo una carrera,
la del cine, tal vez.
MIGUEL OSCAR MENASSA
Miguel Oscar Menassa-1940
De "Canciones [2003-2004]
SORTILEGIO
La raíz de tu
lengua en el fuego de la saliva.
Y esos pájaros desesperados por el horizonte
en lo hambriento, en lo ciego,
en la palpitante realidad de tu cuerpo.
Pero más lejos aún, más lejos aún,
el torrente de tu cabellera se derrama
como ríos de agua espesa, temblorosos
y más profundamente, en regiones
llenas de reverberos, en la infinita
ansiedad de un viaje indescifrable.
ENRIQUE MOLINA
Argentina-1910
De "El adiós"
CIUDAD CAÍDA
Ya no me
duelas más,
agosto deshojado,
que me atraviesa tu áspera
cabalgata roja.
Amor.
-Qué rara herida
de rabiosos relámpagos.-
Como un terrorista
glorioso
me has tomado.
Dulce fardo terrible.
Amor,
devuélveme la llave
de mi ciudad caída.
ANA ISTARÚ
Costa Rica-1960
De "La estación de la fiebre y otros amaneceres"
LA TIERRA ENTERA
En el inmenso
día
el cielo franco
La tierra insoslayable
en la mañana alta
(Una esquirla en el sol
el pie en la sombra)
Viento nubes guijarro.
RODOLFO ALONSO
Argentina-1934
De "70 poemas de 35 años"
TORMENTA DE VERANO
Así se sigue
en este mundo:
comprar,
callar,
vender,
dentro de lo
posible.
Enjugar, restañar
(dentro
de lo posible).
Vivir.
Sobrevivir.
Esta opaca barbarie
nunca
terminará.
Esta sed,
esta sombra.
RODOLFO ALONSO
Argentina-1934
De "70 poemas de 35 años"
EL ESPEJO
¿Mi nombre? Tengo muchos: canción, locura, anhelo.
¿Mi acción? Vi un ave hender la tarde, hender el cielo...
Busqué su huella y sonreí llorando,
y el tiempo fue mis ímpetus domando.
¿La síntesis? No se supo: un día fecundaré la era,
donde me sembrarán. Don Nadie.
Un hombre. Un loco. Nada.
Una sombra inquietante y pasajera.
Un odio. Un grito. Nada. Nada.
¡Oh desprecio, oh rencor, oh furia, oh rabia!
La vida está de soles diademada...
PORFIRIO BARBA JACOB
Colombia-1883
De "Rosas negras"
MÁS ALLÁ
Más allá de la vida, mi amor, más allá siempre,
ahora ligeros, únicos, sobre un lecho de estrellas,
poblamos a la noche sin límites, vivimos
sin muerte, oh hermosa mía, una noche infinita.
Sobre un seno azulado reposa blandamente
mi testa fatigada del mundo. Siento solo
su sangre ya poblada de luces, de miriadas
de astros, y beso el pulso suave del universo y toco
tu rostro con el leve fulgor de mi mejilla.
Oh triste, oh grave noche completa. amada, yaces
perfecta y te repaso, te ciño, Mundo solo.
Universal vivir de un cuerpo que, hecho luces,
más allá de la vida de un hombre amor permites.
Vicente Aleixandre
España-1898
De "Poemas sueltos"
MENDIGA EN ATRIO ROMÁNICO
Una vieja
llama y pide:
ruega.
Nadie escucha.
Solo el agua
suena.
Agua impura
que se escurre
ciega.
Agua muda
o agua ronca.
Besa
lo que duerme
o lo que sigue:
tierra.
Una sombra,
una pisada.
Piedra.
Piedra o siglos,
siglos lentos.
¡Ea!
VICENTE ALEIXANDRE
España-1898
De "Poemas sueltos"
ADOLESCENTE FUI
Adolescente
fui en días idénticos a nubes,
Cosa grácil, visible por penumbra y reflejo,
Y extraño es, si ese recuerdo busco,
Que tanto, tanto duela sobre el cuerpo de hoy.
Perder placer es triste
Como la dulce lámpara sobre el lento nocturno;
Aquél fui, aquél fui, aquél he sido;
Era la ignorancia mi sombra.
Ni gozo ni pena; fui niño
Prisionero entre muros cambiantes;
Historias como cuerpos, cristales como cielos,
Sueño luego, un sueño más alto que la vida.
Cuando la muerte quiera
Una verdad quitar de entre mis manos,
Las hallará vacías, como en la adolescencia
Ardientes de deseo, tendidas hacia el aire.
LUIS CERNUDA
ESPAÑA-1902
De “Donde habite el olvido”
RECUERDO LA LIBERTAD
Un mayo frío, sin luz, recuerda mi ciudad.
Extraño todo
lo que fui:
Rosas y ventanales sobre el mar,
aquella pasión,
por cuerpos femeninos huyendo de sí.
Retazos de pasión,
antiguos pájaros al viento sobre la arena.
Vaho de luz,
efervescencia marítima,
desenvolviendo la maraña del tiempo.
Horas en que el recuerdo cae
y los ídolos
y algunos sueños infantiles caen
y el universo se desmorona
y las hojas escritas vuelan por mi alma
y caen, antiguas leyendas donde el hombre,
era feliz.
MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De "El amor existe y la libertad”