Madrid, 02-09-13
A MÍ
Los más
oscuros estremecimientos a mí
entre las extremidades de la noche
los abandonos que crepitan
cuanto vino a mí acompañado
por los espejismos del deseo
lo enteramente terso en la penumbra
las crecidas menores ya con luna
aunque el ensueño ulule entre mandíbulas transitorias
las teclas que nos tocan hasta el hueso del grito
los caminos perdidos que se encuentran
bajo el follaje del llanto de la tierra
la esperanza que espera los trámites del trance
por mucho que se apoye en las coyunturas de lo fortuito
a mí a mí la plena íntegra bella a mí hórrida vida
OLIVERIO GIRONDO
Argentina-1891
De “En la Masmédula”
Madrid, 03-09-13
PALABRAS DEL FRUSTADO
SUICIDA A LA MUERTE
Dejar por ti
el pan claro, la leche sosegada,
El perro de la sombra y el corro de las voces;
Dejar por ti los jaspes y el caballo del agua,
Los órganos del viento, los vegetales roces.
Dejar por ti, más ocre que toda la miseria,
Mi fulgurar de abejas, de flautas y luciérnagas,
Y aún tú, la cegadora, no quererme en tu valle
Donde todos los días los caminos entregas.
Cerrarme tus dominios, arisca y enconada;
Vedarme tus manzanos, romper por mí tus puentes,
Ver que estoy desvalido y negarme tu nave.
Sentir mi acerbo grito y no hacerte presente.
Dejarme así anhelante y así alucinado,
Sin tu brazo de ámbar redondeándome el hombro,
Mientras en el jardín la tormenta del día
Dobla los alhelíes y enronquece los coros.
Tener la seca lengua tajada y encendida
De contestar las voces del ángel que rechaza,
Y hacerte hielo oscuro, cuando puedes decirme
Para el sueño, la única, la inocente palabra.
El sueño que ya nunca en mis nervios madura
Ni levanta en mi frente su lucero tranquilo,
Ni acomoda en mi pecho, recostada, su luna,
Ni me acerca su espejo de imágenes sin filo.
Me has dejado perdido, mutilado, en la mengua
De mi paso seguro y mi aliento completo.
La de los briosos rasos que ya no me quiere ahora
Y no tengo tampoco tus dormidos corderos.
De nuevo en el dominio del sol amargo, amargo,
Ya te vuelvo la espalda hacia los duros llanos,
Hacia las malas tierras de gramíneas estériles,
De juncos maltratados e inútiles veranos.
JUANA DE IBARBOUROU
Uruguay-1895
De “Perdida”
Madrid, 04-09-13
LA VIDA DEL POETA
XIII
Escribir,
hasta romperse las manos escribiendo.
Del hombre,
sólo amo su futuro, sus explosiones.
Me debo a mí
y, me debo, a todo el universo.
Me veo cantando las vidalas
hasta quedar si voz.
Me veo mirando las estrellas
hasta que mis ojos queden sin luz.
Abro la boca
y miro cómo el mundo se parte en mil pedazos.
Áspera roca,
estoy empecinado en creer,
que todo cambiará.
MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “La patria del poeta”
Madrid, 05-09-13
LA CUNA
Si yo supiera
de qué selva vino
El árbol vigoroso que dio el cedro
Para tornear la cuna de mi hijo...
Quisiera bendecir su nombre exótico.
Quisiera adivinar bajo qué cielo,
Bajo qué brisas fue creciendo lento,
El árbol que nació con el destino
De ser tan puro y diminuto lecho.
Yo elegí esta cunita
Una mañana cálida de Enero.
Mi compañero la quería de mimbre,
Blanca y pequeña como un lindo cesto.
Pero hubo un cedro que nació hace años,
Con el sino de ser para mi hijo.
Y preferí la de madera rica
Con adornos de bronce. ¡Estaba escrito!
A veces, mientras duerme el pequeñuelo
Yo me doy a forjar bellas historias:
Tal vez bajo su copa una cobriza
Madre venía a amamantar su niño
Todas las tardecitas, a la hora
En que este cedro amparador de nidos
Se llenaba de pájaros con sueño.
De música de arrullos y de píos.
¡Debió de ser tan alto y tan erguido,
Tan fuerte contra el cierzo y la borrasca,
Que jamás el granizo le hizo mella
Ni nunca el viento doblegó sus ramas!
Él, en las primaveras, retoñaba
Primero que ninguno. ¡Era tan sano!
Tenía el aspecto de un gigante bueno
Con su gran tronco y su ramaje amplio.
Árbol inmenso que te hiciste humilde
Para acunar a un niño entre tus gajos:
¡Has de mecer los hijos de mis hijos!
¡Toda mi raza dormirá en tus brazos!
JUANA DE IBARBOUROU
Uruguay-1895
De “Las lenguas de diamante”
Madrid,
06-09-13
ENCUENTRO
Olor de manzanillas curativas.
Manzanillas doradas y nevadas
Que guardan las abuelas campesinas.
En el flanco dulzón de las cuchillas
Y en la húmeda axila de los bajos,
Junto al camino zigzagueador
Y en torno de los ranchos,
La manzanilla da su aroma áspero
En los meses de sol.
Yo la he sentido hoy en el camino
Que bordean podados tamarindos
Y me saltó al encuentro como un perro
Festejador y amigo.
Fragancia amarga y sana
Que araña un poco la garganta,
Pero que tiene una bondad
De agua.
He vuelto a hundir la cara entre las flores
De olor cordial y antiguo.
Rueda-rueda de hojuelas cándidas
En torno del redondo corazón amarillo.
Y toda la mentira del mar se me ha hecho
clara
De un golpe. Quiero el campo
Como todos los hombres de América lo
quieren.
No tenemos entraña de marinos. Un ancho
Amor de labradores en la sangre nos viene.
La montaña y la pampa, la colina y la selva,
La altiplanicie brava y los llanos
verdeantes
Donde pasta la vaca y galopa el bisonte,
Están más cerca nuestro que el mar
innumerable.
Al tornar a mi casa he sentido en el viento
El vaho de mis campos fuertes del
Cerro-Largo.
Me mana una alegría honda de reconquista.
El ramo puro albea en mi mano.
JUANA DE IBARBOUROU
Uruguay-1895
De “La rosa de los vientos”
Madrid, 09-09-13
MUJER ÚNICA, QUERIDA, MUJER
En penumbras,
ella llegaba entre penumbras
y de su padre nombraba
los venturosos días de su infancia.
Era cruel,
en sus ojos tenía su propio cuerpo.
Cuerpo destartalado y tembloroso,
incoloro pavo real muerto de frío.
Octubre y miel,
sarcasmos y ángeles para tu pureza.
Sexo segado del universo,
lloras y entre tus piernas,
canta la vida entre los pájaros.
Ave hurgadora,
arranco tu temblor, estas palabras:
Soy hija única,
tengo a mi madre crucificada en pleno vientre.
Sango en tus brazos,
y me retuerzo infinitamente en tus brazos
y huelo los olores del mar en descomposición
y algas,
para tu cuerpo espléndido entre la carroña,
pequeños peces muertos en la investigación
y te amo.
MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “Poemas y cartas a mi amante
loca joven poeta psicoanalista”
Madrid, 10-09-13
NO TENGO QUE DEJARME
CEGAR POR LUZ ALGUNA
No tengo que
dejarme cegar por luz alguna
aunque reconozco, al decirlo, algo me ciega.
Mis cosas hechas, mis amores tenidos, mis poemas,
al viento, alguna loca ambición del tiempo porvenir.
Marca que el hambre me dejó en la nostalgia.
Algún muerto querido reclamando su muerte.
Algo me ciega cuando escribo: he amado.
Algo de la libertad que ya no podré ser.
Algún pedazo de sol caído para siempre.
Algo que ya no brilla para nadie, me ciega.
Un fulgor que no siendo, no ve nada en mí.
Y ese no ver lo que será imposible, habla,
me dice del deambular efímero de los astros,
de un amor hecho carne sobre los ojos ciegos.
MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “La patria del poeta”
Madrid, 11-09-13
RECUERDO LA LIBERTAD
Un mayo frío,
sin luz, recuerda mi ciudad.
Extraño todo lo que fui:
Rosas y ventanales sobre el mar,
aquella pasión,
por cuerpos femeninos huyendo de sí.
Retazos de pasión,
antiguos pájaros al viento sobre la arena.
Vaho de luz,
efervescencia marítima,
desenvolviendo la maraña del tiempo.
Horas en que el recuerdo cae
y los ídolos
y algunos sueños infantiles caen
y el universo se desmorona
y las hojas escritas vuelan por mi alma
y caen, antiguas leyendas donde el hombre,
era feliz.
MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “El amor existe y la libertad”
Madrid, 12-09-13
LA POESÍA HA ROTO LA PALABRA
La poesía ha
roto la palabra,
ha extendido la frase al infinito,
ha bordado, sin hilo y sin aguja,
el corazón de la quebrada voz.
Hubo un
sentido
que se abrió en mil pedazos,
hubo un amor tan grande
que nadie pudo amar
y hubo, mi amor, mi amada,
grandes amantes crueles
que hacían el amor
con las palabras.
MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “Al sur de Europa”
Madrid, 13-09-13
EL SEXO NO CAE
1
La enseñanza
más grande que tengo para daros
es que el sexo no cae.
Se desarrolla, se transmuta, se hace insensible,
llora, bosteza de aburrido, se libera de más.
Contrae enfermedades, se cura, se arrepiente,
es hombre y es mujer y nada sabe del amor.
Y quiere ser mujer cuando le toca hombre
y quiere ser un hombre cuando le toca niño
y madre quiere ser cuando es mujer
y, si mujer le toca, quiere ser niño,
serpiente o bruja quiere ser y puta
y cualquier cosa quiere ser
con tal de no saber nada de eso.
MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “La maestría y yo”
Madrid, 16-09-13
RONDA DEL FUEGO
A Gabriel Tomic
Flor eterna
de cien hojas,
fucsia llena de denuedo,
flor en tierra no sembrada,
que mentamos flor del fuego.
Esta roja flor la dan
en la noche de San Juan.
Flor que corre como el gamo,
con la lengua sin jadeo,
flor que se abre con la noche,
repentina flor del fuego.
Esta flor es la que dan
en la noche de San Juan.
Flor en tierra no sembrada,
flor sin árbol, flor sin riego,
el tu amor está en la tierra
y el tu tallo está en los cielos.
Esta flor cortan y dan
en la noche de San Juan.
Flor que sueltan leñadores
contra bestia y contra miedo;
flor que mata los fantasmas,
¡voladora flor del fuego!
¡Esta roja flor la dan
en la noche de San Juan!
Yo te enciendo, tú me llevas;
yo te celo y te mantengo.
Cuánto amor que nos tuviste
¡flor caída, flor del fuego!
Esta flor cortan y dan
en la noche de San Juan.
GABRIELA MISTRAL
Chile-1889
De “Ternura”
Madrid, 17-09-13
APUNTES PARA ESTE LIBRO
La juventud
que huye como un ciervo herido
La libertad que muere como un viejo patriarca
El destino que mira como espía del tiempo
La aventura que tiene la llave de la calle
El albatros que vuela sobre el navío náufrago
La botella arrojada al mar con un mensaje
Los sueños de los niños inventando países
El secreto que oculta la guitarra en su caja
Los ojos de los muertos que ven nacer las lilas
La luna allá esperando la primera visita
Aquello del pasado que mantiene vigencia
Y el porvenir que nace como un niño, desnudo.
Nostalgia - devenir - soledad - multitud
Ah Hölderlin, ya encontraremos
El rumbo de las islas perdidas.
RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN
Argentina-1905
De “El rumbo de las islas perdidas”
Madrid, 18-09-13
HASTA LUEGO
I
La mariposa
boreal se acerca y el candor
Y gira sobre su eje geológico con un halo
Antes que la flor helicóptera que seguimos con los ojos
En la dirección del apacible perfume sin capa
Se caiga de su cráter
La sangre de la montaña brota inagotable
a causa de sus flores y sus olvidos
Bajo la calma mirada del viento
Qué altura me dais para el veraneo del cráneo
Os desafío a todos os desafío
El pájaro pondrá su huevo sobre el porvenir
Gritando Tanto peor
Os traigo los recuerdos de Altazor
Que jugaba con las golondrinas y los cementerios
Los molinos las tardes y las tumbas como bolsillos del mar
Os traigo un saludo de Altazor
Que se fue de su carne al viento estupefacto
Hasta luego señores
Hasta luego árboles y piedras
VICENTE HUIDOBRO
Chile-1893
De “Ver y palpar. Poemas”
Madrid, 19-09-13
HASTA LUEGO
II
Cierra el
panorama de los ojos en su tallo
Con su cielo y las palomas continuadas
Cierra el lago de la boca
Y la prisión de risas bajo el agua del sueño precioso
Cierra el piano de palabras amadas por los siglos
Y el jardín sensible de los cabellos
Las proyecciones del calor interno
El dolor que busca las fronteras del corazón
Cierra la colina de las orejas
Con todo su oro y sus piedras de milagro
Robadas en el cofre de los poetas enamorados
Que eran como olas despedidas por la muerte
Cierra los arroyos de los sueños
Y la luz de la frente en árboles químicamente puros
Cierra el panorama envidriado de los ojos
VICENTE HUIDOBRO
Chile-1893
De “Ver y palpar. Poemas”
Madrid, 20-09-13
HASTA LUEGO
III
Vendedor de
luces conocidas como el sonido de los tambores
Bajad los rebaños de los pastales celestes
Venid aquí con la mordida estrella
Venid a acariciar estas pequeñas miradas en círculo junto al fuego
Las miradas recién nacidas
Las miradas en pañales de lana y de amor
Más hermosas que los ríos de la ternura
Más hermosas que los cabellos de la lluvia y el mundo caliente de la luz
Más hermosas que la fatiga necesaria a las caricias
Inconfesables de las alondras en la atmósfera
VICENTE HUIDOBRO
Chile-1893
De “Ver y palpar. Poemas”
Madrid, 23-09-13
LAS PALMERAS SALVAJES
Habiendo
admirado el mundo, capitán de un amor y
bellas amistades, hoy avanzas decidido a tu propio
dominio.
Hoy creces
para la que nace de sorpresa, para la que
llega agitando los brazos en el agua que no es más
bella ni más fuerte.
Si te largas
al canto es porque ella nutre todavía las
alas de tu paladar.
RODOLFO ALONSO
Argentina-1934
De “Buenos vientos”
Madrid, 24-09-13
PURGATORIO
canto I
Dante y Virgilio, saliendo a lo abierto, se encuentran en la pequeña isla, sobre
la que se eleva el monte del Purgatorio. Guardándola está Catón de Utica, que,
conocida la razón de su viaje, concede a los dos poetas el continuar el camino,
y advierte a Virgilio de ceñir a Dante con el junco de la humildad y de lavarle
el rostro.
Por correr
mejor agua iza las velas
ahora la navecilla de mi ingenio,
que en pos de sí tan crudo mar se deja;
y cantaré de aquel segundo reino
donde el humano espíritu se purga
y se hace digno de subir al cielo.
La muerta poesía aquí resurja,
¡oh, santas Musas!, pues que vuestro soy,
y algún tanto Calíope aquí surja
siguiendo el canto mío con el son
del cual las tristes Piérides sintieron
la culpa tal de no esperar perdón.
Color suave de oriental zafiro
que se acogía en el sereno aspecto
del aire puro, hasta el primer giro,
fue el deleite a mis ojos devolviendo,
tan pronto yo salí del aura muerta
que me hubo contristado ojos y pecho.
Bello el planeta que al amor conforta
hacía sonreír todo el oriente,
velando a Piscis que íbale en escolta.
Me volví a la derecha y puse mente
al otro polo, y viera cuatro estrellas
que sólo vieron las primeras gentes.
Gozar semblaba el cielo sus lumbreras:
¡Oh, septentrional y viudo sitio
pues que privado estás de ver aquellas!
Cuando yo de su vista fui partido
y volviéndome un poco al otro polo,
donde era el Carro ya desparecido,
vi cercano de mí un anciano solo
digno de tanta reverencia en vista
que más no inspira un padre a su retoño.
Luenga barba de pelo blanco mixta
portaba, del cabello a semejanza,
de que caía al pecho doble lista.
Los rayos de las cuatro luces santas
de tal luz alumbraban su semblante
que lo vi cual si el sol ante mí hallara.
"¿Quienes sois vos, que contra el ciego cauce
habéis huido la prisión eterna?
-dijo al mover las plumas venerables-.
¿Quién os ha guiado? ¿o quién os fue lucerna
saliendo fuera de la oscura noche
que hace siempre la valle infernal negra?
¿Las leyes del infierno así se rompen?
¿o se ha dado en el cielo nuevo edicto
que condena en mis grutas os impone?"
Por mi guía después yo fui cogido,
y con voz, mano y gestos elocuentes
reverentes mi vista y piernas hizo.
Después le respondió: "Por mí no viene;
mujer bajó del cielo, y por su ruego
de la mi compañía a él acorriese.
Mas puesto que se explique es tu deseo
cuál nuestra condición es verdadera,
el mío a ti negarte yo no puedo.
Éste su última noche aún no la viera,
pero por su locura era tan presto
que poco tiempo ya faltado hubiera.
Como dije, enviado fui a su encuentro
para salvarlo, y no otra senda había
mas que ésta por la cual yo me hallo dentro.
.../...
DANTE ALIGHIERI
Florencia-1265
De “La divina comedia”
Madrid, 25-09-13
PURGATORIO
canto I
.../...
Mostrado
le he toda la gente inicua,
y ahora quiero mostrarle esos espíritus
que aquí se purgan bajo tu bailía.
Cómo lo traje, largo es de decirlo;
virtud viene de lo alto, que me ayuda
para verte y oírte a conducirlo
Que a ti te congratule su venida;
libertad va buscando, que es tan cara
cual sabe el que por ella rehúsa vida.
Lo sabes, no te fue por ella amarga
en Utica la muerte, en que has dejado
la veste que el gran día hará tan clara.
Los decretos eternos no dañamos;
pues éste es vivo y Minos no me encierra,
soy del cerco en que están los ojos castos
de tu Marcia, que sembla que aún te ruega
que la tengas por tuya, ¡oh, santo pecho!:
así pues, por su amor a nos te plega:
Déjanos recorrer tus siete reinos:
de ti a ella he de mostrarme agradecido,
si allí abajo te dignas te nombremos".
"Tan grata Marcia fue a los ojos míos,
mientras que fui de allá -dijo él ahora-,
que de mí obtuvo cuantas gracias quiso.
Ahora que allende el mal río demora,
no puedo conmoverme, por la ley
hecha cuando de allí salió mi sombra.
Si mujer celestial te rige y mueve,
como dices, lisonjas las evita;
basta con que en su nombre me lo ruegues.
Vete por tanto, y haz que éste se ciña
de un junco terso, y lávale en el viso
para que toda mancha en él se extinga;
que no conviene al ojo sorprendido
de alguna niebla andar delante al sumo
ministro, que es de aquellos del Paraíso.
Esta islita en el fondo en torno suyo,
allí abajo, do bate la marola,
sobre su blando limo tiene juncos.
Ninguna planta, que produzca fronda
o se endurezca, puede ahí tener vida,
que no secunda embates de las ondas.
No hagáis después aquí nueva venida;
el sol os mostrará, que ya levanta,
tomar el monte en más leve subida!
Desapareció luego; y yo me alzara
sin hablar, cuanto pude aproximado
al guía, dirigiendo a él la mirada.
"Hijo -empezó a decir-, sigue mis pasos:
atrás volvamos, que de aquí declina
esta llanura a su final más bajo".
Vencía el alba la hora matutina
que ante ella huía, tal que en lo lejano
conocí el ondular de la marina.
Íbamos nos por el desierto llano
como el que torna a la perdida estrada,
y cree hasta hallarla caminar en vano.
Cuando llegamos donde la rosada
con el sol pugna, y por estar en tierra
que yace en sombra, poco se dilata,
ambas manos abiertas en la hierba
suavemente el maestro las ponía;
y yo que de su intento me di cuenta,
a él ofrecí llorosas mis mejillas:
y entonces me hizo todo descubierto
el color que el infierno me escondía.
Llegamos luego al litoral desierto,
que jamás navegar vio por sus aguas
hombre después a regresar experto.
Allí ciñome como aquel mandara:
¡oh, maravilla!, que cuando eligiese
la humilde planta, otra igual brotaba
adonde la arrancó, súbitamente.
DANTE ALIGHIERI
Florencia-1265
De “La divina comedia”
Madrid, 26-09-13
ESCÉNICA
Ahora saltas,
niña, por partes el aldea
Definiendo su nombre,
Las nubes, los almendros
Y las torres.
Balaron las ovejas
Y las nubes empiezan en la fuga del agua.
Vamos contigo del aldea á la aldea
Con pájaros y tierras.
Una palma declinas, una torre,
Una espiga, dos bueyes,
Y los nombres que tocan paciencia de azahares,
La lluvición, la soledad, la muerte.
JACOBO FIJMAN
Besarabia-1898
De “Estrella de la mañana"
Madrid, 27-09-13
PRIMERA QUIETUD
Para que tu
profundidad,
llegue al alcance de mi mano,
te escribo.
Sé que te detendré en una palabra.
Serás de lo esencial de mi cuerpo,
el infinito murmullo de las aves,
el incandescente océano,
marítimo perfume.
Olas del crimen en alta mar,
violentas olas de alquitranada piedra,
infinita muerte,
un amor.
MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “El amor existe y la libertad”
Madrid, 30-09-13
LA ESQUINA OLVIDADA
Como un hilo
de sueño, como un hilo de tango,
como un hilo de vals lento de antes
que es lejano pariente de los blues,
la luna penetró largamente su oscuro
y anguloso perfil y en su revoque
diseñaron los años una especie de mapa.
El amor y la muerte soslayaron su sombra.
Conoció el esplendor popular de una tienda
y un sauce y un boliche.
Nada más, todos se fueron y la noche
preguntó cuánto tiempo había pasado.
-¿Te acordás, hermano?
Como un hilo de nube.
RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN
Argentina-1905
De “Poemas para el atril de una pianola”
Selección de Poemas
Editados
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