Madrid, 03-05-13

642

Yo de Mí misma -desterrarme-
Si el Don tuviera-
Inexpugnable mi Fortaleza
A Todo Corazón-

Mas puesto que a Mí misma -asalto-
¿Cómo hallar paz
Si no es sometiendo
A la Conciencia?

Y, puesto que Monarcas somos mutuos,
¿Cómo lograrlo
Si no es Abdicando-
Yo-De Mí?

 

EMILY DICKINSON
Estados Unidos-1830
De “Antología bilingüe”


Madrid, 06-05-13

EL POETA COMO PESCADOR

A medida que envejezco
percibo que la vida
tiene la cola en la boca
y otros poetas y otros pintores
ya no encarnan para mí
ningún tipo de competencia
El cielo es el desafío
el cielo
que aún debe ser descifrado
ese alto cielo
ante el que caen agobiados
los astrónomos
con sus grandes orejas electrónicas
ese cielo
que nos susurra constante
los secretos finales del universo
el mismo que respira
hacia adentro hacia afuera
como si fuera el interior de una boca
del cosmos
el mismo cielo
que es el borde de la tierra
y del mar también
el cielo
de voces múltiples y ningún dios
rodeando un océano de sonido
que devuelve en ecos
como las olas
que estallan en el murallón
Poemas enteros
diccionarios completos
enrollándose
en la explosión de un trueno
Cada atardecer un cuadro instantáneo
cada nube un libro de sombras
a través de las que vuelan salvajes
las vocales de los pájaros
que llorarán repentinamente
Ese firmamento para el pescador
está despejado
a pesar de las nubes oscuras
El lo observa
lo estima por lo que es:
el espejo del mar
a punto de precipitarse sobre él
en su bote de madera
al filo del horizonte oscuro
Nosotros lo imaginamos como un poeta
siempre cara a cara con la vieja realidad
donde los pájaros nunca vuelan
antes de la tormenta
No lo dudes
él sabe lo que caerá de las alturas
antes de que amanezca
él es su propio vigía
en su embarcación
atento al sonido del universo

LAWRENCE FERLINGHETTI
Estados Unidos-1919
De " Viajes por América Desierta y otros poemas"


Madrid, 07-05-13

CONSIDERANDO EN FRÍO, IMPARCIALMENTE

Considerando en frío, imparcialmente,
que el hombre es triste, tose y, sin embargo,
se complace en su pecho colorado;
que lo único que hace es componerse
de días;
que es lóbrego mamífero y se peina...

Considerando
que el hombre procede suavemente del trabajo
y repercute jefe, suena subordinado;
que el diagrama del tiempo

es constante diorama en sus medallas
y, a medio abrir, sus ojos estudiaron,
desde lejanos tiempos,
su fórmula famélica de masa...

Comprendiendo sin esfuerzo
que el hombre se queda, a veces, pensando,
como queriendo llorar,
y, sujeto a tenderse como objeto,
se hace buen carpintero, suda, mata
y luego canta, almuerza, se abotona...

Considerando también
que el hombre es en verdad un animal
y, no obstante, al voltear, me da con su tristeza en la cabeza...

Examinando, en fin,
sus encontradas piezas, su retrete,
su desesperación, al terminar su día atroz, borrándolo...

Comprendiendo
que él sabe que le quiero,
que le odio con afecto y me es, en suma indiferente...

Considerando sus documentos generales
y mirando con lentes aquel certificado
que prueba que nació muy pequeñito...

le hago una seña,
viene,
y le doy un abrazo, emocionado.
¡Qué más da! Emocionado... Emocionado...

CÉSAR VALLEJO
Perú-1892
De  “Poemas humanos”


Madrid, 08-05-13

SI LOS FAROLES BRILLARÁN

Si los faroles brillaran, el rostro santo se marchitaría
preso en un octógono de insólita luz,
y todos los muchachos del amor
se cuidarían de perder la gracia.
Los rasgos de sus íntimas tinieblas
están hechos de carne, pero que venga el falso día
y que los labios de ella pierdan sus ajados colores,
que el traje de la momia muestre un antiguo pecho.

Me han dicho que piense con el corazón
pero el corazón, como el cerebro, conduce al desamparo;
me han dicho que piense con el latido,
que cambie el ritmo de la acción cuando el latido se acelere

hasta que en un plano se confundan el campo y los tejados
tan rápido me muevo por desafiar al tiempo, el caballero quieto
cuya barba se agita en el viento de Egipto.

He oído el contar de muchos años
y muchos años tendrían que atestiguar un cambio.

La pelota que arrojé cuando jugaba en el parque

aún no ha tocado el suelo.

(Trad. de Elizabeth Azcona Cranwell)

DYLAN THOMAS
Reino Unido-1914


Madrid, 09-05-13

EL VIENTO SALTÓ A LAS CUATRO

El viento saltó a las cuatro
el viento saltó y rompió las campanas
meciéndose entre vida y muerte
aquí, en el reino de sueño de la muerte
el eco que despierta de un choque confuso
¿es un sueño o algo diferente
cuando la superficie del río ennegrecido
es una cara que suda con lágrimas?
Vi a través del río ennegrecido
la hoguera del campamento agitarse con lanzas extranjeras.
Aquí, a través del otro río de la muerte
los jinetes tártaros agitan sus lanzas.

THOMAS STEARNS ELIOT
Estados Unidos-1888
De “Poesía menores”


Madrid, 10-05-13

NEW HAMPSHIRE

Voces de niños en el huerto
entre el tiempo de florecer y el tiempo de madurar:
entre la punta verde y la raíz.
Ala negra, ala parda, se cierne en lo alto;
veinte años y pasa la primavera;
hoy duele, mañana duele,
cubridme todo, luz de hojas;
cabeza dorada, ala negra,
agarrad, saltad,
brotad, cantad,
saltad hasta el manzano.

THOMAS STEARNS ELIOT
Estados Unidos-1888
De “Poesía menores”


Madrid, 13-05-13

EL POETA
Fragmento I

¿Qué rumor
lejos suena,
que el silencio
en la serena
negra noche interrumpió?

¿Es del caballo la veloz carrera,
tendido en el escape volador,
o el áspero rugir de hambrienta fiera,
o el silbido tal vez del aquilón?

¿O el eco ronco de lejano trueno
que en las ondas cavernas retumbó,
o el mar que amaga con su hinchado seno,
nuevo Luzbel, al trono de su Dios?

Densa niebla
cubre el cielo,
y de espíritus
se puebla
vagarosos,
que aquí el viento
y allí se cruzan,
vaporosos
y sin cuento.
Y aquí tornan,
y allí giran,
ya se juntan,
se retiran,
ya se ocultan,
ya aparecen,
vagan, vuelan,
pasan, huyen,
vuelven, crecen,
disminuyen,
se evaporan,
se coloran,
y entre sombras
y reflejos,
cerca y lejos
ya se pierden,
ya me evitan
con temor,
ya se agitan
con furor,
en aérea danza fantástica
a mi alrededor.

JOSÉ DE ESPRONCEDA
España-1808
De "El diablo mundo"


Madrid, 14-05-13

EL POETA
Fragmento II

Vago enjambre de vanos fantasmas,
de formas diversas, de vario color,
en cabras y sierpes montados y en cuervos,
y en palos de escobas, con sordo rumor

baladros lanzan y aullidos,
silbos, relinchos, chirridos,
y en desacordado estrépito,
el fantástico escuadrón
mueve horrenda algarabía
con espantosa armonía,
y horrísona confusión.

Del toro ardiente al mugido
responde en ronco graznar
la malhadada corneja,
y el agorero cantar
de alguna hechicera vieja,
el gato bufa y maúlla,
el lobo erizado aúlla,
ladra furioso el mastín;
y ruidos, voces y acentos
mil se mezclan y confunden,
y pavor y miedo infunden
los bramidos de los vientos;
que al mundo amagan su fin
en guerra los elementos.

Relámpago rápido
del cielo las bóvedas
con luz rasga cárdena,
y encima descúbrese
jinete fantástico,
quizá el genio indómito
de la tempestad.

De cien truenos juntos retumba el fragor
en bosques, montañas, cavernas, torrentes;
quizá son del miedo los genios potentes
que el cántico entonan de espanto y terror.

JOSÉ DE ESPRONCEDA
España-1808
De "El diablo mundo"


Madrid, 16-05-13

EL POETA
Fragmento III

Lanzando bramidos hórridos,
y tronchando añosos árboles,
irresistible su ímpetu,
teñida en colores lívidos,
gigante forma flamígera
cabalga en el huracán.
Quizá el genio de la guerra,
cuya frente tornasola
con roja vaga aureola
el relámpago fugaz.

Aquí retiembla la tierra
allí rebrama la mar,
altísima catarata
zumba y despéñase allá;

allí torrentes de lava
lanza mugiente volcán,
aquí temerosa tromba
se agita en la tempestad,

y agua, fuego, peñas, árboles
ávida sorbe al pasar.
Allí colgada la luna,
con torva, cárdena faz,

triste, fatídica, inmóvil
en la inmensa oscuridad,
más estrictamente que alumbra,
cual lámpara sepulcral.

Allí bramidos de guerra
se escuchan, y el golpear
del acero, y de las trompas
el estrépito marcial,

aquí relinchar caballos
y estruendo de pelear;
allí retumban cañones,
lamentos suenan allá,

y alaridos, voces, ayes
y súplicas y llorar;
aquí desgarradas músicas
y cantares; acullá

ruido de gentes que danzan
con bullicioso compás;
acá risas y murmullos,
riñas y gritos allá.

Allí el estruendo se escucha
de amotinada ciudad,
carcajadas, orgías, brindis,
y maldecir y jurar.

Aquí el susurro entre flores
del cefirillo galán,
allí el eco interrumpido
de algún suspiro fugaz,

ora un beso, una palabra,
de alguna trova el final;
todo en confusa discordia
se oye a un tiempo resonar,

breve compendio del mundo,
la tartárea bacanal,
y trastornan y confunden
tanto estrépito a la par,

y aturden, turban, marean
tanta visión, tanto afán.
 

JOSÉ DE ESPRONCEDA
España-1808
De "El diablo mundo"
 


Madrid, 17-05-13

LA

La que tira semillas al azar,
hojea la tarde, lee.
No tiene idea de
las alegrías de su cuerpo
cuando la luz golpea las sábanas
que se callaron y ella
abre el día, sonríe
con sombra aún.
Trae cuevas del sueño donde
pintaron bestias que
nadie cazó.

JUAN GELMAN
Argentina-1930
De “País que fue será”


Madrid, 20-05-13

EL AIRE
EL BOSQUE
LOS TRINOS
Y EL ARROYO
 

Es muy seco
el aire que rodea
a esta cabaña
en medio del bosque
y junto al arroyo
Seco y casi dorado el aire
Los trinos de los pájaros
cruzan el bosque
¿qué hay más allá?
Lo vemos y vivimos:
Inmóvil y transparente
es el más allá del monte
del cielo y los caminos
Es inmóvil y transparente
aquello
más allá
del piafar del caballo
y de la activa jornada
de la hormiga
el armadillo
el gato
la araña y el caracol
Inmóvil y transparente
como este aire
el bosque
los trinos y el arroyo
Como el viento y la escarcha
Como la luz y el árbol
Como la cuerda y la rueda
El más allá simplemente
está en nosotros
en todas partes
De este lado
y del otro
luminosamente
en este aire seco
y casi dorado
la canción
la rosa
están en nosotros

EDGAR BAYLEY
Argentina-1919
De “Alguien llama”

 

Madrid, 21-05-13

NAUFRAGIOS EXTRAVÍOS MILAGROS

En este río están los artículos ofrecidos en la subasta
Pero no flota todo lo que se ofrece
En el lecho del río hay restos de naufragios
que también se rematan:
un brazo con tatuajes   una silla de hierro   algunos camarotes
brújulas   botellas   maderos   peldaños   almanaques
cuchillos   manoplas   bolsas de correspondencia
escuadras   teodolitos

Se remata todo lo que el río lleva y el río mismo:
cables cortados   remos rotos   redes   monturas   espuelas
peines   vegetaciones    arbolillos soleados   fuentes de piedras
extinguidos rayos   consuelos y disculpas   candelabros
ficciones   la rosa de fuego   cenizas   y una torre

Y para quien aguza el oído:
restos de conversaciones   alegatos   justificaciones
noches de alegría y de luz   y oscuridad y llanto

Pero no se rematan
ni los labios
ni los ojos
ni los cuerpos
ni la libre y abierta ternura
ni la jubilosa donación y entrega
ni el pleno instante de la nieve y de la llama
de las noches de amor
que a lo largo del río se vivieron

No
no se remata ciertamente
en este naufragio y salvación
el amor por todas las mujeres de este río
mujer milagro eterno
alba y nombre
puro fluir de la mañana
vertiente nacimiento
razón del río mismo
del sentido

EDGAR BAYLEY
Argentina-1919
De “Alguien llama”


Madrid, 22-05-13

YA SE HAN COLUMPIADO BASTANTE

Los pequeños y los mayores escrutan el horizonte:
un viento favorable les traerá la carabela emplumada
que transporta la piel sangrienta del mono
cuidadosamente colgada en una percha.

Desnudos semejantes a huesos blancos limpiamente roídos
salen de los agujeros del aire.
El color de nuestro país no les va.
Adelgazan a ojos vistas sin decir palabra
y después de haber servido de camino
se enrollan en bobinas de viento.

Un ateo anuncia que son las dos de la mañana.
Encuentra a congéneres ateos
que han perdido las hombreras y las hojas de viña
y lloran en cucharas de plomo.
Parecen sacacomas que partieron en busca
de monstruosos tomates azules rojos
similares a las callosidades de los grandes simios
y vuelven con las manos vacías.

Los cuadrados agitan la cola.
Por fin después de miles de años
les crecen tenedores con dedos de hombre
para atrapar a los piojos en el fuego.
Sus grandes sombreros con verrugas doradas
pronto se hartan de columpiarse.
Bostezando esperan un vuelo de abanico azul
que les lleve a playas más alegres.

Un poco de viento sopla aún en la taza.
Pero los días escasean.
En las sombras grises las sombras negras juegan al bilboquet.
Los valientes se muerden los codos
pero tampoco ellos encuentran ya el comienzo.
Qué más se puede hacer que masticar un nudo tras otro.

Las almas de víbora son bolas transparentes.
Elegantes bolas de bulevar.
Les gusta tanto la música
como a mí el Petit Larousse illustré.
Tocan en amenes de violines como verdaderos Paganinis.
Ruedan a lo largo de los bulevares
tocando noche y día
desbordantes de música
como la leche al cocer.

 

 

JEAN ARP
(Francia-1887)
De "Días deshojados


Madrid, 23-05-13

ISABEL Y LOS PLATOS

... (Él se levantó, tiró a un rincón del cuarto el pañuelo empolvado:)
"¿Una llanura cubierta de platos?
De platos largos, cortos, cuadrados, redondos,
de platos con labios de luna que transpiran perlas,
de platos con corazón de nieve
flotando sobre platos gigantes de mercurio?"
(Su paso se hacía más brusco, su voz más breve:)
"¡Constelaciones, nubes, cúpulas, columnatas, montes,
   ríos, mares de platos formarán la arquitectura de
   ese mundo augusto, majestuoso, inmutable!"
(Con su bastón golpeaba el suelo con impaciencia:)
"¡Platos recién nacidos,
platos de viejo con cuatro barbas,
platos de usufructuarios glotones,
de saltamontes,
de carruseles de rosas,
platos con la mirada blanca de los ratones rojos,
platos blancos cubiertos de lágrimas negras!"
(Sacó los pies de su folgo y se desempolvaba los zapatos
   sacudiéndolos con el pañuelo:)
"¡Esferas de platos,
platos de tercera dimensión,
platos-ombligos,
platos originales!".

JEAN ARP
(Francia-1887)
De "Días deshojados"


Madrid, 24-05-13

 

EL CUENTO DE LAS TRES GARRAFAS
DE LOS TRES RELOJITOS
Y DE LA MESITA

Había una vez tres garrafas
la primera era amable
la segunda era invisible
y la tercera era de paja
sus cabezas se parecían a la lengua del minuto
que no llega nunca a pagar su día y su noche
hasta la última gota

había dos veces tres relojitos rojos
que rallaban los minutos en polvo gris
los relojitos rojos rallaban con entusiasmo
como la aurora ralla a sus corderos
"la primera gota de miel que caiga
en el catre de la tierra
es para mí"
dijo la primera garrafa
"ni grande ni pequeño"
dijo el primer relojito rojo
"ni dentro ni fuera"
dijo el segundo relojito rojo
"ni redondo ni cuadrado"
dijo el tercer relojito rojo
"nunca más responderé tic-tac"
dijo el cuarto relojito rojo
"los niños que se pasean por el país
siguen diciendo el tic-tac"
dijo burlón el quinto relojito rojo
"los continentes no tienen derecho a decir tic-tac"
dijo irritado el sexto relojito rojo
"la luz ha perdido su corteza"
dijo la segunda garrafa

había una vez una mesita
en la cual circulaba sangre
en aquella mesita crecía un vaso
aquel vaso lanzaba corazones al vacío
de la boca de aquellos corazones alzaron el vuelo campanas
que sonaban
un arpa pasaba por delante de la mesita
se parecía de perfil al agua y de frente al aire
cantaba
"los paisajes están lejos
donde está el eco el humilde servidor
bebamos leche negra
bebamos leche negra"

JEAN ARP
(Francia-1887)
De "Días deshojados"


Madrid, 27-05-13

LXI

Esta noche desciendo del caballo,
ante la puerta de la casa, donde
me despedí con el cantar del gallo.
Está cerrada y nadie responde.

El poyo en que mamá alumbró
al hermano mayor, para que ensille
lomos que había yo montado en pelo,
por rúas y por cercas, niño aldeano;
el poyo en que dejé que se amarille al sol
mi adolorida infancia... ¿Y este duelo
que enmarca la portada?

Dios en la paz foránea,
estornuda, cual llamando también, el bruto;
husmea, golpeando el empedrado. Luego duda
relincha,
orejea a viva oreja.

Ha de velar papá rezando, y quizás
pensará se me hizo tarde.
Las hermanas, canturreando sus ilusiones
sencillas, bullosas,
en la labor para la fiesta que se acerca,
y ya no falta casi nada.
Espero, espero, el corazón
un huevo en su momento, que se obstruye.

Numerosa familia que dejamos
no ha mucho, hoy nadie en vela, y ni una cera
puso en el ara para que volviéramos.

Llamo de nuevo, y nada.
Callamos y nos ponemos a sollozar, y el animal
relinche, relincha más todavía.

Todos están durmiendo para siempre,
y tan de lo más bien, que por fin
mi caballo acaba fatigado por cabecear
a su vez, y entre sueños, a cada venia, dice
que está bien, que todo está muy bien.

CÉSAR VALLEJO
Perú-1892
De  “Trilce”


Madrid, 28-05-13 

GLOSA

"Yo pienso cuando me alegro
como un escolar sencillo
en el canario amarillo
que tiene el ojo tan negro."
José Martí

En el sinsonte que acosa
con su canto el veguerío,
en la loma, en el bohío
donde aparece la rosa,
en el aire que desposa
el aire donde me integro,
en la guitarra, en el negro
humilde bajo una estrella,
en mi patria suave y bella
yo pienso cuando me alegro.

Escojo una espiga hirsuta,
un parentesco demente
con el arroyo, simiente
de la verdad absoluta.
Se está cayendo una fruta...
¡Qué luz viene!... Maravillo
mi olfato con romerillo,
le doy un susto a otra rana
y me tiendo en la sabana
como un escolar sencillo.

La hierba y su mansedumbre
se apoderan de la hora.
Soy parte ya de esta flora.
¡No es bueno que me acostumbre
a tanto amor, tanta lumbre!
La tarde como un anillo
está redonda de brillo
y lejos suena el palmar...
¡Si yo pudiera volar
en el canario amarillo!

Pero un recuerdo maltrata,
viene el furor y lo empuña,
de pronto sale la uña.
(Caña, ya no eres de plata).
El campo se desbarata
y a la pena me reintegro;
ya maldigo, ya no alegro,
gano rabia, dolor gano
¡pues me acordé del tirano
que tiene el ojo tan negro!

 

 

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1924
De “Tú eres mañana”


Madrid, 29-05-13

LOS ENCUENTROS

I

A veces va una por la calle, triste,
pidiendo que el canario no se muera
y apenas se da cuenta de que existe
un semáforo, el pan, la primavera.

A veces va una por la calle, sola
-ay, no queriendo averiguar si espera-,
y el ruido de algún rostro que se inmola
nos pone a sollozar de otra manera.

A veces por la calle, entretenida,
va una sin permiso de la vida,
con un hambre de todo casi fiera.

A veces va una así desamparada,
como pudiendo enamorar la nada
y el milagro aparece en una acera.

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1924
De “Las palabras y el tiempo


Madrid, 30-05-13

LOS ENCUENTROS

II

Sí, la noche te trajo. Yo, dorada,
prosa, casto limón, convaleciente
del último quizás de tu mirada,
bajé por la ternura de repente.

¿Qué hiciste entonces con tu boca urgente
en mi mano de libro y enramada?
Trataste como un gajo del poniente
la mano que me sigue iluminada?

No sé. No sé enterarme de este asunto.
No sé. No sé: me conmoví despacio.
(Quede la sinrazón por testimonio)

Pero recuerdo que a las nueve en punto
rodó ya carcomido en su palacio
mi corazón de estatua y de demonio.

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1924
De “Las palabras y el tiempo


Madrid, 31-05-13 

LOS ENCUENTROS

III

Saliste tú y no el sol, de mediodía,
pues llamo al imposible por su nombre.
Parado de repente, como un hombre,
eras casi la luz que me insistía.

Tu casa estaba, por lo sola, fría,
y cuando nos besamos tuvo un ala
que aún debe estar volando por la sala.
Dije que no, que tumba, que venía

un porvenir de arañas y de acero.
Dije que no, que no; lo dije pero
la lluvia es una lágrima tan bella

(siempre ha llovido donde muero y paso)
que hubo el silencio del amor acaso
y entre mis muslos progresó la estrella.

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1924
De “Las palabras y el tiempo


Selección de Poemas Editados
 

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