Madrid, 01-03-12

EL REGRESO

Llegué muy tarde.
La luz era difícil: el cuarto, pobre. 

Desnuda
yo parecía un juguete de oro. 

Volví a vestirme
para ser como sus cosas.

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1924
De “Las sílabas y el tiempo”


Madrid, 02-03-12

MI MADRE

Mi madre es esa niña sin padre y sin muñeca
que nos hizo la carne y el alma del verano.
Usa vestidos serios y ya no toca el piano,
pero aquí en nuestra casa ha sembrado una areca.

Propietaria de todos los pañales del mundo,
por jugar con nosotros se olvidó de ir a misa;
y ya veis: le ha salido una iglesia en la risa.
Su delantal es sabio como un libro profundo.

Con las tijeras quiere cortarme penas hondas.
Hace guisos humildes y caricias redondas,
y se arruga despacio como una ilusión.

Mi madre es esa única criatura diferente
que para darme un beso raro y resplandeciente
me ha zurcido la herida que llaman corazón.

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1924
De “Memoria de la fiebre”


Madrid, 05-03-12

1608

Las flores del romero,
niña Isabel,
hoy son flores azules,
mañana serán de miel.

Celosa estás, la niña,
celosa estás de aquél,
dichoso, pues le buscas,
ciego, pues te ve.
Ingrato, pues te enoja,
y confiado, pues
no se disculpa hoy
de lo que hizo ayer.
Enjuguen esperanzas
lo que lloras por él,
que celos entre aquellos
que se han querido bien,
hoy son flores azules,
mañana serán miel.

Aurora de ti misma,
que, cuando a amanecer
a tu placer empiezas,
te eclipsan tu placer;
serénense tus ojos,
y más perlas no des,
porque al sol le está mal
lo que a la aurora bien.
Desata como nieblas
todo lo que no ves,
que sospechas de amantes
y querellas después,
hoy son flores azules,
mañana serán miel.

LUIS DE GÓNGORA
España-1561
De "Romances"


Madrid, 06-03-12

COMO UNA SOLA FLOR DESESPERADA

Lo quiero con la sangre, con el hueso,
Con el ojo que mira y el aliento,
Con la frente que inclina el pensamiento,
Con este corazón caliente y preso.

Y con el sueño fatalmente obseso
De este amor que me copa el sentimiento,
Desde la breve risa hasta el lamento,
Desde la herida bruja hasta su beso.

Mi vida es de su vida tributaria,
Ya parezca tumulto, o solitaria,
Como una sola flor desesperada.

Depende de él como del leño duro
La orquídea, o cual la hiedra sobre el muro,
Que sólo en él respira levantada. 

JUANA DE IBARBOUROU
Uruguay-1895
De “Oro y tormenta”


Madrid, 07-03-12

370 

El cielo está tan lejos de la mente
que si la mente fuera disuelta -
su lugar – por arquitecto
otra vez no podría ser hallada – 

es vasta – como nuestra capacidad -
pura – como nuestra idea -
para el que tenga el adecuado deseo
no está más lejos, pues aquí está -

EMILY DICKINSON
Estados Unidos-1830
De “Poemas”


Madrid, 08-03-12

1263

No hay fragata como un libro
para llevarnos a tierras lejanas
ni corceles como una página
de burbujeante poesía -
esta travesía el más pobre puede hacer
sin la opresión del peaje -
cuán frugal es el carruaje
que lleva el alma humana.

EMILY DICKINSON
Estados Unidos-1830
De “Poemas”


Madrid, 09-03-12

1270

¿Es el cielo un médico?
Dicen que puede curar -
pero la póstuma medicina
es inencontrable -
¿Es el cielo una tesorería?
Hablan de lo que debemos
pero de esa negociación
no soy partícipe -

EMILY DICKINSON
Estados Unidos-1830
De “Poemas”


Madrid, 12-03-12

MIENTRAS POR COMPETIR CON TU CABELLO

Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido al sol relumbra en vano,
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;

mientras a cada labio, por cogello,
siguen más ojos que al clavel temprano,
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello;

goza cuello, cabello, labio y frente
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,

no sólo en plata o viola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.

LUIS DE GÓNGORA
España-1561
De "Sonetos"


Madrid, 13-03-12

DE PURA HONESTIDAD TEMPLO SAGRADO

De pura honestidad templo sagrado,
cuyo bello cimiento y gentil muro
de blanco nácar y alabastro duro
fue por divina mano fabricado;

pequeña puerta de coral preciado,
claras lumbreras de mirar seguro,
que a la esmeralda fina el verde puro
habéis para viriles usurpado;

soberbio techo, cuyas cimbrias de oro
al claro sol, en cuanto en torno gira,
ornan de luz, coronan de belleza;

ídolo bello, a quien humilde adoro,
oye piadoso al que por ti suspira,
tus himnos canta y tus virtudes reza.

LUIS DE GÓNGORA
España-1561
De "Sonetos"


Madrid, 14-03-12

AL NACIMIENTO DE CRISTO,
NUESTRO SEÑOR

Pender de un leño, traspasado el pecho,
y de espinas clavadas ambas sienes,
dar tus mortales penas en rehenes
de nuestra gloria, bien fue heroico hecho;

pero más fue nacer en tanto estrecho,
donde, para mostrar en nuestros bienes
a donde bajas y de donde vienes,
no quiere un portalillo tener techo.

No fue ésta más hazaña, oh gran Dios mío,
del tiempo por haber la helada ofensa
vencido en flaca edad con pecho fuerte

(que más fue sudar sangre que haber frío),
sino porque hay distancia más inmensa
de Dios a hombre, que de hombre a muerte.

LUIS DE GÓNGORA
España-1561
De "Sonetos"


Madrid, 15-03-12

ARCOS

hoy creo todo falso
en este amor de humo
desde los dos estanques
vidriados de tus ojos
             -donde se inmovilizan mis pupilas
hasta la realidad emocionada
de tus manos infinitas-.

sólo es verdad la angustia de esta noche
palpable entre mis manos frías
i el llanto que me cae para adentro
y este deseo de pedir perdón. 

Ambiguas esmeraldas de mi risa!
Decoración fastuosa de mis cenefas de tristeza
como dos ojos verdes que han visto mucho el mar
i que sienten nostalgias de dormir en su seno-

                  Bendita seas Hora
     porque afirmas la angustia
     de que este amor sólo es un sueño-

MAGDA PORTAL
Perú
-1901
De “Antología de la poesía
latinoamericana de vanguardia”


Madrid, 16-03-12

PRISIONEROS

Son gente.
De eso no cabe duda.
Gente como nosotros,
que come, que duerme, que se entume, que suda,
que odia, que ama.
Gente como toda la gente,
y sin embargo – diferente.

Como les hemos arrancado
todos los botones,
caminan agarrándose
los pantalones,
y llevan el cuerpo doblegado.

Pudiera ser cansancio,
pero no es eso.
Pudiera ser vergüenza...
En fin, qué nos importa:
¡Son nuestros prisioneros!

Está prohibido darles cigarrillos.
Bien. Se les daré a escondidas.
Alguno de ellos debe de haber leído
a Goethe; o será de la familia de Beethoven
o de Kant; o sabrá tocar el violoncelo...

SALOMÓN DE LA SELVA
Nicaragua
-1893
De “Antología de la poesía
latinoamericana de vanguardia”


Madrid, 20-03-12

AL PADRE

Donde sobre las aguas violeta
estaba Messina, entre cables rotos
y ruinas tú marchas entre vías
y cambios con tu gorro de gallo
isleño. El terremoto hierve
desde hace tres días, diciembre de huracanes
y mar envenenado. Nuestras noches caen
en los vagones de carga y nosotros, rebaño infantil,
contamos sueños polvorientos con los muertos
aplastados por hierros, mientras mordemos almendras
y guirnaldas de manzanas secas. La ciencia
del dolor puso verdad y aceros
en los juegos de las bajas llanuras de malaria
amarilla y terciaria hinchada de barro.

Tu paciencia
triste, delicada, nos robó el miedo,
fue lección de días unidos a la muerte
traicionada, al desprecio de los ladrones
apresados entre las ruinas y ajusticiados en la tiniebla
por la fusilería de los desembarcos, cuenta
de números bajos que resultaba exacta,
concéntrica, un balance de vida futura.

Tu gorro de sol bajaba y subía
en el poco espacio que siempre te han dado.

También a mí me midieron cada cosa
y he llevado tu nombre
un poco más allá del odio y de la envidia.
Ese rojo sobre tu cabeza era una mitra,
una corona con alas de águila.
Y ahora, en el águila de tus noventa años,
he querido hablar contigo, con tus señales
de partida coloreadas por la linterna
nocturnal y aquí desde una rueda
imperfecta del mundo,
sobre un cúmulo de muros cerrados,
lejos de los jazmines de Arabia
donde todavía estás, para decirte
lo que en un tiempo no pude -difícil afinidad
del pensamiento- para decirte, y no nos escuchan sólo
cigarras en los cruces, agaves lentiscos,
como el campesino dice a su señor:
“Besamos las manos”. Esto nada más.
Oscuramente fuerte es la vida.

SALVATORE QUASIMODO

Italia-1901


Madrid, 21-03-12

613

Encerrada me tienen en la Prosa-
como cuando era Niña
Y me metían en el Armario-
Porque me querían “quieta”-

¡Quieta! Si se hubieran asomado-
A mi cerebro, hubieran visto -tanto movimiento-
Más les valdría haber condenado a un Pájaro
por Alta Traición -al Calabozo-

Él no tendría más que desearlo
Y con el mismo esfuerzo que una Estrella
Burlarse de la Cautividad-
Y reírse -Igual que río Yo-

EMILY DICKINSON
Estados Unidos-1830
De “Poemas”


Madrid, 22-03-12

928

El Corazón tiene Orillas estrechas
Se mide como el Mar
En poderoso –incesante Bajo
Y Azul Monotonía

Hasta que el Huracán irrumpe cortante
Y al discernir el Corazón
Su Espacio insuficiente
Aprende conmocionado

Que la Calma es sólo un Muro
de Gasa siempre intacta
Y Empujado un leve instante se derrumba
Cuestionado –se disuelve.

EMILY DICKINSON
Estados Unidos-1830
De “Poemas”


Madrid, 23-03-12

EL SACRIFICIO

Es este el sacrificio:
amar; oír las voces
de los amados seres
que habitan en nosotros.
Sentir cómo se mueven
con un rumor inmenso
de mares y de bosques.
Mirar sus ojos claros
y sus cabellos puros.
Tocar los mismos árboles
y ver cómo se esconden
idénticos crepúsculos
en almas paralelas.
Saber que si una tarde
divina los hallamos,
seremos de su sombra
las lámparas de bronce.

Oír que nos imploran:
escúchanos y síguenos.
Por nuestra sangre corre
magnífica la vida.
Somos la misma vida.
nuestro calor es llama
de cumbres y de soles.
La tierra es una imagen
de nuestra semejanza.
Las cosas florecieron
como nuestra virtud.
El musgo de las piedras
cayó de nuestro sueño,
y el agua de los ríos
descansa en nuestro amor.

Y, sin embargo, firmes
en nuestro sacrificio,
cerrar a cal y canto
los ojos y los tímpanos.
No oír jamás las voces
de los amados seres
que habitan en nosotros,
ni ver cómo se mueven
con un rumor inmenso
de mares y de bosques.
Saber que no seremos
el polvo de sus plantas;
la sal de su amargura
ni el goce de sus goces.

Cerrar a cal y canto
los ojos y los tímpanos.
Dejar en nuestro pecho
las manos, cual cerrojos
que guardan un abismo,
y atar a nuestros labios
las iras y las voces.

Bajar hasta unas lágrimas
por un camino lleno
de azules amapolas.
Llevar sobre las sienes
el signo de los mártires.
Beber de unos dorados
esteros que no existen.
Vestir aquella túnica
de la creciente nube.
Y así, con un silencio
de estrellas y de símbolos,
por diáfanas mesetas
y montes de zafiro,
andar hacia las cúpulas
de nuestra claridad,
que están brillando, inmóviles.

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De “Sacrificio" 


Madrid, 26-03-12

LA CANCIÓN DEL BONGÓ

Esta es la canción del bongó:

-Aquí el que más fino sea,
responde, si llamo yo.
Unos dicen: ahora mismo,
otros dicen: allá voy.
Pero mi repique bronco,
pero mi profunda voz,
convoca al negro y al blanco,
que bailan al mismo son,
cueripardos o almiprietos
más de sangre que de sol,
pues quien por fuera no es noche,
por dentro ya oscureció.
Aquí el que más fino sea,
responde, si llamo yo. 

En esta tierra, mulata
de africano y español
(Santa Bárbara de un lado,
del otro lado, Changó)
siempre falta algún abuelo,
cuando no sobra algún Don,
y hay títulos de Castilla
con parientes de Bondó
vale más callarse, amigos,
y no menear la cuestión,
porque venimos de lejos,
y andamos de dos en dos.
Aquí el que más fino sea,
responde, si llamo yo. 

Habrá quien llegue a insultarme,
pero no de corazón;
habrá quien escupa en público,
cuando a solas me besó...
A ése le digo:
                     -Compadre,
ya me pedirás perdón,
ya comerás de mi ajiaco,
ya me darás la razón,
ya me golpearás el cuero,
y bailarás a mi voz,
ya pasearemos del brazo,
ya estarás donde yo estoy:
ya vendrás de abajo arriba,
¡que aquí el más alto soy yo!

NICOLÁS GUILLÉN
Cuba-1902

De “Sóngoro cosongo. Poemas mulatos”


Madrid, 27-03-12

FOTOGRAFÍA EN OBSCURO

Resuena en las amapolas del cielo
mi historia de piedra dormida,
desde el suceso inmemorial de los crepúsculos.

Prolongo mares de árboles
besando el camino sin término.

Entrego a la vida mi sombra
de calle tranquila;

-balcón en la ciudad de los arabescos inusitados-.

Amo la línea que se escucha,
como el color inicial de la aurora, traduciéndose
en la palabra del hombre
o en la palabra roja del trueno.

Majadería de niño, que lanza su honda al espacio,
camina mi balbuceo discontinuo
creciendo del mar y del sol su mariposa.

WINÉTT DE ROKHA
(Luisa Anabalón Sánderson)
Chile-1894

De “Cantoral: 1916-1936” 


Madrid, 28-03-12

ELEGÍA EN EL VIENTO DE JULIO

Cerrad las ventanas, es el viento y su cola encendida,
es el viento cóncavo del huracán repleto;
el cristal no lo contiene,
arrasa corolas, andamiajes, cielos, zapatillas de raso,
nudos secretos de inmolación rebelde,
todo rodando, envuelto, de costillas, d
espedazado. 

Pero tu cara de ídolo en piedra permanece,
los huesos transitorios de tus manos,
tu pecho donde sólo las mariposas hacen nido,
tus ojos que al mirar no pudieron mirarme.

Arrodillada, imposible,
como un vaso de arroz derramado en el tiempo,
atada a un barco inmóvil
con alas invisibles de un extraño terror.

Nunca fui yo la cadena y la nube,
acaso, hubiera roto la raíz del lucero,
estallando la sombra fatal del torrente en camino.

WINÉTT DE ROKHA
(Luisa Anabalón Sánderson)
Chile-1894

De “Oniromancia”


Madrid, 30-03-12

POEMA SIN TÍTULO

En una tierra que amasan potros de cinco años
el olor de tu piel hace llorar a los adolescentes.

Yo sé que tu cielo es redondo y azul como los huevos de perdiz
y que tus mañanas tiemblan,
gotas pesadas en la flor del mundo!

Yo sé cómo tu voz perfuma la barba de los vientos...

Por tus arroyos los días descienden como piraguas.
Tus ríos abren canales de música en la noche;
y la luna es un papagayo más entre bambúes
o un loto que rompen a picotazos las cigüeñas.

En un país más casto que la desnudez del agua
los pájaros beben en la huella de tu pie desnudo...

Te levantarás antes de que amanezca
sin despertar a los niños y al alba que duermen todavía.
(El cazador de pumas dice que el sol brota de tu mortero
y que calzas al día como a tus hermanitos).
Pisarás el maíz a la sombra de los ancianos
en cuyo pie se han dormido todas las danzas.

Sentados en cráneos de buey
tus abuelos fuman la hoja seca de sus días:
Chisporrotea la sal de sus refranes
en el fuego creciente de la mañana.
(Junto al palenque los niños
han boleado un potrillo alazán...)

En una tierra impúber desnudarás tu canto
junto al arroyo de las tardes.
Tú sabes algún signo para pedir la lluvia
y has encontrado yerbas que hacen soñar.

Pero no es hora, duermen
en tu pie los caminos.

Y danzas en el humo de mi pipa
donde las noches arden como tabacos negros...

LEOPOLDO MARECHAL
Argentina-1900
De “Días como flechas”


Selección de Poemas Editados
 

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