Madrid, 02-07-12

EL VAMPIRO 

Tú que, como una puñalada,
en mi pecho doliente entraste,
y cual rebaño de demonios
viniste loca, engalanada, 

para de mi alma sometida
hacer tu lecho y tu dominio;
-infame a quien me encuentro atado
como el forzado a su cadena,
 

y el jugador tenaz al juego,
y como el borracho a la botella,
y a los gusanos la carroña,
-¡sí, maldita, maldita seas! 

Yo supliqué a la espada rápida
para ganar mi libertad,
y dije al pérfido veneno
que ayudara a mi cobardía.

Mas, ¡ay!, la espada y el veneno
me desdeñaron y me han dicho:

“No eres digno de redimirte
de tu maldita esclavitud.

¡Imbécil! -¡Si de tu dominio
nuestros esfuerzos te librasen,
tus besos resucitarían
el cadáver de tu vampiro!”

CHARLES BAUDELAIRE
Francia-1821)
De “Las flores del mal”


Madrid, 03-07-12

DESPERTAR DE OCTUBRE 1917 

Redoblan los tambores de la sangre
Y el dolor de los tiempos se levanta con los puños erguidos
Toca a diana el clarín de los siglos
Sobre las tierras y los mares
Despertad proletarios sacudid las melenas de león
Como el ramaje iracundo de las olas
O como esa bandera que palpita en el cielo
Esa bandera color de corazón 

Un mundo se derrumba y otro se yergue
Una procesión camina lenta hacia la muerte
Y otra marcha cantando hacia la vida
Una es el pasado que se esconde
La otra es el mañana que se despierta y que vibra
Como el ala del día 

Los planetas renacen los ríos se detienen
Cambio toda mi vida por esa estrella nueva
Las flores dicen versos las colinas escuchan
Cambio por vuestros puños los gritos de mi boca
Cambio vuestro sudor por mis palomas 

Volved a las grutas funerarias
Enemigos del hombre y su destino
No queremos ver vuestros rostros de yeso
Ni oír vuestros pasos de lobo en el camino 

Fantasma del pasado yo no fui tu pastor
Yo no aplaudí tus días ni conté tus diamantes
Yo no nutrí tus pájaros ni agrandé tus montañas
Cuida tus cabellos debajo de la tierra
Cuida tu carne que gusta a las raíces
Serás útil al fin en el silencio de la tumba
Tu sangre será savia
Tus brazos serán ramas
Y tus dedos perdidos serán frutas 

Hombre eres hombre y no lo sabías
Tuya es la tierra y el cielo que dominas
Tuya la inmensa curva de los mares
Como es tuyo tu esfuerzo
Y el humo de tus fábricas escaleras del aire
Y el trigo de tus surcos amado por el viento 

Hombre eres hombre y no lo sabías
Pero hoy los clarines rojos te lo dicen
Te lo gritan los árboles
Te lo cantan los mares
Despierta de tu sueño ya no eres más esclavo
Eres hombre sal de ti mismo sal de tus profundidades
   muéstrate al sol
Liberta tus fuerzas despliega tus energías
Eres hombre eres hombre 

VICENTE HUIDOBRO
Chile-1893
De “Últimos poemas”


Madrid, 04-07-12 

MUERTE 

¡Qué esfuerzo!
¡Qué esfuerzo del caballo
por ser perro!
¡Qué esfuerzo del perro por ser golondrina!
¡Qué esfuerzo de la golondrina por ser abeja!
¡Qué esfuerzo de la abeja por ser caballo!
Y el caballo,
¡qué flecha aguda exprime de la rosa!,
¡qué rosa gris levanta de su belfo!
Y la rosa,
¡qué rebaño de luces y alaridos
ata en el vivo azúcar de su tronco!
Y el azúcar,
¡qué puñalitos sueña en su vigilia!
Y los puñales diminutos,
¡qué luna sin establos, qué desnudos,
piel eterna y rubor, andan buscando!
Y yo, por los aleros,
¡qué serafín de llamas busco y soy!
Pero el arco de yeso,
¡qué grande, qué invisible, qué diminuto,
sin esfuerzo!

 

FEDERICO GARCÍA LORCA
España-1898
De "Poeta en Nueva York"


Madrid, 05-07-12

69 

Cada uno se va como puede,
unos con el pecho entreabierto,
otros con una sola mano,
unos con la cédula de identidad en el bolsillo,
otros en el alma,
unos con la luna atornillada en la sangre
y otros sin sangre, ni luna, ni recuerdos. 

Cada uno se va aunque no pueda,
unos con el amor entre dientes,
otros cambiándose la piel,
unos con la vida y la muerte,
otros con la muerte y la vida,
unos con la mano en su hombro
y otros en el hombro de otro. 

Cada uno se va porque se va,
unos con alguien trasnochado entre las cejas,
otros sin haberse cruzado con nadie,
unos por la puerta que da o parece dar sobre el camino,
otros por una puerta dibujada en la pared o tal vez en el aire,
unos sin haber empezado a vivir
y otros sin haber empezado a vivir. 

Pero todos se van con los pies atados,
unos por el camino que hicieron,
otros por el que no hicieron
y todos por el que nunca harán.

ROBERTO JUARROZ
Argentina-1925
De “Segunda poesía vertical”


Madrid, 06-07-12 

SINO Y SIGNO 

Has hablado bastante y no te agrada
No te gusta mostrar tus vísceras secretas
Y sin embargo vuelves a caer en ello
Protestas y repites la causa que te irrita 

Hablas te exhibes te rompes la carne
Y permites la entrada a los ojos intrusos
Quieres cortar las cuerdas que te unen a los otros
y vuelves a anudarlas
Coges el aire lo haces tuyo y lo regalas
Conquistas horizontes y los repartes
Haces luz en la sombra y la entregas
Como un paquete de soledades arrepentidas de su propia fuerza 
¿Qué entierro es este en que te entierras
En los pechos extraños? 

Te exaltas y te ablandas
Te ablandas y te haces flecha de corazón
Más ciego que cualquier huracán
Hablas y protestas
y vuelves a hablar y a protestar
Te haces árbol y das tus hojas a los vientos
Te haces piedra y das tu dureza a los ríos
Te haces mundo y te disuelves en el mundo
Oh voluntad contraria en todo instante
Favor de tierra y grandes fríos y calores
Todo grano ¡malhaya! lleva signos futuros
Un destino de ola que debe hacer su ruido
Y morir dulcemente 

Has hablado bastante y estás triste
Quisieras un país de sueño
Donde las lunas broten de la tierra
Donde los árboles tengan luz propia
y te saluden con voz tan afectuosa que tu espalda tiemble 

Donde el agua te haga señas
Y las montañas te llamen a grandes voces
Y luego quisieras confundirte en todo
y tenderte en un descanso de pájaros extáticos
En un bello país de olvido
Entre ramajes sin viento y sin memoria
Olvidarte de todo y que todo te olvide 

VICENTE HUIDOBRO
Chile-1893
De “El ciudadano del olvido” 


Madrid, 09-07-12 

CARTA DE AMISTAD A UN CIELO 

Aquí me tienes, cielo, delante de tus símbolos.
Tuyos de nuevo son los cauces de mi azoro.
Cada noche te escucho conversar con mi espíritu
y llamar mis corderos a rediles de oro. 

Te he venido a esperar al balcón predilecto,
que domina las cúpulas y preside el paisaje.
Te he venido a esperar como a un hombre que vuelve
por senderos de pinos y de nubes en viaje. 

Es el mismo balcón de la estrella y los diálogos
con las criaturas párvulas. Reconocerlo puedes,
porque en él me hallarás con mi signo infinito,
asomado a la cal de sus blancas paredes. 

Con naturalidad me apoyaré en el hombro
de tu sosiego azul. Y al pie de tu penumbra,
me verás desde el monte más lejano; el que tiene
unas piedras heladas que la aurora deslumbra. 

Son las seis de la tarde. Es nuestra hora única.
Tus espíritus bajan por azules colinas.
Estás próximo. Llegas. No es posible dudarlo,
y en mi suelo pondrás tus pisadas divinas. 

Mas, si acaso hoy no vienes, mi absoluta esperanza
persevera. Yo soy, bien lo sabes, tu amigo.
Vendrás cuando florezca la brisa, o cuando nazca
el tierno recental con su pelo de trigo. 

De los dorados lápices que están sobre mi mesa,
he tomado al azar el más puro y ligero.
Con él te escribo ahora esta carta, y por ella
sabrás que si hoy no vienes, cualquier día te espero. 

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De “Las voces naturales"


Madrid, 10-07-12

XIX 

A trastear, Hélpide dulce, escampas,
cómo quedamos de tan quedarnos. 

Hoy viernes apenas me he levantado.
El establo está divinamente meado
y excrementido por la vaca inocente
y el inocente asno y el gallo inocente. 

Penetra en la maría ecuménica.
Oh sangabriel, haz que conciba el alma,
el sin luz amor, el sin cielo,
lo más piedra, lo más nada,
                                         hasta la ilusión monarca. 

Quemaremos todas las naves!
Quemaremos la última esencia! 

Mas si se ha de sufrir de mito a mito,
y a hablarme llegas masticando hielo,
mastiquemos brasas,
ya no hay dónde bajar,
ya no hay dónde subir. 

Se ha puesto el gallo incierto, hombre. 

CÉSAR VALLEJO
Perú-1892
De “Trilce”


Madrid, 11-07-12

NOCTURNO 

Los que auscultasteis el corazón de la noche,
los que por el insomnio tenaz habéis oído
el cerrar de una puerta, el resonar de un coche
lejano, un eco vago, un ligero ruido... 

En los instantes del silencio misterioso,
cuando surgen de su prisión los olvidados,
en la hora de los muertos, en la hora del reposo,
¡sabréis leer estos versos de amargor impregnados!... 

Como en un vaso vierto en ellos mis dolores
de lejanos recuerdos y desgracias funestas,
y las tristes nostalgias de mi alma, ebria de flores,
y el duelo de mi corazón, triste de fiestas. 

Y el pesar de no ser lo que yo hubiera sido,
la pérdida del reino que estaba para mí,
el pensar que un instante pude no haber nacido,
¡y el sueño que es mi vida desde que yo nací! 

Todo esto viene en medio del silencio profundo
en que la noche envuelve la terrena ilusión,
y siento como un eco del corazón del mundo
que penetra y conmueve mi propio corazón. 

RUBÉN DARÍO
Nicaragua-1867
De “Cantos de vida y esperanza”


Madrid, 12-07-12

ACEITUNEROS 

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos? 

No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.  

Unidos al agua pura,
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de sus troncos retorcidos. 

Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento. 

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos? 

Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor. 

No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza. 

Árboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía. 

¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre nuestros huesos! 

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién,
de quién son estos olivos? 

Jaén levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares. 

Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indican tu libertad
la libertad de tus lomas.

MIGUEL HERNÁNDEZ
España-1910
De “Viento del pueblo”


Madrid, 13-07-12

ENCALLADO EN LAS COSTAS DEL PACÍFICO 

A Enrique Molina 

Corta los dedos momias
la yugular marina
de los algosos huéspedes que agobian tu pensativo omóplato
   de lluvia
la veta de presagios que labran en tu arena los cangrejos
   escribas
el tendón que te amarra a tanto ritmo muerto entre gaviotas
y huye con tu terráquea estatua parpadeante
sin un mítico cuerno bajo la nieve niña recostada en tus sienes
pero con once antenas fluorescentes embistiendo el misterio. 

Huye con ella en llamas del brazo de su miedo
tómala de las rosas si prefieres llagarte la corteza
pero abandona el eco de ese hipomar hidrófobo
que fofopulpoduende te dilata el abismo con sus viscosos
   ceros absorbentes
cuando no te trasmuta en migratorio vuelo circunflexo de
   nostalgias sin rumbo. 

Furiosamente aleja tu Segismunda rata introspectiva
tu telaraña hambrienta
de ese trasmundo hijastro de la lava en mística abstinencia
   de cactus penitentes
y con tu dogoarcángel auroleado de moscas
y tus fieles botines melancólicos
de ensueños disecados y gritos de entrecasa color crimen
huye con ella dentro de su claustral aroma
aunque su cieloinfierno te condene a un eterno “Te quiero”. 

Deja ya desprenderse el cálido follaje que brota de tus
   manos
junto a ese móvil tótem de muslos agua viva
flagélate si quieres con las violentas trenzas que le hurtaste
   al olvido
pero por más que sufras en cada cruz vacante una pasión
   suicida
y tu propia cisterna con semivirgen luna reclame tu cabeza
ya sin velero ocaso
ni chicha de pestañas
ni cajas donde late la agónica sequía
huye por los senderos que arrancan de tu pecho
con tu hijo entre paréntesis
tu hormiguero de espectros
tus bisabuelas lámparas
y todos los frutales recuerdos florecidos que alimentan tu
   siesta. 

Huye con ella envuelto en su orquestal cabello
y su mirar sigilo
aunque te cruces de alas
y el averritmo herido que anida en el costado donde te
   sangra el tiempo
atardezca su canto entre sus senoslotos
o en sus brazos de estatua
que ha perdido los brazos en aras de vestales y faunos
   inhumados
y huye en tus grilletes de prófugo perpetuo
tu nimbo sin eclipses
tus desnudos complejos
y el sempiterno tajo de fluviales tinieblas que te parte
   los ojos
para que viertan coágulos de rancia angustia padre
impulsos prenatales
y meteóricas ansias que le muerden los crótalos
a los sueños culebras del lecho donde boga ambarmente
   desnuda
tu ninfómana estrella
mientras tu cuervo gazna un “Nunca más” de piedra. 

OLIVERIO GIRONDO
Argentina-1891
De “Poesía [Poemas no reunidos en volumen]"


Madrid,16-07-12 

HE ESPARCIDO EL ALPISTE... 

He esparcido el alpiste en el alféizar
para el concierto de mañana al alba.
He apagado la luz y aguardo al sueño.
Y por la pasarela ya comienza
el desfile de grandes o de pequeños muertos
que conocí en la vida. Es arduo distinguir
entre los que quisiera o no que hubiesen
regresado a nosotros. Allá, donde se encuentran,
parecen inalterables por un exceso
de sublimada corrupción. Hemos hecho
lo mejor que pudimos para empeorar al mundo. 

EUGENIO MONTALE
Italia-1896
De “Cuaderno de cuatro años”


Madrid,17-07-12 

NOCHE DE PASCUA 

En la televisión
Cristo crucificado cantaba como un tenor
atacado de un imprevisto
cólico pop.
Había sido tentado poco antes
por el diablo vestido de mujer desnuda.
Esta es la religión del siglo veinte.
Probablemente la noche de San Bartolomé
o la cola cortada de una lagartija
tienen el mismo peso en la Economía
del Espíritu
fundada sobre el principio de la Indiferencia.
Pero es tal vez necesario decir que no es verdad,
es necesario decir que es verdadera la falsedad,
luego se verá lo que ocurre. En tanto
apaguemos la televisión. A lo demás
proveerá quien pueda (si este quien
tiene algún sentido). Nosotros no lo sabremos. 

EUGENIO MONTALE
Italia-1896
De “Cuaderno de cuatro años”


Madrid,18-07-12 

PEPE Y EL TANGO 

A mí me gustaba
llegar del trabajo,
ponerme en pelotas
y cantar un tango. 

Un tango de cosas
que no cantaba nadie,
porque yo mismo inventaba
por las tardes al llegar
casi muerto del laburo
y me ponía a cantar. 

A mí me gustaba
cantar por las tardes,
con la ventana abierta,
un tango sin par. 

Hablaba del hombre
cayendo y alzándose
y la mujer labriega
y la puta también. 

Algunas mujeres,
tal vez, indiferentes,
esperan que un hombre
les dé amor y pan. 

No saben las gilis
que el hombre ya ha muerto
haciendo la guerra
matando al rival. 

Así que ahora te toca,
muchacha arrabalera,
levantarte la falda
y ponerte a trabajar. 

Y si algún hombre llega
triste y cabizbajo,
herido de guerra,
lo tendrás que cuidar. 

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “Canciones [2003-2004]"


Madrid, 19-07-12 

EN NEGATIVO 

Es raro.
han efectuado ráfagas de disparos
sobre nosotros y el abanico no me ha herido.
Con todo, pronto tendré mi certificado de buen servicio
quizá en papel sellado para presentar
quién sabe a qué burócrata; y es probable
que nada más ocurra. Lo peor ya ha pasado.
Ahora son superfluos los documentos, ahora
aun hasta lo mejor es superfluo. No ha habido
nada, absolutamente nada tras de nosotros
y nada hemos desesperadamente amado más que esa nada. 

EUGENIO MONTALE
Italia-1896
De “Cuaderno de cuatro años”


Madrid, 20-07-12 

EXISTE UN MUNDO ÚNICO... 

Existe un mundo único habitado
por hombres
y esto es más que verdad:
un solo mundo, un globo donde la caza al hombre
es el deporte en el que están todos de acuerdo.
No puede ser un puro
acto de perversidad
o el deseo imperioso
de que al fin el sol se extinga.
Habrá otra cosa, existirá un por qué,
pero en esto los dioses no concuerdan.
Sólo por esto han inventado el tiempo,
el espacio y un puñado de seres.
Tienen necesidad de meditarlo mucho
porque si un acuerdo existiese
de su crepúsculo no se hablaría más
y entonces
pobres hombres sin dioses ni demonios,
la última, la peor de las infamias. 

EUGENIO MONTALE
Italia-1896
De “Cuaderno de cuatro años”


Madrid,23-07-12 

30 de octubre de 1976, Madrid 

He decidido dejarme crecer la barba, crecerá.
Se tiene que saber: todo crecimiento depende de una decisión. 

La prohibición del incesto me sigue resultando una ley,
todavía adecuada
para el mantenimiento de las relaciones sociales.
Primero debe ser abolida la neurosis,
ver si es posible poner a punto la sexualidad que reclama,
la revolución burguesa.
                                 Otras formas de sexualidad vendrán después. 

El plus goce,
y esto es verdad en cualquier lugar del mundo,
antes o después del edipo, 
delante o detrás del espejo,
                                         tiene que ver con la esclavitud. 

El que quiera su libertad que se la procure.
A mí, particularmente, la libertad no me interesa.
Me interesa condenar,
a quienes por el peso de una palabra teórica,
pretenden redimir la falta corporal repudiada. 

El cuerpo no existe,
                             la palabra tampoco. 

Se trata,
           de una combinación. 

Los grupos deberían olvidarse de su prehistoria.
Si el pasado no existe,
                                 la madre es un invento
Todo,
        debe ser escrito nuevamente. 

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “Salto mortal”


Madrid, 24-07-12 

30 

Señora, hay demasiados pájaros
En vuestro piano
Que atrae el otoño sobre una selva
Espesa de nervios palpitantes y libélulas 

Los árboles en arpegios insospechados
A veces pierden la orientación del globo terrestre 

Señora, yo soporto todo. Sin cloroformo
Desciendo al fondo del alba
El ruiseñor rey de setiembre me informa
Que la noche desciende entre la lluvia
Burlando la vigilancia de vuestras miradas
Y que una voz canta lejos de la vida
Para sostener el espacio desclavado
El espacio tan pesado de estrellas que va a caerse 

Señora, a las diez huele a tabaco de artista
Os gusta el nadir a cuerpo de pájaro
Sois un fenómeno liviano
me voy enteramente solo hacia el atardecer de los turistas
Es mucho más hermoso 

VICENTE HUIDOBRO
Chile-1893
De “Tout-á-coup”


Madrid, 25-07-12 

SOBRE LA VIDA 

No es chacota la vida.
La tomarás en serio,
Como lo hace la ardilla, por ejemplo,
Sin esperar ayuda ni de aquí ni de allá.
Tu más serio quehacer será vivir. 

No es chacota la vida.
La tomarás en serio,
Pero en serio a tal punto
Que, puesto contra un muro, por ejemplo,
Con las manos atadas,
O en un laboratorio,
De guardapolvo blanco y con grandes anteojos,
Tú morirás por que vivan los hombres,
Aun aquellos hombres
Cuyo rostro ni siquiera conoces.
Y morirás sabiendo, ya sin ninguna duda,
Que nada es más hermoso, más cierto que la vida. 

La tomarás en serio,
Que a los setenta años, por ejemplo,
Plantarás olivares,
No para que les queden a tus hijos,
sino porque, aunque temas a la muerte,
Ya no creerás en ella,
Puesto que en tu balanza
La vida habrá pesado mucho más. 

NÂZIM HIKMET
Nace en Tesalónica en 1902


Madrid, 26-07-12 

ÉSA ES LA COSA 

Estoy en medio de la luz que avanza.
Mis manos están llenas de deseos: es tan hermoso el mundo.
No se cansan mis ojos de contemplar los árboles,
Los árboles tan llenos de esperanza, los árboles tan verdes.
 

Un sendero soleado se pierde entre moreras:
Lo contemplo, acodado en la ventana de la enfermería.

No se siente el olor de los medicamentos:
Deben haberse abierto por ahí los claveles. 

Estar preso... no es ésa la cuestión.
La cosa es no entregarse: ¡ésa es la cosa! 

NÂZIM HIKMET
Nace en Tesalónica en 1902


Madrid, 27-07-12 

NO NOS DEJAN CANTAR

No nos dejan cantar, ellos, Paul Robeson,
Canario de alas de águila,
Mi hermano negro de perlados dientes:
No nos dejan gritar nuestras canciones.
Tienen miedo, Paul Robeson,
Tienen miedo del alba, tienen miedo de ver,
Miedo de comprender y de palpar.
Tienen miedo de amar,
Miedo de amar como Ferhat amó,
           apasionadamente.
(Seguramente ustedes también, hermanos negros,
Tendrán algún Ferhat. ¿Cómo le llamas, Robeson?)
Ellos le tienen miedo, por igual,
   a la semilla y a la tierra,
Miedo al agua que corre y fertiliza.
Tienen
           miedo hasta de acordarse.
La mano de un amigo que no quiere
descuento, comisión ni moratoria,
La mano de un amigo, cálida como un ave,
Nunca estrechó su mano.
Ellos le tienen miedo a la esperanza,
Robeson, ¡miedo a la esperanza!
Tienen miedo, canario de alas de águila:
Les tienen miedo, Robeson,
   a las canciones nuestras... 

NÂZIM HIKMET
Nace en Tesalónica en 1902


Selección de Poemas Editados
 

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