Madrid, 03-05-11

ÚLTIMA CONVERSACIÓN CON
ROLANDO ESCARDÓ

Alegre huésped del espanto,
convidado del hambre,
fabuloso,
ya puedo hablar contigo.

Es aquella hora
en que tu voz de solitario restableció mi casa;
aquella hora de ti
-tramposo paseando en la violeta,
desorejado ilustre de la Plaza del Vapor-;
aquella hora de ver tus huesos juntos.

¡Qué hora para siempre!

Hora de despedirnos sin saberlo,
de ver últimamente
tus ojos de pantano estrellado,
tus ojos de caramba y quiero
que la miseria usaba como dos trapos verdes;
tus ojos que luego cerré
para que no se llenaran de muerte
.

No lloro,
no capitulo,
no maldigo;
en honor tuyo sean los murciélagos
y las brumas que amabas.

Pienso que tu sangre reverbera en las cooperativas,
que eres esa vuelta en redondo de las ceibas,
esa frente de pobre salvándose
y que tu jeep sigue dando tumbos por la Revolución.

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1924
De "Antología poética" 


Madrid, 04-05-11

LA CIEGA Y SUS ESPEJOS

Como no quiero descubrir la nada,
como me gusta el aire de esta escena,
ignoro si enmudece o si resuena
el corazón de tórtola cazada.

Como no admito golpe ni embajada
pues creo que la muerte nunca es buena,
la pobre que alimento casi cena
una tonta merienda, enamorada.

A veces conversando con el plomo:
arráncame -le digo- trapos viejos,
y volveré del vino este que tomo
en ceremonias con el no y el lejos;
terca en mi eternidad, porque soy como
ciega que se mira en sus espejos.

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1924
De "Antología poética" 


Madrid, 5-05-11 

ADIÓS 

Adiós, locura de mis treinta años,
besado en julio bajo luna llena
al tiempo de la herida y la azucena.
Adiós, mi venda de taparme daños.

Adiós, mi excusa, mi desorden bello,
mi alarma tierna, mi ignorante fruta;
estrella transitoria que se enluta,
esperanza de todo por mi cuello.

Adiós, muchacho de la cita corta;
adiós, pequeña ayuda de mi aorta,
tristísimo juguete violentado.

Adiós, verde placer, falso delito,
adiós, sin una queja, sin un grito.
Adiós, mi sueño nunca abandonado.
 

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1924
De "Antología poética" 


Madrid, 6-05-11

EL LIRIO 

Llevo un lirio fantástico, tremendo;
bello por fuera y por adentro malo.
Me espanta con su sed. Lo doy, lo vendo,
a cualquiera que pase lo regalo.

Que se vaya a crecer; alto, derecho,
a la tierra más dura de otro hombro.
A mí me da dolor suelto en el pecho,
solitario y de pie como un escombro.

Me estorba su reflejo empobrecido,
su no querer llegar a ser olvido,
su seda intolerable y cenicienta.

¡Quitádmelo de aquí! Pronto... lo pido.
Haced un corazón ciego, abolido,
de este lirio que al fin se me aposenta. 

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1924
De "Antología poética" 


Madrid, 9-05-11

QUIERO PISAR 

Quiero tu nombre aquí,
quiero pisar unas pestañas falsas,
delicadas lombrices, rayos negros,
esa tierra mojada, esas lágrimas feas.

Quiero pisar dientes o barro o algún beso,
ese calor difunto que orea un viento pardo,
esa garganta o guijo fría al pie desnudo,
ese pecho de ámbar por cuya agua íntima pececillos
   transcurren.

Bola redonda de la que no escapará el aire,
de donde nunca un suspiro de niebla
saldrá con su calor reciente a embeberse en los ojos.

Quiero pisar una cintura, anillo,
frágil anillo, aro delicado,
ese gesto que abarcase la mano
cuando un cuerpo por su mitad se rinde.

Quiero muslos de acero, acaso musgo tenue,
acaso esa suavidad tan reciente
cuando la lluvia cae por una ingle indefensa.

Quiero tierras o pólvora,
esos besos azules,
ese rechazo súbito que deshace la boca
cuando un cuerpo o una luna estallan como herrumbre.

Amor como la lira,
como esas cuerdas rotas,
música cenicienta,
oro que duele entero,
luna que descolgada presencia que no hay aire.

 

VICENTE ALEIXANDRE
España-1898
De “La destrucción o el amor”


Madrid, 10-05-11

LA TARDE 

Las tardes que serán y las que han sido
son una sola, inconcebiblemente.
Son un claro cristal, solo y doliente,
inaccesible al tiempo y a su olvido.
Son los espejos de esa tarde eterna
que en un cielo secreto se atesora.
En aquel cielo están el pez, la aurora,
la balanza, la espada y la cisterna.
Uno y cada arquetipo. Así Plotino
nos enseña en sus libros, que son nueve;
bien puede ser que nuestra vida breve
sea un reflejo fugaz de lo divino.
La tarde elemental ronda la casa.
La de ayer, la de hoy, la que no pasa.

 

JORGE LUIS BORGES
Argentina-1899
De "Los conjurados"


Madrid, 11-05-11

SINIESTRO FUE EL AMOR QUE ME TUVISTE 

Siniestro fue el amor que me tuviste.

Querida, lo recuerdo,
eras como un tambor enloquecido
golpeando sin piedad, llamando a la muerte.

Mi amor fue todo lo que pude con mi canto.

Hoy ensayo para ti, acústica serpiente enamorada,
una voz gutural, ardiente, una voz poco común:

le di, le di con un martillo
le di, con intención de darle.

Apreté su cabeza, su corazón,
sus ilusiones entre palabras.

MIGUEL OSCAR MENASSA
Poeta del mundo nacido en [Argentina-1940]
De "Al sur de Europa"


Madrid, 12-05-11

QUISIERA HOY SER FELIZ DE BUENA GANA...

Quisiera hoy ser feliz de buena gana,
ser feliz y portarme frondoso de preguntas,
abrir por temperamento de par en par mi cuarto, como loco,
y reclamar, en fin,
en mi confianza física acostado,
sólo por ver si quieren,
sólo por ver si quieren probar de mi espontánea posición,
reclamar, voy diciendo,
por qué me dan así tánto en el alma.

Pues quisiera en sustancia ser dichoso,
obrar sin bastón, laica humildad, ni burro negro.
Así las sensaciones de este mundo,
los cantos subjuntivos,
el lápiz que perdí en mi cavidad
y mis amados órganos de llanto.

Hermano persuasible, camarada,
padre por la grandeza, hijo mortal,
amigo y contendor, inmenso documento de Darwin:
¿a qué hora, pues, vendrán con mi retrato?
¿A los goces? ¿Acaso sobre goce amortajado?
¿Más temprano? ¿Quién sabe, a las porfías?

A las misericordias, camarada,
hombre mío en rechazo y observación, vecino
en cuyo cuello enorme sube y baja,
al natural, sin hilo, mi esperanza... 

CÉSAR VALLEJO
Perú-1892
De "Poemas humanos" 


Madrid, 13-05-11

PECHO BLANCO

Porque yo tengo el pecho blanco, dócil,
inofensivo, debe ser que tantas
flechas que andan vagando por el aire
toman su dirección y allí se clavan.

Tú, la mano perversa que me hieres,
si aquello es tu placer, poco te basta;
mi pecho es blanco, es dócil y es humilde:
suelta un poco de sangre... luego, nada. 

ALFONSINA STORNI
Poeta argentina nacida en [Suiza-1892]
De “Languidez”


Madrid, 16-05-11 

PAISAJE

Desde lejos escucho tu voz que resuena en este campo,
confundida con el sonido de este agua clarísima que desde aquí contemplo;
tu voz o juventud, signo que siempre oigo
cuando piso este verde jugoso siempre húmedo.

No calidad de cristal,
no calidad de carne, pero ternura humana,
espuma fugitiva, voz o enseña o unos montes,
ese azul que a lo lejos es siempre prometido.

No, no existes y existes.
te llamas vivo ser,
te llamas corazón que me entiende sin que yo sospeche,
te llamas quien escribe en el agua un anhelo, una vida,
te llamas quien suspira mirando el azul de los cielos.

Tu nombre no es el trueno rumoroso que rueda
como sólo una cabeza separada del tronco.
No eres tampoco el rayo o súbito pensamiento
que ascendiendo del pecho se escapa por los ojos.

No miras, no, iluminando ese campo,
ese secreto campo en el que a veces te tiendes,
río sonoro o monte que consigue sus límites,
frente a la raya azul donde unas manos se estrechan.

Tu corazón tomando la forma de una nube ligera
pasa sobre unos ojos azules,
sobre una limpidez en que el sol se refleja;
pasa, y esa mirada se hace gris sin saberlo,
lago en que tú, oh pájaro, no desciendes al paso.

Pájaro, nube o dedo que escribe sin memoria;
luna de noche que pisan unos desnudos pies;
carne o fruta, mirada que en tierra finges un río;
corazón que en la boca bate como las alas.

 

VICENTE ALEIXANDRE
España-1898
De “La destrucción o el amor”


Madrid, 17-05-11 

ORILLAS DEL MAR

Después de todo lo mismo da el calor que el frío,
una dulce hormiguita color naranja,
una guitarra muda en la noche,
una mujer tendida como las conchas,
un mar como dos labios por la arena.

Un caracol como una sangre,
débil dedo que se arrastra sobre la piel mojada,
un cielo que sostienen unos hombros de nieve
y ese ahogo en el pecho de palabras redondas.

Las naranjas de fuego rodarían por el azul nocturno.
Lo mismo da un alma niña que su sombra derretida,
da lo mismo llorar unas lágrimas finas
que morder pedacitos de hielo que vive.

Tu corazón redondo como naipe
visto de perfil es un espejo,
de frente acaso es nata
y a la vista de pájaro es un papel delgado.

Pero no tan delgado que no permita sangre,
y navíos azules,
y un adiós de un pañuelo que de pronto se para.
Todo lo que un pájaro esconde entre su pluma.

Oh maravilla mía,
oh dulce secreto de conversar con el mar,
de suavemente tener entre los dientes
un guijo blanco que no ha visto la luna.
Noche verde de océano que en la lengua no vuela
y se duerme deshecha como música o nido.

VICENTE ALEIXANDRE
España-1898
De “La destrucción o el amor”


Madrid, 18-05-11 

LA NOCHE

Fresco sonido extinto o sombra, el día me encuentra.

Sí, como muerte, quizá como suspiro,
quizá como un solo corazón que tiene bordes,
acaso como límite de un pecho que respira;
como un agua que rodea suavemente una forma
y convierte a ese cuerpo en estrella en el agua.

Quizá como el viaje de un ser que se siente arrastrado
a la final desembocadura en que a nadie se conoce,
en que la fría sonrisa se hace sólo con los dientes,
más dolorosa cuanto que todavía las manos están tibias.

Sí. Como ser que, vivo, porque vivir es eso,
llega en el aire, en el generoso transporte
que consiste en tenderse en la tierra y esperar,
esperar que la vida sea una fresca rosa.
Sí, como la muerte que renace en el viento.

Vida, vida batiente que con forma de brisa,
con forma de huracán que sale de un aliento,
mece las hojas, mece la dicha o el color de los pétalos,
la fresca flor sensible en que alguien se ha trocado.

Como joven silencio, como verde o laurel;
como la sombra de un tigre hermoso que surte de la selva;
como alegre retención de los rayos del sol en el plano del agua;
como la viva burbuja que un pez dorado inscribe en el azul del cielo.
Como la imposible rama en que una golondrina no detiene su vuelo...

El día me encuentra.

VICENTE ALEIXANDRE
España-1898
De “La destrucción o el amor”


Madrid, 19-05-11 

VIDA

Un pájaro de papel en el pecho
dice que el tiempo de los besos no ha llegado;
vivir, vivir, el sol cruje invisible,
besos o pájaros, tarde o pronto o nunca.
Para morir basta un ruidillo,
el de otro corazón al callarse,
o ese regazo ajeno que en la tierra
es un navío dorado para los pelos rubios.
Cabeza dolorida, sienes de oro, sol que va a ponerse;
aquí en la sombra sueño con un río,
juncos de verde sangre que ahora nace,
sueño apoyado en ti calor o vida..

VICENTE ALEIXANDRE
España-1898
De “La destrucción o el amor”


Madrid, 20-05-11 

LENTA HUMEDAD

Sombra feliz del cabello
que se arrastra cuando el sol va a ponerse,
como juncos abiertos -es ya tarde;
fría humedad lasciva, casi polvo-.
Una ceniza delicada,
la secreta entraña del junco,
esa delicada sierpe sin veneno
cuya mirada verde no lastima.
Adiós. El sol ondea
sus casi rojos, sus casi verdes rayos.
Su tristeza como frente nimbada,
hunde. Frío, humedad; tierra a los labios .

VICENTE ALEIXANDRE
España-1898
De “La destrucción o el amor”


Madrid, 23-05-11 

DISTANCIA 

Entre un cuerpo y otro se interpone la tierra,
los mares y las nubes sin fin donde los sueños
toman formas ansiosas, ríos y bosques, tribus
que acechan en la sombra del corazón del mundo,
extraños animales que husmean y desgarran, desiertos
de la luna en torno a cada ser, a cada beso,
edificios, vajillas, vestuarios, dormitorios
con temblorosos muebles, mapas de la deriva
y la profundidad con las islas secretas
de las errancias del deseo, gotas de lluvia
que caen sin perdón como las lágrimas,
praderas que se pierden con el vuelo de un pájaro,
crueldades, gentes de rostros blancos como mármoles
interpoladas entre los amantes, y toda clase
de espléndidos obstáculos, veranos, tentaciones,
el espacio infinito de lo orgánico, su sombra
más allá de los labios besadores, la súplica
de un encuentro en el ciego remolino del mundo.
Tanto furor tantálico, tanta sed convertida
en el latido solitario de un hombre.

Por eso ruego al fuego y al viento
que desde un cuerpo al otro la poesía
nunca desaparezca: el delirante vínvulo
del cielo y el infierno entre dos corazones.

ENRIQUE MOLINA
Argentina-1910
De "El adiós"


Madrid, 24-05-11 

TAMBIÉN ESTA MAÑANA ME HE DESPERTADO 

También esta mañana me he despertado
y todo a la vez ha venido a mi encuentro:
las paredes, las mantas, los cristales y los plásticos y las maderas
y la tenue luz de plata ennegrecida que ilumina el techo.

Y también ha venido a mi encuentro un billete de tranvía
y se ha apagado la mitad del sueño caída de este lado
y la habitación del hotel este país enemigo
tres líneas de un poema y un dorado trigueño.

El tiempo con su blanca frente ha venido a mi encuentro
y los lluviosos recuerdos y tu vacío en la cama
y las noticias nuestras y de nuestra separación.
También esta mañana me he despertado.

NÂZIM HIKMET
Nace en Tesalónica en 1902
De "Últimos poemas I. 1959-1960-1961]"


Madrid, 25-05-11 

ODA IX DEL LIBRO III
DONEC GRATUS 

HORACIO
Mientras que te agradaba
Y mientras que ninguno más dichoso
Los brazos anudaba
Al blanco cuello hermoso,
Más que el persiano rey fui venturoso.

LIDIA
Y yo mientras no amaste
A otra más que a mí, ni desechada
Por Cloe me dejaste,
De todos alabada
Y más fui que la Ilia celebrada.

HORACIO
A mí me manda ahora
La Cloe, que canta y tañe dulcemente
La vihuela sonora;
Y porque se acreciente
Su vida, moriré yo alegremente.

LIDIA
Y yo con inflamado
Amor a Clais quiero y soy querida,
Y si el benigno hado
Le da más larga vida,
La mía daré yo por bien perdida.

HORACIO
Más, ¿qué, si torna al juego
Amor y toma a dar firme lazada?
¿Si de mi puerta luego
La rubia Cloe apartada,
A Lidia queda abierta y libre entrada?

LIDIA
Aunque Calais hermoso
Es más que el sol, y tú más bravo y fiero
Que mar tempestuoso,
Más que pluma ligero,
Vivir quiero contigo, y morir quiero..

HORACIO
Venusia, hoy Venosa Apulia, Italia-65 a.C.
De "Odas"
Traducción: Fray Luis de León


Madrid, 26-05-11 

SONETO
 

"No desdeñes el soneto, crítico."
Wordsworth

No desdeñó el soneto el Dante altivo.
Petrarca en él su ardiente amor vertía.
Plasmó Camoens en él su ser esquivo.
Un juego tal a Shakespeare le placía.

Para el poeta hoy guarda su atractivo.
Wordsworth de este instrumento se servía
cuando, del vano mundo fugitivo,
la Natura ideal pintar quería.

Al pie de las montañas de Taurida
Mickiewitz en tal rígida medida
sus sueños al instante aprisionaba.

Y era de nuestras musas ignorado
cuando Délvig por él abandonaba
el armónico hexámetro sagrado.

ALEXANDR PUSHKIN
Rusia-1799
De "Antología lírica"


Madrid, 27-05-11 

PAMPOESÍA
 

Poesía, estrellado patrimonio:
fue necesario
ir descubriendo con hambre y sin guía
tu terrenal herencia,
la luz lunar y la secreta espiga.

De soledad a multitud la llave
se perdía en las calles y en el bosque,
debajo de las piedras y en los trenes.

El primer sello es condición oscura,
grave embriaguez con una copa de agua,
el cuerpo ahíto sin haber comido,
el corazón mendigo con su orgullo.

Y mucho más que no dicen los libros
repletos de esplendor sin alegría:
ir picando una piedra que nos pesa,
ir disolviendo el mineral del alma
hasta que tú eres el que está leyendo,
hasta que el agua canta por tu boca.

Y esto es más fácil que mañana jueves
y más difícil que seguir naciendo
y es un oficio extraño que te busca
y que se esconde cuando lo buscaron
y es una sombra con el techo roto,
pero en los agujeros hay estrellas.

.

PABLO NERUDA
Chile-1904
De "Memorial de isla negra"


Madrid, 30-05-11 

CANTO TERCERO

...Te he esperado mucho tiempo, hijo amado del océano, y mis brazos entumecidos han entablado un vano combate con Aquel que se había introducido en el vestíbulo de mi casa... Sí, siento que mi alma se halla asegurada con candado en el cerrojo de mi cuerpo, y no puede desprenderse para huir lejos de las costas que azota el mar humano y así dejar de ser testigo del espectáculo de la lívida jauría de las desgracias que persiguen sin tregua, a través de los barrancos y precipicios de la inmensa desolación, a las gamuzas humanas. Pero no me quejaré. He recibido la vida como una herida y he prohibido al suicidio que cure la cicatriz. Quiero que el Creador contemple, en cada hora de su eternidad, la grieta abierta. Es el castigo que le inflijo... Nuestros corceles disminuyen la velocidad de sus pies de bronce; sus cuerpos tiemblan como el cazador sorprendido por una manada de jabalíes. No es necesario que se pongan a escuchar lo que decimos. A fuerza de prestar atención su inteligencia se desarrollaría y podría tal vez comprendernos. ¡Desgraciados de ellos, pues sufrirían mucho más! Sólo tienes que pensar en los jabatos de la humanidad: el grado de inteligencia que les separa de los demás seres de la creación, ¿no parece que se les ha otorgado al precio irremediable de incalculables sufrimientos? Imita mi ejemplo, y que tu espuela de plata se hunda en los costados de tu corcel..." Nuestros caballos galopaban a lo largo de la costa, como si huyeran de la mirada humana...

CONDE DE LAUTRÉAMONT
(Isidore Ducasse)
Poeta francés nacido en [Uruguay- 1846]
De "Los Cantos de Maldoror"


Madrid, 31-05-11 

HOMBRE PEQUEÑITO

Hombre pequeñito, hombre pequeñito,
suelta a tu canario que quiere volar...
Yo soy el canario, hombre pequeñito,
déjame saltar.

Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,
hombre pequeñito que jaula me das.
Digo pequeñito porque no me entiendes,
ni me entenderás.

Tampoco te entiendo, pero mientras tanto
ábreme la jaula que quiero escapar;
hombre pequeñito, te amé un cuarto de ala;
no me pidas más.

ALFONSINA STORNI
Poeta argentina nacida en [Suiza-1892]
De “Irremediablemente”


Selección de Poemas Editados

 

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