Madrid, 01-06-11 

VIEJA

Ciento veinte años tiene, ciento veinte,
y está más arrugada que la Tierra.
Tantas arrugas lleva que no lleva otra cosa
sino alforzas y alforzas como la pobre estera.

Tantas arrugas hace como la duna al viento,
y se está al viento que la empolva y pliega;
tantas arrugas muestra que le contamos sólo
sus escamas de pobre carpa eterna.

Se le olvidó la muerte inolvidable,
como un paisaje, un oficio, una lengua.
Y a la muerte también se le olvidó su cara,
porque se olvidan las caras sin cejas...

Arroz nuevo le llevan en las dulces mañanas;
fábulas de cuatro años al servirle le cuentan;
aliento de quince años al tocarla le ponen;
cabellos de veinte años al besarla le allegan.

Más la misericordia que la salva es la mía.
Yo le regalaré mis horas muertas,
y aquí me quedaré por la semana,
pegada a su mejilla y a su oreja.

Diciéndole la muerte lo mismo que una patria;
dándosela en la mano como una tabaquera;
contándole la muerte como se cuenta a Ulises,
hasta que me la oiga y me la aprenda.

"La Muerte", le diré al alimentarla;
y "La Muerte", también, cuando la duerma;
"La Muerte", como el número y los números,
como una antífona y una secuencia.

Hasta que alargue su mano y la tome,
lúcida al fin en vez de soñolienta,
abra los ojos, la mire y la acepte
y despliegue la boca y se la beba.

Y que se doble lacia de obediencia
y llena de dulzura se disuelva,
con la ciudad fundada el año suyo
y el barco que lanzaron en su fiesta.

Y yo pueda sembrarla lealmente,
como se siembran maíz y lenteja,
donde a tiempo las otras se sembraron,
más dóciles, más prontas y más frescas.

El corazón aflojado soltando,
y la nuca poniendo en una arena,
las viejas que pudieron no morir:
Clara de Asís, Catalina y Teresa.

GABRIELA MISTRAL
Chile-1889
De “Tala”


Madrid, 02-06-11 

PALOMAS

En la azotea de mi siesta
y al mediodía que la agobia,
dan conchitas y dan arenas
las pisadas de las palomas...

La siesta blanca, la casa terca
y la enferma que abajo llora,
no oyen anises ni pespuntes
de estas pisadas de palomas.

Levanto el brazo con el trigo,
vieja madre consentidora,
y entonces canta y reverbera
mi cuerpo lleno de palomas.

Tres me sostengo todavía
y les oigo la lucha ronca,
hasta que vuelan aventadas
y me queda paloma sola...

No sé las voces que me llaman
ni la siesta que me sofoca:
¡epifanía de mi falda,
Paloma, Paloma!

.

GABRIELA MISTRAL
Chile-1889
De “Tala”


Madrid, 03-06-11 

POETA

"En la luz del mundo
yo me he confundido.
Era pura danza
de peces benditos,
y jugué con todo
el azogue vivo.
Cuando la luz dejo,
quedan peces lívidos
y a la luz frenética
vuelvo enloquecido."

"En la red que llaman
la noche fui herido,
en nudos de Osas
y luceros vivos.
Yo le amaba el coso
de lanzas y brillos,
hasta que por red
me la he conocido
que pescaba presa
para los abismos."

"En mi propia carne
también me he afligido.
Debajo del pecho
me daba un vagido.
Y partí mi cuerpo
como un enemigo,
para recoger
entero el gemido."

"En límite y límite
que toqué fui herido.
Los tomé por pájaros
del mar, blanquecinos.
Puntos cardinales
son cuatro delirios...
Los anchos alciones
no traigo cautivos
y el morado vértigo
fue lo recogido."

"En los filos altos
del alma he vivido:
donde ella espejea
de luz y cuchillos,
en tremendo amor
y en salvaje ímpetu,
en grande esperanza
y en rasado hastío.
Y por las cimeras
del alma fui herido."

"Y ahora me llega
del mar de mi olvido
ademán y seña
de mi Jesucristo
que, como en la fábula,
el último vino,
y en redes ni cáñamos
ni lazos me ha herido.

"Y me doy entero
al Dueño divino
que me lleva como
un viento o un río,
y más que un abrazo
me lleva ceñido,
en una carrera
en que nos decimos
nada más que "¡Padre""
y nada más que "¡Hijo"".

.

GABRIELA MISTRAL
Chile-1889
De “Tala”


Madrid, 06-06-11 

SÓLO UNA VEZ ES NECESARIO

Vacío la espera, abro la espera,
silencio tu silencio.

Amo
entre los pastos que crecen bajo el sol,
tu terquedad,
tu sórdida ceguera,
tu verdad:

Un cuerpo siempre alborotado,
recorrido por innombrables historias.
Un tajo en el cuerpo del futuro del hombre.

Sin sentido feroz,
una ausencia.

MIGUEL OSCAR MENASSA
Poeta del mundo nacido en [Argentina-1940]
De "El amor existe y la libertad"


Madrid, 07-06-11 

GRITOS PROLONGADOS

En la otra orilla una casita duerme.
Contra el oscuro prado, un caballo blanquea.
Grito a todo pulmón, y disparo y disparo,
pero a nadie consigo despertar.

Se lleva el viento mis disparos, sólo
algún perro los oye.
Duermen a pierna suelta... "Gritos prolongados":
tal es el nombre del lugar.

Mi voz era una alarma por las salas,
conmovía a las plazas con su fuerte clamor.
Pero era demasiado débil para llegar
hasta aquella casita y despertarla.

Los campesinos, de soñar cansado,
respirando como si segaran, duermen profundamente,
y tampoco oyen mi voz: es para ellos
como el susurro de los pinos o el rumor de los juncos.

¿Qué te pasa, orador? ¿Qué te pasa, profeta?
Muerto de frío, no sabes qué hacer.
Se acabaron las balas. Has perdido la voz.
Y tu fuego la lluvia ha logrado apagar.

Contén las lágrimas, no sufras por la ofensa.
Hay tantas cosas en las que pensar.
Y queda tanto tiempo. "Gritos prolongados":
tal es el nombre del lugar.

EVGUENI EVTUCHENKO
Siberia-1933
De "La lancha de enlace"


Madrid, 08-06-11 

CUANDO CIERRAS LOS OJOS

 Cuando cierras los ojos
tus párpados son aire.
Me arrebatan:
me voy contigo, adentro.

No se ve nada, no
se oye nada. Me sobran
los ojos y los labios,
en este mundo tuyo.
Para sentirte a ti
no sirven
los sentidos de siempre,
usados con los otros.
Hay que esperar los nuevos.
Se anda a tu lado
sordamente, en lo oscuro,
tropezando en acasos,
en vísperas; hundiéndose hacia arriba
con un gran peso de alas.

Cuando vuelves a abrir
los ojos yo me vuelvo
afuera, ciego ya,
tropezando también,
sin ver, tampoco, aquí.

Sin saber más vivir
ni en el otro, en el tuyo,
ni en este
mundo descolorido
en donde yo vivía.
Inútil, desvalido
entre los dos.
Yendo, viniendo
de uno a otro
cuando tú quieres,
cuando abres, cuando cierras
los párpados, los ojos.

PEDRO SALINAS
España-1891
De "La voz a ti debida"


Madrid, 09-06-11 

AYER TE BESÉ EN LOS LABIOS

Ayer te besé en los labios.
Te besé en los labios. Densos,
rojos. Fue un beso tan corto
que duró más que un relámpago,
que un milagro, más.
                               El tiempo
después de dártelo
no lo quise para nada
ya, para nada
lo había querido antes.
Se empezó, se acabó en él.

Hoy estoy besando un beso;
estoy solo con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no
-¿adónde se me ha escapado?
Los pongo
en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.
Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.

.

PEDRO SALINAS
España-1891
De "La voz a ti debida"


Madrid, 10-06-11 

FUGITIVA

Glotona por las moras tempraneras
Es noche cuando torno a la alquería
Cansada de ambular durante el día
Por la selva en procura de moreras.

Radiante, satisfecha y despeinada,
Con un gajo de aromo en la cabeza,
Parezco una morena satiresa
Por la senda de acacias extraviada.

Mas me asalta el temor ardiente y vivo
De que me siga un fauno en la penumbra
Tan cerca que mi oído ya columbra
El eco de su paso fugitivo.

Y huyo corriendo palpitante y loca
De miedo, pues tan próximo parece
Que mi gajo de aromo se estremece
Rozando por las barbas de su boca.
 

JUANA DE IBARBOUROU
Uruguay-1895
De “La clara cisterna”


Madrid, 13-06-11 

LA CÓLERA

Me dicen,
             moviendo la cabeza:
"Tienes que cambiar...
                               Eres muy colérico..."
Yo he sido bondadoso.
                                  Pero no mucho tiempo.
La vida me hizo añicos.
                                 Me golpeó en la boca.
Viví
     como un estúpido cachorro.
Me pegaban,
                  y yo ponía la otra mejilla.
La cola de la bondad,
                               para hacerme más colérico,
de un solo golpe
                      alguien me la cortó.

Les voy a hablar ahora de la cólera,
de esa cólera con la que se va de visita
y se sostienen conversaciones ceremoniosas,
mientras, con unas pinzas, al té se le echa azúcar.
Cuando me invita usted a tomar té,
yo no me aburro:
                        le estudio.
Me bebo humildemente hasta el té del platillo,
y, ocultando las garras,
                                 le estrecho la mano...

Les hablaré también de otra cólera...
Cuando, al comienzo de una reunión, me susurran:
                                                            "Déjelo...

Es usted muy joven,
                           lo mejor es que escriba.
No tenga prisa por buscar pelea",
¡yo no cedo en absoluto!
Sentir cólera ante la mentira es ser bueno.
Les prevengo
                   que mi cólera no cederá.
Sepan
        que hay en mí cólera para mucho tiempo.
Ya no tengo la timidez de antes.
Y, además,
               ¡es tan interesante vivir
                                               cuando se es colérico!

EVGUENI EVTUCHENKO
Siberia-1933
De "La lancha de enlace"


Madrid, 14-06-11 

TERNURA


¿Dónde y cuándo se puso de moda decir:
"Indiferencia para los vivos,
                                         interés por los muertos"?
La gente va apagándose,
                                     bebe.
Uno tras otro van desapareciendo,
y ante la historia se pronuncian
discursos de ternura sobre ellos
                                               en el cementerio...
¿Qué es lo que a Mayakovsky le quitó la vida?
¿Qué es lo que puso en su mano la pistola?
A él,
      con su voz
                     y su terrible aspecto,
le habría hecho falta en vida
                                         un poco de ternura.
La gente viva es molesta.
Con la ternura se condecora el mérito de haber muerto.
 

EVGUENI EVTUCHENKO
Siberia-1933
De "La lancha de enlace"


Madrid, 15-06-11 

SALUDO AL HOMBRE


Con mayúscula escribo tu nombre y te saludo,
hombre, mientras depongo mi femenino escudo
en sencilla y valiente confesión de derrota.
Omnívoro: naciste para llevar la cota
y yo el sexo, pesado como carro de acero
y humilde (se delata su función de granero).
Brindo por tu adiestrada libertad, la soltura
con que te sientes hijo claro de la natura,
y lector aplicado de aquél su abecedario
que enseña el solo verbo que es interplanetario.

Mas, no con gesto humilde, instintivo, anhelante,
tu pecho, se deforma en boca del lactante.
No se ajusta a tu carne pasajera belleza
que se acrece con artes que lo son de pereza:
tu juventud, más alta, se hace de pensamientos
(las ideas son rosas, y rosas los ungüentos...)
¿No eres el Desligado, Sire, por excelencia?
¡Salud! en versos te hago mi fina reverencia.
 

ALFONSINA STORNI
Poeta argentina nacida en [Suiza-1892]
De “Ocre”


Madrid, 16-06-11 

UNA VOZ


Voz escuchada a mis espaldas,
en algún viaje a las afueras,
mientras caía de mis faldas
el diario abierto, ¿de quién eras?

Sonabas cálida y segura
como de alguno que domina
del hombre obscuro el alma obscura,
la clara carne femenina.

No me di vuelta a ver el hombre
en el deseo que me fuera
su rostro anónimo, y pudiera
su voz, ser música sin nombre.

¡Oh simpatía de la vida!
¡Oh comunión que me ha valido,
por el encanto de un sonido
ser, sin quererlo, poseída!
 

ALFONSINA STORNI
Poeta argentina nacida en [Suiza-1892]
De “Ocre”


Madrid, 17-06-11 

ALTA MAR


Fantasma negro,
cabeceando en el azul de la noche,
cruz del palo mayor:
vigila.

Tiburones escoltan
el buque
y asoman sus cabezas:
¡llama!

Está solo el cielo,
está solo el mar,
está solo el hombre...
Cruz del palo mayor:
¡grita!
 

ALFONSINA STORNI
Poeta argentina nacida en [Suiza-1892]
De “Mundo de siete pozos”


Madrid, 24-06-11 

QUÉ HARÁN, QUERIDA, CONMIGO


¿Qué harán, querida, conmigo?
Conmigo que no quiero volver
y si quisiera, mi ciudad,
la roca, partiría su corazón.

¿Qué harán conmigo?
Me escribirán postales donjuanescas,
donde el progreso se come los paisajes?
¿Escribirán, acaso, grandes poemas,
para que resuenen en mi locura,
las palabras de la alegría?

¿Serán capaces de leer mis versos?
¿Me olvidarán entre los desaparecidos?
¿Me darán un lugar anónimo entre los muertos?

Soy el muerto que escribe,
el muerto que no vuelve,
el peor de los muertos.

QUERIDA, ¿qué harán conmigo?

Poeta enamorado de la noche universal,
vengo de un sur soñado que ya no existe.

No tengo patria, ni religión, ni dioses,
¿Qué harán con mis tambores de locura?
¿Cómo apagarán el incendio sonoro de mi canto?
¿A quién le pedirán que condene tanta libertad?

Tengo vicios sencillos, quiero quedarme,
en mi casa, en Madrid, en mis amores.

 

MIGUEL OSCAR MENASSA
Poeta del mundo nacido en [Argentina-1940]
De "Poemas y cartas a mi amante loca joven poeta psicoanalista"


Madrid, 27-06-11 

LA COPA


Yo he llevado una copa
de una isla a otra isla sin despertar el agua.
Si la vertía, una sed traicionaba;
por una gota, el don era caduco;
perdida toda, el sueño lloraría.

No saludé las ciudades;
no dije elogio a su vuelo de torres,
no abrí los brazos en la gran Pirámide
ni fundé casa con corro de hijos.

Pero entregando la copa, yo dije
con el sol nuevo sobre mi garganta:
"Mis brazos ya son libres como nubes sin dueño
y mi cuello se mece en la colina,
de la invitación de los valles."

Mentira fue mi aleluya: miradme.
Yo tengo la vista caída a mis palmas;
camino lenta, sin diamante de agua;
callada voy, y no llevo tesoro,
y me tumba en el pecho y los pulsos
la sangre batida de angustia y de miedo.

 

GABRIELA MISTRAL
Chile-1889
De “Tala”


Madrid, 28-06-11

LA MEDIANOCHE

 Fina, la medianoche.
Oigo los nudos del rosal:
la savia empuja subiendo a la rosa.

Oigo
las rayas quemadas del tigre
real: no le dejan dormir.

Oigo
la estrofa de uno,
y le crece en la noche
como la duna.

Oigo
a mi madre dormida
con dos alientos.
(Duermo yo en ella,
de cinco años.)

Oigo el Ródano
que baja y que me lleva como un padre
ciego de espuma ciega.

Y después nada oigo
sino que voy cayendo
en los muros de Arlés,
llenos de sol...

GABRIELA MISTRAL
Chile-1889
De “Tala”


Madrid, 29-06-11 

PARAÍSO 

Lámina tendida de oro,
y en el dorado aplanamiento,
dos cuerpos como ovillos de oro. 

Un cuerpo glorioso que oye
y un cuerpo glorioso que habla
en el prado en que no habla nada. 

Un aliento que va al aliento
y una cara que tiembla de él,
en un prado en que nada tiembla. 

Acordarse del triste tiempo
en que los dos tenían Tiempo
y de él vivían afligidos, 

a la hora de clavo de oro
en que el Tiempo quedó al umbral
como los perros vagabundos... 

GABRIELA MISTRAL
Chile-1889
De “Tala”


Madrid, 30-06-11

LA ROSA 

La riqueza del centro de la rosa
es la riqueza de tu corazón.
Desátala como ella:
su ceñidura es toda tu aflicción. 

Desátala en un canto
o en un tremendo amor.
No defiendas la rosa:
¡te quemaría con el resplandor!
 

GABRIELA MISTRAL
Chile-1889
De “Tala”


Selección de Poemas Editados

 

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