Madrid, 01-02-11 

A UNA VOZ 

Es un grito en un bosque
un incendio en la iglesia
una desconocida
que me llama y me besa
Amigos que se apagan
palabras como flechas
Es un río es un árbol
de mentira y de veras 

Es calor es calor
una triste tibieza
un crepúsculo verde
un vestido violeta
Es un viento en la cara
y una persona nueva
es el mar en la noche
un murmullo una queja 

Es su nombre es su nombre
es un perfil que acecha
es un sol de alegrías
y un diluvio de penas
Es un barco a lo lejos
y unos ojos de cerca
Es coraje de amarla
y miedo de perderla 

Es tu voz es tu voz
pronunciando bellezas
y en el nombre de todos
tu desnudez perfecta
El cielo y el infierno
en tu doble silueta
El centro de mi vida
efímera y eterna 

Es amor es amor
otoño y primavera
El verano el invierno
el insomnio y la siesta
La droga y el alcohol
la rebelión eterna
Es la vida es la muerte
tu presencia y tu ausencia 

MARIO TREJO
Argentina-192
6
De “El uso de la palabra”


Madrid, 02-02-11 

GALOPE 

Las tierras, las tierras, las tierras de España,
las grandes, las solas, desiertas llanuras.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
al sol y a la luna.

¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!

A corazón suenan, resuenan, resuenan
las tierras de España en las herraduras.
Galopa, jinete del pueblo,
caballo cuatralbo,
caballo de espuma.

¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!

Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie;
que es nadie la muerte si va en tu montura.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
que la tierra es tuya.

¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!

RAFAEL ALBERTI
España-1902
De “Capital de la gloria


Madrid, 03-02-11 

EL ÁNGEL ÁNGEL 

Y el mar fue y le dio un nombre
y un apellido el viento
y las nubes un cuerpo
y un alma el fuego. 

La tierra, nada. 

Ese reino movible,
colgado de las águilas,
no la conoce. 

Nunca escribió su sombra
la figura de un hombre. 

RAFAEL ALBERTI
España-1902
De “Capital de la gloria


Madrid, 04-02-11 

¿Y USTED PODRÍA? 

Barrí de golpe el mapa cotidiano,
echando la pintura de un vaso;
mostré en la fuente con gelatina
los pómulos oblicuos del océano.
En las escamas del pez de hojalata
leí llamados de labios nuevos.
Y usted,
¿podría tocar
un nocturno
con la flauta de los caños de desagüe? 

VLADIMIR MAÏAKOVSKI
Rusia-1893
De “La flauta espinazo y otros poemas”


Madrid, 07-02-11 

DESCONOCIDOS 

Para que el cuerpo oscuro comprendiera
cómo fulge el espíritu, elevé
sobre las sienes espiral altísima.
Y les dije a mis plantas: ¡ascended! 

Y para que la mente no ignorara
cómo sufre la carne, un foso abrí.
Y le dije a mi espíritu: ¡desciende!
¡La materia y su angustia están ahí! 

No fue jamás el cuerpo hacia las cimas.
El espíritu nunca descendió.
Dos hermanos. ¡El rostro no se vieron!
¡Y el infierno bramaba entre los dos! 

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De “Apolo Thermidor


Madrid, 08-02-11 

LOS ÁNGELES DE VIDRIO

I 

Verdes montañas de la estirpe mía.
Pueblo de adobe donde yo nací.
Retablo de naranjas: ¿todavía
tus ángeles de vidrio están allí? 

Cada uno de esos ángeles tenía
luceros en los ojos y les vi
volar al sol del levantino día,
una ala azul y la otra de rubí. 

Arcángeles de vidrio, humilde gloria
de mi casta trigal y de la escoria
del pueblo oscuro en donde yo aprendí 

que la vida es frutal y vive aliada
al pedazo de carne macerada
y al pan con aceitunas que comí.
 

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De “Los ángeles de vidrio


Madrid, 09-02-11

LOS ÁNGELES DE VIDRIO

II

Y volaron los días y las cosas
tuvieron un sentido desigual.
Huyeron con las grises mariposas
los ángeles de harina cereal. 

He vivido otras vidas poderosas.
Médulamente. Vida visceral.
Mi espíritu de arterias tempestuosas
se desbordó a vivir, vuelto raudal. 

Mucho más que otros seres he vivido.
Más que la vida. Y al pisar olvido
sobre ese pastizal donde nací, 

a mi pueblo de burda utilería
pregúntole como antes: ¿todavía
tus ángeles de vidrio están allí? 

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De “Los ángeles de vidrio


Madrid, 10-02-11 

AL ÁNGEL NUCLEAR 

Resplandece de hidrógeno y su llama
lo inviste y jerarquiza y lo carbura.
En el centro brutal de la estatura,
motorizado el corazón le brama. 

¡Quiero morir!, atormentado exclama.
¡El fuego me enceguece y me tortura!
¡Oh lívida mecánica, oh pavura
que en átomos su cólera derrama! 

Quiere morir, pero incombusto vuela.
Y al arrastrar la propulsora estela,
encumbra al sol su enfurecido ruego. 

Y cuando el astro nuclear lo incauta,
los ojos del terrible selenauta
se transforman en bólidos de fuego. 

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De “Los ángeles de vidrio


Madrid, 11-02-11 

MARES INTERNOS 

Sufren bajo la piel y se dilatan
en ondas de sudor y de agonía.
Sus grandes invasiones nos sepultan
bajo una masa de nocturno espanto.
Y allí están, allí están siempre agitándose,
sin más misericordia que el silencio. 

Íntimos mares siempre represados
y en lucha con espíritus violentos. 

Golpean, sí, dinámicos golpean,
y contra el cuerpo subyacente envían
olas enormes cuando en calma duerme. 

Si el Dolor nos exprime como a esponjas
o frutas de los huertos de la Vida;
si el agua de que somos nos anega;
si nuestros diques fallan en las sombras
y las nocturnas válvulas se rompen,
rezuman por los ojos entre lágrimas,
mezclados con los sueros y la sangre
de glóbulos divinos y solemnes. 

Si alguna vez halláis que por mis poros
fluye intenso sudor cuando trabajo;
si veis que me diluvio cuando escribo;
si miráis que la sangre se me escapa
sin delatar la injuria ni la herida;
si contempláis mis lágrimas vertiéndose,
no preguntéis si sufro, si agonizo.
Decid únicamente, imaginando
que estáis en las orillas de un océano;
¡Este hombre es como un mar, un mar interno,
y se está desbordando irresistible! 

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De “El defensor


Madrid, 14-02-11

AIRE DE TIERRA 

Tiempo despierto en su familia de signos
Subidos a calor y movimiento
Envuelto en sombras y aire abandonado
Tiempo para negar tu boca
Tus angustias habitadas por tus partes más débiles
Tu noche con animales colgados sobre el mundo 

Tiempo para no tener tiempo
Tiempo para hacerte doblar las emociones
Tus amarguras que crecen como lluvia
Y el mineral precioso de tu placer secreto
Que da tanta vida a las paredes ciegas 

Tiempo para crearte en la belleza misma
Para resucitar la tierra 

VICENTE HUIDOBRO
Chile-1893
De “Ver y palpar”


Madrid, 15-02-11 

ANUNCIO 

La sonrisa en el rincón de los labios
Donde mueren las sonrisas
En la noche cuando las piedras lloran 

Lágrimas muy amargas
Alguien sabrá el futuro y su paisaje de astros
Las palabras que llenan el dolor de horizontes de luto 

Entra el astrólogo vestido de poemas
Como las nubes de arroyos
Habla y anda como la noche
En la cumbre de sus frases un pájaro se muere 

Nada importa
Amor y enigma mantenido
Él es de otra opinión
Porque sólo cree en los fósforos de la inconsciencia
En la espada de la soledad
Que corta en dos nuestro silencio
Para que sea diálogo de aire y nada 

Oh noche crucificada sobre el viento
Oh noche
Buenas noches 

VICENTE HUIDOBRO
Chile-1893
De “Ver y palpar”


Madrid, 16-02-11 

LA ANGUILA 

La anguila, la sirena
de los mares que, fríos, deja el Báltico
para llegar a nuestros mares,
a nuestros estuarios, a los ríos,
que remonta, profunda, bajo adversas crecidas,
de ramal en ramal, sutilizados
de cabello en cabello,
siempre más hacia dentro, más hacia el corazón
de la peña, filtrándose
entre bolsas de cieno hasta que un día
una luz arrojada por castaños
enciende su desliz en pozas pantanosas,
en zanjas que descienden
por las pendientes de los Apeninos
a la Romaña,
la anguila, antorcha, fusta,
flecha de Amor en tierra
que solamente los barrancos nuestros
o arroyos pirenaicos –desecados- conducen
a paraísos de fecundaciones,
el alma verde que rebusca vida
donde muerde el bochorno
y la desolación,
la centella que dice:
Todo principia cuando ya parece
carbonizarse, tronco sepultado,
breve el iris, mellizo del tuyo,
del que engarzan tus pestañas,
y haces brillar, intacto, en medio de los hijos
del hombre, sumergidos en tu lodo,
la anguila ¿puedes no creerla hermana? 

EUGENIO MONTALE
Italia-1896
De “37 poemas”


Madrid, 17-02-11

ANTIGUO,
ESTOY ENAMORADO DE LA VOZ...
 

Antiguo, estoy enamorado de la voz
que emerge de tus bocas cuando se abren,
como verdes campanas que, de nuevo,
hacia atrás se arrojan y se deshacen.
La casa de mis lejanos estíos
te era cercana, tú lo sabes,
allá, en la tierra donde hierve el sol
y anuban el aire los mosquitos.
Ahora como entonces enmudezco ante tu presencia,
mar, aunque ya digno
no sea de la solemne lección
de tu latido. Tú fuiste el primero en decirme
que el ínfimo fermento
de mi corazón no era sino un instante
del tuyo; que en mis profundidades también latía
tu audaz ley arriesgada: ser vasto y ser diverso
pero, al mismo tiempo, fijo
para vaciarme así de todo fango
como haces tú cuando arrojas a la orilla
entre cordelajes, algas, estrellas marinas,
los inútiles deshechos de tu abismo. 

EUGENIO MONTALE
Italia-1896
De “37 poemas”


Madrid, 18-02-11


¿HAS DADO MI NOMBRE A UN ÁRBOL?
NO ES POCO...


¿Has dado mi nombre a un árbol? No es poco;
sin embargo, no me resigno a permanecer como sombra, o tronco,
en el abandono de un suburbio. Yo el tuyo
se lo he dado a un río, a un largo incendio, al duro
juego de mi suerte, a la fe
sobrehumana con la que le has hablado al sapo
salido de la cloaca, sin horror o piedad
o alborozo, al respiro de aquel firme
y mórbido labio tuyo que acierta,
nombrando, a crear, sapo flor hierba escollo-
encina dispuesta a extenderse sobre nosotros
cuando la lluvia arranca el polen a los carnosos
pétalos del trébol y el fuego aumenta.


EUGENIO MONTALE
Italia-1896
De “37 poemas”
 


Madrid, 21-02-11 

LA JUVENTUD QUE HUYE
COMO UN CIERVO HERIDO
 

Escapa hacia el recodo final de la aventura
y cruza el puente que une la saudade con el
   presentimiento.
El tiempo-cazador la ha herido en el costado
y el otoño es violento, dura la luna y la rosa
   fría. 

Pero atrás queda la íntima ventana que mira
   al mar,
la calle, la plazoleta, el cálido rumor que dejó
   el circo
y oye pasar al viento que aman las veletas.
La ventana que es parte del horizonte, honda,
plena y alegre porque ve el camino –este
   linyera eterno-
y el puerto, ese poema colgado en la pared de
   la tarde abolida
por el candor salvaje de los niños
ignorantes del tiempo-cazador, y lo que afea al
   mundo
que ellos aman, y ya por eso quieren destruir. 

RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN
Argentina-1905
De “El rumbo de las islas perdidas”


Madrid, 22-02-11 

MADRID
(2) 

¡Cómo ha crecido el árbol de ceniza
que en un costado le brotó noviembre! 

Vieja ciudad que muere porque vive,
nueva ciudad que vive porque muere,
ciudad que por la muerte de la vida
inaugura la vida de la muerte. 

¡Cómo ha crecido la paloma oscura
que en un costado le brotó noviembre! 

Antigua en los intactos caserones,
flamante en los escombros y las ruinas,
ciudad que por la sangre derramada
mil toros de coraje resucita. 

ciudad de todo lo que recién nace,
ciudad de todo lo que recién muere,
ciudad de todo lo que muere-vive,
ciudad de todo lo que vive-muere. 

¡Desmesurada flor la flor de sangre
que en un costado le brotó noviembre! 

RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN
Argentina-1905
De “La muerte en Madrid”


Madrid, 23-02-11 

DEL TRÓPICO 

¡Qué alegre y fresca la mañanita!
Me agarra el aire por la nariz;
los perros ladran, un chico grita
y una muchacha gorda y bonita,
junto a una piedra, muele maíz, 

Un mozo trae por un sendero
sus herramientas y su morral;
otro, con caites y sin sombrero,
busca una vaca con su ternero
para ordeñarla junto al corral. 

Sonriendo a veces la muchacha,
que de la piedra pasa al fogón,
un sabanero de buena facha
casi en cuclillas afila el hacha
sobre una orilla del mollejón. 

Por las colinas la luz se pierde
bajo del cielo claro y sin fin;
ahí el ganado las hojas muerde,
y hay en los tallos del pasto verde
escarabajos de oro y carmín. 

Sonando un cuerno corvo y sonoro,
pasa un vaquero, y a plena luz
vienen las vacas y un blanco toro,
con unas manchas color de oro
por la barriga y en el testuz. 

Y la patrona, bate que bate,
me regocija con la ilusión
de una gran taza de chocolate,
que ha de pasarme por el gaznate
con las tostadas, y el requesón. 

(Hacienda “La Fortuna”. el Salvador, VIII-1889) 

RUBÉN DARÍO
Nicaragua-1867
“Poesías sueltas entre “Azul...”
y el “Canto a la Argentina


Madrid, 24-02-11 

ESPANTAPÁJAROS 

Ya en mi alma pesaban de tal modo los muertos futuros
que no podía andar ni un solo paso sin que las piedras
   revelaran sus entrañas. 

¿Qué gritan y defienden esos trajes retorcidos
   por las exhalaciones? 
Sangran ojos de mulos cruzados de escalofríos.
Se hace imposible el cielo entre tantas tumbas anejadas
   de setas corrompidas. 

¿Adónde ir con las ansias de los que han de morirse?
La noche se desploma por un exceso de equipaje secreto.
Alabad a la chispa que electrocuta las huestes y los rebaños.
Un hombre y una vaca perdidos. 

¿Qué nuevas desventuras esperan a las hojas para este
   otoño?
Mi alma no puede ya con tanto cargamento sin destino.
El sueño para preservarse de las lluvias intenta una alquería.
Anteanoche no aullaron ya las lobas. 

¿Qué espero rodeado de muertos al filo de una madrugada
   indecisa? 

RAFAEL ALBERTI
España-1902
De “Sermones y moradas


Madrid, 25-02-11

HE BUSCADO 

A mi hijo Pablo

He buscado, tercamente,
un paso hacia delante
y nada pude hallar.
He tratado, hábilmente,
de caer desde las alturas
y nada conseguía.
He viajado, locamente,
por calles imposibles,
sin encontrar el cielo.
He dejado, pausadamente,
todo lo bien amado
y todo lo bien amado
está en mí.

Siempre en el mismo sitio,
lejano y apacible,
mirando las estrellas,
siempre contra mí mismo,
paralizado de terror,
sin hallar el deseo.
Sin nadie que arranque
de mis ojos, sin luz,
vendas oscuras.
Siempre oculto
en mi propio corazón,
sin apenas salidas,
sin amor.

Dejo huellas sobre mis pasos
y me declaro en libertad.
Ya no quiero caer,
ni busco cielos imposibles,
ni arrebatadas luces,
ni pasos adelante que,
sencillamente,
alivien mi dolor o mi tristeza.

En plena libertad,
alejado de humanas veleidades.
Dejando,
como si fueran síntomas eternos,
que mis grandes amores,
duerman conmigo esta siesta del alma,
vivan, conmigo, este dolor.

MIGUEL OSCAR MENASSA
Poeta del mundo nacido en [Argentina-1940]
De "Llantos del exilio"


Madrid, 28-02-11 

EL ALTAR 

Edifiquemos aquí una amistad exquisita,
la llama, el otoño y la rosa verde del amor
libraron su batalla aquí, en este lugar de maravilla;
donde estuvieron, donde se encontraron, es ya tierra sagrada. 

EZRA POUND
Estados Unidos-1885
De “Personae”


 

Selección de Poemas Editados
 

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