Madrid, 01-10-10

JARDÍN 

El mar quiere irse, pero no puede. Está sujeto por la palma de una mano sobre la cartulina desteñida...

Ahora van a limpiar el mar; lo van a limpiar con un pañuelo fino, de esta indecisa bruma de amanecer.

Ya van surgiendo las rocas y las sombras de las rocas proyectadas sobre el agua en reposo; grandes pájaros marinos salen de los huecos del casco abandonado, llenando el aire de graznidos...

La sombra del tiempo va dibujándose en el aire como un humo azul y perfumado; extraños reflejos brotan del agua oscura, mientras los pájaros desaparecen por el cielo agujereado de estrellas...

Luego, las estrellas desaparecen también y el sol va apuntando muy bajo, de color marfil, sin dar luz alguna. Esta playa vacía, con su mar aperlado, hace pensar en paisajes vagamente irreales, paisajes de la Luna, como los que pinta Fournier en las láminas de su Astronomía elemental para niños.

Bárbara ha limpiado el mar con su pañuelo de encaje.

DULCE MARÍA LOYNAZ
Cuba-1902
De "Jardín, Novela Lírica"


Madrid, 04-10-10 

LA PALABRA QUE SANA 

Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje, alguien canta el lugar en que se forma el silencio. Luego comprobará que no porque se muestre furioso existe el mar, ni tampoco el mundo. Por eso cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa. 

ALEJANDRA PIZARNIK
Argentina-1936
De “El infierno musical”


Madrid, 05-10-10 

ÉXTASIS 

       ¡Arder, arder!
En fuego limpio de orillas con ceniza,
quemadura del mundo, sin que una mano
aventara un hilo de polvo oscuramente turbio.
Arder en blanco país de pureza, en domada
pasión de fuego clarísimo.
Llamas en bandadas de lenguas ávidas de cosas
que se funden al sorberlas.
Sí; llamas de bocas frías
y ardientes, devastadoras.
¡Arder, arder, arder, oh mi único ardor!
Nunca impura.
     Eso ya fue. Pasó de mí. Lo he vencido.
Serenísima mi sangre, toda mía y sumisa;
mi cuerpo ya no es rito. Mi alma, de Dios.
     ¡Oh mi alma,
desligada de este pozo de mi cuerpo!
      Sin oleajes ni furias, sin aquellas
feroces embestidas a la muerte.
Sigo fuego tuyo, vida; fuego tuyo y sacro
fuego del Señor en hierbas finas y resecas,
desgarrando tejidos de la jugosa
materia que es el mundo que sí arde.
     Limpia para mí, que es ser más tuya
la criatura que voy siendo: redimida
con toda mi pasión tallada a golpes
que no acuñan, que resbalan: son de humo.
¡Arderte a Ti; ardernos, oh mi amor hallado
dentro del gran fuego que es mi cuenco frío! 

CARMEN CONDE
España-1907


Madrid, 06-10-10 

EL SEÑOR ROUX

 

Un funcionario jubilado se refugia de la lluvia en la sala de espera de una empresa de pompas fúnebres. Lo saludo y cruzo la calle aprovechando la luz verde. Es el señor Roux, me digo. El mismo que aprovecha la luz verde y la sala de espera y hasta las pompas fúnebres. El señor Roux es también escultor. Claro que una escultura es casi nada. Construir una casa es más que nada. Dar órdenes, apilar ladrillos, exponerse al sol y al vino, comprarse una camisa nueva. Eso es importante. Pero la escultura crece y se hace importante cuando nos olvidamos de ella. Como la casa y el sol. Como un buenos días dicho sin prevención al señor Roux.

 

EDGAR BAYLEY
Argentina-1919
De “El día”


Madrid, 07-10-10 

HASTA EL FIN DEL MUNDO 

Una mujer y un hombre abren la noche para que nos demos cuenta. 

Resisten en silencio, entre las graves maldiciones que percuten al cielo. 

Ellos ganan sus manos con un golpe de suerte. 

A mitad de camino, la verdad ya va quedando atrás. 

RODOLFO ALONSO
Argentina-1934

De “Buenos vientos”


Madrid, 08-10-10

ENVÍO 

Epístola Moral a Nadie
emitida en esta galaxia
Si Nadie creó lo que hay
que al menos sirvan las palabras 

MARIO TREJO
Argentina-1926
De "El uso de la palabra"


Madrid, 11-10-10

EN EL ANIVERSARIO DE UNA BODA 

Se rasga el cielo que atraviesa
este harapiento aniversario
de dos que al unísono recorrieron tres años
los amargos caminos de sus juramentos.

Ahora su amor miente una pérdida
y el Amor y sus enfermos rugen encadenados;
desde cada nube cierta
o con forma de cráter
la muerte golpea su casa.

Demasiado tarde en la lluvia equivocada
se unen aquellos a quienes separó su amor:
las ventanas diluvian en su corazón
y las puertas arden en su mente.

DYLAN THOMAS
Gran Bretaña-1914


Madrid, 13-10-10 

PEQUEÑA HISTORIA 

Yo soy
el hombre
que conmueve muchachas
en las mañanas empapadas; 

el viento conocido
que desata la vida
de las esposas altas,
deshonestas,
de las hijas adúlteras
de casas como el mar; 

la lluvia
que late en el vino
de mis hombres extraños de silencio
de caras como manos. 

Soy
el que se queda solo
luego
y humanamente pide compartir
una risa
una copa
un hueco de saliva 

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “Pequeña historia”


 

Madrid, 14-10-10 

SIEMPRE UNA SORPRESA 

La muerte es siempre una sorpresa inútil
aunque uno comparezca
con las bisagras herrumbrosas

la gracia pasa pasan las desgracias
las promesas a veces se corrompen
caen de hinojos los esperanzados
y dios no les perdona la esperanza

transcurren los diciembres y belenes
la intimidad se colma de importunos
las pupilas retratan hondonadas y cumbres
y la razón se hastía de lindes y cotejos

la muerte es siempre una sorpresa inútil
aunque se trate de la ajena
y los recuerdos nos amparen

el relámpago ofusca rompe el trueno
el amor ilumina ciega el odio
uno desplaza el cuerpo como un miope
y adelanta las manos y está el muro

los relojes predicen y no aciertan
apuntalamos cábalas y ruinas
despedimos el mar y lo añoramos
no nos llevamos bien con las hazañas
la muerte es siempre una sorpresa inútil
aunque confirme los pronósticos
y sea un fiable desenlace

el blando más allá puede ser un bostezo
el arduo más acá la picota de turno
no aspiro a los trofeos de ultratumba
sino a dormir y antes que nada a despertarme

qué paraíso puede compensar
el roce de otra piel en jubileo
lo cierto es que la muerte es un verdugo
y los mortales somos cómplices de la vida

pero así y todo
o así y nada
la muerte es siempre una sorpresa inútil

MARIO BENEDETTI
Uruguay-1920


Madrid, 15-10-10 

OTOÑO VIDA 

Detrás de los pacíficos cipreses,
dorados de esplendores imposibles,
las arpas de tus aires inaudibles
se van hacia remotas palideces. 

Otoño vida. Imagen que apareces
en todas tus presencias invisibles.
Raíz de inmensidades apacibles.
Loto de luz que en los espacios creces. 

La subyugada mano, de las sienes
sustenta el peso. Universal ternura
se vierte como un ánfora escondida, 

y tú a dorar las claridades vienes,
y a convertir la voz de la amargura
en una rosa pálida de vida. 

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De “Presencia”


Madrid, 18-10-10 

ESTE PAN QUE YO PARTO 

Este pan que yo parto fue alguna vez avena,
este vino en un árbol extranjero
se zambulló en su fruta;
durante el día el hombre y por la noche el viento
segaron las cosechas, rompieron el gozo de la uva. 

Alguna vez, en este vino, la sangre del verano
golpeaba en la carne que vestía la viña,
un día en este pan
la avena al viento era alegría,
el hombre rompió el sol, abatió el viento. 

Esta carne que partes, esta sangre a la que dejas
sembrar desolación entre las venas
fueron avena y uva
nacieron de la raíz sensual y de la savia;
mi vino que te bebes, el pan que me arrebatas.

DYLAN THOMAS
Gran Bretaña-1914


Madrid, 19-10-10 

SE DIRÁ QUE LOS DIOSES
CASCAN LAS NUBES 

¿Se dirá que los dioses cascan las nubes
cuando las nubes son malditas por el trueno,
se dirá que lloran cuando aúlla la atmósfera?
¿Serán los arcoiris el color de sus túnicas?

Cuando llueve ¿dónde están los dioses?
¿se dirá que hacen brotar el agua de los cántaros,
que sueltan los torrentes?

¿O que al modo de Venus
alguien punza y estruja las ubres de un dios viejo,
o que la húmeda noche como nodriza me reprende?

Se dirá que los dioses son piedra.
¿Retumbará en la tierra una piedra caída,
repicará la grava derribada?
Deja que hablen las piedras
con lenguas que hablan todas las lenguas.

DYLAN THOMAS
Gran Bretaña-1914


Madrid, 20-10-10

AQUÍ EN ESTA PRIMAVERA

Aquí en esta primavera, flotan estrellas en el vacío;
aquí en este invierno ornamental
se abaten las atmósferas desnudas;
este verano entierra a un pájaro de primavera. 

Los símbolos se elijen desde la lenta ronda de los años
por las costas de cuatro estaciones,
los fuegos de tres estaciones y los cantos de cuatro pájaros
son los maestros del otoño. 

Del verano, tendría yo que relatar los árboles, la oruga
apenas relatar las tormentas del invierno
o el funeral del sol;
aprendería del cucú la primavera
y la babosa me enseñaría la destrucción. 

Una oruga contaría el verano mejor que los relojes,
la babosa es un calendario vivo de los días;
¿qué me contaría si un insecto sin tiempo
dijera que el mundo se consume? 

 

DYLAN THOMAS
Gran Bretaña-1914


Madrid, 21-10-10

EL DEMONIO ENCARNADO 

El demonio encarnado, en una serpiente parlante,
con los planos centrales del Asia en su jardín,
despertó y azuzó al mundo que nacía,
dividió la barbada manzana en formas del pecado,
y Dios andaba allí, violinista de guardia
y al tocar su instrumento derramaba el perdón desde el cerro del cielo. 

Cuando los mares explorados eran desconocidos
-una luna hecha a mano, a medias santa en una nube-
cuentan los sabios que las deidades del jardín
enroscaron el mal y el bien sobre un árbol de oriente;
y cuando la luna se alzó llena de viento fue
negra como la bestia y más pálida que la cruz. 

En nuestro Edén supimos del secreto guardián
en las aguas sagradas que ninguna escarcha podía endurecer,
y en las pujantes mañanas de la tierra;
el infierno en un cuerno de azufre y el mito tronchado,
todo el cielo en un eclipse del sol,
una serpiente tocaba su violín cuando el mundo nacía. 

DYLAN THOMAS
Gran Bretaña-1914


Madrid, 22-10-10 

SI LOS FAROLES BRILLARAN 

Si los faroles brillaran, el rostro santo se marchitaría
preso en un octógono de insólita luz,
y todos los muchachos del amor
se cuidarían de perder la gracia.
Los rasgos de sus íntimas tinieblas
están hechos de carne, pero que venga el falso día
y que los labios de ella pierdan sus ajados colores,
que el traje de la momia muestre un antiguo pecho. 

Me han dicho que piense con el corazón
pero el corazón, como el cerebro, conduce al desamparo;
que cambie el ritmo de la acción cuando el latido se acelere
hasta que en un plano se confundan el campo y los tejados
tan rápido me muevo por desafiar al tiempo, el caballero quieto
cuya barba se agita en el viento de Egipto. 

He oído el contar de muchos años
y muchos años tendrían que atestiguar un cambio. 

La pelota que arrojé cuando jugaba en el parque
aún no ha tocado el suelo. 

DYLAN THOMAS
Gran Bretaña-1914


 

Selección de Poemas Editados

 

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