Madrid, 3-05-10 

PROSA DEL TRANSIBERIANO
Y DE LA PEQUEÑA JUANA DE FRANCIA 

Dedicada a los músicos 

En aquel tiempo yo era un adolescente
Apenas tenía dieciséis años y ya no recordaba mi infancia
Estaba a 16.000 leguas del lugar de mi nacimiento
Me hallaba en Moscú, en la ciudad de los mil tres
                       [campanarios y las siete estaciones
Y no me bastaban las siete estaciones y las mil tres torres
Porque mi adolescencia era tan ardiente y loca
Que mi corazón, alternativamente, ardía como el templo
                    [de Efeso o como la Plaza Roja de Moscú
Cuando se pone el sol.
Y mis ojos iluminaban antiguos senderos.
Y yo era tan mal poeta
Que no sabía llegar hasta el fondo de las cosas.

El Kremlin era como una inmensa torta tártara
Crujiente de oro.
Con las grandes almendras de las catedrales inmensamente
                                                                            [blancas
Y el oro empalagoso de las campanas...
Un viejo monje me leía la leyenda de Novgorode
Yo tenía sed
Y descifraba caracteres cuneiformes
Luego, de pronto, las palomas del Espíritu Santo volaron
                                                               [sobre la plaza
Y también mis manos alzaban el vuelo, con susurros
                                                            [de albatros
Y esto era las últimas reminiscencias del último día
Del postrer viaje
y del mar.

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BLAISE CENDRARS
Suiza-1887


Madrid, 4-05-10 

PROSA DEL TRANSIBERIANO
Y DE LA PEQUEÑA JUANA DE FRANCIA

.../...

No obstante, yo era un poeta muy malo.
No sabía llegar al fondo de las cosas.
Tenía hambre
Y a todos los días y a todas las mujeres en los cafés y a
                                                            [todas las copas

Habría querido beberlas y romperlas
Y a todas las vitrinas y a todas las calles
Y a todas las casas y a todas las vidas
Y a todas las ruedas de los coches que giraban como
                    [torbellinos sobre los malos empedrados
Habría querido hundirlas en un gran horno de espadas
Y habría querido moler todos los huesos
Y arrancar todas las lenguas
y licuar todos esos grandes cuerpos extraños y desnudos
                                  [bajo la ropa que me vuelve loco...
Presentía la llegada del gran Cristo rojo de la revolución rusa...
Y el sol era una inmensa herida
Que se abría como un brasero.

.../... 

BLAISE CENDRARS
Suiza-1887


Madrid, 5-05-10 

PROSA DEL TRANSIBERIANO
Y DE LA PEQUEÑA JUANA DE FRANCIA 

.../...

En aquel tiempo yo era un adolescente
Apenas tenía dieciséis años y ya no recordaba mi nacimiento
Estaba en Moscú, donde quería alimentarme de llamas
y no me bastaban las torres y las estaciones que cubrían mis
                                                                     [ojos de estrellas

En Siberia rugía el cañón, había guerra
Hambre frío peste cólera
Y las aguas fangosas del Amor arrastraban millones de carroñas
En todas las estaciones veía partir todos los últimos trenes
 Ya nadie podía salir porque no se vendían más boletos
 Y los soldados que se iban hubieran preferido quedarse...
 Un viejo monje me cantaba la leyenda de Novgorode.

 

Yo, el mal poeta que no quería ir a ninguna parte, podía ir a
                                                                            [todos lados
Y también los comerciantes todavía tenían dinero suficiente
Para ir a intentar hacer fortuna.
Su tren salía todos los viernes de mañana.
Se decía que había muchos muertos.
Uno llevaba cien cajas de despertadores y cucús de la Selva
                                                                                    [Negra
Otros cajas de sombreros, cilindros y un surtido de
                                         [tirabuzones de Sheffield
Otros ataúdes de Malmoe llenos de latas de conservas y
                                                            [sardinas en aceite
También había muchas mujeres
Mujeres entrepiernas en alquiler que también podían usarse
Ataúdes
Todas pagaban impuestos

Se decía que había muchos muertos allí
Ellas viajaban con tarifa reducida
Y todas tenían una cuenta corriente en el banco.
.../... 

BLAISE CENDRARS
Suiza-1887


Madrid, 6-05-10 

PROSA DEL TRANSIBERIANO
Y DE LA PEQUEÑA JUANA DE FRANCIA 

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Pues bien, un viernes de mañana me llegó la hora por fin
Estábamos en diciembre
Y también yo partí para acompañar al viajante joyero que iba
                                                                                [a Jarbín
Teníamos dos asientos en el expreso y 34 cofres de joyería
                                                                    [de Pforzheim
Pacotilla alemana «Made in Germany»
Me había vestido de punta en blanco, y al subir al tren se me
                                                                  [perdió un botón
-Lo recuerdo, lo recuerdo, a menudo pensé en ello desde
                                                                       [entonces-
Yo dormía sobre los cofres y me sentía muy contento de
                                         [poder jugar con la browning
Niquelada que también me había dado

Me sentía muy feliz despreocupado
Creía jugar a los bandoleros
Habíamos robado el tesoro de Golconda
Y, gracias al transiberiano, íbamos a ocultarlo del otro lado
                                                                        [del mundo
Yo tenía que defenderlo contra los ladrones del Ural que
         [habían atacado a los saltimbanquis de Julio Verne
Contra los Junguzes, los boxers de la China
Y los rabiosos pequeños mongoles del Gran Lama
Alibabá y los cuarenta ladrones
Y los fieles del terrible Viejo de la montaña
Y sobre todo, contra los más modernos
Los rateros de hotel
Y los especialistas de los expresos internacionales

.../... 

BLAISE CENDRARS
Suiza-1887


Madrid, 7-05-10 

PROSA DEL TRANSIBERIANO
Y DE LA PEQUEÑA JUANA DE FRANCIA 

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Y sin embargo, y sin embargo
Estaba triste como un niño
Los ritmos del tren
La «médula ferrocarrilera» de los psiquiatras americanos
El ruido de las puertas de las voces de los ejes rechinando
                                                [sobre los rieles congelados
El ferlín de oro de mi futuro
Mi browning el piano y los juramentos de los jugadores de
                                [cartas en el compartimiento de al lado
La deslumbrante presencia de Juana
El hombre de anteojos azules que se paseaba nerviosamente
                                     [por el corredor y me miraba al pasar
Murmullos de mujeres
Y el silbido del vapor
Y el eterno ruido de las ruedas locas en los carriles celestes
Los vidrios están escarchados
¡La naturaleza no existe!
Y detrás, las llanuras siberianas el cielo bajo y las grandes
                  [sombras de los Taciturnos que suben y bajan
Estoy acostado sobre una manta de viaje
Colorinche
Como mi vida
Y mi vida no me abriga más que esa manta
Escocesa
Y toda Europa entrevista por el parabrisas de un expreso a
                                                                       [toda máquina
No es más rica que mi vida
Mi pobre vida
Esta manta
Deshilachada sobre cofres llenos de oro
Con los que viajo
Sueño
Fumo
Y la única llama del universo
Es un pobre pensamiento...

.../... 

BLAISE CENDRARS
Suiza-1887


Madrid, 10-05-10 

BROMURO 

Burlando con frecuencia el vasallaje
de la tutela familiar en juego,
nos dimos citas, a favor del ciego
azar, en el jardín, tras el follaje... 

Frufrutó de aventura tu aéreo traje,
sugestivo de aromas y de espliego...
y evaporada entre mis brazos, luego,
soñaste mundos de arrebol y encaje... 

Libres de la zozobra momentánea
-sin recelarnos de emergencia alguna-
en los breves silencios, oportuna 

te abandonabas a mi fe espontánea;
y sobre un muro, al trascender, la luna
nos denunciaba en frágil instantánea. 

JULIO HERRERA Y REISSIG
Uruguay-1875
De "Los parques abandonados (II)"


Madrid, 11-05-10 

LECTURA AL ATARDECER 

En un diario cualquiera estoy leyendo:
"Un submarino atómico fue hundido
por fuerzas misteriosas..." Y suspendo

la lectura y me oculto adolorido,
con los ojos a ras de ruina y tierra,
girando en la penumbra y el olvido

de tanta angustia como el mundo encierra,
y ojos y manos en silencio junto.
Tanta impiedad mi corazón aterra

y ya casi sonámbulo pregunto:
¿Tuvieron esperanza esos soldados?
¿Qué quedó de su vida en aquel punto

del hundimiento? ¿Fueron devorados
por el mar implacable en un segundo?
¿Tuvieron esperanza esos soldados?

La pregunta me hiere, ¡oh triste mundo
parecido a una trágica cisterna,
con un rostro sangrante en lo profundo!

Salgo a mirar hacia la vida externa.
Un niño pasa. Y pienso, en mi descanso:
¿qué será de este niño que se interna,

no cual una barquilla en un remanso,
sino en orbes de llamas homicidas?
Torno a mi soledad de siervo manso,

y apenas con las luces encendidas
a las seis de la tarde, estoy leyendo
muchas cosas quizá desconocidas:

un avión propulsor que estaba haciendo
maniobras de luceros y soldados,
estalló en el espacio. Oigo el estruendo

de ruedas y motores calcinados,
y pregunto con súplica insistente:
¿tuvieron esperanza esos soldados?

.../...

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De "El defensor”


Madrid, 12-05-10 

LECTURA AL ATARDECER 

.../...

Inclino en lenta sumisión la frente
y leo otra noticia rezagada:
"anteayer, en Vietnam, súbitamente

fue una escuela de niños bombardeada".
Y siento que una mano enceguecida
me da en el corazón honda estocada.

Mi jardinero espíritu, a la vida
pregúntale: ¿quién abre en mis costados
esta mortal y rencorosa herida?

¿Tuvieron esperanza esos soldados,
los cosmonautas mártires caídos
y los niños inermes bombardeados?

¡Oh mundo que conviertes tus sentidos
en una enorme y funeral hoguera,
desde la maravilla de los nidos

a la crucifixión en la trinchera!
La mano encumbro en actitud de lira
de cinco resonancias, cual si fuera

todo mi ser un himno que suspira
por la paz de los vivos y los muertos,
arrastrados al fondo de la pira.

Y canto a los purísimos desiertos
y al león semental y a los ganados,
y a las blandas colinas y los huertos,

y de pronto mis labios azorados
preguntan a los aires enemigos:
¿por qué fueron los niños bombardeados?
.../...

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De "El defensor”


Madrid, 13-05-10 

LECTURA AL ATARDECER

.../...

Paz y esperanza, escribo a mis amigos
con mi letra de araña tejedora,
sepultada en los musgos y los higos.

Y encumbro la otra mano pulsadora,
y soy diez cuerdas dígitas cantando
a la naturaleza constructora.

Y, laúd decimal, brillo danzando
sobre la negación, y danza y danza
mi espíritu sinfónico, escuchando

los triunfos del amor y la esperanza.
Paz y esperanza, escribo a mis amigos.
Y un sol sin senectud arde en mi lanza

del color de la sábila y los trigos
y la roturación de los arados.
Mas, de pronto, a los aires enemigos

oigo batir los muros almenados,
y vuelvo a preguntar con insistencia:
¿tuvieron esperanza esos soldados?

¡Ah mi simplicidad sin resistencia
para la angustia de la extraña herida,
y la incineración de la inocencia!

Mi espíritu se aleja de la vida
sobre un caballo de cristal y espuma,
que luce al galopar lirios por brida.

Yo impediré que el odio lo consuma.
Mi instinto de jinete es cabalgarlo
sin que le invada el corazón la bruma.
.../...

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De "El defensor”


Madrid, 14-05-10 

LECTURA AL ATARDECER

.../...

Trenzador de sus crines, he de amarlo
más allá de la muerte. Y cuando muera,
en medio de palomas sepultarlo.

Así, al atardecer, en un cualquiera
periódico del mundo, estoy leyendo
tanta noticia cruel que uno quisiera

que no fuese verdad, y padeciendo
por los niños que fueron bombardeados
cuando estaban inermes, conociendo

la verdad de la vida, ensimismados
en sus pequeños libros de lectura.
¡Pobres niños! me digo, incinerados

por un mundo que bebe su amargura
y come un pan con ácidos dementes,
revueltos en la blanca levadura.

Salgo a mirar las cosas y las gentes.
Delante de mi casa hay un gran pino.
¿Sufren, tal vez, sus ramas penitentes?

¡Ah, no lo sé! Paréceme divino,
como implorando paz en esta hora,
para una humanidad que a su destino

tiene atada una estrella destructora.
Ya son las siete de la tarde. El viento
regresa en calma tímida, insonora.

Busco mi asilo defensor y siento
que algo me oprime. Pienso en los soldados
en el fondo del mar. El sufrimiento

se me vuelve tenaz. En los costados
de mi espíritu humilde, una estocada
destrúyeme los sueños dibujados

allá cuando la vida era contada
por mi padre, como un cuento sin brumas,
y mi credulidad iba montada
sobre un caballo de cristal y espumas. 

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De "El defensor”


Madrid, 17-05-10 

PROSA DEL TRANSIBERIANO
Y DE LA PEQUEÑA JUANA DE FRANCIA 

.../...

Desde el fondo de mi corazón me brotan lágrimas
Si pienso, Amor, en mi querida;
Ella no es más que una niña, a quien encontré así
Pálida, inmaculada, en el fondo de un burdel. 

No es más que una niña, rubia, risueña y triste,
No sonríe y nunca llora;
Pero en el fondo de sus ojos, cuando te deja beber en ellos,
Tiembla un dulce lis de plata, la flor del poeta. 

Es dulce y muda, sin ningún reproche,
Con un largo estremecimiento cuando tú te aproximas;
Pero cuando yo voy hacia ella, por aquí, por allá, festivo,
Ella da un paso, luego cierra los ojos, y da un paso.
Porque es mi amor, y las otras mujeres
Sólo tienen vestidos de oro sobre grandes cuerpos
                                                             [llameantes,
Mi pobre amiga está tan desamparada,
Está toda desnuda, no tiene cuerpo, es demasiado pobre.
No es más que una flor cándida, endeble,
La flor del poeta, un pobre lis de plata,
Muy frío, muy solo, y ya tan mustio
Que me brotan las lágrimas si pienso en su corazón.

.../... 

BLAISE CENDRARS
Suiza-1887

 


Madrid, 18-05-10 

PROSA DEL TRANSIBERIANO
Y DE LA PEQUEÑA JUANA DE FRANCIA 

.../...

Y esta noche es similar a otras cien mil cuando un tren rasga
                                                                             [la noche
Caen los cometas-
Y el hombre y la mujer, aún jóvenes, se divierten haciendo
                                                                           [el amor.
El cielo es como la carpa desgarrada de un circo pobre en un
                                                        [pueblito de pescadores
En Flandes
El sol es un quinqué humoso
Y en lo más alto de un trapecio una mujer representa la luna.
El clarinete la corneta una agria flauta y un mal tambor
Y aquí está mi cuna
Mi cuna
Siempre estaba cerca del piano cuando mi madre como
       [Madame Bovary tocaba las sonatas de Beethoven
Yo pasé mi infancia en los jardines suspendidos de Babilonia
Y la rabona, en las estaciones frente a los trenes a punto
                                                                        [de salir
Ahora hago correr todos los trenes detrás de mí
Bale-Tombuctú
También jugué a las carreras en Auteuil y Longchamp
París-Nueva York 

Ahora hago correr todos los trenes a todo lo largo de mi vida
Madrid-Estocolmo
Y perdí todas mis apuestas
Sólo queda la Patagonia, la Patagonia, que convenga a mi
    [inmensa tristeza, la Patagonia, y un viaje por los mares
                                                                           [del Sur
.../... 

BLAISE CENDRARS
Suiza-1887


Madrid, 19-05-10

 

PROSA DEL TRANSIBERIANO
Y DE LA PEQUEÑA JUANA DE FRANCIA 

.../...

Estoy en camino
Siempre estuve en camino
Estoy en camino con la pequeña Juana de Francia
El tren pega un peligroso salto y vuelve a caer sobre todas
                                                                       [sus ruedas
El tren vuelve a caer sobre sus ruedas
El tren siempre vuelve a caer sobre todas sus ruedas 

«Dime, Blaise, ¿estamos muy lejos de Montmartre?» 

Estamos lejos, Juana, viajas desde hace siete días
Estás lejos de Montmartre, de la Butte que te alimentó del
                 [Sagrado Corazón contra el cual te acurrucaste
París desapareció y su enorme fogata
No quedan más que las cenizas constantes
La lluvia que cae
La turba que se hincha
La Siberia que gira
Los pesados manteles de nieve que ascienden
Y el cascabel de la locura que tintinea como un último deseo
                                                                [en el aire azulado
El tren palpita en el corazón de los horizontes plomizos
Y tu pena ríe burlona...

.../... 

BLAISE CENDRARS
Suiza-1887


Madrid, 20-05-10 

PROSA DEL TRANSIBERIANO
Y DE LA PEQUEÑA JUANA DE FRANCIA 

.../...

«Dime, Blaise, ¿estamos muy lejos de Montmartre?» 

Las preocupaciones
Olvida las preocupaciones
Todas las estaciones agrietadas oblicuas sobre la ruta
Los hilos telegráficos de los que cuelgan
Los postes grotescos que gesticulan y los estrangulan
El mundo se estira se alarga y se retira como un acordeón
                                   [atormentado por una mano sádica
En las resquebraduras del cielo, las furiosas locomotoras
Huyen
Y en los agujeros,
Las vertiginosas ruedas las bocas las voces
y los perros de la desdicha que ladran a nuestras espaldas
Los demonios están desencadenados
Chatarras
Todo es un acorde falso
El «brun-run-run» de las ruedas
Choques
Rebotes
Somos una tormenta bajo el cráneo de un sordo...

.../... 

BLAISE CENDRARS
Suiza-1887


Madrid, 21-05-10 

PROSA DEL TRANSIBERIANO
Y DE LA PEQUEÑA JUANA DE FRANCIA 

.../...

«Dime, Blaise, ¿estamos muy lejos de Montmartre?»

Pero sí, me pones nervioso, bien lo sabes, estamos muy lejos
La locura recalentada ruge en la locomotora
La peste el cólera se alzan como brasas ardientes en nuestro
                                                                               [camino
Desaparecemos en la guerra totalmente en un túnel
El hambre puto se aferra a las nubes en desbandada
Y estiércol de las batallas en montones apestosos de muertos
Haz como él, haz tu oficio... 

«Dime, Blaise, ¿estamos muy lejos de Montmartre?» 

Sí, estamos muy lejos, estamos muy lejos
Todos los chivos emisarios reventaron en este desierto
Oye los cencerros de ese rebaño sarnoso Tomsk
Tcheliabinsk Kainsk Obi Taichet Verkné Udinsk Kurgán
                                                     [Samara Pensa-Tulún
La muerte en Manchuria
Es nuestro desembarcadero y nuestra última guarida
Este viaje es terrible
Ayer por la mañana
Iván Ulitch tenía los cabellos blancos
y Kolia Nicolai Ivanovitch se roe los dedos desde hace
                                                              [quince días...
Haz como ellos la Muerte el Hambre haz tu oficio
Cuesta cinco francos, en transiberiano, cuesta cien rublos
Afiebra los bancos y enrojece bajo la mesa
El diablo está en el piano
Sus nudosos dedos excitan a todas las mujeres
La Naturaleza
Las Busconas
Haz tu oficio
Hasta Jarbín...

.../... 

BLAISE CENDRARS
Suiza-1887


Madrid, 24-05-10 

AMOR PERDIDO. LA JUVENTUD

I

Al ir viviendo y sólo por vivir
lo fui creyendo casi todo
y así viví el amor, como si fuera eterno
y así juré, por la amistad, en falso.

Después vinieron las noches de la soledad,
donde amistad y amores caían sin cesar,
hasta llegar al fondo de abismos imposibles,
hasta quedar fundidos en nubes del pasado.

Y nadie nunca más recordaría el tiempo,
donde con mi propia pasión enamorada,
de la muerte rescataba amores y amistades.

Y ahora estoy, a solas, con mis versos
y vivo, intensamente, la lujuria del verbo,
como si conmigo vivieran amores, amistades.

MIGUEL OSCAR MENASSA
Poeta español nacido en Argentina-1940
De “Amores perdidos”


Madrid, 25-05-10 

AMOR PERDIDO. LA JUVENTUD

II 

Cuando todos esperaban mi desaparición, desaparecía.
Era el perfecto encanto de la poesía a todo confort.
Un buitre almacenando su propia carroña.
Una tristeza empequeñecida por el logro de ser .

A cielo abierto tocaba nota desesperada:
amo y soy amado.
Terca serpiente amada atada a mi garganta,
hoy te lloro, te hago pedazos en mis ojos,
tengo conmigo, esa crueldad ambicionada.

Después fuimos ese delirio abierto
donde cabía, perfectamente, el olvido.
Y ahora te espero, vertiente de luz,
embrujo de la niebla, noche de día,
escondido para siempre en tus ojos,
abiertos a la soledad de mirar .

Salmos desesperados, perdidos, 
entonados casi sin ninguna fe,
para la pequeña diosa sin habla.  

 

MIGUEL OSCAR MENASSA
Poeta español nacido en Argentina-1940
De “Amores perdidos”


Madrid, 26-05-10 

AMOR PERDIDO. LA JUVENTUD

III 

Nace de mí una fuerza incontenible,
y te llevo, conmigo, en esa fuerza,
sin saber dónde voy, mas voy contigo
y eso, aunque nada sabe, tranquiliza.

Después, seguramente, al separarnos
preguntaremos a cualquier ciudadano
en qué lugar del mundo hemos caído,
adónde hemos llegado llenos de amor.

Y no han de responder ni las estrellas,
ninguna palabra llegará hasta nosotros,
nadie nos dirá que estamos en el mundo.

Y, sin embargo, ciegos y sordos, solos,
ignorando el punto de llegada, pobres,
nos sentiremos libres, letras muertas. 

MIGUEL OSCAR MENASSA
Poeta español nacido en Argentina-1940
De “Amores perdidos”


Madrid, 27-05-10 

AMOR PERDIDO. LA JUVENTUD

IV

Nunca te dejes llevar por torpes sentimientos.
No ames, demasiado, el puro amor del alba
ni bebas, demasiado, del néctar de los labios
ni mires, demasiada, televisión por las noches
ni vayas a la guerra ni mates por la espalda.

No te dejes coger por la miseria de los ricos
ni por las ambiciones malignas de los pobres.
Tú tranquilo, hombre, que no pasa nada.
No te dejes engañar por el amor de una mujer
y mucho menos por el amor de un hombre.

Lo mejor de todo es no servirle a nadie y
trabajar duro, por las dudas nadie te sirva a ti.
Y después si todo lo bueno no te alcanza
escribe versos de costado, sin caer en el abismo,
sin derramarte en lágrimas, sin morir en el final,
sin abrirte, sin llamar la atención, un verso sólo,
fuerte, que desgarre las fibras de las letras,
pero que a ti te pase por encima, más allá de tu carne.

Después, descansa, toca la lira y canta en extranjero,
así, cuando ya nadie, nadie, pueda comprenderte,
serás, enteramente, libre, abierto a la vejez.  

MIGUEL OSCAR MENASSA
Poeta español nacido en Argentina-1940
De “Amores perdidos”


Madrid, 28-05-10 

AMOR PERDIDO. LA JUVENTUD

V 

Salta, corre brincando hacia el amor y déjate caer,
sin respirar siquiera, sin pensar en el tiempo; sin fe.

Caído, agítate con dulzura extrema, aúlla.
Deja que el tiempo se persigne avergonzado,
enfrentado a tu danza vital, lejanía insondable,
movimiento de ave o potro enloquecido.

Deja que la miseria te empape con su olor a desgracia,
que la vida y los colores de la vida te dejen ciego.
Y así, sabiéndolo, has de morir tranquilo,
sin deberle a la vida, ni a ningún Dios extraño,
ni a espíritus modernos, ni a la carne, nada.

Sin deudas, alborozado por el movimiento de los astros,
abrazado a cuanto amor se precie de moverse o volar,
así: sin nerviosismos o cálculos perfectos,
así, se muere y se vuelve a nacer, si es necesario,
cada vez, todos los días, algunas noches, siempre.  

MIGUEL OSCAR MENASSA
Poeta español nacido en Argentina-1940
De “Amores perdidos”


Madrid, 31-05-10 

PROSA DEL TRANSIBERIANO
Y DE LA PEQUEÑA JUANA DE FRANCIA

 

.../...

«Dime, Blaise, ¿estamos muy lejos de Montmartre?»

 

Pero... vete al diablo... déjame tranquilo
Tienes caderas angulares
Tu vientre es agrio y tienes blenorragia
Eso es todo lo que París puso en tu regazo
También un poco de alma... porque eres desdichada
Tengo piedad tengo piedad ven hacia mí sobre mi corazón
Las ruedas son los molinos de viento de Jauja
Y los molinos de viento son las muletas que hace girar un
                                                                           [mendigo
Somos los lisiados del espacio
Rodamos sobre nuestras cuatro heridas
Nos cortan las alas
Las alas de nuestros siete pecados
y todos los trenes son los baleros del diablo
Corral
El mundo moderno
La velocidad no tiene la culpa
El mundo moderno
Las lejanías están demasiado lejos
y al final del viaje es terrible ser un hombre con una mujer...

.../...

 

BLAISE CENDRARS
Suiza-1887


Selección de Poemas Editados

 

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