Madrid, 1-9-09 

PRÓLOGO 

Partir por los caminos
donde anidan los corazones que saben del amor.
La poesía nos acompaña
y nos acompañan aquellos amigos
dulces,
como la nieve que vimos caer en nuestra cordillera.
Águilas marinas y dorados cóndores guían nuestro paso.
Llevamos con nosotros la lepra. El que no se contagia
ciega su ser frente al escándalo de la carne.
Legendarios odres de vino nos esperan para saciar la sed.
Pequeñas estrellas brotan de nuestras manos y se deslizan
silenciosamente hacia el abismo donde acontecen los orígenes.
En este lugar la luz de las estrellas es insuficiente.
Buscamos el sol. Nuestro destino
                                                   la palabra.

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “Yo pecador”


Madrid, 2-9-09 

POEMA I 

Lo he devuelto casi todo
sólo me quedan estas pocas lágrimas
para llorar sobre los hombros
de aquel
            que necesite para vivir
                                               mis lágrimas. 

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “Yo pecador”


Madrid, 3-9-09 

ARTE POÉTICO 

Estamos infinitamente extendidos
porque nuestra tarea es esperar el sol.
Podemos alegremente sobre la tierra
hacer gestos terribles de provocación
y tendernos sin premura sobre la hierba fresca. 

Nos mostrarán piedras preciosas
nos tenderán redes de sedas salvajes
y pieles naturales.
Alguno de nosotros caerá irremediablemente
atacado de un golpe de ternura.
Le colgarán seguramente
una piedra preciosa en el trasero
y se dirán de costado
                                ya caerán
el hombre humano tiene sus miserias. 

Mandarán buscar diamantes del África
corales del Índico, mujeres extranjeras.
Nos recitarán poemas por altoparlantes.
Nos mostrarán por televisión (en circuito cerrado)
los inconvenientes de la vida
al aire libre.
Las tormentas al aire libre
pueden ensombrecer para siempre
la mirada de ciertos niños encantados. 

Nos hablarán de la importancia del ahorro.
Intervendrá la Iglesia.
Nos entregarán sus mujeres a cambio del silencio.
Nos tirarán flores
                         piedras
                                    tiros
tiros al corazón a la cabeza. 

Nosotros estaremos infinitamente extendidos
porque nuestra tarea es esperar el sol. 

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “Yo pecador”


Madrid, 4-9-09 

CONSEJO II 

No hay que temer: el mar es para todos.
En marea alta dejarse llevar
no hacer movimientos contradictorios.

En marea baja dejar librado todo a la imaginación. 

Es necesario que el mar
sea navegable en todos los casos. 

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “Yo pecador”


Madrid, 7-9-09 

SON NÚMERO 6

Yoruba soy, lloro en yoruba
lucumí.
Como soy un yoruba de Cuba,
quiero que hasta Cuba suba mi llanto yoruba;
que sale de mí.

 

Yoruba soy,
cantando voy,
llorando estoy,
y cuando no soy yoruba,
soy congo, mandinga, carabalí.
Atiendan, amigos, mi son, que empieza así:

 

Adivinanza
de la esperanza:
lo mío es tuyo,
lo tuyo es mío
toda la sangre
formando un río.

 

La seiba seiba con su penacho;
el padre padre con su muchacho;
la jicotea en su carapacho.
¡Que rompa el son caliente,
y que lo baile la gente,
pecho con pecho,
vaso con vaso,
y agua con agua con aguardiente!
Yoruba soy, soy lucumí,
mandinga, congo, carabalí.
Atiendan, amigos, mi son, que sigue así:

 

Estamos juntos desde muy lejos,
jóvenes, viejos,
negros y blancos, todo mezclado;
uno mandando y otro mandado,
todo mezclado;
San Berenito y otro mandado,
todo mezclado;
negros y blancos desde muy lejos,
todo mezclado;
Santa María y uno mandado,
todo mezclado;
todo mezclado, Santa María,
San Berenito, todo mezclado,
todo mezclado, San Berenito,
San Berenito, Santa María,
Santa María, San Berenito,
¡todo mezclado!

 

Yoruba soy, soy lucumí,
mandinga, congo, carabalí.
Atiendan, amigos, mi son, que acaba así:

 

Salga el mulato,
suelte el zapato,
díganle al blanco que no se va:
de aquí no hay nadie que se separe;
mire y no pare,
oiga y no pare,
beba y no pare,
coma y no pare,
viva y no pare,
¡que el son de todos no va a parar!

 

NICOLÁS GUILLÉN
Cuba-1902

De “El son entero”


Madrid, 8-9-09  

CUANDO YO VINE A ESTE MUNDO

 

Cuando yo vine a este mundo,
nadie me estaba esperando;
así mi dolor profundo
se me alivia caminando,
pues cuando vine a este mundo,
te digo,
nadie me estaba esperando.

 

Miro a los hombres nacer,
miro a los hombres pasar;
hay que andar,
hay que mirar para ver,
hay que andar.

 

Otros lloran, yo me río,
porque la risa es salud:
lanza de mi poderío,
coraza de mi virtud.
Otros lloran, yo me río,
porque la risa es salud.

 

Camino sobre mis pies,
sin muletas ni bastón,
y mi voz entera es
la voz entera del sol.

 

Camino sobre mis pies,

sin muletas ni bastón.

 

Con el alma en carne viva,
abajo, sueño y trabajo;
ya estará el de abajo arriba,
cuando el de arriba esté abajo.
Con el alma en carne viva,
abajo, sueño y trabajo.

 

Hay gentes que no me quieren,
porque muy humilde soy;
ya verán cómo se mueren,
y que hasta a su entierro voy,
con eso y que no me quieren
porque muy humilde soy.

 

Miro a los hombres nacer,
miro a los hombres pasar;
hay que andar,
hay que vivir para ver
hay que andar.

 

Cuando yo vine a este mundo,
te digo,
nadie me estaba esperando;
así mi dolor profundo,
se me alivia caminando,
te digo,
pues cuando vine a este mundo,
te digo,
¡nadie me estaba esperando!

NICOLÁS GUILLÉN
Cuba-1902

De “El son entero”


Madrid, 9-9-09 

LA SANGRE ES UN MAR INMENSO

La sangre es un mar inmenso
que baña todas las playas...
Sobre sangre van los hombres,
navegando en sus barcazas:
reman, que reman, que reman,
¡nunca de remar descansan!
Al negro de negra piel
la sangre el cuerpo le baña;

la misma sangre, corriendo,
hierve bajo carne blanca.
¿Quién vio la carne amarilla,
cuando las venas estallan,
sangrar sino con la roja
sangre con que todos sangran?
¡Ay del que separa niños,
porque a los hombres separa!
El sol sale cada día,
va tocando en cada casa,
da un golpe con su bastón,
y suelta una carcajada...
¡Que salga la vida al sol,
de donde tantos la aguardan,
y veréis cómo la vida
corre de sol empapada!
La vida vida saltando,
la vida suelta y sin vallas,
la vida de la carne negra,
la vida de la carne blanca,
y de la carne amarilla,
con sus sangres desplegadas. 

Sobre sangre van los hombres
navegando en sus barcazas:
reman, que reman, que reman,
¡nunca de remar descansan!
Ay de quien no tenga sangre,
porque de remar acaba,
y si acaba de remar,
dan con su cuerpo en la playa,
un cuerpo seco y vacío,
un cuerpo roto y sin alma,
¡un cuerpo roto y sin alma!...
 

NICOLÁS GUILLÉN
Cuba-1902

De “Poema con niños”


Madrid, 10-9-09 

GLOSA

No sé si me olvidarás,
ni si es amor este miedo;
yo sólo sé que te vas,
yo sólo sé que me quedo.
Andrés Eloy Blanco

1
Como la espuma sutil
con que el mar muere deshecho,
cuando roto el verde pecho
se desangra en el cantil,
no servido, sí servil,
sirvo a tu orgullo no más,
y aunque la muerte me das,
ya me ganes o me pierdas,
sin saber que me recuerdas
no sé si me olvidarás. 

2
Flor que sólo una mañana
duraste en mi huerto amado,
del sol herido y quemado
tu cuello de porcelana:
quiso en vano mi ansia vana
taparte el sol con un dedo;
hoy así a la angustia cedo
y al miedo, la frente mustia...
No sé si es odio esta angustia,
ni si es amor este miedo. 

3
¡Qué largo camino anduve
para llegar hasta ti,
y qué remota te vi
cuando junto a mí te tuve!
Estrella, celaje, nube,
ave de pluma fugaz,
ahora que estoy donde estás,
te deshaces, sombra helada:
ya no quiero saber nada;
yo sólo sé que te vas. 

4
¡Adiós! En la noche inmensa,
y en alas del viento blando,
veré tu barca bogando,
la vela impoluta y tensa.
Herida el alma y suspensa,
te seguiré, si es que puedo;
y aunque iluso me concedo
la esperanza de alcanzarte,
ante esa vela que parte,
yo sólo sé que me quedo.
 

NICOLÁS GUILLÉN
Cuba-1902

De “El son entero”


Madrid, 11-9-09 

LA VIDA EMPIEZA A CORRER 

La vida empieza a correr
de un manantial, como un río;
a veces, el cauce sube,
a veces, el cauce sube,
y otras se queda vacío. 

Del manantial que brotó
para darte vida a ti,
ay, ni una gota quedó
para mí:
la tierra se lo bebió. 

Aunque tú digas que no,
el mundo sabe que sí,
que ni una gota quedó
del manantial que brotó
para darte vida a ti. 

NICOLÁS GUILLÉN
Cuba-1902

De “El son entero”


Madrid, 14-9-09 

ÁCANA

Allá dentro, en el monte,
donde la luz acaba,
allá en el monte adentro,
ácana.

 

Ay, ácana con ácana,
con ácana;
ay, ácana con ácana.
El horcón de mi casa.

 

Allá dentro, en el monte,
ácana,
bastón de mis caminos,
allá en el monte adentro...

 

Ay, ácana con ácana.
con ácana;
ay, ácana con ácana.

 

Allá dentro, en el monte,
donde la luz acaba,

tabla de mi sarcófago,
allá en el monte adentro...
Ay, ácana, con ácana,
con ácana;
ay, ácana con ácana...

 

Con ácana.

 

NICOLÁS GUILLÉN
Cuba-1902

De “El son entero”


Madrid, 15-9-09 

IBA YO POR UN CAMINO...

 

Iba yo por un camino,
cuando con la Muerte di,
-¡Amigo! –gritó la Muerte-,
pero no le respondí,
pero no le respondí;
miré no más a la Muerte,
pero no le respondí.

 

Llevaba yo un lirio blanco,
cuando con la Muerte di.
Me pidió el lirio la Muerte,
pero no le respondí,
pero no le respondí;
miré no más a la Muerte,
pero no le respondí.

 

Ay, Muerte,
si otra vez volviera a verte,
iba a platicar contigo
como un amigo:
mi lirio, sobre tu pecho,
como un amigo;
mi beso, sobre tu mano,
como un amigo;
yo, detenido y sonriente,
como un amigo.

NICOLÁS GUILLÉN
Cuba-1902

De “El son entero”


Madrid, 16-9-09

LA TARDE PIDIENDO AMOR

La tarde pidiendo amor.
Aire frío, cielo gris.
Muerto sol.
La tarde pidiendo amor.

Pienso en sus ojos cerrados,
la tarde pidiendo amor,
y en sus rodillas sin sangre,
la tarde pidiendo amor,
y en sus manos de uñas verdes,
y en su frente sin color,
y en su garganta sellada...
La tarde pidiendo amor,
la tarde pidiendo amor,
la tarde pidiendo amor.

No.
No, que me sigue los pasos,
no;
que me habló, que me saluda,
no;
que miro pasar su entierro,
no;
que me sonríe, tendida,
tendida, suave y tendida,
sobre la tierra, tendida,
muerta de una vez, tendida...
No.
 

NICOLÁS GUILLÉN
Cuba-1902

De “El son entero”


Madrid, 17-9-09 

NO SÉ POR QUÉ PIENSAS TÚ 

No sé por qué piensas tú,
soldado, que te odio yo,
si somos la misma cosa
yo,
tú. 

Tú eres pobre, lo soy yo;
soy de abajo, lo eres tú:
¿de dónde has sacado tú,
soldado, que te odio yo? 

Me duele que a veces tú
te olvides de quién soy yo;
caramba, si yo soy tú,
lo mismo que tú eres yo. 

Pero no por eso yo
he de malquererte, tú;
si somos la misma cosa,
yo,
tú,
no sé por qué piensas tú,
soldado, que te odio yo. 

Ya nos veremos yo y tú,
juntos en la misma calle,
hombro con hombro, tú y yo,
sin odios ni yo ni tú,
pero sabiendo tú y yo,
adónde vamos yo y tú...
¡No sé por qué piensas tú,
soldado, que te odio yo! 

NICOLÁS GUILLÉN
Cuba-1902

De “Cantos para soldados y sones para turistas”


Madrid, 18-9-09 

FUSILAMIENTO

Van a fusilar
a un hombre que tiene los brazos atados.
Hay cuatro soldados
para disparar.
Son cuatro soldados
callados,
que están amarrados,
lo mismo que el hombre amarrado que van a matar. 

¿Puedes escapar?
- ¡No puedo correr!
-¡Ya van a tirar!
- ¡Qué vamos a hacer!
- Quizá los rifles no estén cargados...
- ¡Seis balas tienen de fiero plomo!
- ¡Quizá no tiren esos soldados!
- ¡Eres un tonto de tomo y lomo! 

Tiraron
(¿Cómo fue que pudieron tirar?)
Mataron.
(¿Cómo fue que pudieron matar?)
Eran cuatro soldados
callados,
y les hizo una seña, bajando su sable,
un señor oficial; 

eran cuatro soldados
atados,
lo mismo que el hombre que fueron
los cuatro a matar. 

NICOLÁS GUILLÉN
Cuba-1902

De “Cantos para soldados y sones para turistas” 


Madrid, 21-9-09 

DOS PALABRAS 

Esta noche al oído me has dicho dos palabras
comunes. Dos palabras cansadas
de ser dichas. Palabras
que de viejas son nuevas. 

Dos palabras tan dulces, que la luna que andaba
filtrando entre las ramas
se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras
que una hormiga pasea por mi cuello y no intento
moverme para echarla. 

Tan dulces dos palabras
que digo sin quererlo -¡oh, qué bella, la vida!-
Tan dulces y tan mansas
que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman. 

Tan dulces y tan bellas
que nerviosos, mis dedos,
se mueven hacia el cielo imitando tijeras. 

Oh, mis dedos quisieran
cortar estrellas. 

ALFONSINA STORNI
Suiza-1892
De “El dulce daño”


Madrid, 22-9-09 

NÓMINA DE HUESOS 

Se pedía a grandes voces:

- Que muestre las dos manos a la vez.
   Y esto no fue posible.

- Que, mientras llora, le tomen la medida de sus pasos.
   Y esto no fue posible.

- Que piense un pensamiento idéntico, en el tiempo en que un cero permanece inútil.
   Y esto no fue posible.

- Que haga una locura.
   Y esto no fue posible.

- Que entre él y otro hombre semejante a él, se interponga una muchedumbre de hombres como él.
   Y esto no fue posible.

- Que le comparen consigo mismo.
   Y esto no fue posible.

- Que le llamen, en fin, por su nombre.
   Y esto no fue posible.

CESAR VALLEJO
Perú -1892
De "Poemas en prosa”


Madrid, 23-9-09 

DEL SENTIDO 

Muslo lo que toco, muslo
y pétalo de mujer el día, muslo
lo blanco de lo translúcido, U
y más U, y más y más U lo último
debajo de lo último, labio
el muslo en su latido
nupcial, y ojo
el muslo de verlo todo, y Hado,
sobre todo Hado de nacer, piedra
de no morir, muslo:
leopardo tembloroso.

 

GONZALO ROJAS
Chile-1917
De "Materia de testamento"


Madrid, 24-9-09 

EL FALSO Y VERDADERO VERDE 

Tú ya no me esperas con el corazón vil
del reloj. Da igual que abras
o fijes la desolación: quedan horas
ásperas, desnudas, con golpear de hojas
súbitas en los vidrios de tu
ventana, alta sobre dos calles de nubes.
Me queda la lentitud de una sonrisa,
el cielo oscuro de un vestido, el terciopelo
color herrumbre atado a los cabellos
y suelto sobre los hombros y tu rostro
hundido en un agua casi inmóvil.

Golpes de hojas rugosas de amarillo,
pájaros de hollín. Otras hojas
ahora agrietan las ramas y ya vuelan
en confusión: el falso y verdadero verde
de abril, la carcajada
del seguro florecer. ¿Y tú no floreces,
no das días ni sueños que asciendan
de nuestro más allá, no tienes ya tus ojos
infantiles, no tienes ya manos tiernas
para buscar mi rostro que se me escapa?
Queda el pudor de escribir versos
de diario o de lanzar un grito al vacío
o en el corazón increíble que lucha
todavía con su tiempo desplomado.

SALVATORE QUASIMODO

Italia-1901

Del “Y enseguida anochece”


Madrid, 25-9-09 

FUIMOS PERDIENDO

Fuimos perdiendo en el camino
nuestro deseo de liberarnos.
Entre las cadenas
el goce de la carne era bestial.

El microscopio
contra nosotros mismos
y nos reíamos como locos
y comenzamos a torturarnos
para arrancarnos la verdad.

Ven cuéntame todo y, así,
nos hundíamos en las sombras.
Con vivir un instante alcanzaba
el resto de la vida era contarla.

Y los que no podían
mantener sus ojos cerrados
se arrancaban los ojos
sólo para no ver.

MIGUEL OSCAR MENASSA

Argentina-1940

Del “La poesía y yo”


Madrid, 28-9-09 

YO PERSIGO UNA FORMA

Yo persigo una forma que no encuentra mi estilo,
botón de pensamiento que busca ser la rosa;
se anuncia con un beso que en mis labios se posa
al abrazo imposible de la Venus de Milo.

Adornan verdes palmas el blanco peristilo;
los astros me han predicho la visión de la Diosa;
y en mi alma reposa la luz como reposa
el ave de la Luna sobre un lago tranquilo.

Y no hallo en mí sino la palabra que huye,
la iniciación melódica que de la flauta fluye
y la barca del sueño que en el espacio boga;

Y bajo la ventana de mi Bella-Durmiente,
el sollozo continuo del chorro de la fuente
y el cuello del gran cisne blanco que me interroga.

RUBÉN DARÍO

Nicaragua-1.867

Del “Azul”


Madrid, 29-9-09 

MAÑANA

   ¿No tuve en un tiempo una juventud amable, heroica, fabulosa,
como para escribir sobre hojas de oro, -demasiada suerte?
¿Por qué crimen, por qué error, he merecido mi debilidad actual?
Vosotros, que pretendéis que las bestias lancen gemidos de pena,
que los enfermos desesperen, que los muertos sueñen mal,
tratad de contarme mi caída y mi sueño. Yo no sé explicarme más
que el mendigo con sus continuos "Pater" y "Ave María".
¡Ya no sé hablar!

   Sin embargo, hoy, creo haber terminado el relato de mi infierno.
Era ciertamente el infierno; el antiguo, aquel cuyas puertas abrió
el hijo del hombre.

   Desde el desierto mismo, en la misma noche, siempre
mis ojos cansados se despiertan a la estrella de plata,
siempre, sin que se conmuevan los Reyes de la vida, los
tres magos, el corazón, el alma, el espíritu. ¿Cuándo iremos,
más allá de las playas y los montes, a saludar el nacimiento
del nuevo trabajo, la nueva sabiduría, la huída de los tiranos
y de los demonios, el fin de la superstición, a adorar -¡los
primeros!- la Navidad sobre la tierra?

   ¡El canto de los cielos, la marcha de los pueblos!
Esclavos, no maldigamos la vida.

J. ARTHUR RIMBAUD

Francia-1.854

Del “Una temporada en el infierno”


Madrid, 30-9-09 

PRESAGIOS

3
SHIRIMIRI

La lluvia llueve.
   La lluvia canta.
La lluvia suma
   sin fin nostalgias.
¡Melancolía!
   Vida apagada.
Luz submarina,
   plata oxidada
de los espejos
   y las arañas.
Grutas secretas.
   Calles sin alma.
Pienso en mí mismo.
   No pienso nada.
Llueve igualando.
   Llueve constancia.
Tras los visillos
   una muchacha
está mirando
   algo que calla.
La lluvia sigue.
   La lluvia mansa.
Detrás presiento
   mi fuerza vasca,
la luz de origen
   contra la nada.
Trueno que truena,
   vida que arranca,
caballo negro
   sudando plata,
visto y no visto
   por mi nostalgia
Urtzi galopa
   por la montaña.
Rayo en la niebla,
   ronca llamada
del olvidado
   dios que hoy me arrastra
mientras la lluvia
   llueve sin alma.

GABRIEL CELAYA

España-1.911

De “Rapsodia Euskara”


Selección de Poemas Editados

 

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