Madrid, 1-10-09 

SI


Si logras conservar intacta tu firmeza
Cuando todos vacilan y tachan tu entereza;
Si a pesar de esas dudas mantienes tus creencias
Sin que te debiliten extrañas sugerencias;
Si esperar puedes inmune a la fatiga
Y fiel a la verdad, reacio a la mentira,
El odio de los otros te deja indiferente
Sin creerte por ello muy sabio o muy valiente:

Si sueñas, sin por ello rendirte ante el ensueño;
Si piensas, mas de tu pensamiento sigues dueño;
Si triunfos o desastres no menguan tus ardores,
Y por igual los tratas como dos impostores;
Si soportas oír tu verdad deformada
Para trampa de necios por malvados usada;
O mirar hecho trizas de tu vida el ideal
Y con gastados útiles recomenzar igual;

Si el total de victorias conquistadas
Arriesgar puedes en audaz jugada,
Y aun perdiendo, sin quejas ni tristeza
Con nuevos bríos reiniciar puedes tu empresa;
Si entregado a la lucha con nervio y corazón
Aun desfallecido, persistes en la acción,
Y extraes energías, cansado y vacilante
De heroica voluntad que te ordena, ¡adelante!

Si hasta el pueblo te acercas sin perder tus virtudes,
O con reyes alternas sin cambiar de actitudes;
Si no logran turbarte ni amigos ni enemigos,
Pero en justa medida contar pueden contigo;
Si alcanzas a llenar el minuto sereno
Con sesenta segundos de un esfuerzo supremo
Lo que existe en el mundo en tus manos tendrás
Y además, hijo mío, un hombre tú serás.

RUDYARD KIPLING
Inglaterra-1865


Madrid, 2-10-09 

MI VOZ
 

He nacido una noche de verano
entre dos pausas. Háblame: te escucho.
He nacido. Si vieras qué agonía
representa la luna sin esfuerzo.
He nacido. Tu nombre era la dicha;
bajo un fulgor una esperanza, un ave.
Llegar, llegar. El mar era un latido,
el hueco de una mano, una medalla tibia.
Entonces son posibles ya las luces, las caricias,
la piel, el horizonte,
ese decir palabras sin sentido
que ruedan como oídos, caracoles,
como un lóbulo abierto que amanece
(escucha, escucha) entre la luz pisada.

VICENTE ALEIXANDRE
España-1898
De "Espadas como labios"


Madrid, 5-10-09 

LÍNEAS 

Sobre líneas trazadas sin objeto
sobre el papel; sobre páginas de líneas.

   Ennoblecida por un trazo de tinta, una línea fina, una línea,
donde ya nada apesta 

   No para explicar, no para exponer, ni en terrazas
ni monumentalmente 

   Sino más bien como en el Mundo hay anfractuosidades,
sinuosidades, como hay perros vagabundos

   una línea, una línea, más o menos una línea...

   En fragmentos, en comienzos, tomada por sorpresa,
una línea, una línea...
   ...una legión de líneas 

   Alevines del agua nueva de un sentimiento que despunta,
habla, ríe, rapta o que ya por momentos apuñala

    Escapadas de prisiones heredadas, llegando no para definir,
sino para indefinir, para pasar el rastrillo, para volver a hacerse
la rabona, líneas, por aquí y por allá, líneas,

    Descendientes, zigzagueantes, sumergiéndose para
soñadoramente, para distraídamente, para múltiplemente...
en deseos que se estiran, que liberan.

    Restos sin escolta, lo real limpiado de minas,
    Ratón del recuerdo perfilándose indefinidamente
en el horizonte de la página,
   o bien trazados leves de incierto futuro.

    De ninguna lengua, la escritura –
    Sin pertenencia, sin filiación
    Líneas, solamente líneas. 

HENRI MICHAUX
Bélgica-1899
De “Momentos”


Madrid, 6-10-09 

SUEÑOS DE VIGILIA 

Me despierto...
 

   Me despierto, desprovisto de brazos. Tampoco tengo piernas
al despertar. No trato de tenerlas. No en seguida. No tengo dedos
ni manos. ¡Oh Despertar, maravilla de la mañana!

   Todavía lejos de las peripecias humanas, lejos de los incidentes
que exige nuestra limitada condición.

   Eso puede durar algún tiempo.

   Quizás yo pertenezca a la raza de los gigantes. Quizá sea
el único gigante. Quizás el único en el mundo.
   Quizás el único microbio en el mundo.
   No me planteo preguntas. Al menos no me comprometo
en las preguntas. En primer lugar, soberanía.

   Y además, ¿por qué debería tener piernas?
   Sólo al hablar vuelven a crecer, al utilizar palabras. las palabras,
lo social, la reunión, el desplazamiento, el encuentro... al final,
están las piernas.

   Intuitivamente, en esos momentos de inmovilidad, dejo,
mantengo adormecida la zona de las palabras por tanto tiempo
como sea posible.

   ¿Por qué perder desconsideradamente la extensión
por unas palabras? 

HENRI MICHAUX
Bélgica-1899
De “Maneras de dormido, maneras de despierto”


Madrid, 7-10-09 

MELANCOLÍA


A Domingo Bolivar

Hermano, tú que tienes la luz, dime la mía.
Soy como un ciego. Voy sin rumbo y ando a tientas.
Voy bajo tempestades y tormentas,
ciego de ensueño y loco de armonía.

Ese es mi mal. Soñar. La poesía
es la camisa férrea de mil puntas cruentas
que llevo sobre el alma. Las espinas sangrientas
dejan caer las gotas de mi melancolía.

Y así voy, ciego y loco, por este mundo amargo;
a veces me parece que el camino es muy largo,
y a veces que es muy corto...

Y en este titubeo de aliento y agonía,
cargo lleno de penas lo que apenas soporto.
¿No oyes caer las gotas de mi melancolía? 

 

RUBÉN DARÍO

Nicaragua-1.867

Del “Azul”


Madrid, 8-10-09 

CASTIGO 

¡Yo te juré mi amor sobre una tumba,
sobre su mármol santo!...
¿Sabes tú las cenizas de qué muerta
conjuré temerario?
¿Sabes tú que los hijos de mi temple
saludan ese mármol,
con la faz en el polvo y sollozantes
en el polvo besando?
¿Sabes tú las cenizas de qué muerta,
mintiendo, has profanado?
¡No lo quieras oír, que tus oídos
ya no son un santuario!
¡No lo quieras oír... Como hay rituales
secretos y sagrados,
hay tan augustos nombres que no todos
son dignos de escucharlos! 

Yo te di un corazón joven y justo...
¡por qué te lo habré dado!...
¡Lo colmaste de besos, y una noche
te dio por devorarlo!
Y con ojos serenos... El verdugo,
que cumple su mandato,
solicita perdón de las criaturas
que inmolará en el tajo!...
Tú le viste, serena, indiferente,
gemir agonizando,
mientras su roja sangre enrojecía
tus mejillas de nardo!
Y tus ojos... ¡Mis ojos de otro tiempo
que me temían tanto!...
Ni una perla tuvieron, ni una sola:
¡eres de nieve y mármol! 

¿Acaso el que me roba tus caricias
te habrá petrificado?
¿Acaso la ponzoña del Leteo
te inyectó a su contacto?
¿O pretendes probarme en los crisoles
de los celos amargos,
y me vas a mostrar cuánto me quieres,
después, entre tus brazos?...
¡No se prueban así, con ignominias,
corazones hidalgos!
¡No se templa el acero damasquino
metiéndolo en el fango!
Yo te alcé en mis estrofas, sobre todas,
hasta rozar los astros:
¡tócale a mi venganza de poeta,
dejarte abandonada en el espacio! 

ALMAFUERTE
Argentina-1854
De “Poesías”


Madrid, 9-10-09  

MAR DE BAAL, MAR DE MAMMOM... 

*

   ¿Dormíamos, y tú también, Presencia, cuando fue soñado
semejante desatino?
   Nos aproximamos a ti, Mesa de los Grandes, con el corazón
oprimido de una pobreza humana.
   ¿Es preciso gritar? ¿Es preciso crear? - ¿Quién nos crea
en este instante? Y contra la muerte misma, ¿sólo hay
que crear?
   ¡Te elegimos, Sitio de los Grandes, oh singular Paraje!
¡Circo de honor y de crecimiento y campo de aclamación!
   ¿Y qué es todavía, te rogamos, esta alianza sin retorno
y esta ausencia sin recurso?
   Más vale quemar en tu contorno de mar cien Reyes
leprosos coronados de oro,
   Macizo de honor y de indigencia y orgullo de hombres
sin apelación.
   ¡Libre curso a tu gloria, Potestad! ¡oh Previa y Soberana!...
Inmenso es el distrito, plenaria la jurisdicción;
   Y a nosotros nos basta, en última instancia, con mendigar
el empleo y la franquicia,
   ¡Oh Mar sin guardianes ni cercados, oh Mar sin viñas
ni culturas, donde se extiende la sombra carmesí de los Grandes!
   Sentados en tus límites de piedra como perros con cabeza
de mono, dioses mestizos de arcilla y tristeza,
   Sobre todas las pendientes de barraca, sobre todas
las calcinadas pendientes color de heces tostadas,
   Soñábamos contigo, Sesión última, y teníamos para ti
el sueño de una más alta instancia:
   La asamblea, con largos pliegues, de las más altas cimas
de la tierra, como una anfictionía sagrada de los más
grandes Sabios instituidos –toda la tierra, en silencio,
y con sus vestidos colegiales, que ocupa sitio y sede
en el hemiciclo de piedra blanca...” 

SAINT-JOHN PERSE
Guadalupe (Colonia francesa) –1887
De “Pájaros y otros poemas”


Madrid,13-10-09 

NOCTURNO 

Toma y toma la llave de Roma,
porque en Roma hay una calle,
en la calle hay una casa,
en la casa hay una alcoba,
en la alcoba hay una cama,
en la cama hay una dama,
una dama enamorada,
que toma la llave,
que deja la cama,
que deja la alcoba,
que deja la casa,
que sale a la calle,
que toma una espada,
que corre en la noche
matando al que pasa,
que vuelve a su calle,
que vuelve a su casa,
que sube a su alcoba,
que se entra en su cama,
que esconde la llave,
que esconde la espada,
quedándose Roma
sin gente que pasa,
sin muerte y sin noche,
sin llave y sin dama.

RAFAEL ALBERTI
España-1902
Del libro “Roma, peligro para caminantes


Madrid, 14-10-09

LO QUE DEJÉ POR TI 

Dejé por ti mis bosques, mi perdida
arboleda, mis perros desvelados,
mis capitales años desterrados
hasta casi el invierno de la vida. 

Dejé un temblor, dejé una sacudida,
un resplandor de fuegos no apagados,
dejé mi sombra en los desesperados
ojos sangrantes de la despedida. 

Dejé palomas tristes junto a un río,
caballos sobre el sol de las arenas,
dejé de oler la mar, dejé de verte. 

Dejé por ti todo lo que era mío.
Dame tú, Roma, a cambio de mis penas,
tanto como dejé para tenerte. 

RAFAEL ALBERTI
España-1902
Del libro “Roma, peligro para caminantes


Madrid, 15-10-09 

REMONTANDO LOS RÍOS

II 

Cierro los ojos....
           Pasan
los ríos por mi cara.
Los ojos...
           Son los ríos
Son los ojos...
           ¿Quién canta,
quién se ríe, quién grita,
quién llora?
           Se desatan
los ríos...
           De mis ojos
vuela, alegre, una barca.

 (Adiós, ramo, ramito.
Para ti toda el agua.) 

           Remontando los ríos...

RAFAEL ALBERTI
España-1902
Del libro “Pleamar


Madrid, 16-10-09 

REMONTANDO LOS RÍOS

V

Ríos caballos, ríos
de colas levantadas,
ríos ciegos, a tumbos,
heridos por las ramas.

¿Quién los doma, ramito?
Mi ramo, ¿quién los para?

¡A la doma del río!
¡A la doma del agua!

(Duerme en caballo dulce...
Ya no galopa el agua.)
               Remontando los ríos...

RAFAEL ALBERTI
España-1902
Del libro “Pleamar


,19-10-09 

PARA LAS SOMBRAS
QUE CIERRAN TU MARCHA
 

algo algo en esta playa
en el juego en el aire en la herida
algo a medio día en tus manos en el ciervo
algo empieza   desenvuelve   el único valle
la única máscara posible
el sol alto
la mujer que recorre mis venas
que inaugura los cristales el porvenir la arena el sol invisible 

algo algo como una rama extendida
como unas pocas palabras de saludo
como el andén y la puerta posible
plumas pasillo rosal banderas
para la puerta la llegada
para las sombras que cierran tu marcha 

EDGAR BAYLEY
Argentina-1919
De “Celebraciones”


Madrid, 20-10-09 

ESPANTAPÁJAROS

23 

   Se podrá discutir mi erudición ornitológica y la eficacia
de mis aperturas de ajedrez. Nunca faltará algún zopenco
que niegue la exactitud astronómica de mis horóscopos
¡pero eso sí! a nadie se le ocurrirá dudar, ni un solo instante,
de mi perfecta, de mi absoluta solidaridad. 

   ¿Una colonia de microbios se aloja en los pulmones
de una señorita? Solidario de los microbios, de los pulmones
y de la señorita. ¿A un estudiante se le ocurre esperar el tranvía
adentro del ropero de una mujer casada? Solidario del ropero,
de la mujer casada, del tranvía, del estudiante y de la espera. 

   A todas horas de la noche, en las fiestas patrias, en el
aniversario del descubrimiento de América, dispuesto
a solidarizarme con lo que sea, víctima de mi solidaridad.

   Inútil, completamente inútil, que me resista. La solidaridad
ya es un reflejo en mí, algo tan inconsciente como la dilatación
de las pupilas. Si durante un centésimo de segundo consigo
desolidarizarme de mi solidaridad, en el centésimo de segundo
que lo sucede, sufro un verdadero vértigo de solidaridad. 

   Solidario de las olas sin velas... sin esperanza. Solidario
del naufragio de las señoras ballenatos, de los tiburones
vestidos de frac, que les devoran el vientre y la cartera.
Solidario de las carteras, de los ballenatos y de los fraques. 

   Solidario de los sirvientes y de las ratas que circulan
en el subsuelo, junto con los abortos y las flores marchitas. 

   Solidario de los automóviles, de los cadáveres descompuestos,
de las comunicaciones telefónicas que se cortan al mismo tiempo
que los collares de perlas y las sogas de los andamios. 

   Solidario de los esqueletos que crecen casi tanto como los
expedientes; de los estómagos que ingieren toneladas de sardinas
y bicarbonato, mientras se van llenando los depósitos de agua
y objetos perdidos. 

   Solidario de los carteros, de las amas de cría, de los coroneles,
de los pedicuros, de los contrabandistas. 

   Solidario por predestinación y por oficio. Solidario
por atavismo, por convencionalismo. Solidario a perpetuidad.
Solidario de los insolidarios y solidario de mi propia solidaridad.

OLIVERIO GIRONDO
Argentina-1891
De “Espantapájaros”


Madrid, 21-10-09 

DINEROS SON CALIDAD

  
Dineros son calidad,
      ¡verdad!
Más ama quien más suspira,
      ¡mentira!

          1
Cruzados hacen cruzados,
escudos pintan escudos,
y tahúres muy desnudos
con dados ganan Condados;
ducados dejan Ducados,
y coronas Majestad:
     ¡verdad!

          2
Pensar que uno solo es dueño
de puerta de muchas llaves,
y afirmar que penas graves
las paga un mirar risueño,
y entender que no son sueño
las promesas de Marfira:
     ¡mentira!

          3
Todo se vende este día,
todo el dinero lo iguala:
la Corte vende su gala,
la guerra su valentía;
hasta la sabiduría
vende la Universidad:
     ¡verdad!

          4
En Valencia muy preñada
y muy doncella en Madrid,
cebolla en Valladolid
y en Toledo mermelada,
Puerta de Elvira en Granada
y en Sevilla doña Elvira:
     ¡mentira!

          5
No hay persona que hablar deje
al necesitado en plaza;
todo el mundo le es mordaza
aunque él por señas se queje;
que tiene cara de hereje
y aun fe la necesidad:
     ¡verdad!

          6
Siendo como un algodón,
nos jura que es como un hueso,
y quiere probarnos eso
con que es su cuello almidón,
goma su copete, y son
sus bigotes alquitira:
     ¡mentira!

          7
Cualquiera que pleitos trata,
aunque sean sin razón,
deje el río Marañón,
y entre el río de la Plata,
que hallará corriente grata
y puerto de claridad:
     ¡verdad!

          8
Siembra en una artesa berros
la madre, y sus hijas todas
son perras de muchas bodas
y bodas de muchos perros;
y sus yernos rompen hierros
en la toma de Algecira:
     ¡mentira!

 

LUIS DE GÓNGORA
España-1561
De "Sonetos"


Madrid, 22-10-09 

ESCRITO CON TINTA VERDE

La tinta verde crea jardines, selvas, prados,
follajes donde cantan las letras,
palabras que son árboles,
frases que son verdes constelaciones.

Deja que mis palabras desciendan y te cubran
como una lluvia de hojas a un campo de nieve
como la yedra a la estatua,
como la tinta a esta página.

Brazos, cintura, cuello, senos,
la frente pura como el mar,
la nuca de bosque en otoño,
los dientes que muerden una brizna de yerba.

Tu cuerpo se constela de signos verdes
como el cuerpo del árbol de renuevos.
No te importe tanta pequeña cicatriz luminosa:
mira al cielo y su verde tatuaje de estrellas.
 

OCTAVIO PAZ
México-1914
De "Libertad bajo palabra"


Madrid, 23-10-09 

ANIVERSARIO 


¡Cuánto catorce ha habido en la existencia!
¡Qué créditos con bruma, en una esquina!
¡Qué diamante sintético, el del casco!
¡Cuánta más dulcedumbre
a lo largo, más honda superficie:
¡cuánto catorce ha habido en tan poco uno!

¡Qué deber,
qué cortar y qué tajo,
de memoria a memoria, en la pestaña!
¡Cuanto más amarillo, más granate!
¡Cuánto catorce en un solo catorce!

Acordeón de la tarde, en esa esquina,
piano de la mañana, aquella tarde;
clarín de carne,
tambor de un solo palo,
guitarra sin cuarta ¡cuánta quinta,
y cuánta reunión de amigos tontos
y qué nido de tigres el tabaco!
¡Cuánto catorce ha habido en la existencia!

¿Qué te diré ahora,
quince feliz, ajeno, quince de otros?
Nada más que no crece ya el cabello,
que han venido por las cartas,
que me brillan los seres que he parido,
que no hay nadie en mi tumba
y que me han confundido con mi llanto.

¡Cuánto catorce ha habido en la existencia!

CÉSAR VALLEJO
Perú-1892
De  “Poemas humanos”


Madrid, 26-10-09 

UNA RAMA DE ORTIGA ENTRA POR LA VENTANA 

La mujer con cuerpo de papel pintado
La mancha roja de las chimeneas
Cuya memoria está formada por una multitud de pequeños abrevaderos
Para los navíos lejanos
Y que ríe como un poco de brasa que se hubiera incrustado en la nieve
Y que se ve crecer y disminuir de noche sobre unos pasos de acordeón
La coraza de las hierbas la empuñadura de la puerta de los puñales
La que desciende de las lentejuelas de la esfinge
La que pone ruedecillas al sillón del Danubio
Aquella para quien el espacio y el tiempo se desgarran de noche cuando
   el sereno de su mirada vacila como un elfo
Pájaro frágil
Que la naturaleza coloca sobre los hilos telegráficos de los trances
Y que zozobra en el gran lago de números de su canto
Ella es el doble corazón de la muralla perdida
A la que se arrancan las langostas de la sangre
Que arrastran mi apariencia de espejo mis manos de falla
Mis ojos de orugas mis cabellos de largas ballenas negras
De ballenas selladas con una cera negra y resplandeciente

 

ANDRÉ BRETON
Francia-1896

De
l libro El revólver de cabellos blancos


Madrid, 27-10-09 

PALOMAS 

En la azotea de mi siesta
al mediodía que la agobia,
dan conchitas y dan arenas
las pisadas de las palomas.

La siesta blanca, la casa terca
y la enferma que abajo llora,
no oyen anises ni pespuntes
de estas pisadas de palomas.

Levanto el brazo con el trigo,
vieja madre consentidora,
y me canta y me reverbera
el cuerpo lleno de palomas.

Todavía tres me sostengo
y les oigo la lucha ronca,
hasta que vuelan aventadas
y me queda paloma sola.

Ya no oigo voces que llaman;
no sufro siesta que sofoca:
¡Epifanía de mi falda,
Paloma, Paloma!
 

GABRIELA MISTRAL
Chile-1889

De
l libro Tala”


Madrid, 28-10-09 

AGRIO ESTÁ EL MUNDO 

Agrio está el mundo,
inmaduro,
detenido;
sus bosques
florecen puntas de acero;
suben las viejas tumbas
a la superficie;
el agua de los mares
acuna
casas de espanto.

Agrio está el sol
sobre el mundo,
ahogado en los vahos
que de él ascienden,
inmaduro,
detenido.

Agria está la luna
sobre el mundo;
verde,
desteñida;
caza fantasmas
con sus patines
húmedos.

Agrio está el viento
sobre el mundo;
alza nubes de insectos muertos,
se ata, roto,
a las torres,
se anuda crespones
de llanto;
pesa sobre los techos.

Agrio está el hombre
sobre el mundo,
balanceándose
sobre sus piernas:

A sus espaldas,
todo,
desierto de piedras;
a su frente,
todo,
desierto de soles,
ciego...
 

ALFONSINA STORNI
Suiza-1892

De
l libro Mundo de siete pozos


Madrid, 29-10-09 

¡AYMÉ! 

Y sabías amar, y eras prudente,
y era la primavera y eras bueno,
y estaba el cielo azul, resplandeciente.

Y besabas mis manos con dulzura,
y mirabas mis ojos con tus ojos,
que mordían a veces de amargura.

Y yo pasaba como el mismo hielo...
Yo pasaba sin ver en dónde estaba
ni el cruel infierno ni el amable cielo.

Yo no sentía nada... En el vacío
vagaba con el alma condenada
a mi dolor satánico y sombrío.

Y te dejé marchar calladamente,
a ti que amar sabías y eras bueno,
y eras dulce, magnánimo y prudente.

...Toda palabra en ruego te fue poca,
pero el dolor cerraba mis oídos...
Ah, estaba el alma como dura roca.
 

ALFONSINA STORNI
Suiza-1892

De
l libro Irremediablemente


Madrid, 30-10-09 

ELLA SIEMPRE 

quiero decir
puerto espinel
y un río
y catedral reposo
pisadas en la arena
y el rojo puente
el azafrán y el valle 

quiero decir
tu juego de púrpura y olvido
y la tenaz viajera sombra
por donde llega la mañana.

EDGAR BAYLEY
Argentina-1918

De
l libro Nuevos poemas


Madrid, 2-11-09 

LA CALESITA, JUEGO PARA NIÑOS 

Recorrer las calles de mi barrio
sueltas las amarras de mi niñez
no es mi oficio. 

Camino con los hombres hasta cansarlos
de tanto hablar de la ciudad
que cada día descubro
en mi amada tímida y de la provincia
en mis amigos
que se toman sus vinos y sus mujeres.
En la capacidad de la tierra. 

Salto, desato el corazón
y empecinadamente invento
gestos y palabras para el amor
como los pescadores del pueblo de mi padre
redes y barcas para la pesca. 

Padre ya no tiene su juventud en casa.
Su pueblo y las mujeres de su pueblo
se han perdido en Buenos Aires.

Esta ciudad que conozco no es un juego para niños. 

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “22 poemas y la máquina electrónica
o cómo desesperar a los ejecutivos


 

Selección de Poemas Editados


 

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