Madrid, 21-12-09 

MALETA 

Guardo, entre muchas cosas de mi etapa
infantil con su rol de palabrotas,
un libro de Salgari sin la tapa
y el pie de mi cajón de lustrabotas.

Con ellos fui el tornero de mi vida
porque junto a mi yo que era holgazán,
pude afinar el sueño en la crecida
marea de otro “yo” ganando el pan.

Por eso, hoy que mi espalda al sol tutea,
tengo, puras las manos y los ojos,
este pie de cajón que es la tarea
y este libro que es puerta sin cerrojos.

Cosas de infancia que en su jerarquía
pulen mi ociosidad, con el sincero,
fervor que ausculta cauces de poesía,
aun en mi trajinar de jornalero. 

JOSÉ PORTOGALO
Italia-1904
De “Tregua


Madrid, 22-12-09 

CANCIÓN 

Mejillas frescas del alba,
fresca canción de los pájaros.
Baile de díscolas niñas
las nubes en el espacio.
Mi silencio, chispa de oro.
Mi sueño, polen de cantos.
Y tú tan cerca y tan lejos
que no me oyes; cantando
te empinas, burla encendida,
te ocultas, sueño frustrado.
¡Tuya!... –tu risa me hiere.
¿Mía?... Mi voz se ha enlutado
y tú ceñida a tus voces
huyes que huyes cantando.
Metales de indiferencia
forja tu voz en el canto.
Impotencia de mi sueño
e impotencia de mis manos;
tengo la noche en los ojos
y en los ojos tengo el llanto
-hilván que al viento se encurva
como vellón en los pastos.
Del campanario del alba
y del refugio del árbol
me llega un son de metales,
metales que son sus cantos.
Mi silencio, celda oscura.
Mi sueño, niño extraviado. 

JOSÉ PORTOGALO
Italia-1904
De “Tregua


Madrid, 23-12-09 

DIBUJO EN LA VEREDA 

¡Lindo el tango que tenía
entonces asomos fieros!
Era luz en entreveros
de abultada picardía,
y en los claros de la hombría
su autoridad proclamaba,
cuando en un patio alardeaba
repentino en voz de dueño
su corte que, a lo porteño,
con la fama se tuteaba. 

Viera usted cómo su paso
que salía de la orilla,
era astuto en la sencilla
media luna hecha de un trazo,
después, ducho en el abrazo,
buscaba de pronto el juego
de una pollera que luego
para ser de la parada,
sentenciosa en la sentada
se plegaba en blando ruego. 

¡Ah! y viera cómo aplomado
y acunado en intenciones,
se floreaba entre varones
con arrestos, bien templado;
era clavel encarnado,
piropo dicho en arrullo
que acentuaba su chamuyo
comentando el sentimiento
y silbo que daba al viento
lo más alto de su orgullo. 

Ocho, quebrada y corrida
en resbalados aciertos,
iluminaron despiertos
lo mejor de aquella vida,
cuando en mi barrio, atrevida
como el dibujo de seda,
mi mocedad a la rueda
de mirones asombraba
con el ritmo que copiaba
su destreza en la vereda. 

A.B.C. de mi alegría,
inicial de mi esperanza,
el tango me dio en la danza
lo virtual de mi poesía;
con él, silbado en un día
de aglutinada efusión,
condicioné el corazón
junto al pueblo que lo escucha,
baila y silba, cuando es mucha
la carga de su aflicción. 

JOSÉ PORTOGALO
Italia-1904
De “Mundo del acordeón


Madrid, 28-12-09 

IMAGEN DE LA AMISTAD

Tuya es mi casa, amigo, mi pan, mi mano abierta.
Entra, estamos reunidos lo mismo que en un canto.
Esta niña es la aurora y aquella gota de agua
el corazón alegre de los pájaros. 

Toma el cereal dorado entre mis sueños,
la gracia de la noche aquí nacida,
aquí rodeando el fuego,
relatando la edad de la esperanza
como cuando era cielo
y el aire su campana que reía. 

Tómalo todo, sí, esta silla de espuma,
la mirada del alba que en mis ojos clarea. 

Mi sueño te recibe, te exalta, me ilumina. 

Cuando toques las flores, cuando avances
entre el humo de afuera y llegues a mi casa,
tendrás la fina lámpara del río,
el oro de mis días,
esta pura corriente del viento en la hermosura
que late con la brisa entre los árboles
y se ofrece después junto a mi mesa
goteada de rocío. 

Mira el árbol, mi amigo, la raíz y su fruto.
Lo planté para ti,
le di mi pan, mi mano abierta.
No recuerdo su historia,
ni sabe que una vez yo fui su carne
golpeada por la lluvia,
aterida en el frío, pero viva
con su tibia corola mirando el infinito,
las horas que vendrían
con su púrpura ciega del otoño
y estos claros recuerdos de mi infancia ignorada. 

 (Yo fui una vez un árbol, tal vez nací en un río
o en una casa abierta al horizonte;
quizá tú lo recuerdes,
recuerdes las canciones de mi pecho
-pastor de pan de almendro y de rocío.)

Acaricia la frente
de esta luz que ha heredado la esperanza,
los vientos, tan oscuros, de mi niñez desnuda,
cuando tú ya nacías para el día
que ahora nos revela y nos anuncia
la edad que en ti perdura, se prolonga
y crea esta mirada de cielo que perfuma
el pan de nuestra mesa, el canto de los pájaros
y la aurora que llega despierta en tu palabra. 

Entra, estamos reunidos lo mismo que en un sueño. 

JOSÉ PORTOGALO
Italia-1904
De “Poemas con habitantes


Madrid, 29-12-09 

POR EL MUNDO 

Por el mundo camino entre los rostros
buscando el tuyo,
entre sombras que no hace tu cuerpo,
entre besos que no ofreces,
bajo nubes que no te acompañan;
y cuando abro los ojos
al despertarme
es como si me hubiese caído de la tierra. 

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1924
De “Antología poética


 

Madrid, 30-12-09 

TE BORRARÉ 

Te borraré con una esponja de vinagre,
con un poco de asco.
Te borraré con una lágrima importante
o un gesto de descaro. 

Te borraré leyendo metafísica,
con un telefonazo o los saludos
que doy a la ceniza;
con una tos o un cárdeno minuto. 

Te borraré con el vino de los locos,
sacándome estos ojos;
con un varón metido aquí en mi tumba. 

Te borraré con juegos inocentes,
con la vida o con la muerte;
¡aunque me vuelva monja o me haga puta! 

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1924
De “Calzada de Tirry 81


 

Selección de Poemas Editados

 

 

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