Madrid, 1-10-07 

RECADO 

Amor, amor de aquí: pásame el brazo
por la cintura. Amor, toca esta frente,
di una frase vulgar, casi inocente,
ríe, ríe después... Tengo un retazo 

de sol bajo la tela de mi hombro.
Arráncalo de ahí, dáselo a un nido.
Llora como si ya te hubieras ido,
y cállate en el punto en que te nombro. 

Amor, amor, ¡sujétame esta gota!
(¿Verdad que se parece a la mar rota?)
Mi corazón para la luz se cierra. 

Al sur de todo vengo abandonada.
Deténme: estoy muriéndome por nada,
arrepentida de mirar la tierra.
 

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1924


Madrid, 2-10-07 

ESTOY CANSADO... 

Estoy cansado de vivir en mi país natal,
con la nostalgia de las extensiones de trigo negro;
dejaré mi choza,
partiré como un vagabundo y un ladrón… 

Volveré a la casa paterna
a regocijarme con el júbilo ajeno.
Y en una noche verde, bajo la ventana,
con la manga de mi camisa me ahorcaré. 

Los sauces de plata contiguos a la cerca
inclinarán sus cabezas con mayor dulzura aún.
Y sin lavarme, sin el menor ritual,
se me enterrará bajo los aullidos de los perros. 

La luna continuará bogando por el cielo,
perdiendo sus remos en el agua de los lagos;
y Rusia siempre será la misma,
danzando y llorando alrededor de las empalizadas.
 

SERGUÉI ALEXÁNDROVICH ESENIN
Rusia-1895


Madrid, 3-10-07 

CANTO NEGRO

¡Yambambó, yambambé!
Repica el congo solongo,
repica el negro bien negro;
congo solongo del Songo
baila yambó sobre un pie. 

Mamatomba,
serembe cuserembá. 

El negro canta y se ajuma,
el negro se ajuma y canta,
el negro canta y se va.
Acuememe serembó,

yambó,
aé. 

Tamba, tamba, tamba, tamba,
tamba del negro que tumba;
tumba del negro, caramba,
caramba, que el negro tumba:
¡yamba, yambó, yambambé! 

NICOLÁS GUILLÉN
Cuba-1902


Madrid, 4-10-07 

¿SENTIDO? 

Mientras el agua suena,
mientras el viento silba,
mientras la noche brota
del parietal del día,
mientras el taciturno
tronco se desanima
dejando caer al suelo
sus cortezas legítimas,
mientras la tarde entera
de la vida medita,
mientras nace una cana
a una fotografía,
mientras las cosas cesan
transcurren o se inician,
mientras funciona el orbe
hinchando su fatiga,
mientras cornea el tiempo
con pereza bovina,
mientras el agua suena,
mientras el viento silba...
 

FÉLIX GRANDE
España-1937
De "Las piedras"


Madrid, 5-10-07 

¿FLORES A MÍ? 

Ayer me diste una flor,
Una flor a mí, señora,
Que no consagré una hora
Ni al más poderoso amor.
¿Flores a mí?... ¡Si es mejor
En un páramo arrojarlas
O tú no sabes amarlas,
O al sentir mi pecho yerto
Sobre la tumba de un muerto
Has querido abandonarlas. 

¿Flores a mí?... ¿Tú no sabes
De esos parajes que aterran,
Donde las flores se cierran,
donde no cantan las aves?...
Las más orgullosas naves
Temen del mar los furores,
Los tigres devoradores
Huyen del simún airado...
¡Y tú en mi pecho has dejado
Tan sin recelo tus flores! 

¡Flores a mí!... Puede ser
Que desalmada y celosa,
Buscaras la más hermosa
Con tu instinto de mujer;
Y haciéndole comprender
Yo no sé qué gentileza,
Con refinada fiereza,
Con el más profundo encono,
La bajaste de su trono
Por castigar su belleza. 

No lo sé, linda mujer,
Ni quiero saberlo todo;
Me contento con mi modo
De saber y no saber.
Pero si quieres tener
La realidad en tu mano,
Te diré, sin ser un vano,
Que si te movió el amor...
¡La flor ha sido una flor
Que fue destronada en vano! 

ALMAFUERTE (Pedro B. Palacios)
Argentina-1854
De “Poesías”


Madrid, 8-10-07 

DÉJALO... 

Déjalo...
     Todo es fantasmagórico:
          la oscuridad de las ventanas empañadas
y la nieve escarlata entre las luces rojas de los coches.
Déjalo...
     Todo es fantasmagórico
          como en un jardín en marzo envuelto en niebla,
sin hombres ni mujeres,
          sino sólo con sombras de hombres y mujeres.
Déjalo...
     Estoy cerca de un árbol,
          en silencio, sin engañar a nadie,
miro las luces dobles de los faroles
y toco levemente,
          pero sin romperla,
una fina estalactita
          que envuelve con su hielo a una rama.
Déjalo...
     Acaso en un tranvía, saltando soñoliento,
y en cuyas ventanillas
          Moscú salta sin vida,
tú, la mejilla apoyada en tu mano enguantada en manopla infantil,
me recuerdes con rabia femenina.
Déjalo...
     Un día serás una mujer
          cansada inteligente,
hambrienta de palabras de consuelo y de caricias.
Llegará el mes de marzo
          y algo un muchacho te susurrará
y la cabeza te dará vueltas con pena.
Déjalo...
     Que esto te cueste tan caro como a mí.
No vayas con él por el hielo de marzo,
no le pongas
          en sus hombros tus manos inseguras como yo no te las pongo ahora.
Déjalo...
     No creas, como yo no creo,
          en una ciudad fantasmagórica,
porque, si no,
          volviendo en ti,
               sentirás horror del vacío.
Di “Déjalo”
     bajando la cabeza,
lo mismo que yo
          te digo ahora
               “Déjalo”. 

EVGUENI EVTUCHENKO
Siberia-1933
De "Lo que me pasa"


Madrid, 9-10-07

LLEGAR A TI...

Llegar a ti, entonces, es buscar
la voz de un niño entre la multitud,
recoger el miedo interminable
que origina un viento nocturno,
iluminar el amor con una lámpara
de primitivo y de dulce aceite,
tocar con los dedos un pájaro de azúcar
que besa el cuello de las mujeres,
limitar la invasión de la nieve
que llega con sus armaduras de frío
y verte tranquilo y reposado
quemando el intacto silencio. 

OSCAR ACOSTA
Honduras-1933


Madrid, 10-10-07 

EL VIAJE DEFINITIVO 

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando,
y se quedará mi huerto con su verde árbol
y con su pozo blanco. 

Todas las tardes, el cielo será azul y plácido,
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario. 

Se morirán aquellos que me amaron,
y el pueblo se hará nuevo cada año,
y en el rincón aquél de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará, nostálgico…
Y yo me iré, y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
y se quedarán los pájaros, cantando. 

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
España-1881


Madrid, 11-10-07 

19

TIEMPO DEVORADOR,
DESAFILA LAS GARRAS DEL LEÓN
 

Tiempo devorador, desafila las garras del león
y haz que la tierra devore su propio dulce retoño,
arranca los agudos colmillos de las crueles mandíbulas del tigre
y quema en su sangre el fénix de larga vida;
alterna en tu vuelo estaciones tristes y alegres
y haz todo lo que quieras, Tiempo de rápido pie,
al vasto mundo y a todas sus dulzuras fugitivas;
pero yo te prohíbo un crimen, el más odioso:
¡oh! no marques con tus horas la frente de mi hermoso amor,
ni traces líneas con tu antigua pluma,
déjalo intacto en tu carrera,
como modelo de belleza para los hombres a venir.
O bien haz lo peor, viejo Tiempo: a despecho de tu ultraje,
en mis versos mi amor vivirá joven eternamente. 

WILLIAM SHAKESPEARE
Inglaterra-1564
De "Sonetos"


Madrid, 15-10-07 

SOMBRA 

De nuevo estáis aquí a mi lado
Recuerdos de mis compañeros muertos en la guerra
La oliva del tiempo
Recuerdos que no sois más que uno solo
Como cien pieles que no forman más que un manto
Como esos miles de heridas que no son más que un artículo
     [de periódico
Apariencia impalpable y sombría que has apresado
La forma cambiante de mi sombra
Un indio al acecho durante la eternidad
Sombra te arrastras junto a mí
Pero ya no me oyes
No conocerás más los hermosos poemas que canto
mientras yo te oigo aún te veo
Destino
Sombra múltiple que el sol te guarde
A ti que me amas lo suficiente para no abandonarme
     [nunca
Y que danzas al sol sin levantar polvo
Sombra tinta del sol
Escritura de mi vida
Arcón de penas
Un dios que se humilla 

GUILLAUME APOLLINAIRE
Poeta francés nacido en Roma-1880
De “Caligramas


Madrid, 16-10-07 

EL HOMBRE VUELA,
SE HACE NOSTALGIA, VUELA
 

No vengo yo a escribirlo si soy el Otro.
Vengo a vivir agazapado esperando el sonido.
La aparición brusca de una huella dejada de lado.
Vengo transparente, con el deseo de ser atravesado.

 

Me dejo estar, dejo que la sed avance hasta el delirio.
Cuando la boca seca, cuando el desierto, cuando mi padre,
cuando la triste muerte compañera deja de aullar,
tiendo, tranquilamente, mi mirada por todo lo imposible.

 

Y no es que comience el verso o intente escribirlo.
Hay algo que me pasa que no registro, un fuego sin luz,
un alboroto interior, un algo más que mis palabras.

 

Y así, sin escribirlos, escribo versos.
Hay de golpe, cosas, en mis manos, que no son yo.
Hay de golpe, cosas, en el mundo, que no son mi vida. 

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “La patria del poeta”


Madrid, 17-10-07 

OSCURIDAD HERMOSA 

Anoche te he tocado y te he sentido
sin que mi mano huyera más allá de mi mano,
sin que mi cuerpo huyera, ni mi oído:
de un modo casi humano
te he sentido.

 

Palpitante,
no sé si como sangre o como nube
errante,
por mi casa, en puntillas, oscuridad que sube,
oscuridad que baja, corriste, centelleante.

 

Corriste por mi casa de madera,
sus ventanas abriste
y te sentí latir la noche entera,
hija de los abismos, silenciosa,
guerrera, tan terrible, tan hermosa
que todo cuanto existe,
para mí, sin tu llama, no existiera. 

GONZALO ROJAS
Chile-1917
De "Contra la muerte"


Madrid, 18-10-07 

HUMANA VOZ

Duele la cicatriz de la luz,
duele en el suelo la misma sombra de los dientes,
duele todo,
hasta el zapato triste que se lo llevó el río.
 

Duelen las plumas del gallo,
de tantos colores
que la frente no sabe qué postura tomar
ante el rojo cruel del poniente.

Duele el alma amarilla o una avellana lenta,
la que rodó mejilla abajo cuando estábamos dentro del agua
y las lágrimas no se sentían más que al tacto.

Duele la avispa fraudulenta
que a veces bajo la tetilla izquierda
imita un corazón o un latido,
amarilla como el azufre no tocado
o las manos del muerto a quien queríamos.

Duele la habitación como la caja del pecho,
donde las palomas blancas como sangre
pasan bajo la piel sin pararse en los labios
a hundirse en las entrañas con sus alas cerradas.

Duele el día, la noche,
duele el viento gemido,
duele la ira o espada seca,
aquello que se besa cuando es de noche.

Tristeza. Duele el candor, la ciencia,
el hierro, la cintura,
los límites y esos brazos abiertos, horizonte
como corona contra las sienes.

Duele el dolor. Te amo.
Duele, duele. Te amo.
Duele la tierra o uña,
espejo en que estas letras se reflejan. 

VICENTE ALEIXANDRE
(España-1898)
De "La destrucción o el amor"


Madrid, 19-10-07 

CANTO DEL REÍR

Cuando los verdes bosques ríen con la voz del júbilo,
y el arroyo encrespado se desplaza riendo;
cuando ríe el aire con nuestras divertidas ocurrencias,
y la verde colina ríe del estrépito que hacemos;
cuando los prados ríen con vívidos verdes,
y ríe la langosta ante la escena gozosa;               
cuando Mary y Susan y Emily
cantan "¡ja, ja, ji!" con sus dulces bocas redondas.
Cuando los pájaros pintados ríen en la sombra
donde nuestra mesa desborda de cerezas y nueces,
acercaos y alegraos, y uníos a mí,
para cantar en dulce coro el "¡ja, ja, ji!"

WILLIAM BLAKE
Inglaterra-1757


Madrid, 22-10-07 

EL ÁNGEL

Me he levantado,
he cubierto mi mesa con su tapete verde
y me he sentado cuidadosamente a deshojar
esta pequeña flor. Todo empezaba así.
Todo menos la muerte,
menos la vida,
el amor o el
odio.
Todo empezaba así,
la pasión de morir,
de vivir,
de amar, de odiar.
Oscuro jugador,
frente a mí el ángel
con su terrible luz,
su espada,
su abrasadora verdad.
Yo tenía solamente una flor.
Al sí y al no
jugaba contra el ángel,
jugaba al sí y al no,
al siempre, al todavía.
Pero tú conocías,
adversario cruel,
todas mis suertes.
Nada te delataba,
separado de mí
por una mesa
con su tapete verde,
una pequeña flor,
toda la muerte.
Fue larga la velada.
Al fin me diste un nombre.
Yo tenía una flor,
tú una espada de fuego. Yo
la sola libertad de querer tu victoria. 

JOSÉ ÁNGEL VALENTE
España-1929
De “A modo de esperanza"


Madrid, 23-10-07 

EN LA TIENDA DE LA FLORISTA 

Un hombre entra en la tienda de la florista
y elige flores
la florista envuelve las flores
el hombre se lleva la mano al bolsillo
para buscar el dinero
el dinero para pagar las flores
pero al mismo tiempo se lleva
súbitamente
la mano al corazón
y cae

 

Al mismo tiempo que cae
el dinero rueda por el suelo
y también las flores caen
al mismo tiempo que el hombre
al mismo tiempo que el dinero
y la florista se queda allí
ante el dinero que rueda
ante las flores que se marchitan
ante el hombre que se muere
sin duda todo es muy triste
es necesario que la florista
haga algo
pero no sabe qué hacer
no sabe
por dónde empezar

 

Hay tantas cosas por hacer
con ese hombre que se muere
esas flores que se marchitan
y ese dinero
ese dinero que rueda
que no deja de rodar.
 

JACQUES PREVERT
Francia-1900


Madrid, 24-10-07 

CANTO A LA FUERZA SINDICAL

I

COMPAÑEROS de lucha: este canto a vuestra fuerza sindical lo principio
convocando desde lo más rojo intenso de mi sangre a la muerte,
porque jamás seréis los constructores obreros de la vida
si ignoráis cómo trabajan los profundos mecanismos de la muerte.

Así comienzo este canto a vuestra fuerza sindical: desde abajo
cual si enterrase los oscuros cimientos de una casa,
para inducirla después con lentitud hacia la altura de hermosos cuerpos
cargados como todas las densas formas, de potencias eléctricas.

Otros hombres más universales dirían este canto
con el nombre del sol como insignia en sus bocas, del sol inagotable
que satura intensamente gusanos cosmogónicos
y enardece la rebelión de las panteras.

Mas yo, inmenso y brutal conocedor de sombras demoníacas,
afiánzome al hosco polvo con tenacidad de nervios
y lanzo este himno como ardiente flor de pólvora
que desde el piso asciende al vértigo de tempestades térmicas.
 

GERMÁN PARDO GARCÍA
Colombia-1902
De "Eternidad del ruiseñor"


Madrid, 25-10-07

SUDOR Y LÁTIGO

Látigo,
sudor y látigo.

El sol despertó temprano
y encontró al negro descalzo,
desnudo el cuerpo llagado,
sobre el campo.

Látigo,
sudor y látigo.

El viento pasó gritando:
- ¡Qué flor negra en cada mano!
La sangre le dijo: ¡vamos!
Él dijo a la sangre: ¡vamos!
Partió en su sangre, descalzo.
El cañaveral, temblando,
le abrió paso.

Después, el cielo callado,
y bajo el cielo, el esclavo
tinto en la sangre del amo.

Látigo,
sudor y látigo,
tinto en la sangre del amo;
látigo,
sudor y látigo;
tinto en la sangre del amo,
tinto en la sangre del amo.

NICOLÁS GUILLÉN
Cuba-1902


Madrid, 26-10-07 

PERO LA VERDAD ES ÉSTA

Me detuvo el espejo,
—el helado espejo de tu cámara pobre—
haciendo muecas para fingirme alegre.

Estoy siempre triste, pero, amigo,
yo te niego
derecho a entrar en mi tristeza.

Sufro como una bestia y esta tarde y siempre,
vengo de mis raros paseos de extramuros
con el alma achatada como las casas;
tienen
mis ojos, un pavor antiguo.

Un miedo cerval a mostrarme triste,
porque la tristeza la vera tristeza, está degenerada,
existen poetas que son tristes por el oficio,
hay otros que lo son porque no son nada.

Yo tengo una tristeza sin vuelta de hoja,
una tristeza fundamental,
que ensucia las paredes de lo que se llama sentimiento
se ensaya en el amor.

Mi tristeza es una muchacha con delantal,
en la tristeza definitiva del corredor
de una casa de departamentos. 

NICOLÁS OLIVARI
Argentina-1900


Madrid, 29-10-07 

EL GUSTO DE LA NADA

 

¡Triste espíritu, antaño amante de la lucha,
la Esperanza, cuya espuela excitaba tu ardor,
no quiere ya montarte! Échate sin pudor,
viejo caballo cuyas patas tropiezan en todos los obstáculos.

Resígnate, corazón mío; duerme tu sueño de bruto.


¡Espíritu vencido, extenuado! Para ti, viejo merodeador,
el amor no tiene ya sabor, ni tampoco la lucha;
¡adiós, pues, cantos del metal y suspiros de la flauta!,
¡placeres, no tentéis ya a un corazón sombrío y gruñón!

¡La adorable Primavera ha perdido su olor!
 

Y el Tiempo me devora minuto tras minuto,
como la nieve inmensa a un cuerpo afectado por la rigidez;
contemplo desde lo alto el globo de su redondez,
y ya no busco en él el abrigo de una choza.

Alud, ¿quieres arrastrarme en tu caída?

CHARLES BAUDELAIRE
Francia-1821
De “Las flores del mal


Madrid, 30-10-07 

DEMONIO DE LAS RELACIONES HETEROSEXUALES
ENTRE NIÑOS
 

Prohibido estaba el amor
para quienes habían perdido la esperanza.
Ella era la que tenía en la mirada el gusto del anís.
Ella era la que se arrodillaba al lado de los muertos
para anunciarnos la soledad.
                                            Ella era gris
cuando tomados de la mano alabamos a cristo. 

MIGUEL OSCAR MENASSA
Argentina-1940
De “Invocaciones”


Madrid, 31-10-07 

EN LA FECHA

Solo de ti, lleno de ti,
esta tarde a las 7,
el ciudadano de tu ausencia
se palpaba la cara, la voz, los papelitos,
deveras comprobando
que tus ruidos andaban por sus huesos
y en general que te habías ido.
Golpeó puertas, teléfonos.
la gran ciudad estaba equivocada sin tu pelo, señora
y él sentía tirones detrás del corazón.

A lo mejor era el tabaco,
de todos modos yo soy otro:
un pedazo de ti,
alguien a quien castigan puertas, ruidos, teléfonos,
y, andá a saber por qué,
toda la parentela de la muerte.

JUAN GELMAN
Argentina-19
30
De “Velorio del solo


Selección de Poemas Editados

 

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