Madrid, 2-11-07 

DICEN QUE NO HABLAN LAS PLANTAS...

Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso
de mí murmuran y exclaman:
                                          Ahí va la loca soñando
con la eterna primavera de la vida y de los campos,
y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.

-Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
con la eterna primavera de mi vida que se apaga
y la perenne frescura de los campos y las almas,
aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.

Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?

ROSALÍA DE CASTRO
España-1837
De “En las orillas del Sar


Madrid, 5-11-07 

LAS CONCHAS 

Cada concha incrustada
En la gruta donde nos amamos,
Tiene su particularidad. 

Una tiene la púrpura de nuestras almas,
Hurtada a la sangre de nuestros corazones,
Cuando yo ardo y tú te inflamas; 

Esa otra simula tus languideces
Y tu palidez cuando, cansada,
Me reprochas mis ojos burlones; 

Esa de ahí imita la gracia
De tu oreja, y aquella otra
Tu rosada nuca, corta y gruesa; 

Pero una, entre todas, es la que me turba. 

PAUL VERLAINE
Francia-1844
De "Fiestas galantes"


Madrid, 6-11-07 

CANCIÓN DE AMOR 

¿Cómo sujetar mi alma para
que no roce la tuya?
¿Cómo debo elevarla
hasta las otras cosas, sobre ti?
Quisiera cobijarla bajo cualquier objeto perdido,
en un rincón extraño y mudo
donde tu estremecimiento no pudiese esparcirse. 

Pero todo aquello que tocamos, tú y yo,
nos une, como un golpe de arco,
que una sola voz arranca de dos cuerdas.
¿En qué instrumento nos tensaron?
¿Y qué mano nos pulsa formando ese sonido?
¡Oh, dulce canto! 

RAINER MARÍA RILKE
Nace en Praga-1875
(Capital checa que entonces pertenecía al Impero Austro-Húngaro)
De “Nuevas poesías”


Madrid, 7-11-07 

LA VOZ A TI DEBIDA
(fragmengo)
 

No, no dejéis cerradas
las puertas de la noche,
del viento, del relámpago,
la de lo nunca visto.
Que están abiertas siempre
ellas, las conocidas.
Y todas, las incógnitas,
las que dan
a los largos caminos
por trazar, en el aire,
a las rutas que están
buscándose su paso
con voluntad oscura
y aún no lo han encontrado
en puntos cardinales.
Poned señales altas,
maravillas, luceros;
que se vea muy bien
que es aquí, que está todo
queriendo recibirla.
Porque puede venir.
Hoy o mañana, o dentro
de mil años, o el día
penúltimo del mundo.
Y todo
tiene que estar tan llano
como la larga espera.
Aunque sé que es inútil.
Que es juego mío, todo,
el esperarla así
como a soplo o a brisa,
temiendo que tropiece.
Porque cuando ella venga
desatada, implacable,
para llegar a mí,
murallas, nombres, tiempos,
se quebrarían todos,
deshechos, traspasados
irresistiblemente
por el gran vendaval
de su amor, ya presencia.

 

PEDRO SALINAS
España-1891
De "La voz a ti debida"


Madrid, 8-11-07 

HABLA TAMBIÉN TÚ 

Habla también tú
sé el último en hablar,
di tu decir. 

Habla-
Pero no separes el No del Sí.
Y da a tu decir sentido:
dale sombra. 

Dale sombra bastante,
dale tanta
cuanta en torno de ti tú sabes extendida entre
medianoche y mediodía y medianoche. 

Mira en torno:
ve cómo alrededor todo se hace viviente
¡En la muerte! ¡Viviente!
Dice la verdad quien dice sombra. 

Pero se estrecha ahora el lugar donde estás:
¿Adónde ahora, despojado de sombra, adónde?
Asciende. Tanteante, asciende.
Te haces más sutil, más irreconocible, más fino. 

Más fino: un hilo
por el que quiere descender la estrella
para abajo nadar, al fondo,
donde se ve brillar: sobre móviles dunas
de palabras errantes.
 

PAUL CELAN
Rumania-1920


Madrid, 12-11-07 

ES UNA ANTORCHA 

Es una antorcha al aire esta palmera,
verde llama que busca al sol desnudo
para beberle sangre; en cada nudo
de su tronco cuajó una primavera. 

Sin bretes ni eslabones, altanera
y erguida, pisa el yermo seco y rudo;
para la miel del cielo es un embudo
la copa de sus venas, sin madera. 

No se retuerce ni se quiebra al suelo;
no hay sombra en su follaje; es luz cuajada
que en ofrenda de amor se alarga al cielo. 

La sangre de un volcán que enamorada
del padre sol se revistió de anhelo
y se ofrece, columna, a su morada.

MIGUEL DE UNAMUNO
España-1864


Madrid, 13-11-07 

TRAS DE UN AMOROSO LANCE 

Tras de un amoroso lance,
y no de esperanza falto,
volé tan alto, tan alto,
que le di a la caza alcance.  

Para que yo alcance diese
a aqueste lance divino,
tanto volar me convino,
que de vista me perdiese;
y con todo en este trance
en el vuelo quedé falto;
mas el amor fue tan alto,
que le di a la caza alcance. 

Cuanto más alto subía,
deslumbróseme la vista,
y la más fuerte conquista
en oscuro se hacía:
mas por ser de amor el lance
di un ciego y oscuro salto,
y fui tan alto, tan alto,
que le di a la caza alcance. 

Cuanto más alto llegaba
de este lance tan subido,
tanto más bajo y rendido
y abatido me hallaba;
dije: No habrá quien alcance:
Y abatíme tanto, tanto
que fui tan alto, tan alto,
que le di a la caza alcance. 

Por una extraña manera
mil vuelos pasé de un vuelo,
porque esperanza de cielo
tanto alcanza cuanto espera;
esperé sólo este lance,
y en esperar no fui falto,
pues fui tan alto, tan alto,
que le di a la caza alcance.
 

SAN JUAN DE LA CRUZ
España, 1542
De "Poesías completas"


Madrid, 14-11-07 

SOBRE AQUELLAS PALABRAS
"DILECTUS MEUS MIHI"

Ya toda me entregué y di        
y de tal suerte he trocado,
que es mi Amado para mí,
y yo soy para mi Amado.        

Cuando el dulce Cazador
me tiró y dejó rendida,
en los brazos del amor,     
mi alma quedó caída.
Y cobrando nueva vida,
de tal manera he trocado,
que es mi Amado para mí,
y yo soy para mi Amado.

Tiróme con una flecha       
enherbolada de amor,
y mi alma quedo hecha
una con su Criador.
Yo ya no quiero otro amor,
pues a mi Dios me he entregado,
y mi Amado es para mí,
y yo soy para mi Amado.

SANTA TERESA DE JESÚS
España-1515
De "Poesías lírico-místicas"


Madrid, 15-11-07 

EL HOMBRE APROXIMATIVO
I
(fragmento)

cual en este lenguaje que nos azota nos sobresaltamos con la luz
nuestros nervios son látigos entre las manos del tiempo
y la duda viene con una sola ola incolora
atornillándose comprimiéndose aplastándose en nosotros
como el papel estrujado del embalaje deshecho
obsequio de otra edad a los deslizamientos de los peces amargos

TRISTAN TZARA
Rumanía-1896
De "El hombre aproximativo"


Madrid, 16-11-07 

ASÍ ES LA ROSA

De la matriz del día
se alzó la rosa vertical y blanca
mientras todo rugía:
la tierra, el aire, el agua.

Tendí la mano para protegerla,
criatura de paz y de armonía,
completa, virgen, intocable, exacta
en la extensión total del mediodía.

Y me llevó el brazo la metralla.
Impávida seguía
en su serenidad y su victoria,
aunque en mi sangre la embebía.

Ni mi alarido hizo temblar sus pétalos
ni apagó su fragancia mi agonía.
Era la rosa, la perfecta y única.
Nada la detenía.

JUANA DE IBARBOUROU
Uruguay-1895
De “La pasajera”


Madrid, 19-11-07 

CONTRA LAS COSAS 

dios para qué me das tantas cosas
tengo el cuerpo brotado de cosas
qué confianza se toman con mis manos
yo no puedo vivir así trincado por las cosas
víctima de sus menguadas conspiraciones
cosas que se desarman
que no se abren que quedan abiertas
cosas que no entran que se salen
cosas cayéndose golpeándome
estallando en mis manos volándose
perdiéndose reapareciendo o no
cada vez más pedantes más dentadas
exhibiendo groseramente su gula de espacio
adictas a su inercia
entregadas a su gravedad
ansiosas por volver al caos 

yo no puedo querer tantas cosas
apenas ofrecerles una atención salteada
oh dios hubieras hecho de mí una lapa
entonces me acariciarían tus olas alternas
y yo conocería una sola cosa
la roca 

CESAR FERNÁNDEZ MORENO
Argentina-1919
De "Sentimientos"


Madrid, 20-11-07 

UN SUEÑO LARGO, LARGO 

Un sueño largo, largo, un ya famoso sueño,
que señales no da de que se está acercando el día,
pues no mueve ni un párpado el durmiente:
un sueño independiente y apartado. 

¿Pereza como ésta se vio nunca?
En orilla de piedra,
bajo el calor, dejar pasar los siglos
y ni una vez mirar si el mediodía llega.

EMILY DICKINSON
Estados Unidos-1830


Madrid, 21-11-07 

LAS SEIS DE LA MAÑANA 

Las seis de la mañana.
He abierto la puerta del día y he entrado,
el sabor de un azul reciente en la ventana ha venido a mi encuentro,
en el espejo las arrugas de ayer en la frente
y en la nuca la voz de una mujer, suave como la pelusa del membrillo,
y en la radio las noticias del país
y ya mi glotonería se desborda
correría de un árbol a otro por el huerto de las horas
y el sol, mi niña, se pondrá
y espero que más allá de la noche
el sabor de un nuevo azul me aguarde, espero... 

NÂZIM HIKMET
Nace en Tesalónica en 1902
De "Últimos poemas (1960)"


Madrid, 22-11-07 

TÉRMINOS DE COMPARACIÓN 

¿Caminar por la vida como por encima del mar,
Sostenidos por la fe, la desesperanza o la indiferencia? 

¿Posarse sobre ríos callados o tumultuosos,
Atraídos por una mirada o una sonrisa? 

¿Abrazarse a cuerpos de fuego que se ahogan irremediablemente
En la propia corriente sanguínea, cálida o fría? 

¿Penetrar en oscuras columnas de humo
Con la entereza de la flor bajo la guillotina? 

¿Cubrirse las heridas con mantas de agua en ascuas
O con una canción multiplicada al infinito? 

¿Devorar espinas suaves como la caricia primera,
Irresistibles como el sollozo del moribundo? 

¿Arriesgarse por la cuerda floja que sostiene
Luz y tiniebla, el leve temblor de lo que va creándose,
El ronco crepitar de lo extinto sin remedio? 

¿Tratar de detener con lanzas de fuego
La huida del minuto, insaciable celoso,
Girando y perdiéndose al azar,
Caracola absorbida por la tempestad de arena? 

Todo podría servir de término de comparación,
Justificable nada más que como puro engaño. 

Pero, ¿qué sería recuperable si antes no fue
Sacudido, renegado, desdicho, transfigurado? 

EMILIO ADOLFO WESTPHALEN
(Perú-1911)
De "Bajo zarpas de la quimera"


Madrid, 23-11-07 

VERSOS DE CATORCE

A mi ciudad de patios cóncavos como cántaros
y de calles que surcan las leguas como un vuelo,
a mi ciudad de esquinas con aureola de ocaso
y arrabales azules, hechos de firmamento, 

a mi ciudad que se abre clara como una pampa,
yo volví de las viejas tierras antiguas del Occidente
y recobré sus casas y la luz de sus casas
y la trasnochadora luz de los almacenes 

y supe en las orillas, del querer, que es de todos
y a punta de poniente desangré el pecho en salmos
y canté la aceptada costumbre de estar solo
y el retazo de pampa colorada de un patio. 

Dije las calesitas, noria de los domingos,
y el paredón que agrieta la sombra de un paraíso,
y el destino que acecha tácito, en el cuchillo,
y la noche olorosa como un mate curado. 

Yo presentí la entraña de la voz las orillas,
palabra que en la tierra pone el azar del agua
y que da a las afueras su aventura infinita
y a los vagos campitos un sentido de playa. 

Así voy devolviéndole a Dios unos centavos
del caudal infinito que me pone en las manos. 

JORGE LUIS BORGES
Argentina-1899
De “Luna de enfrente”  


Madrid, 26-11-07 

ANOCHE 

Anoche me acosté con un hombre y su sombra.
Las constelaciones nada saben del caso.
Sus besos eran balas que yo enseñé a volar.
Hubo un paro cardíaco. 

El joven
nadaba como las olas.
Era tétrico,
suave,
me dio con un martillo en las articulaciones.
Vivimos ese rato de selva,
esa salud colérica
con que nos mata el hambre de otro cuerpo. 

Anoche tuve un náufrago en la cama.
Me profanó el maldito.
Envuelto en dios y sábana
nunca pidió permiso.
Todavía su rayo lasser me traspasa.
Hablábamos del cosmos y de iconografía,
pero todo vino abajo
cuando me dio el santo y seña.
Hoy encontré esa mancha en el lecho,
tan honda
que me puse a pensar gravemente:
la vida cabe en una gota. 

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1924
De "Calzada de Tirry 81"


Madrid, 27-11-07 

ARTE POÉTICA 

Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando. 

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata. 

Estamos en el ciclo de los nervios
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza. 

Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!
Hacedla florecer en el poema; 

Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol. 

El poeta es un pequeño Dios. 

VICENTE HUIDOBRO
Chile-1893


Madrid, 28-11-07 

FINAL 

Era era. 

Sus manos nacían cerca de cada cosa
y de cada flor. 

Temblaba siempre su pérdida
y en ella parecían convergir los números y las estrellas. 

El amanecer encontraba sus cabellos perdidos
y sus ojos echados en sus propias márgenes. 

La noche la sorprendía siempre entregada a
sus oficios más antiguos
acompañándose de un corazón nuevo y silencioso. 

Era solícita y tempestuosa
y no se asemejaba en nada a la luna.
 

ÁLVARO CUNQUEIRO
España-1911
De "Poemas de sí y no"


Madrid, 29-11-07 

TALES EQUÍVOCOS 

Tantos pasos hacia veranos,
tantos lugares hacia mis pasos,
tantas viandas hacia qué hambres,
tantos crujivacilantes pasos hacia besos,
tantos erróneos pájaros desorientados guiando mis pasos,
en marcha hacia la reina arrojada del Edén con su joroba
     escarlata
-la reina de la frustración y el éxtasis-
la que flota en la corriente de sus blasfemias, la que
     canta sobre la piedra de la tumba,
cubierta de mordeduras,
con el honor de su desgracia. 

Tantos pasos hacia cálidas sombras
                            donde alguien respira,
ondulante y ansioso cuerpo hundido en su fragancia
y su ardiente promesa de ser siempre la playa que nunca
     volverás a ver.
Tantos pasos hacia el sol y sus amigos:
árboles, flores, cabelleras,
tantos pasos de lápida, o de ir hacia cosas suculentas,
o a tristes disputas, adioses, enfermedades
                                y nunca
el paso necesario
-el único paso que no diste-
y te hubiera revelado tu enigma, te hubiera entregado
     sin tasa
la secreta belleza
oculta tras tus pasos. 

ENRIQUE MOLINA
Argentina-1910
De “Los últimos soles”


Madrid, 30-11-07 

21 

Hay que inventar respiraciones nuevas.
Respiraciones que no sólo consuman el aire,
sino que además lo enriquezcan
y hasta lo liberen
de ciertas combinaciones taciturnas.

 

Respiraciones que inhalen además
las ondas y los ritmos,
la fragancia secreta del tiempo
y su disolución entre la bruma.

 

Respiraciones que acompañen
a aquel que las respire.

 

Respiraciones hacia adentro del sueño,
del amor y la muerte.

 

Y para eso hay que inventar un nuevo aire,
unos pulmones más fervientes

y un pensamiento que pueda respirarse.

 

Y si aún faltara algo,
habría que inventar también
otra forma más concreta del hombre.

 

ROBERTO JUARROZ
Argentina-1925
De “Séptima poesía vertical”


Selección de Poemas Editados

index